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AEW año 0: Historia de los orígenes de All Elite

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La prehistoria de AEW

El 2 de octubre del 2019 se celebró el primer AEW Dynamite, el programa insignia de All Elite. Desde entonces han pasado seis años y un montón de situaciones para el alzamiento de la gran competencia de WWE en la lucha libre mundial actual.

Me parece que seis años es tiempo suficiente como para detenernos y mirar en retrospectiva la historia de como se originó en primer lugar AEW, partiendo por los responsables, distintos acontecimientos claves y el contexto histórico en que se originó todo. Voy a tratar de ser lo más conciso y explicativo posible.

El panorama previo a AEW

En algún momento, planteé que una de las diferencias en la concepción de AEW y TNA, es que con AEW había un público masivo abierto a aceptar esa gran empresa alternativa a WWE. Este punto es importante, porque la década de los 2010s erosionó hasta cierto punto la popularidad de WWE.

Ni siquiera en los 2010s, WWE perdió alguna vez el monopolio del interés de la lucha libre mundial, cuando terminó de sepultar a WCW en el 2001. E indudablemente, la gran masa de fans no dejaba de ver sus PPVs (ahora conocidos como PLEs). Pero entre esos fans fieles había gente muy molesta con el producto. Y es que, en líneas generales, fue una muy mala década en lo creativo, mala decisión, tras mala decisión, tras mala decisión.

A pesar de que incluso antes de AEW a algunos ya nos gustaban algunas alternativas fuera de WWE era complicado que estas llegasen a algo más que un nicho. Porque más allá del bookeo donde WWE flaqueaba, su producción hacía que se sintiera como la única gran liga: infraestructura de máximo nivel, la mejor tecnología imaginable, invitados muy famosos, publicidad en los más grandes medios, elementos donde nadie más jugaba.

No tener ni de cerca todo ese aparataje de producción, de hecho, es quizás el principal motivo por el que TNA fue nulamente competitiva frente a WWE. Porque estrellas de renombre tuvieron y si bien hay una discutible carencia de identidad, el enfoque de su producto era más o menos parecido a lo que podías ver en WWE. Pero eso no solventaba la sensación de que eran de segunda, tanto a nivel estético como en la escasa publicidad fuera del nicho.

Lo que faltaba para llegar al segmento descontento del público de WWE era una empresa capaz de igualar su valor de producción. Y, por tanto, la única posibilidad era la improbable existencia de un multimillonario dispuesto a hacer esa enorme inversión. Esa persona apareció y su nombre es Tony Khan.

Tony Khan: el multimillonario que invirtió

Hijo del multimillonario pakistani Shahid Khan (patrimonio estimado de $12.000 millones de dólares), Tony nació el 10 de octubre de 1982 y a mediados de los 2000s estudió finanzas en la universidad de Illinois. Se estima que sin contar el dinero de su padre, que claramente le ha ayudado en diversos negocios, Tony tiene una fortuna aproximada de $1.500 millones de dólares.

Si bien siempre ha sido un fan de la lucha libre, recién desde el 2018 Khan comenzó a invertir. Antes de eso, se pasó su carrera involucrado en otro tipo de empresas, aunque eso sí siempre dentro del ámbito deportivo, experiencia que evidentemente le ha sido útil con AEW. Desde el 2012 está en el directorio de los Jacksonville Jaguars, desde el 2017 en el del Fullham y en el 2015 fundó Trumedia Networks, una empresa dedicada a la ingeniería de datos deportivos.

El 4 de enero del 2018, Wrestle Kingdom 12 tuvo el épico duelo entre Kenny Omega y Chris Jericho. Eran el principal gaijin de NJPW y una ex estrella de WWE que acababa de abandonar el barco estando aún en un momento muy popular de su carrera. La lucha generó mucho interés en su época. Pero lo que de seguro nadie sabía, es que convenció a Tony Khan de que era posible una gran empresa que funcionase como alternativa de WWE. A partir de ese año comenzó a trabajar en ese proyecto. 

En 18 de julio del 2018 (aparentemente), Khan tuvo el primer gran acercamiento con uno de los Elite: Matt Jackson de los Young Bucks. Conversaron alrededor de 40 minutos y Matt se entusiasmó con el proyecto. Tony más adelante diría que él y luego su hermano Nick, son los primeros luchadores que demostraron un genuino interés por una gran empresa alternativa a WWE. Más adelante en el año también se sumó Cody Rhodes.

Estas conversaciones habrían sido clave para ir definiendo algunas de las muchas decisiones que fue tomando Tony para darle forma al proyecto. Entre las más importantes, el hecho de que prefirió crear una empresa nueva desde 0 en vez de intentar comprar una establecida (como TNA o ROH), y potenciarla. De hecho, hubo oferta de TNA y la rechazó.

The Elite y The Bullet Club

La parte “Elite” de All Elite Wrestling, la E, es quizás el elemento definitorio de  la identidad de AEW. The Elite es un stable que llegó con la inauguración de la empresa misma y con distintas encarnaciones ha aparecido una y otra vez a lo largo de los años. Y entre sus miembros hay nombres que han sido claves en la fundación y proyección de AEW. Pero The Elite es algo que viene desde antes de AEW de hecho.

Fue fundado el 2016 como un subgrupo dentro del Bullet Club de NJPW y por entonces solo eran tres miembros: Kenny Omega (líder del Bullet Club) y los Young Bucks, unos invitados habituales de ROH. El Bullet Club que venía funcionando desde el 2012 como el gran stable de gaijins de NJPW ya era por entonces una masa enorme de luchadores y algunos de sus muchos miembros apenas se juntaban con la gente de The Elite.

Llegando el 2018, ocurre el cisma interno en el Bullet Club. Cody Rhodes y Hangman Page atacan a Omega, y el último es salvado por Kota Ibushi, su antiguo colega de DDT con quienes tenían el Tag Team de los Golden Lovers. Luego los Bucks se unieron a los Golden Lovers y tras ganarle Omega la rivalidad a Cody (quien hace el turn face), The Elite se terminó separando definitivamente del Bullet Club el 30 de octubre del 2018.

Con The Elite siendo un stable de pleno derecho se quedaron Omega y los Bucks, mientras que Kota Ibushi finalmente no pasó a formar parte. Un indicio de lo que ocurriría con Kota, alguien que prefirió quedarse y firmar un contrato grande con NJPW a probar suerte en la naciente AEW. Pero al trío, se les unieron cinco nombres que los siguieron del Bullet Club: Cody Rhodes, Hangman Page, Marty Scurll, Chase Owens y Yujiro Takahashi.

La versión de The Elite que finalmente llegó a hacer historia en AEW estuvo conformada por Omega, los Bucks, Cody y Hangman. ¿Y el resto? En el caso de Owens y Yujiro se quedaron en NJPW, claramente nunca estuvieron tan involucrados en lo personal. Scurll en tanto, sí tenía amistad con el grupo y una gran popularidad. Pero el británico decidió quedarse a liderar ROH aprovechando la salida de Cody y los Bucks.

La idea de Omega era desde el principio establecer un vínculo entre AEW y NJPW para que The Elite siguiera trabajando con la empresa, pero era inviable la negociación, en New Japan estaban furiosos con su salida y hubo un gran quiebre. La alianza NJPW-AEW vendría años después. Por su parte y en cuanto al Bullet Club de NJPW, todavía existe a la fecha, pero con el enorme desgaste de haber sido una marca tan utilizada, es una sombra de lo que fue alguna vez.

All In, la rebelión de las indies

Enero del 2018 es el mes en el que Tony Khan se motivó con iniciar una gran alternativa a WWE. Pero también, fue el mes en el que Cody Rhodes y los Young Bucks anunciaron All In, una propuesta que tenía por objetivo dar vuelta patas arriba el mundo de la lucha libre.

Cody era a fines de los 2000s una joven promesa de WWE que veía como pasaban los años y su carrera sin avanzar gran cosa. Hasta que, finalmente, acuerda su salida en el 2016 e inicia su aventura por las indies. El joven Rhodes se hizo un hueco en este mundo ajeno a WWE  y entabló amistad con los Young Bucks, quienes eran de los líderes de la escena estadounidense.

Fue entonces cuando Cody y los Bucks tuvieron la idea de hacer un gran evento indie que llenase un escenario del tamaño de los recintos que solía utilizar WWE para sus PPVs. All In sonaba como un delirio y su impacto fue enorme. En cuestión de horas vendieron todo y lograron 10.350 entradas en el Sears Center de Chicago. Más gente que la que había convocado TNA en su historia o cualquier otra empresa no WWE desde los años de WCW.

All In se realizó el 1 de septiembre del 2018 y para entonces ya había conversaciones entre Tony y los Bucks. No obstante, Khan no se involucró en el evento, al menos no públicamente. De todos modos, no es casualidad la importancia que tendrían Cody y los Bucks en AEW, o bien, que varios participantes del evento fueron fundadores directos de la empresa: Christopher Daniels, Penta, Fénix, MJF, Kenny Omega, Britt Baker, Hangman, etc.

Si bien All In se vendió como el esfuerzo conjunto de varias empresas, la marca y derechos quedaron en manos de ROH, después de todo, era justamente la empresa en la que Cody y los Bucks se habían asentado. Aunque ya eran más grandes que una indie propiamente tal, ROH eran líderes en la movida y tras el bajón de popularidad y relevancia de TNA, en el 2018 eran también la segunda empresa de USA después de WWE.

También es claro que las aspiraciones de ROH en el 2018 eran las de seguir creciendo y lo del proyecto de AEW fue un balde de agua fría. Se sumaba un pez muy gordo a la competencia por el público y también perdían de golpe a Cody y los Bucks, además de otros nombres como los SoCal Uncensored (Daniels, Kazarian y Scorpio Sky). Tal como ya lo mencionamos, el gran nombre que en cambio, se quedó en ROH, fue Marty Scurll.

Luego, en el 2020, al año del inicio de AEW, llegó el Speaking Out con las revelaciones de comportamiento sexual inapropiado. Y uno de los grandes perjudicados fue precisamente Scurll. Esto barrió con su carrera y desapareció de ROH, indies estadounidenses, inglesas y de otros países, siendo el repudio de los fans absoluto. De haber tomado otra decisión, ese 2020 pudo pillar a Scurll trabajando en AEW y con un buen rol. Vaya suerte tuvieron de que no los eligiera.

Tanto la inauguración de AEW como la pandemia terminaron de sepultar a ROH, que como es bien sabido, terminó siendo vendida a la misma All Elite por su complicada situación económica. Y en la práctica, de ese modo AEW terminó obteniendo la marca de All In, hoy por hoy el evento principal de la empresa.

Chris Jericho y Jon Moxley

Tony Khan fue el motor económico, The Elite quienes le dieron su identidad y gente de ROH, NJPW y las indies, la base de su roster. Pero ni aún con todo eso, bastaba para construir a un titán que pudiese llegar a la enorme masa de público de WWE. Lo que faltaba eran estrellas de nivel mundial y por eso fue clave la adhesión de Chris Jericho y Jon Moxley al proyecto.

Hay quien dirá que Kenny Omega y los Young Bucks eran estrellas de fama mundial, pero eso es exagerar. Por más populares que eran en su mundo, no estuvieron en WWE. El gran problema es que si WWE es la única empresa que ve y consume la gran mayoría de los fans durante dos décadas, los luchadores que no están o no han estado ahí no existen. De hecho, Omega tenía menos seguidores en redes que cualquiera del midcard de WWE.

Tampoco podría contar Cody. Había estado en WWE y se ganó el cariño de muchos fans que querían verlo triunfar. Pero en la empresa nunca fue más que un midcarder, era un riesgo tremendo que la nueva empresa girase en torno de alguien tan poco prestigioso para los fans. Lo mismo que PAC, Jack Hagger o Billy Gunn, otros ex midcarders que también estuvieron desde el principio en AEW.

Jericho tenía un linaje distinto. Cuatro veces campeón mundial, campeón indiscutido, récord como campeón intercontinental, main Eventer de WrestleMania. WWE lo ninguneaba y por eso se largó, pero era innegablemente un nombre grande. Ahora 2025 Hangman es el top face de AEW y Jericho una leyenda que muchos fans no tragan. Pero cuando se enfrentaron en el 2019 para definir al campeón inaugural, Jericho fue la opción correcta.

Pero con Jericho no bastaba. Sirvió para darle el puntapie inicial al producto y que muchos fans se interesasen, pero entrado en años como estaba no funcionaría como el Main Eventer a largo plazo. Ahí es donde Jon Moxley tomó la posta. Dean Ambrose fue miembro del legendario The Shield y campeón mundial brevemente, pero su bookeo apestaba y él se daba cuenta. Ese mismo 2019 dejó WWE por AEW, y llegó a quitarle el título a Jericho. 

Hay un tercer nombre que quizás podría haber llegado a ser otro luchador clave y que tiende a pasar desapercibido en estas conversaciones. Me refiero a Rey Mysterio, alguien que el 2014 se alejó de WWE y que salvo algunas apariciones especiales se mantenía categóricamente fuera. Estuvo en All In 2018 y estoy seguro de que hubo oferta de Tony Khan. Pero por lo visto WWE le hizo otra mejor: contratar a su hijo Dominik y convertirlo en una estrella.

Volviendo a Jericho y Mox, estos dos ya consolidados de WWE ayudaron a que el fan más casual se metiera y conociera a otros, a gente como Hangman, Kenny Omega, MJF o Darby Allin. A preparar el terreno para los sólidos inicios de la empresa.

Camino al primer Dynamite

El miércoles 2 de octubre del 2019 se celebró el primer AEW Dynamite. El show se realizó en el Capital One Arena de Washington, D. C. y se transmitió en TNT Drama. Evento que además fue conocido por tener desde su inauguración la contraprogramación de WWE NXT que duró casi dos años. Pero sería falso decir que es propiamente tal el inicio real de AEW.

El primer show de AEW fue el 25 de mayo en Double Or Nothing, el primero de los eventos esporádicos que se celebraron antes de Dynamite. Podríamos arguir que ahí comenzó All Elite. O también, que el inicio real fue la conferencia de prensa del 8 de enero, cuando Tony Khan, The Elite y Chris Jericho entre otros nombres le presentaron este proyecto al mundo.

El Dynamite del 2 de octubre no es el inicio de AEW, pero si  es el momento en el que este proyecto se oficializa como algo real y tangible con un contrato detrás. Como algo más que cualquiera de todas esas empresas de lucha libre que jamás despegó por no tener televisión. Porque seis años después y con 312 episodios emitidos, siguen ahí, semana a semana todos los miércoles. All Elite cambió el mundo del wrestling… y hoy lo siguen cambiando.

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