Mick Foley analiza lo que le falta a Ronda Rousey para convertirse en una de las grandes leyendas de la WWE. Tras los informes sobre la salida de Ronda Rousey de la WWE, Mick Foley, miembro del Salón de la Fama de la WWE, compartió un extenso mensaje en Facebook reflexionando sobre la montaña rusa de la carrera de lucha libre profesional de “La Mujer Más Mala del Planeta” y las posibles razones detrás de su falta de éxito en el negocio, en comparación con las altas expectativas que había.
Foley reconoció que el debut de Rousey en la WWE en 2018 tuvo similitudes con el de otras leyendas del pasado, destacando que hizo una transición sin problemas de las MMA a la lucha libre profesional, llegando al punto de ser un catalizador para que las mujeres hicieran historia al encabezar WrestleMania. Sin embargo, con el paso de los años, muchas debilidades de Rousey se hicieron evidentes, siendo la más notoria su incapacidad para realizar una buena promo, un requisito innegable para prosperar en la lucha libre profesional o en cualquier rama del mundo del espectáculo.
Mick Foley analiza a Ronda Rousey
Foley comparó el rápido progreso de Ronda con el de Steve Austin, Kurt Angle y The Rock, mencionando que son las curvas de aprendizaje más rápidas que ha presenciado personalmente en nuestro negocio. Pero cada uno de esos titanes tenía una habilidad fundamental que Ronda nunca terminó de dominar: la capacidad para realizar una gran promo. Eso es realmente lo único que le faltaba y lo que evitó que Ronda fuera considerada una de las grandes de todos los tiempos.
Rousey previamente atribuyó sus habilidades deficientes en el micrófono a un trastorno del habla que tuvo durante su infancia, expresando en una entrevista con “USA Today” que consideraba las promos como la “parte más difícil de la lucha libre”.
La exestrella de la UFC, quien pasó años recibiendo terapia del habla, admite que aún tiende a tartamudear o pronunciar mal algunas palabras y se pone nerviosa ante la idea de hablar en público. Debido a esto, muchos expertos en lucha libre y fanáticos habían instado previamente a la WWE a emparejar a Rousey con un portavoz como Paul Heyman para protegerla de situaciones comprometedoras.
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