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Lo bueno, malo y feo de WWE en el 2020

Terminamos nuestro especiales con WWE. Mucho que decir en un año bastante particular, de consolidaciones y aberraciones varias.

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Tiempo del último balance del 2020. Llega el turno de un año bastante particular para WWE donde la constante se hace evidente. Y no para bien.

Da todas formas, hay aspectos positivos para destacar y partimos con eso:

Lo bueno de WWE el 2020

Roman Reigns

De estar envuelto en una rivalidad donde la comida para perros era la protagonista a ser el top heel de la empresa. Los primeros meses de Roman no fueron buenos, en luchas con King Corbin que no lograron despegar.

Bajo ese escenario llegó el peak del covid y su ausencia por varios meses. Una decisión muy sensata por parte de la cara de la empresa, quien privilegió la salud antes que el trabajo. En la suma y resta, este 2020 tuvimos una dosis menor del “Big Dog” comparado con años anteriores. Sin embargo, la premisa es simple y concisa: calidad sobre cantidad. Y si esa calidad significa un segundo aire, mejor.

Roman y Heyman, de lo mejor de WWE el 2020.
Roman y Heyman, de lo mejor de WWE el 2020.

El heel turn le vino muy bien a Roman Reigns y a WWE, una bocanada fresca y creativa como si de una Cola Cola en el desierto se tratara. Paul Heyman de vuelta en TV y un Jey Uso con ganas de devorarse el mundo fueron las combinaciones perfectas para que el “Jefe trivial” brillara.

Sobre esto, Carlos Matamoros también tiene algo que decir:

Luego de un período bastante pobre en torno al Campeonato Universal, mismo que recayó como responsabilidad en Braun Strowman y Bray Wyatt, llegó un período de luz para la parte alta de SmackDown cuando Roman Reigns hizo su regreso a la empresa luego de un período de inactividad por la pandemia. A ello, se le sumaba una nueva actitud y un nuevo rol de la mano de Paul Heyman, entregándonos la mejor faceta hasta el momento del samoano.

Por si no fuera poco, la marca azul nos sorprendía con un interesante surgimiento: Jey Uso. Una mitad de un tag team, a este punto ya histórico de WWE, empezaba su carrera en solitario gracias a la ausencia por lesión de su hermano Jimmy. Y he de decir, que su incursión como retador al título máximo que posee su primo Roman Reigns ha sido la mejor storyline que ha dejado la empresa de McMahon este año (concuerdo). Por mucho. Un atrapante feudo familiar que ahora mismo ha terminado en una alianza.

¿Será que esta alianza termina con alguna traición y el batacazo del bueno de Jey? Pues ojalá. Mejor opción esto que ver a Reigns frente a Goldberg.

Drew Mcintyre

En un año donde debía ganar el título por todo lo alto con un estadio a reventar, con un reinado con el público juzgándolo in situ; Drew tuvo que cargar con la incertidumbre y lo extraño que resultaba realizar shows sin público.

La pandemia pudo más y el escocés tuvo que poner todo su profesionalismo para sustentar el buque. Y si bien es parte de un Raw que no levanta cabeza, eso no es su responsabilidad. Lo suyo era demostrar que estaba apto para las grandes ligas y lo hizo, primero con una muy buena regularidad en ring y con una importante aptitud para los segmentos. De hecho, en los primeros compases ante Randy Orton entregó unas promos más que cumplidoras.

Indudablemente quedará esa espina de cómo iba a reaccionar la grada con su reinado (donde la tendencia con los face no es muy buena), pero Drew supo poner la mejor cara y dejar en evidencia que puede cumplir con creces como campeón mundial.

Bayley, Sasha y Asuka

Para este servidor, los tres grandes pilares del 2020 tienen nombre de mujer. No sé si en la misma escala (pensando que el bookeo de la japonesa se terminó desinflando), aunque si con la misma importancia cuando las dejaron brillar.

La ausencia de Becky y Charlotte ponía en jaque a la división, dos grandes favoritas de Vince obligaban a cambiar el rumbo y empezar a apostar por otras. Ahí aparecieron unas “sedientas de gloria”, que poco les importó si había público o no, para ellas, era el momento de robarse la película. La combinación Sasha-Asuka hizo más digerible Raw una parte del año, y la evolución de Bayley como heel fue muy significativa. La rivalidad con Sasha, solo vino a ser la guinda de la torta a lo que hicieron durante el 2020.

Las dos caras de SmackDown

Cuando terminas siendo el oasis en medio de la mediocridad, mereces reconocimiento. Costó, porque el SD post-WM llegaba a ser infumable. Pero desde el protagonismo de Sasha y Bayley, el regreso de Sami Zayn y la coronación de Roman Reigns como campeón Universal, convirtió al show de los viernes en lo mejor de la programación de WWE.

Va a costar olvidar esos meses de Otis weando con el maletín y la rivalidad soporífera de Bray Wyatt con Braun Strowman. No obstante, en la balanza, creo que lo bueno termina imponiéndose y se ha notado en las audiencias del show.

Royal Rumble masculino

La grata sorpresa del año. Nos habían acostumbrados a unos Rumble tan callamperos (malitos), que lo que hicieron este año tanto a nivel de bookeo, creatividad, como en lo sorpresivo, fue uno de los mejores combates de esta estipulación.

Lo malo

NXT

La marca amarilla fácilmente podría tener su artículo propio, el cual podría titular así: “Cuando la competencia pone en evidencia todas tus falencias“. Hasta rima le metí.

Pero bueno, ocupo lo malo para colocar a NXT y explayarme en aquellos aspectos lamentables ocurridos el 2020. De partida, la desesperación a la hora de contraprogramar a AEW, sin importar la forma en que termina afectando la coherencia de tu show. Un ejemplo más que claro fue la coronación de Keith Lee como campeón NXT luego de derrotar en el “choque de campeones” a Adam Cole. Un combate promocionado por todo lo alto (con NXT venciendo las dos noches de The Great American Bash a Dynamite), casi al nivel del mejor enfrentamiento en la historia del show amarillo.

Tras eso, Lee dejó vacante el título Norteamericano como si fuera la peor huea del universo y termina perdiendo el principal de la mano de Karrion Kross. Todo en un lapsus de 44 días. Más claro, imposible.

Cambios de títulos a diestra y siniestra, anuncios de TakeOver con menos de un mes de preparación, combates estrafalarios que no venían a cuento y la creación de stables altamente nefastos (hola, Johnny Gargano), son el cúmulo de situaciones presentes en un bookeo de Triple H pensando más en cómo responder a Dynamite, que en vez de preocuparse en entregar algo sólido en todas las líneas.

Bajo un escenario donde la presión juega y mucho, trips no se la puede, y eso es muy importante recalcarlo pensando en el futuro de la compañía.

Bray Wyatt

¿Qué personaje es Bray Wyatt? Si me responden eso, puede que hasta piense en no ponerlo en lo malo. Pero su mal in-ring, esa dualidad entre el Wyatt comediante (segmento con Cena en WM) y el Fiend demoniaco (segmentos con Strowman y Orton) me hacen establecerlo dentro de lo peorcito del año.

Y especialmente porque me lo quieren vender (en redes sociales) como un tipo que “rompe esquemas”, un talento privilegiado que sorprende con buenos guiones e historias que los mejores directores de cine las querría. Un poco de por favor, gente. Y bueno, no es casualidad que cuando fue protagonista de SD el programa valía pico y ahora que es de Raw el programa también vale corneta. Algo para nada menor.

Por poquito no entra Alexa acá eh… Miren lo que era la Bliss el 2017 y compárenla con esto.

Aumentar el palmarés de Orton

A esta altura uno no debiese seguir calentándose la cabeza con esto, pero menudo robo que le hayan dado el título. ¿Qué se ganó con esto?

Lo feo

Monday Night Raw

Infumable. Intolerable. “Imbancable”. Prefiero escuchar un disco de Alberto Plaza. Bueno, no tanto. Pero sí de Ricardo Arjona.

Programa qlo. Tan simple como eso.

MITB

Mataron el concepto del maletín y eso no se olvidará tan fácil. Si se lo diste a Otis, al menos deja que lo canjee y lo pierda. ¿Pero que se lo quite otro luchador? ¿Y que este pierda la oportunidad y luego la recupere? Váyanse a la chucha.

Retribution
Una pena por Ali.

El peor chiste del año. Por paliza.

Johnny Gargano

Un tipo que este 2020 se dedicó a dar pura vergüenza ajena. En este año él tiene mucho de responsabilidad, sin embargo, eso no quita que su bookeo ha sido un espanto. El peor manejado por HHH en NXT.

El poco cariño en tu propio producto

Este punto es muy importante y es un reflejo de lo que viene siendo WWE hace mucho años. Si algo me enamoró de la empresa a finales del 99 fue su sentido del espectáculo. El escenario, las viñetas, los gráficos, las titantron, las entradas con pirotecnia, la música y el apartado audiovisual. Todo era un conjunto maravilloso que te hacía vibrar de lo lindo.

Miren la despedida del Taker en Survivor Series, cuando aparecen las leyendas. Unos titantron donde solo ves el nombre del luchador con letras hechas en paint. Una tomadura de pelos. Desde que suprimieron los videos que ya terminaron de matar cualquier atisbo de personalidad a los luchadores, donde ahora en ambos roster principales hay mucho talento genérico. A eso le sumas los cambios en los temas de entrada y el dolor de cabeza es mayor.

Mira esa indecencia por favor.

Otra arista son la cantidad de historias malas que no tuvieron un desenlace o quedaron en nada. Eso se suma a ideas que tampoco fructificaron, como Raw Underground. En este buen hilo de Carlos Arteaga, nuestro colaborador del Diario WWE, queda reflejado el desorden creativo de la empresa, sin un rumbo claro o establecido a la hora de plantear diversos acontecimientos. Uno podrá decir, ‘puta, gracias que no lo dieron un cierre a lo de Lana y Liv Morgan’, pero si dedicaste gran tiempo de tu programación, debes seguir adelante, porque también podrías ser capaz de tener un final satisfactorio que arregle el horrible desarrollo. Pero ni eso.

Así vas encontrando casos como las victorias de Aleister Black ante AJ y en WM ante Lashley, para luego desaparecer del mapa. O como hacerle el pin a la ex campeona de SD no tiene ningún significado posterior (algo que años atrás significaba mucho). No hay ganas ni empeño.

También quisiera mencionar el poco uso de los títulos secundarios en PPV, como el IC y USA. Aunque al final eso es una constante de los últimos años y ya es redundante recordarlo.

Conclusiones

En definitiva, la gran conclusión que saco del año 2020 de WWE es que ciertas individualidades terminaron arreglando un colectivo bien malito. Y eso es muy poco para ser la empresa “número 1” de lucha libre.

Los 10 mejores combates de WWE el 2020

  • 10. AJ Styles vs The Undertaker, WrestleMania 36.
  • 9. Rhea Ripley vs Charlotte Flair, NXT Women’s Championship, WrestleMania 36.
  • 8. Daniel Bryan vs Drew Gulak, Elimination Chamber.
  • 7. Sasha Banks vs Asuka, Raw Women´s Championship, Raw 27 de julio.
  • 6. Roman Reigns vs Drew McIntyre, Survivor Series.
  • 5. Royal Rumble masculino.
  • 4. AJ Styles vs Daniel Bryan, Intercontinental Championship, SD 12 de junio.
  • 3. Sasha Banks vs Bayley, SD Women’s Championship, Hell in a Cell match.
  • 2. WALTER vs Ilja Dragunov, NXT UK Championship, NXT UK 29 de octubre.
  • 1. Jeff Hardy vs Sami Zayn vs AJ Styles, Intercontinental Championship Ladder match, Clash of Champions.

En otros bueno, malo y feo del 2020

AEW

IMPACT

NJPW

Stardom

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