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Lo bueno, malo y feo de WWE en el 2022
El 2022 se ha acabado y como es tradición en nuestro sitio es tiempo de un nuevo: lo bueno, malo y feo. Partimos con WWE, que durante el año se dividió en dos etapas, el fin de la era Vince McMahon y el comienzo del juego a cargo de Triple H.
Por lo que significa la llegada del hombre de las tres H al mando, tendrá un apartado especial, que me parece más adecuado pensando que no se le puede juzgar por todo lo ocurrido en el año.
Dicho eso, acá vamos:
Lo bueno
El ucey de The Bloodline
Mi relación con el producto de WWE este año (y los últimos dos) ha sido bien cambiante, entendiendo que por compromisos con este proyecto llamado DDSD hay que estar viéndolo, a pesar que por varios pasajes no me den ganas de hacerlo. Pero si hay un motivo que me mantuvo en pie fue The Bloodline, esencialmente desde que la dinámica con Sami Zayn comenzó a hacer algo real.
Soy un convencido que esta historia debe terminar con el canadiense coronándose campeón mundial en WrestleMania (se abordará en otro artículo). Sami logró entregar esa dosis de comedia a un grupo cuyo foco principal siempre fue el drama, dejando momentos sobresalientes.
El momento en que Zayn es finalmente aceptado en la familia es notable, generando una conexión genuina en la grada que hace años no se veía en WWE.
A eso se suma todos esos momentos donde Roman, los Usos e incluso Solo Sikoa rompen sus respectivos personajes debido a las bromas y humor del Ucey. Sami es un crá y ojalá el 2023 le caiga lo que tanto merece. Mientras, se gana un espacio acá como lo mejor del año en WWE.
Gunther y el reconocimiento a Sheamus
Lo de Gunther ha sido muy bueno y eso tiene que ver con la importancia que Triple H le dio a los cinturones midcard (más abajo me explayo en este punto). Nos dejó, además, la que para mí es la mejor lucha del año en la empresa: ante Sheamus en Clash at the Castle. El austríaco se ha adaptado de maravillas al main roster dejando grandes combates en SmackDown y PPV.
En esa lucha en Gales, vimos una ovación de pie al irlandés, un acto lleno de justicia ya que por años siempre estuvo lejos de la aprobación del fanático. Incluso fue hasta cuestionado, algo irrisorio pensando que Sheamus es de los mejores talentos que tiene WWE.
Este segundo aire que vivió desde aquel combate es para hacerlo notar.
Los Bianca vs Becky
Que luchen las veces que quieran, no me opongo. El combate de WM es de lo mejor de la empresa este año y eso hay que hacerlo notar. Bianca me parece que es un prodigio, ya que cuesta encontrar un nivel tan alto en alguien con nula experiencia previa en la lucha libre. Adaptación y evolución de escándalo.
El regreso de Cody
No soy el mayor de los seguidores de Cody y aún así su regreso en WrestleMania lo encuentro genial. Con sus luces y sombras en AEW, Rhodes supo transformarse en un baluarte de la industria y su nombre ya no pasaba desapercibido. Creó un símbolo en torno a su figura. Y WWE compró ese paquete completo.
La misma música, la misma estampa, el mismo apodo e incluso el mismo tatuaje horrible en el cuello. Vince trajo al Cody que se estableció en otra empresa porque su visión siempre ha sido esa, el negocio por delante. Si era tiempo de refrescar la programación, pues adelante.
Varios fanáticos de AEW se enojaron por su partida, cosa que no compartí en ese momento. Más allá de su deseo muy válido de querer ganar el Campeonato Mundial, encontré estupendo que le levantaran una figura a Khan y no le cambiaran nada, presentándolo tal cual lo veías en TBS/TNT, pero ahora en USA Network. Eso se llama reconocimiento.
Ahora hay que ver si Triple H tiene la misma visión de Vince o el resentimiento es más grande. El tiempo lo dirá.
Seth Rollins
Me apesta como se viste, sigo creyendo que no tiene definición alguna como personaje, pero hay que decirlo, a nivel in-ring estuvo bastante bien. Y si bien no soy un gran fan de su gimmick actual, al menos me parece más satisfactorio que esas versiones del king o beast slayer que no terminaron en nada concreto.
Lo malo
La división femenina de SmackDown
El 2022 terminó con un hecho irrisorio y que demostró el horrendo año que tuvo la división femenina del show azul. Charlotte Flair, que ya había sido campeona a inicio de año en uno de sus tantos reinados intracendentes, se fue para tomarse unas largas vacaciones. Luego volvió y en un minuto derrotó a Ronda Rousey para capturar nuevamente el título.
Claramente no fue el mejor año ni reinado de Ronda, ¿pero era necesario esto? Otro spot pirótecnico para conseguir reacciones en redes con nulo trasfondo detrás. Un clásico de la empresa ya. Lo sufrió Liv Morgan también.
Tras ganar el MITB, canjeó de inmediato para lograr su primer título. Todo era algarabía en redes, desconociendo lo que vendría después, un reinado insípido sin una construcción previa adecuada. Lo mismo que ocurrió con Nikki A.S.H el 2021.
El maletín era la instancia perfecta para darle relevancia a Liv, construirla en torno a ello y así sentir su canjeo algo realmente especial y no dejarlo en un pop barato y olvidable. Incluso pudo tener un canjeo limpio, en una lucha de tú a tú, algo que no se ha realizado aún con las mujeres.
A eso le sumamos que el roster actual de SmackDown carece de nombres potentes, con luchadoras muy al debe en varios aspectos. En síntesis, de lo más malo del año por lejos.
El Rumble masculino
Mejor olvidemos que eso ocurrió. Puto Shane McMahon.
Lo feo
Lo más feo y lamentable del año sin lugar a dudas es lo de Vince McMahon. Su salida de la empresa indudablemente es de esas noticias que marcan un ante y un después, que retumban más allá del mundo de la lucha libre.
No obstante, hay que ser claro, acá lo relevante fueron las acusaciones y ahí debe radicar el foco. El hecho de abondonar su gran botín refleja que la investigación lo golpeó y mucho. No hay que tomarlo a la ligera, porque incluso viendo su historial de bookeos, decisiones y puestas de escena, el bicho de la duda es evidente. No debería volver.
El fallido canjeo de Theory por el Campeonato de los Estados Unidos
El título lo dice todo, una de las tonteras más grandes del año y de la dirección de Triple H (contando incluso sus decisiones en NXT). Si querías darle otro enfoque a Theory, busca otras fórmulas, pero no dejes el maletín en el hoyo. Decisión indefendible.
Dicho eso, acá puedo tener una opinión impopular, pero el Theory bufón de las selfies lo sentía mucho más atractivo que este Theory serio con barba de tres días y una chaqueta. Se me hace el mismo perfil de heel genérico de los últimos años en la empresa. Su otra versión realmente era insufrible y eso lo convertía en algo diferente.
Así cerramos el repaso anual, ahora es turno de:
Triple H
Fue en SummerSlam donde comenzó la aventura de Triple H a cargo de la dirección creativa del main roster, por ello, no me parece muy justo sacar grandes conclusiones sobre su trabajo cuando es poco el tiempo. El 2023 sí será un buena ejercicio y necesario.
De todas formas, igual hay aspectos que se deben mencionar. Uno de ellos es el trabajo con los títulos midcard, especialmente con el IC. Con Roman no defendiendo los títulos en los semanales, Gunther ha tomado ese relevo en SD y de gran manera. Recuperar uno de los campeonatos más fundamentales en la historia de la lucha libre era tarea primordial y Triple H lo logró.
En cuanto al USA, también está teniendo un protagonismo interesante, aunque igual ese título ya venía así desde Vince. Siguiendo esa misma lógica de Roman, en RAW vemos lo mismo con la correa.
Sin embargo, será imperioso para Triple H recuperar las defensas titulares del Campeonato Mundial en los semanales, sobre todo en RAW. Un show de tres horas no resiste estar sin un título mundial. Se siente vacío, como que le faltara algo.
Sobre ripios, nos encontramos con el “efecto por sobre la efectividad“, el bookear para la galería y por el factor sorpresa. Gran parte de la programación ha consistido en traer de vuelta a los despedidos por Vince McMahon. Más allá de nombres puntuales, es excevisa la cantidad de regresos cuando te la sensación que lo hicieron sin un plan potente detrás. ¿Qué ha hecho Johnny Gargano? ¿Qué está ofreciendo Karrion Kross? La paciencia es una virtud, pero esta siempre se puede acabar.
También sumaría la división en parejas femeninas, aunque eso ya es mal endémico de la empresa y donde Triple H solo lo ha ramificado. Hace rato no son más que títulos de adorno con la excusa de juntar tag randoms porque sí. O sea, Raquel primero está con Aliyah y luego con Shotzi porque, porqué no. Igualmente le voy a dar un voto favor con Damage Ctrl, que si bien su bookeo ha sido un poco irregular, han tenido presencia constante en televisión y PPV, demostrando que ahí sí hubo un plan establecido.
Para terminar, también destaco que Triple H ha intentado darle más relevancia a la acción en ring sin la necesidad de meter historias forzadas o crear rivalidades con aroma a falsa épica como hizo varias veces en NXT. Así en SD puedes tener una semana un Gunther vs Rey Mysterio y la otra un Gunther vs Ricochet. Ambas con el título en juego, con una simpleza en el planteamiento. Esa postura de que todo combate debe tener una historia detrás es una falacia y más cuando tienes varias horas en televisión.
Recuerdo en RAW un Ziggler vs Bálor sacado absolutamente de la nada que resultó ser bien entretenido. Pues dame más de eso, de esa fórmula que también aplica Khan varias veces y le resulta bien. Por mucho que el foco de tu producto sea el entretenimiento, finalmente lo que queremos ver es lucha libre. Bien en darle más acción a un talentazo como Chad Gable, ahora hazlo ganar. Dame más de Mustafa Ali, de Santos Escobar, de Shayna Baszler. Y no en historias rebuscadas, simplemente los queremos luchando. Ese concepto lo ha logrado instaurar, pero aún falta.
En especial, porque hay algo que difícilmente podrá esquivar HHH y es la estructura ya establecida de WWE. Aquel status quo que no puedes romper por mucho que lo intentes. Y eso ya se está viendo en decisiones como la de Charlotte. No habrá mayor margen para ser rupturista y eso los fanáticos deben empezar a aceptarlo.
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