Los sitios especializados de WWE aún no se ponen de acuerdo, sobre si las leyendas dañan o no el producto (lo arruinan), pero todos coinciden en que RETRIBUTION es un stable moribundo. En su momento, muchospensabanqueseveníangrandes cosas para el grupo y se hicieron los ciegos, ante el hecho de que este no complicaba a ningún luchador top.
Ahora, ha quedado más claro el hecho de que si hubo planes de que fuesen importantes, fueron absolutamente abandonados. Tal parece que pasó lo usual: los altos mandos (Vince McMahon y Bruce Prichard) partieron muy motivados con la idea, pero a la larga, perdieron el interés. Un dato curioso, es que salvo Mustafa Ali, todoseranprotegidosde Paul Heyman. Eso último, podría ser un gran factor en la indiferencia de Prichard.
Desde que por fin comenzaron a luchar, RETRIBUTION está en una rivalidad con la tampoco muy importante facción, The Hurt Business. Y lo peor, es que han perdido los tres combates. De este modo, el stable no lleva niunavictoriaoficialenWWE. Ante esto, es donde T-Bar dijo “no me importan los resultados de las luchas“. Me recordó una fiesta en que un amigo dijo “tengodignidad” y a quien al instante siguiente, se le cayeron los pantalones.
Lo cierto es que por lo visto, se viene rivalidad entre T-Bar y Bobby Lashley por el USA Championship. Quien sabe, si hipotéticamente gana el título, quizás el luchador sobreviva a esta muerta facción.
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Profesor de Historia, conocido en las redes sociales como Meñique. Bienvenido a un reino en que está prohibido hablar bien de las últimas temporadas de Games of Thrones y dónde la religión oficial es el culto a don Minoru Suzuki.
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