“Es una ola llamada vida“, Marina Shafir compartió recientemente en una entrevista en “Wilde On”. La luchadora, que había competido en Invicta, se vio obligada a dejar atrás su carrera en las MMA debido a una persistente lesión en el cuello que le causó diversos problemas.
Marina Shafir decidió tomar en serio la rehabilitación para recuperar el uso de su mano izquierda. En sus propias palabras, describió las lesiones en el cuello como “algunas lesiones graves en el cuello”, lo que la asustó y la impulsó a emprender un camino de sanación. Además, durante este tiempo, Shafir quedó embarazada.
Las circunstancias la llevaron a mudarse a Florida junto a su esposo Roderick Strong, quien estaba comenzando su carrera en WWE NXT. En ese momento, Shafir se encontraba en una encrucijada, enfrentando la elección entre gestionar una cafetería o asistir a una escuela de comercio para comenzar una nueva etapa en su vida.
Cambio de rumbo para Marina Shafir
Sin embargo, la vida tenía otros planes para Shafir. La WWE se acercó a ella con una oportunidad. Sus amigas y colegas luchadoras de MMA, Ronda Rousey y Shayna Baszler, ya habían dado el salto a la WWE, lo que inspiró a Marina Shafir a hacer lo mismo. “Habría sido una tonta si no lo hubiera aceptado,” admitió Shafir, reconociendo que estaba en el momento perfecto de su carrera deportiva para dar el salto a un nuevo desafío.
Desde su ingreso a NXT, Marina Shafir ha estado absorbiendo conocimientos y habilidades que todavía son valiosos para ella en la lucha libre profesional. “Todo lo que aprendí en NXT, todavía lo uso hasta el día de hoy,” destacó Shafir, agradeciendo a sus entrenadores por su contribución a su éxito.
A pesar de su dedicación a su nuevo camino en la lucha libre, Shafir no ha dejado de lado sus raíces en las MMA. Además de su tiempo en la WWE, Marina Shafir y su esposo Roderick Strong han firmado con All Elite Wrestling (AEW). Además, Shafir sigue luchando en promociones independientes, como Lucha VaVoom, donde recientemente hizo una aparición sorpresa junto a Ronda Rousey, la ex campeona de UFC.
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