En la lucha libre, un título en sí mismo vale poco, porque lo que debería importar siempre es el luchador que lo lleva en su cintura. Aún así, no se debe desconocer la importancia de estos, considerando que prácticamente cualquier empresa del mundo tiene alguno. El punto de este artículo, es plantear que cada empresa debería cuidar su posible exceso de cinturones. Un problema que se da principalmente en la WWE actual.
Acá dejaré un poco de lado a México, ya que se trata probablemente del lugar en que menos importancia tienen los títulos. Tanto AAA como el CMLL tienen una montaña de cinturones, aunque bien podrían valer lo mismo que un montón de chatarra, considerando que hasta los títulos principales pueden pasar meses y meses sin ser defendidos. En el resto del mundillo de la lucha libre los campeonatos importan mucho, pero México es la tierra en la que la gente realmente se mata por las luchas de apuestas, entre máscaras y cabelleras.
Un poco de historia
Tanto en Estados Unidos como México, nacieron por la década de 1930 las primeras empresas grandes de wrestling: la National Wrestling Association (NWA) y la Empresa Méxicana de Lucha Libre (ahora conocido como Consejo Mundial de Lucha Libre o CMLL). Pero a decir verdad, ya existían diversos campeonatos desde el siglo XIX. Que los títulos sean tan importantes para lo que es el wrestling no es raro. Siendo la imitación de una competencia deportiva, un trofeo por el que compiten todos es muy funcional.
En sus orígenes la lucha libre bebió bastante del boxeo, lo que se puede ver actualmente en dos aspectos: el ring en que se realizan los combates y lo que nos atañe en este caso, que es el título en forma de cinturón.
Tipos de títulos
Podría decirse que a grandes rasgos, existen varios tipos de cinturones, aunque esta clasificación puede ser algo ambigua según el contexto y el espacio considerado.
Título principal:
El título que le hace sombra a los demás convirtiéndose generalmente en el centro de poder de la empresa o marca. A menudo es “el título mundial”, aunque también se escuchan otros términos como Universal, Megacampeonato o incluso, otros que corresponden solamente a la empresa/marca. En NJPW sería el IWGP Heavyweight Championship, en Stardom el World of Stardom Championship y en AJPW el Triple Crown Heavyweight Championship.
Título secundario:
Siempre un peldaño más bajo que el principal, pero aún así se le guarda su lugar en los shows. Mientras que tener el mundial equivale a ser un main eventer, con este campeonato se ve una fauna más diversa entre los posibles status de los campeones. Buenos ejemplos serían el Intercontinental Championship de WWE hasta la invasión del 2001 o el actual Intercontinental de NJPW.
Título terciario:
El título que prácticamente en ningún contexto tendría un main eventer. Es a menudo una papa caliente y muchas veces el título televisivo que se defiende en los shows menores, aunque ese rol a veces también lo toma el título secundario. Ejemplos serían el Hardcore Championship que tenía WWE o el High Speed de Stardom.
Títulos tag teams:
Su importancia puede variar mucho según la empresa o marca, ya que pueden ser desde los títulos más intrascendentes a los más importantes del show después del principal. Probablemente es aparte del campeonato principal, el tipo de título que más se ve en cada empresa.
Títulos de tríos:
La papa caliente definitiva. Usualmente en cualquier empresa en la que se implementa, sólo sirve para rellenar con los luchadores que no tienen espacio en el main card.
Títulos femeninos:
Cuando se implementaba este tipo de título en la lucha libre occidental de hace 20 años, lo normal es que no pasase de ser un campeonato terciario. Pero a medida que las mujeres han aumentado su importancia, logró escalar a posiciones tan altas como el main event de WrestleMania. Cabe señalar que este tipo de título no se ve en Japón. Allá es habitual que las empresas no tengan una división femenina, si no que más bien, haya empresas como Stardom donde todo el roster es de mujeres.
Títulos de pesos livianos:
Aplicable a cualquier título que está enfocado en luchadores con un peso ligero y estilos más ágiles que los que puede ofrecer un Heavyweight de peso. En Japón suele ser un título secundario bastante connotado, mientras que en Estados Unidos su importancia suele caer al fondo en cada empresa. Una excepción honrosa de USA es el X-Division Championship, el segundo título más importante de TNA e Impact. Pese a que ese título si puede ser portado por pesos pesados, siempre se le ha asociado más a pesos livianos.
La ambigüedad en la importancia
Hay campeonatos mundiales de una pequeña empresa o marca, que pierden su valor como título máximo cuando van a una mayor. Un ejemplo es el British Heavyweight Championship de RevPro. En la empresa inglesa, no hay título mayor que ese y dentro de sus límites es un título mundial. Pero cuando llega a ser defendido en NJPW, y se lo pelean sus upper-cards y mid-cards, su valor baja. En NJPW no pasa de ser un título secundario o terciario.
Mientras tanto, en WWE
En el caso de WWE, todo se vuelve más confuso. En algunos momentos hay marcas relativamente independientes, que en determinados momentos se unen. Y al juntarse sus respectivos títulos, algunos pierden su valor.
Un gran ejemplo desvalorización fue el ECW Championship de la ECW del 2006 – 2010. Inicialmente el título fue planteado como un tercer campeonato mundial, al mismo nivel del WWE Championship y el World Heavyweight Championship. Y claro, en ese espacio con menos luchadores y minutos era un título mundial. Pero cuando compartía show con los otros dos títulos mundiales oficiales, su importancia real bajaba a la de un título secundario.
Ahora mismo WWE tiene un roster principal conformado por dos marcas (Raw y Smackdown), una tercera marca algo menos importante (NXT) y otras dos marcas con escaso impacto mediático (NXT UK y CWC). Entre tantos shows la ambigüedad es absoluta. El Cruiserweight Championship es EL título en CWC, pero en NXT se le trata como a un campeonato secundario y de ser defendido ahora en el main roster, sería de lo más terciario que podría haber en importancia.
Incluso, diría que es complicado igualar a los dos títulos mundiales oficiales de WWE, partiendo de la base de que desde siempre Raw ha sido el show A, tanto en importancia como en audiencia. Por eso, cuando se salen de las marcas y se encuentran en los PPV, es natural pensar más en el campeón mundial de Raw como el real campeón absoluto de la empresa. Ha habido excepciones, como el reinado de Punk del 2008 en Raw, dónde era muy fácil ser opacado por el poseedor del WWE Championship de Smackdown. Pero en general, cuando han habido marcas la tendencia ha sido darle el spot al campeón de Raw.
¿Muchos títulos o pocos títulos?
Las empresas generalmente dejan en claro cuál es ese título que debe perseguir todo el mundo. Pero debajo de este, cada booker y directivo parece tener una idea distinta de la cantidad y distribución de títulos que deben circular. Creo que en ese ámbito menos es más, para que así cada cinturón menor tenga ocasionalmente algo de spot. No me agrada que un título secundario o terciario se defienda poco y me parece que muchas veces la mejor decisión posible es la eliminación del mismo. Peor aún, me parece inventar un título solo para servir de complementos a storylines circunstanciales.
Un ejemplo de buena distribución de títulos es la TNA que he revisado en la sección del Baúl. La gracia es que eran pocos; después del título principal, sólo llegaron a haber otros dos campeonatos posibles para los hombres: el X-Division y los títulos en pareja. Hasta que en el 2008 apareció el título secundario que pasó por varios nombres (Legends Championship, Global Championship, Television Championship, etc). ¿Tanto escándalo por otro título masculino más? Pues resulta que automáticamente, los otros campeonatos mencionados se desvalorizaron un poco.
Pasando a un caso más actual, también me agrada la momentánea distribución de títulos en AEW. Un título principal, uno por parejas y el título femenino que esperemos, ahora sí se pueda defender regularmente sin Riho de campeona. Considerando que es un show de dos horas semanales, se entiende que quieran introducir un título secundario adicional, como ya lo confirmó Cody. Solo esperemos que no se les ocurra darle cambios titulares a ese futuro campeonato en AEW Dark.
Llenando la casa
El rango de títulos debe funcionar acorde al tamaño de una empresa y se entiende que cuantas más horas de shows, pueden meterse otros campeonatos en el radar. No obstante, hay extremos que no se deberían cruzar. Por ejemplo, el título de tríos en casi cualquier empresa en la que existe: es irrelevante, generalmente no sirve para ver cátedras en el ring y casi nunca aporta algo realmente innovador.
En NJPW tratan de que mostrar que hay un mayor universo más allá del IWGP Heavyweight Championship, cediéndole main events de shows menores a títulos secundarios. Lo que no quita el hecho de que aquí sí veo una sobrecarga de títulos individuales: contando el RevPro, son seis en total. Aparte de que especialmente el USA y el mismo RevPro se invisibilizan, resulta que como efecto colateral su división tag team carece de spot. Nadie en su sano juicio va a decir que ve NJPW por los combates de los Tonga. Y la situación es aún peor, al considerar que tras la mala división Heavyweight Tag Team hay una Junior Tag Team aún más invisibilizada.
WWE y su millón de títulos
La empresa de Vince con sus cinco marcas es un caos difícil de descifrar o justificar. Entre todos esos shows se hacen nueve horas de contenido a la semana, más de lo que serían cuatro shows semanales de Impact Wrestling por ejemplo. Entonces si es comprensible hablar de muchos títulos por un lado.
El primer problema de WWE aparecería en los PPV. Impact por ejemplo tiene cuatro títulos actualmente y todos pueden tener la construcción previa de una rivalidad para su PPV bimensual o trimensual de tres horas. En cambio, WWE debe jugar con los tiempos, recortar minutos por aquí y por allá, y sobrecargar el kick-off, aún cuando se trata de los simples PPV mensuales de tres horas en que se juntan Raw con Smackdown. Toda la importancia que un título puede acumular en el show semanal se pone en entredicho si no aparece y como lo mencioné en otro apartado, hasta los títulos mundiales tienen problemas a la hora de opacarse mutuamente.
Los PPV grandes dan más tiempo y aún así, peor es el destino de esos campeonatos secundarios. Mientras que NJPW prácticamente involucra cada rivalidad importante con un título, incluso de modo exagerado a veces (Jericho campeón Intercontinental sobraba), WWE prefiere omitir los cinturones secundarios en las citas importantes. Por ejemplo en WrestleMania 35 el USA tuvo un minuto de combate y el Intercontinental cuatro. Siendo que perfectamente pudieron involucrarlos en combates más importantes sin una gran rivalidad detrás, como lo fueron Reigns vs McIntyre o Styles vs Orton.
Solucionando el nudo de WWE
Aún sin el problema que sugiere cruzar cinturones en un show grande, creo que incluso para los shows semanales sobran títulos. Entre todos los shows hay cuatro títulos en pareja masculino y con suerte recuerdo a los campeones de unos. Me parece que lo más sensato ahí sería dejar uno para el main roster y otro para los shows de medio pelo (NXT, CWC y NXT UK). En cuanto al título en parejas femenino, yo lo suprimiría. Entre el Intercontinental y el USA yo dejaría solamente el Intercontinental para Raw. Y sobre el 24/7, quémenlo de una vez y a mí también de paso por haber hablado a favor de esa ordinariez.
Si WWE arreglase esta situación, no solucionaría todos sus problemas estructurales. Pero un paso positivo al menos, es un paso.