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Todos los Royal Rumble del peor al mejor 3: lugares 38 – 41
Publicado
4 días atrásen
Por
Ignacio Salvo

#41- Royal Rumble 2017
Un Rumble que evidencia los principales problemas de bookeo que tuvo la WWE de los 2010s, ese decadente imperio que creó un público demasiado crítico y que le facilitó las cosas a una alternativa (AEW). Con estos problemas me refiero al papel central que le otorgaban a leyendas part timers, la (en cambio) baja importancia de la mayoría de los full timers y la incapacidad de lidiar con el rechazo sistémico al ace Roman Reigns.
Hay cinco luchadores que quedan muy bien parados en este Rumble y ninguno de ellos fue el ganador Randy Orton, como si ganar hubiese sido el equivalente a ser el único sobreviviente de la caída de un misil nuclear. Estos fueron: Roman Reigns, Goldberg, Brock Lesnar, The Undertaker y Braun Strowman. Cinco luchadores que cuando pisaron el ring, todos los demás se sentían como uno o dos escalones por debajo.
De los cinco mencionados había solo dos full timers, luchadores de tiempo completo que si estaban todo el año. Uno era Strowman, quien aparte de ser un real proyecto engloba lo que a grandes rasgos mejor funcionó en el combate. El gigante llegó y arrasó sobre el ring lleno de jobbers, y tras varias eliminaciones (me gusta como lanza a Ellsworth como saco de papas), tiene una difícil eliminación compuesta por Corbin, Dean Ambrose y Sami Zayn.
Tras la salida de Braun con la entrada de Corbin (#13) pasamos mucho rato en dónde entraban luchadores sin sacar a nadie y el combate se vuelve tedioso. Cómo mucho un par de cosas interesantes, como el conflicto de Bray Wyatt y Orton con Luke Harper o cuando The Bar (Sheamus/Cesaro) sacan con un doble Lariat a todo el New Day, momento antes de Sheamus intentando traicionar a Cesaro y Chris Jericho sorprendiera eliminando a los dos.
Y luego de todo ese rato de puro ring llenándose, esto realmente comenzó a apestar. Llegan Lesnar (#26), Goldberg (#28), Undertaker (#29) y Reigns (#30) solo para demostrarnos que si eras uno de ellos, el resto del roster merecen ser tratados como un montón de jobbers inútiles. Cuando llega Lesnar y sin ningún esfuerzo saca a Ambrose, reciente campeón mundial y hasta ese momento, carta de futuro de WWE, me dieron hasta ganas de apagar la pantalla.
Pero por último, el vagoneta de Lesnar era imponente. Porque ya es de un cringe extremo, ver cómo los viejos de Goldberg y Taker de un débil tirón hacían que volasen sobre la tercera cuerda luchadores que aparte de estar en forma, si estaban todo el año en la empresa. Y lo peor es que estos semidioses solo podían matarse entre ellos: Goldberg eliminó a Lesnar, Undertaker a Goldberg y Roman al Undertaker.
Lo de Roman caso aparte. Ya había luchado esa noche retando por el título mundial, así que nadie lo esperaba. Y si lo metieron de #30, tan solo fue porque esperaban el previsible abucheo masivo. Así, se aseguraban que quien lo eliminase saldría muy ovacionado. Y eso precisamente ocurrió, cuando Randy Orton hace el RKO Outnawhere revirtiendo la Spear y gana sorpresivamente.
Aparte del bookeo basura que fomentaba el odio del público contra el ace de la empresa, el bookeo del ganador también es terrible. El Rumble de Orton fue llegar al combate, hacer algunos RKOs, ser aporreado por las leyendas, quedarse mucho rato tendido y eliminar a Roman, el único luchador que pudo sacar en todo el combate. A la altura, del bookeo de Jericho tras entrar de #1, ser golpeado toda la lucha y quedar eliminado en los 4 últimos.
Ni siquiera los Takis (que snack más repulsivo debo decir) me han dejado tan mal sabor de boca.
Valoración: 1 jumbito 3/4.
#40- Royal Rumble 2000
Desde el punto de vista histórico es un Royal Rumble importante, clave en la consolidación de The Rock como la nueva gran estrella. Pero más allá de tener un buen ganador, me parece un Rumble muy mediocre. Y eso es porque aparte de lo predecible que era su victoria, llegó recién de #24 cerrando el combate. Un momento antes de las entradas de Kane y El Big Show, los otros nombres grandes de la contienda. Antes de Rocky es un desfile largo de mids.
El primer tercio del combate lo salva Rikishi. Llega de #5 y barre el ring. Luego tuvimos ese divertido momento en el que se queda solo con Scotty 2 Hotty y Grand Master Sexay, los otros dos miembros de Too Cool, y se ponen a bailar como solían hacerlo… justo antes de que Rikishi los traicionase y los echase. Luego siguió eliminando luchadores que entraban y se manejó bien. El bookeo era para mostrarlo más y cumplió, era un buen babyface.
Luego llegó Big Boss Man y en vez de entrar ante el imponente Rikishi, jugó con él fuera del ring, intentando provocarlo. Me pareció un buen manejo heel. Después entra Test y fuerza a meterse a Boss Man al ring, lo que nos dejaba a tres upper potentes solos. Iba bien, pero un momento después el combate se estanca, las eliminaciones eran pocas y el ring se llenaba sin parar. Al final Rikishi que había sido relevante, se fue de manera fome, eliminado por varios.
Pese a que dieron juego, Boss Man y Test se van eliminados, apenas entran The Rock y Big Show respectivamente. Es curioso como ellos y Kane lucen tan por encima del resto de los participantes. Incluso en el final-six, cuando los tres quedan con D-Generation X (X-Pac, Road Dogg y Billy Gunn) y los tres de DX lucen como unos peleles. Ahí, aprovechando una distracción un eliminado X-Pac volvió y sacó a Kane, e incluso eso se sintió demasiado spot para él.
Cómo cereza del pastel, el final de The Rock y Big Show salió horrible, ya que sin querer botchearon y Rocky tocó el piso antes. Fue tan evidente que WWE armó la historia de WrestleMania en torno a ese error. En general, un Rumble donde las pocas estrellas pudieron distribuirse mejor. Especialmente desperdiciados Chris Jericho y Chyna, que entraron y se eliminaron entre ellos prácticamente al instante. Una mala edición sin dudas.
Valoración: 2 jumbitos.
#39- Royal Rumble femenino del 2022
Este combate lo recordaba como un DUD a la vena, una asquerosidad sin nada memorable. Y me sorprendió encontrarme con un encuentro que igual dejó algunas cosas interesantes. Aunque claro, alternando con una serie de malas decisiones, decepciones y despropositos creativos. Algo que claramente alimentó esa sobre reacción negativa fue que lo de Sasha Banks ocurrió casi iniciando el combate.
Sasha (actual Mercedes Moné) fue la primera luchadora en entrar al combate, la tercera eliminada y ni más ni menos a manos de Zelina Vega. Ese horrible trato a tu mejor luchadora in-ring y a una de tus mayores estrellas, es similar a lo de Daniel Bryan 2015, con la diferencia de que por último a Bryan lo eliminaron luchadores tops. Un escupo en la cara que debe haber influido en la salida de Sasha de WWE.
Lo de Sasha es tan delirante que realmente cuesta conectar con cualquier otra cosa que haya ocurrido la primera mitad del combate y eso ni Bianca Belair lo salvó. Luego de #16 y #17 entraron consecutivamente Rhea Ripley y Charlotte Flair, para armar con Bianca el trío mortal final del Rumble 2021. Pocas entradas después, Mickie James con el título femenino de TNA, un movimiento inédito para una WWE que se había aislado tanto de otras empresas.
No es que el Rumble estuviese siendo una maravilla tampoco. Entre varias luchadoras que no eran gran cosa, trajeron más leyendas de bajo calibre que años anteriores, que solo aportaban con el pop barato. Hasta a Nikki Bella la vi algo fuera de forma y solo para el spot fome de Brie traicionando. Pero claro, ahí igual se destaca la participación de una inmortal Lita que además tiene su reinvindicación de WWE: entre las últimas seis del combate.
El público ya se había spoileado antes, pero en lo personal fue una gran sorpresa ver a Ronda Rousey, quien naturalmente llega arrasando al llegar de #28. Con eso abrimos una buena recta final, una vez que Ronda se une con su amiga Shayna Blaszler y vemos las buenas interacciones con Charlotte, Rhea y Bianca. Una lástima sí, que tras unos minutos tan intensos es demasiado rápido el duelo final con el que Ronda termina sacando del ring a Charlotte.
En resumen, un mal Rumble, pero que salva en algunos momentos. Hay peores.
Valoración: 2 jumbitos.
#38- Royal Rumble 2013
Un Royal Rumble que es la explicación perfecta de porque el Rumble no debe ser un ring lleno de luchadores todo el tiempo. Al bookear así, parece que está pasando de todo cuando en realidad no está pasando nada. Para que el ring se llene tienen que haber escasas eliminaciones lo que implica que ningún move o golpe tiene mucha relevancia.
Dolph Ziggler y Chris Jericho aguantaron todo el combate entrando de #1 y #2, y a pesar de lo buenos que eran ambos no se sintió que sobresalieran. Y entradas que se vendieron como potentes (John Cena, Sheamus y Randy Orton) no lo fueron porque más allá de sacar a algunos luchadores, no limpiaron la casa, no cambiaron nada. Finalmente Ryback llegó de #30 y tras las eliminaciones quedaron seis: él, Cena, Sheamus, Ziggler, Y2J y Orton.
El momento de los seis estuvo bien. El problema es que conforme se iba vaciando el ring, la contienda quedó entre Cena y Ryback. No es que Ryback haya estado particularmente horrible, de hecho diría que cumplió a grandes rasgos. El problema es cuando queda él solo contra Cena y el rapero mayor tiene que ponerse a sacarle agua a un pozo seco. Un duelo final que no me dejó satisfecho y no salva este mal combate.
Entre los momentos remarcables me quedo con la golpiza a Santino Marella y lo de Kofi usando el cuerpo de otro luchador para su salvada anual, pero es muy poco realmente. Y si hablamos de momentos malos, Rey Mysterio y los Team Hell No! (el Tag de Daniel Bryan y Kane) apenas estuvieron, quedando como unos reales peleles.
Valoración: 2 jumbitos.
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Profesor de Historia, conocido en las redes sociales como Meñique. Bienvenido a un reino en que está prohibido hablar bien de las últimas temporadas de Games of Thrones y dónde la religión oficial es el culto a don Minoru Suzuki.







