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El wrestling es mucho más simple de lo que crees

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Para muchas y muchos, WrestleMania 17 es el mejor WrestleMania de todos los tiempos. Y no sólo eso, ya que también uno de los mejores eventos de la historia. Nada que objetar.

Lo interesante de ese show, es lo previo. Un mes antes, la gran rivalidad era la de Stone Cold con Triple H. El campeón mundial era Kurt Angle y The Undertaker tenía una alianza con Kane para frenar a Rikishi y Haku.

En No Way Out, Austin, ganador del Royal Rumble, pierde con Triple H. Por su parte, el medallista olímpico también cae derrotado, en este caso, ante The Rock. Así, el main event en la vitrina de los inmortales será entre los tipos más populares de la empresa. La premisa fue esa, una súper simple, ver cuál de los dos es el mejor.

Sin embargo, WWE quiso ir más allá y dotar esa simpleza con complejidades que no iban al caso. Metieron a Debra en la historia, jugando un rol de mánager del campeón que poco sirvió. Una semana antes de la lucha y en el combate mismo, brilló por su ausencia.

Entre medio, Triple H no tenía rival para el magno evento. Si nos regimos por la lógica, uno se imaginaba que contra Austin pudo luchar perfectamente en Mania, o incluso, hacer una triple amenaza. Pero no, un Rock vs Stone Cold en ese momento era tan grande para dejarlo escapar. ¿Entonces qué hacemos con Trips? Pues que luche con The Undertaker, en algo tan simple como poner dos nombres grandes a enfrentarse entre sí. Un desafío y ya está.

A dos semanas del evento, la empresa se da cuenta que el ex monarca, Kurt Angle, no tiene combate para WM. Le ponen a Chris Benoit asegurándose un encuentro de nivel en el show. Para qué complicar las cosas, que luchen y ya está.

El Austin vs Rock es uno de los mejores main event en la historia del evento; Taker vs HHH fue muy entretenido y el Angle vs Benoit es de esas luchas que se roban los shows, y que, además, sirven como puntapié inicial para construir una rivalidad.

En el wrestling, lo que queremos ver es wrestling. Lo que repercute y lo que no se olvida. Como el Bret vs Austin; el HBK vs Undertaker o el Flair vs HBK, grandes clásicos de WrestleMania. La historia es un agregado, uno necesario en ciertos contextos y en que otros no lo es tanto. Pero la simpleza del acto está en lo que sucede en el ring más que todo ese trayecto telenovesco.

Por supuesto, dotar un enfrentamiento de más dramatismo es un condimento que cuando resulta, es muy bueno. JBL “provocando” un infarto a la madre Eddie Guerrero sirvió para hacer más personal la rivalidad y entregar momentos sangrientos espectaculares. Y al final, ese plato de fondo resultó en algo satisfactorio porque aquellas luchas cumplieron los objetivos previamente planteados. Cosa que, por ejemplo, no pueden decir Randy Orton y Triple H en WM 25, una historia potente detrás que terminó con un choque horrendo.

Siguiendo con WM, notable lo que se generó cuando suena la campana en el The Rock vs Hulk Hogan, con los canadienses volcándose casi en su mayoría al Hulkster. ¿Alguien de ellos se acordó que el ex campeón de WCW intentó matar a la Roca chocando un camión contra la ambulancia donde se encontraba el ahora actor hollywoodense? ¿Era realmente necesario meter esa estupidez para dotar de algo más a una lucha de que porque sí ya era sumamente atractiva?

Reinados de Gunther y Orange Cassidy

Más de 600 días y contando lleva Gunther como Campeón Intercontinental, donde destaca principalmente las defensas extraordinarias ante Sheamus y la TT con el irlandés y Drew. Su reinado se enfoca netamente en el ring, sin un peso mayor en cuanto a historias. Lo suyo es subirse al ring y enfrentar a una gran variedad de rivales. Ahí habla, ahí se mueve. Así está marcando época.

Como era de esperar, se genera cierta crítica en esos sectores que necesitan meter historias en todo porque de lo contrario “no vale”, obviando que es justamente ese concepto de “campeón luchador” donde te están contando algo, además de darle variedad a un producto históricamente enfocado en el entretenimiento deportivo. La variedad también es una buena herramienta.

En la vereda del frente tuvimos un caso similar con Orange Cassidy, cuyo primer reinado con el Internacional lo enfocaron como el wrestler que defiende cuándo quiere y contra quién quiera. Listo, narración no tan compleja con detalles como su cuerpo agotándose sin necesidad de adornos artificiales. Luchar, nada más que eso.

Shows semanales

Siguiendo con AEW, que es el principal foco de críticas respecto a la falta de historias (tuviste un excelso Revolution con una de las mejores construcciones de PPV en sus cinco años de vida) o de realizar luchas “random”.

Con cinco horas de programación cada semana, es lo más normal del mundo que tengas este tipo de luchas, más, cuando se convierten en una especie de sello distintivo. Su Danielson contra Hechicero en lucha de exhibición es magistral porque no sólo estás presentando a un talento mexicano de renombre, sino también, porque refrescas justamente lo que significa hacer TV. Y TV enfocada al wrestling.

WWE tampoco escapa de eso y tampoco debería escapar. Hace poco se dio un Seth Rollins vs Jinder Mahal absolutamente porque sí y eso está perfecto, porque los shows semanales son un lugar idóneo para jugar, ir probando cosas y demostrar que un acto tan simple como un ex campeón retando al campeón actual es necesario para pasar un buen rato.

Que Takeshita haya enfrentado a Ospreay en Revolution sin una historia detrás no tiene nada de malo, porque además de lo que significó como enfrentamiento, dejas la puerta abierta a potenciales historias dentro de la Familia Callis. Porque sí, volviendo a un punto anterior, se puede construir a partir de una lucha. Pregúntenle al Gunther vs Chad Gable del año pasado y que varios quieren que se vuelva a dar en WrestleMania. Los combates son grandes lugares para desarrollar historias.

Otra arista que he leí como alegato fueron los retos abiertos de Adam Copeland, algo funcional y que nunca falla. El 2015 en Internet todos amaban las defensas aleatorias de John Cena, cuya única pretensión era ver buen wrestling ante diversos rivales. ¿Por qué ahora eso molesta y salen burradas como Adam desperdiciado? Estos retos han ayudado a ver un Adam en sus últimos compases como wrestler dando luchas interesantes contra jóvenes talentos, una de ellas, una muy buena lucha ante Daniel Garcia que puede dar más juego a futuro…

Lo mismo con el reto en sí, que incluso puede servir como debut de alguien que está por llegar. Eso suena conocido, ah sí, Cody Rhodes regresando a WWE para enfrentar a Seth Rollins en WM, sin historia potente detrás, sólo el reto, el desafío y la lucha. Simpleza en todo su esplendor, el camino de regreso ante la ovación de un estadio repleto.

El wrestling es más simple de lo que crees cuando lo comienzas a disfrutar por lo que es. Eso no quitará que hay varias historias que como fanático disfruté y fueron claves en momentos fundamentes de algunas empresas; como también que en esta rica y amplia gama de alternativas dentro de esta industria se agradece que otros quieran hacer prevalecer lo que pasa en un cuadrilátero. Porque finalmente, esa es la esencia de la lucha libre.

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Periodista. Jericho es mi guía y Bryan mi pastor. ¿Mi padre? Christian Cage. En Twitter: @cmelendezm.

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