En un año excepcional para el negocio de la WWE, que incluyó la fusión con Endeavor para formar TKO Group Holdings, la promoción continúa marcando pautas en asistencia y audiencia en sus grabaciones de TV y eventos en vivo. El fin de semana pasado, la WWE celebró Fastlane en el Gainbridge Fieldhouse en Indianápolis, Indiana, y anunció que este evento batió récords tanto en taquilla como en audiencia.
Según un comunicado de prensa emitido el lunes, la edición de Fastlane de este año se convirtió en la más taquillera y la más vista en los ocho años de historia del evento. La audiencia de Fastlane 2023 fue un impresionante 71 por ciento más alta que el récord anterior, que pertenecía a la edición de 2021, mientras que la recaudación en taquilla superó en un 31 por ciento al récord anterior, establecido por el segundo Fastlane en 2016. Además, el evento rompió el récord de ingresos por patrocinio con un aumento del 60 por ciento con respecto a Fastlane 2021.
Las cifras que habría dejado WWE Fastlane
Aunque no se proporcionaron cifras exactas de ingresos, la WWE afirmó que Fastlane 2023 se convirtió en el evento de mayor recaudación que la WWE haya celebrado en Indianápolis. Esto podría situar a Fastlane 2023 por encima de WrestleMania VIII, que tuvo lugar en el Hoosier Dome de Indianápolis en abril de 1992. En su momento, WrestleMania VIII tuvo una taquilla en vivo de alrededor de 1.25 millones de dólares, siendo una de las taquillas más altas en la historia de la lucha libre. Además, WrestleMania VIII sigue siendo el evento de la WWE con mayor asistencia en Indianápolis, con más de 62,000 personas en el estadio, aunque se cree que la asistencia pagada fue menor.
Fastlane 2023 tuvo como evento principal la lucha en la que Seth Rollins retuvo el Campeonato Mundial Peso Pesado de la WWE al derrotar a Shinsuke Nakamura en una Lucha del Último Hombre en Pie. Además, Cody Rhodes y Jey Uso se convirtieron en los nuevos Campeones de Parejas de la WWE Indiscutibles, mientras que LA Knight y John Cena se llevaron la victoria ante Jimmy Uso y Solo Sikoa de The Bloodline.
Este éxito continúa demostrando la importancia y el atractivo duradero de la WWE, consolidándola como un fenómeno de entretenimiento global y dejando claro que la calidad del espectáculo no está determinada por el género de los luchadores, sino por su talento y dedicación en el cuadrilátero.
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