Jon Moxley sobre WM 36, una dura derrota de Y2J y la confesión de Otis

Antes de enfrentar a Brodie Lee el sábado 23 de mayo en Double or Nothing, el actual campeón de AEW, Jon Moxley, reflexionó sobre WWE.

Lo hizo en conversación con Fightful, donde le preguntaron si vio WrestleMania 36. “Lo vi todo, las dos noches”, contó el ex Dean Ambrose.

¿Y le gustó el evento?

“Lo disfruté. Pienso que fluyó bien y realmente mucho gente trabajó duro realizando grandes actuaciones. Disfruté el Boneyard Match, pienso que fue genial. Esto porque The Undertaker es un personaje muy querido. Es como un personaje de cómic”, sostuvo Jon Moxley.

Sobre ese punto, dijo que “The Phenom” representa ese personaje que uno quiere desde su infancia. “Es como John Wayne o John McClane, o cualquier estrella del cine de acción, es genial. Creo que muchos realmente disfrutaron de esa lucha“.

Menos Ignacio Salvo, claro está.

Cuando Slater le ganó a Jericho

Es conocido que Chris Jericho no tiene problemas en perder ante el talento emergente, lo hizo el 2002 ante John Cena en Vengeance, cuando este era un pelele y aún no se convertía en el rapero. O contra Batista el 2004.

Sin embargo, parece que el 2010 no estaba nada contento en caer derrotado ante un rookie llamado Heath Slater. Y2J venía de ser campeón mundial, así que se puede entender ese enfado.

Esto sucedió en un programa de aquel NXT donde debutó Daniel Bryan. “Se qué a Chris no le gustó que un novato estuviera golpeándolo y fue enojado donde Pat Patterson. ‘¿Por qué demonios me va a vencer este novato? ¡No puedo creer esto! Fue en ese momento donde Patt lo mira y le dice: ‘¡Con qué es un novato! ¡Nadie lo recordará la próxima semana!’ Eso puede ser cierto, pero 10 años después la gente todavía habla de ese combate. Fue increíble, aunque sé que a Chris no le gustó“, recordó Slater en conversación con Lewis Nicholls.

Terminamos estas noticias breves con la confesión de Otis, quien señaló en el podcast de Lilian García que sufre de dislexia. “Aprendes a convivir con ello, aunque no se lo dices a nadie“.

“Tardé seis meses en contárselo a Tucker. Comenzamos a formar equipo y aún no nos conocíamos bien. Pero empezamos a hacernos amigos y afinar detalles de nuestro trabajo en el ring. Ahí le dije: ‘la verdad es que no puedo leer esto‘”, recordó.

Además dijo que en su etapa universitaria sufría dolores de cabeza muy intensos.

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