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Autor: Kingbilbin
Solo tengo dos cosas claras en la vida: Me gustan las señoras y el Real Madrid. Tetsuya Naito va camino de ser la tercera. En esta cuenta somos muy de Dolph Ziggler.
Muy buen combate, como cabía esperar, aunque también con ciertas falencias que eran relativamente predecibles. EVIL e Ishii son dos auténticos “though guys” y muy buenos workers, por lo que la receta empleada era la esperable. El choque no tuvo momentos de vacío y siempre brilló como brawl, además de tener un final basado en rápidos y contundentes intercambios. Aún con esto, los defectos se hicieron notar.
La duración fue algo excesiva, ya que si bien no existieron momentos flojos, esta fórmula habría funcionado mejor de manera más concentrada y enérgica. Tampoco hubo una gran inspiración, y es que la fórmula de mil reversals de EVIL se empieza a oxidar. Ishii se adaptó bien aunque no dejó su mejor versión, pero cumplió sobradamente con su papel.
En conclusión, una lucha muy divertida y buena, pero que no es un must watch o una joyita en la que ambos, especialmente EVIL, diesen un paso adelante. Al menos, Ishii gana impulso con esta contundente victoria.
Puntuación: 3 jumbitos 3/4
Shingo Takagi vs Hirooki Goto (c) por el NEVER Openweight Championship:
Brillante y enérgico main event el que nos brindaron estos dos. Shingo se coronó como campeón individual por primera vez en NJPW con una actuación imponente. Shingo apostó por ir a gran intensidad desde el inicio, y Goto igualó esta intención. El resultado fue un constante y colorido ida y vuelta en el que solo big moves o secuencias realmente inteligentes, como la sleeper de Goto, eran vías válidas para conseguir ventajas.
Ya en el tercio final, y con ambos lanzando lo mejor de su arsenal, la resistencia se hizo clave. Ambos consiguieron aguantar el ritmo del oponente, pero fue aquí donde Shingo se hizo grande al combinar la resistencia al Shouten Kai (por dios, debe ser finisher) con la inteligencia y el big move para revertir una GTR y un intento de lariat en el Made in Japan que dejó visto para sentencia a Goto.
Shingo se corona como lo que es, un campeón imponente. Se abre un panorama muy ilusionante para el cinturón rojo, y es que la frescura que va a darle Shingo a un título openweight como este es una bendición. SHO aparece en el horizonte, por lo que celebramos.
Puntuación: 4 jumbitos
Noche 2
Zack Sabre Jr (c) vs Will Ospreay por el Rev Pro British Heavyweight Championship:
Interesante y ambiciosa propuesta la que plantearon los británicos, aunque el resultado ofrecido pudo ser aún mejor. Desde el mismo arranque del combate quedó claro que los dos se conocían a la perfección tanto luchística como personalmente, por lo que rápidamente aportaron contenido al combate.
Durante casi todo el desarrollo del combate vimos montones y montones de reversals, unos aéreos y otros técnicos con resultados dispares. El tono general era bueno, pero en casi todas las secuencias hubo algún momento muy “ballet” que deslució lo ofrecido. También hubo planteamientos interesantes como el daño a la pierna de Sabre que quedaron un poco en tierra de nadie.
Los minutos finales vienen precedidos de un horrendo spot con un Os Cutter, movimiento que como poco debería ser un muy potente signature, en el que ZSJ escapa rodando del ring. Si, este spot funciona muy bien cuando la distancia hacia el borde del ring es escasa, pero aquí lució horrible. A partir de aquí, contras intensificadas y momentos muy emocionantes donde ninguno es capaz de cerrar hasta que Sabre, al fin, logra capturar a Ospreay en su sumisión para ganar vía referee stoppage.
Un combate con muchas cosas interesantes, pero que pudo ser aún mejor de haber tenido unas mejores ejecuciones y una psicología más profunda y mejor aplicada en ciertos momentos. Con todo, recomendable.
Puntuación: 3 jumbitos 1/2
Taichi vs Kazuchika Okada:
Buenísimo main event en el que Taichi sacó a Okada de su zona de confort en un combate que tuvo más contenido y jugo en su primera mitad de lo que es habitual con Okada. Intentos de trampas, burlas, un inicio a traición… el combate plantó unas buenas bases en el inicio, para pasar a un nudo donde ambos siguieron su plan.
Es aquí donde Taichi empezó a marcharse como claro MVP de la velada, con cortes y gestos en el momento ideal además de su genial ofensiva. Taichi se ganó totalmente a Sapporo y lució como una estrella en estos momentos. Dangerous T es un worker muy muy potente.
Ya en los momentos finales, con Okada superando trampas y el poder de Taichi, vivimos una recta final trepidante donde Taichi se situó en un escenario ideal para él, pero pese a esto Okada sacó las lariats a tiempo. Sin poder conectar el Black Mephisto, Okada resistió los últimos envites para conectar la spinning tombstone y ganar con el Rainmaker.
El resultado fue un pequeño bluff para el público que hasta rechazó apoyar los cánticos de Okada en el post match convirtiéndolos en un “Let´s go Taichi” y para lo que estaba contando el combate, pero con todo es un gran main event en el que Taichi dio otro paso adelante como estrella,
PD: Gedo, mira esa entrada y escucha a esa gente. Aprieta el gatillo y dale algo importante al Holy Lord.
Puntuación: 3 jumbitos 3/4
Esto ha sido todo. ¿Qué es lo que más has disfrutado de estos eventos? ¿Qué sensaciones te dejan los resultados? Pásate a los comentarios y participa en el debate.
Os esperamos en una semana con la review del fantástico The New Beginning in Osaka, con Naito y KENTA en el main event como una de las muchas atracciones que tendrá el evento. Un saludo y a disfrutar, que es wrestling
The New Beginning es el tour especial de apertura de temporada de NJPW. Tras Wrestle Kingdom a principios de enero y el desenfadado crossover con el CMLL que es Fantasticamania, NJPW da el pistoletazo de salida a una nueva etapa bebiendo de las consecuencias de Wrestle Kingdom y New Year´s Dash. Como viene siendo habitual en estos últimos años, serán tres las noches de shows especiales en lugar de las dos que solían ofrecerse en estos tours hasta hace no mucho.
Sapporo tendrá dos noches, siendo la traca final el potentísimo show de Osaka, que por primera vez en este tour pasará del Osaka Prefectural Gymnasium al imponente Osaka Jo Hall, sede de Dominion. Allí Naito defenderá por primera vez sus dos cinturones ante KENTA. Vamos con la previa:
Noche 1 (Sapporo).
Como es de esperar, esta primera noche está lejos de la card de Osaka, pero con todo ofrece un show atractivo gracias a su jugosos undercard y a sus dos luchas finales.
Undercard:
Entre los habituales multitags, destacan tres luchas en la parte media de la cartelera. Robbie Eagles y Ryu Lee enfrentarán a los juniors de Los Ingobernables de Japón, BUSHI e Hiromu Takahashi en un combate que promete ser muy jugoso ya que implica ver, al fin, a BUSHI e Hiromu volviendo a hacer tag en un evento especial mientras enfrentan al próximo retador de Hiromu (su amigo Ryu Lee) y al enérgico Eagles.
Por otro lado, el Bullet Club (White y KENTA) enfrentará a LIJ (SANADA y Naito) como previa de los singles matches de Osaka. Un setup ideal para la rivalidad más importante del tour.
El cierre del undercard será el combate tag más interesante del evento, donde Suzuki Gun (Suzuki y Taichi) enfrentará a Moxley y Okada también como setup. La combinación de Moxley y Suzuki será sin dudas explosiva, pero también podremos quedarnos con un buen aperitivo del interesantísimo y picante Taichi vs Okada.
Tomohiro Ishii vs EVIL.
Un roce en New Year´s Dash fue suficiente para reavivar la rivalidad entre dos de los mejores mid cards de la actualidad. Ishii buscará una victoria que le impulse a puestos de mayor reconocimiento mientras EVIL intenta no quedarse descolgado de sus compañeros Ingobernables en un tour donde de no ser por este encuentro no habría tenido demasiado protagonismo.
Que se una lucha semifinal puede perjudicarles, ya que lo ideal para los perfiles de ambos (brawlers) sería algo de duración contenida, pero aún así estamos ante dos workers de alto nivel y que casi siempre rinden bien. Con Ishii es muy difícil que las cosas salgan mal.
Ishii necesita la victoria, aunque EVIL también podría verse beneficiado. Sea como sea, se aproxima la New Japan Cup, para la cual no es vital llegar en buen momento, por lo que realizar una predicción es realmente complicado al ser este combate anterior al del título NEVER.
Ganador: EVIL Expectativa: Media-Alta.
Hirooki Goto vs Shingo Takagi por el NEVER Openweight Championship.
Goto vuelve a tener el cinturón NEVER sin un rumbo claro, lo cual da bastante pereza a nivel argumental. Por suerte, el choque ante Shingo huele muy muy bien. Tras cruzarse en el pasado G1 y en Destruction con eróticos resultados, Shingo tendrá una oportunidad titular para lograr su primer cinturón individual en NJPW.
Es muy probable que el duelo sea uno de los mejores del tour, y es que los precedentes apuntan a que ambos mezclan muy bien. Goto es un guerrero con muchísima voluntad, lo que encaja ideal ante el poderosísimo y dominador estilo de Takagi. Si bien el resultado no es del todo cierto, Goto acaba de ganar el título pero esto no es definitorio para este cinturón, además de que Shingo como campeón NEVER sería algo muy refrescante y un merecido premio. Apuesto por Goto para evitar lo que parece una catástrofe en un tour muy duro para Chaos.
Ganador: Hirooki Goto. Expectativa: Alta.
Noche 2 (Sapporo).
La segunda noche especial del tour es, quizá, la más floja de las tres. Su undercard no es tan potente como el anterior, aunque tenemos dos luchas finales muy refrescantes en la empresa del león.
Undercard:
Varios multitags con un gran número de participantes y nada en claro. Por supuesto, tendremos las rivalidades planteadas durante este tour, pero ninguna sobresale especialmente como combate en este undercard. Los young lions Yota Tsuji y Gabriel Kidd enfrentarán, respectivamente, a Henare y El Phantasmo en los matches más apetecibles de este undercard. Dos singles muy interesantes.
Expectativa general: Media-Baja.
Will Ospreay vs Zack Sabre Jr (c) por el Rev Pro British Heavyweight Championship.
Los dos mejores luchadores de Reino Unido lucharán por el título británico de Rev Pro, en un buen movimiento de NJPW para darle planes relevantes a dos gaijins que tienen mucho que decir en la empresa del león.
Sabre está para cotas más altas y este año debería tocarle, al fin, un reinado más relevante por títulos de la empresa nipona. De momento, se mantiene entretenido con el campeonato máximo de su país, por lo que se le saca un buen partido durante esta transición. Ospreay viene de perder el cinturón junior, y no sería descartable una sorpresa, pero también parece que pronto será empujado hacia la división heavyweight. Con todo esto, no parece fácil determinar un ganador.
Ambos se conocen a la perfección y ya ofrecieron un muy buen combate en NJPW durante el pasado G1, así que cabe esperar algo que no sea revolucionario, pero sí bastante sólido e interesante. Habrá alguna cosa muy “britwrestling” en el mal sentido ya que ambos a veces pecan de exageraciones dentro de sus estilos, pero son dos muy buenos workers que deberían funcionar en conjunto a un elevado nivel.
Ganador: Zack Sabre Jr. Expectativa: Alta.
Taichi vs Kazuchika Okada.
Oh, que cosa más grande. Por primera vez en sus carreras, Rainmaker y Holy Lord estarán frente a frente para cerrar el tour en Sapporo. Una contienda novedosa entre el caído dominador absoluto de la empresa del león y un Taichi que ya se ha establecido totalmente como una figura relevante en NJPW.
Las dinámicas de la rivalidad están siendo muy interesantes, con un Taichi cruel y confiado que asegura verse totalmente por encima del ex-campeón. Se ha pasado el tour mofándose de Okada mientras asegura que le hizo la vida imposible en el dojo a base de bullying, lo cual encaja a la perfección con la personalidad heel del miembro de Suzuki Gun. Por su parte, Okada sacará orgullo y galones para demostrar que está muy por encima de su oponente en todo aspecto, para encarar la NJ Cup con una victoria.
Es 2020, ya podemos asumir que Taichi es un magnífico worker con muchísima personalidad y un estilo muy apropiado para destacar en el panorama actual de la empresa nipona, por lo que ahora la responsabilidad cae en Okada. Su 2019 fue gris para lo que nos tiene acostumbrados, pero este cambio de tercio a escenas más discretas durante una temporada le puede ir muy bien. Y todo esto contando con su excelente nivel en enero y con, evidentemente, el hecho de que es Kazuchika Okada.
Todo apunta a un combate en que, si bien puede caer en algo no tan bueno si la moneda sale cruz, lo lógico sería tener algo tremendamente divertido, interesante y bien trabajado. Nada demasiado complicado, sino un “banger” que le iría muy bien al tour. ¿Sabéis que le iría también muy bien al tour? Una necesaria sorpresa de nuestro heel favorito.
Ganador: Taichi Expectativa: Alta.
Noche 3 (Osaka)
Undercard:
El main card del evento es el claro protagonista. Al ser un show que cierra un tour, los multitags que nos encontramos son ya rescoldos de feudos ya resueltos o, simplemente, acomodo para los luchadores que no tienen luchas más importantes. No hay mucho que decir ni recomendar, aunque el combate de The Third Generation como parte del retiro de Nakanishi y el multitag de Taguchi Japan vs Bullet Club parecen decentes. Lo bueno, de todas maneras, es lo que viene después.
Expectativa general: Baja.
Roppongi 3k (SHO y YOH c/Rocky Romero) (C) vs Suzuki Gun (El Desperado y Yoshinobu Kanemaru) por el IWGP Junior Tag Team Championship.
Nueva entrega de uno de los clásicos de la división junior tag, donde los flamantes campeones de RPG3K buscarán una retención ante la funcional pareja de heels. El emparejamiento no es demasiado novedoso y evidencia la necesidad de incorporar al menos una pareja más de manera fija a esta división, pero cabe esperar un encuentro sólido.
Los cuatro se conocen muy bien y ya han dado un gran número de enfrentamientos interesantes, donde los babyfaces brillan con su energía y ofensiva y los ahora aspirantes harán galas de unas muy buenas maneras heel para intentar llevarse los cinturones a su próxima cena en algún tugurio de Tokyo.
Cabe esperar que RPG3K aguante sus campeonatos durante un tiempo, posiblemente hasta la primavera.
Ganadores: RPG3K. Expectativa: Media.
SANADA vs Jay White.
White y SANADA no tuvieron un WK especialmente dulce, ya que SANADA no consiguió capturar el título británico y White fracasó en su intento de lograr ser el campeón absoluto de NJPW en la primera noche. Ambos son luchadores importantes en la empresa, y tendrán un papel importante en los próximos meses así como en esta rivalidad entre BC y LIJ.
White al menos logró salvar su orgullo ganando a Kota Ibushi en la noche dos del Tokyo Dome, pero el hecho de que la NJ Cup parece apuntar a SANADA hace que la victoria de White sea muy probable.
El combate es inédito, pero son dos luchadores con estilos y niveles muy diferentes. Si White es capaz de conseguir contener las malas ejecuciones y la ilógica de SANADA con su ritmo y planteamiento, se habrá ganado el cielo. Es posible que no sea así, y es que hay cosas que escapan del control de “Switchblade” así que tocará rezar por un SANADA más 2016 que 2019. Empresa complicada.
Ganador: Jay White Expectativa: Media-Alta.
Hiromu Takahashi (c) vs Ryu Lee por el IWGP Junior Heavyweight Championship.
Hace año y medio, Hiromu Takahashi realizó su última defensa del cinturón que ahora posee. Fue también ante su amigo Ryu Lee (entonces Dragon Lee), en un combate intenso y espectacular en el que se rompió el cuello al recibir el finisher del enmascarado. El círculo se cierra en este tour, donde ambos darán otro combate más en una de las sagas más extensas del pro-wrestling moderno.
Los Lee vs Takahashi son muy espectaculares y bombásticos, pero a veces caen en el vacío y en el intercambio de bombas sin mayor interés, lo cual se queda corto para el enorme talento de estos dos peleadores. Quizá no han logrado reavivar en NJPW ese brillo que despertaron los primeros Dragon Lee vs Kamaitachi, pero si que ofrecen combates muy muy divertidos y llamativos. Cabe pensar que en una ocasión tan especial como esta, irán un paso más allá.
El regreso de Hiromu no ha hecho más que empezar, por lo que habrá que dejarle el cinturón una buena temporada, quizá hasta Dominion. ¿Veremos otro capítulo con Ryu Lee como Best of The Super Juniors?
Ganador: Hiromu Takahashi. Expectativa: Alta.
Jon Moxley (c) vs Minoru Suzuki por el IWGP USA Championship.
El público del Dome no supo muy bien como reaccionar ante un tibio combate en el que Moxley retuvo el cinturón ante Juice Robinson pero, por suerte, todo cambió. Kaze Ni Nare sonó y el estadio se vino abajo ante el desafío de Suzuki en uno de los mejores segmentos de ese fin de semana. Suzuki, que no había tenido protagonismo alguno en el Wrestle Kingdom y al que varios rumores situaban en Noah, apareció para apalizar a Mox.
Ambos nos están dejando una concentrada pero excelente rivalidad, donde dos psicópatas muy diferentes se quieren hacer trizas. La personalidad que destilan unida a su gusto por la violencia puede hacer de este choque uno de los mejores de inicio de año. Sí, sabemos que Mox a veces falla en ciertas ejecuciones (ay, esos worked knee strikes) y que Suzuki es inconsistente, pero parece complicado que en un contexto tan apropiado no veamos, como mínimo, algo muy bueno. Lo mejor es que si ambos tienen el día, darán un match increíble. Eso sí, esta lucha es muy susceptible de acabar con una etipulación a última hora.
Creo que NJPW está en la obligación de aprovechar a MiSu en estos últimos compases de su carrera. El desperdicio que han hecho con el durante la inmensa parte desde que regresó hace tres años es difícil de perdonar, pero cuando han apostado por el ha funcionado. MiSu es además muy querido en Norteamérica y UK, lo cual le convierte en un perfil muy interesante de cara a ostentar el cinturón occidental de la empresa del león. Mox no puede participar en los tours de USA y a buen seguro sería bien utilizado en otro tipo de rivalidades o en la NJ Cup por lo que creo que es el momento. Aprieten el gatillo.
Ganador: Minoru Suzuki Expectativa: Alta.
Tetsuya Naito (cc) vs KENTA por el IWGP Heavyweight Championship y el IWGP Intercontinental Championship.
Cuando Naito consiguió alcanzar su Destino en WK 14, el mundo del puroresu se paralizó. Ansiando ese grito final de Naito en el Tokyo Dome, los fans se quedaron con un KENTA que arruinó la celebración del Ingobernable. Para muchos, esto fue exagerado e inmerecido, al ser el propio momento mucho más grande que la propia posición de KENTA, pero esta era la manera de convertir una defensa de transición en algo muy grande.
KENTA venía de perder con Goto y su importancia en la empresa no era mayor que la de un upper mid carder. Con esto, KENTA se ha cimentado como el mayor antagonista del momento en el puroresu y ha dotado a esta rivalidad de un “big match feel” enorme.
Naito vs KENTA es un combate inédito, pero los choques que tuvieron en los tag team matches de Noah dejan claro que van a saltar chispas. KENTA es, desde hace mucho, uno de los mejores hijos de puta de este negocio, lo cual debería lucir muy bien ante el “Carisma Incontrolable” que es Tetsuya Naito. Naito además tendrá muchas ganas de venganza, con lo que tendremos odio y burlas por ambos lados. KENTA es inconsistente, y es que no estamos en 2008, pero el veterano discípulo de Kobashi y Takayama aún tiene mucho fuego que dar.
Hay opciones reales de shock a nivel argumental, pero el insulto sería muy grande para el arco de Naito y del fan. Es el momento de Naito y es de quien más partido se puede sacar con estos dos cinturones, teniendo además KENTA aún cierto estigma tanto por su procedencia como por su estado físico. Creo que solo hay una manera acorde de acabar el evento, y es con Naito sentando en el pecho del retador
Ganador: Tetsuya Naito. Expectativa: Alta.
Horarios:
The New Beginning in Sapporo (Noche 1) se celebrará el sábado 1 de febrero en el Hokkaido Prefectural Sports Center de Sapporo.
Japón: 18:00
España: 10:00
Ecuador, México, Perú y Colombia: 04:00
Venezuela y Bolivia: 05:00
Argentina, Chile y Uruguay: 06:00
The New Beginning in Sapporo (Noche 2) se celebrará el domingo 2 de febrero en el Hokkaido Prefectural Sports Center de Sapporo. Estos son los horarios:
Japón: 15:00
España: 8:00
Ecuador, México, Perú y Colombia: 02:00
Venezuela y Bolivia: 03:00
Argentina, Chile y Uruguay: 04:00
The New Beginning in Osaka se celebrará el domingo 9 de febrero en el Osaka Jo-Hall de Osaka. Estos son los horarios.
Japón: 16:00
España: 8:00
Ecuador, México, Perú y Colombia: 03:00
Venezuela y Bolivia: 04:00
Argentina, Chile y Uruguay: 05:00
Esto ha sido todo. ¿Qué te da más hype en el evento? ¿Qué crees que sucederá en este tour? Os animamos a participar en la caja de comentarios y a volver para las dos reviews del evento, que cubriran Sapporo y Osaka respectivamente. Un saludo y a disfrutar, que es wrestling.
Son tiempos difíciles para romper lanzas en favor de WWE, y más aún en el concreto caso de Brock Lesnar. La crisis de producto que atraviesa la compañía americana tiene en el ex campeón de UFC uno de sus puntos más controversiales, y es que el actual WWE Champion ha dominado con puño de hierro la escena titular. Este dominio en si mismo ya es motivo de polémica, pero es el hecho de que lo haya hecho de una manera tan autoritaria y desde su condición de part timer el que ha disparado las críticas en torno a un campeón que, además, ha rendido de manera muy alejada de su máximo potencial.
Eso no debería cambiar el hecho de que, a día de hoy, solo gente que está bastante desconectada de la realidad del negocio puede negar que Brock es una estrella y que genera atracción, pero es perfectamente legítimo preguntarnos si el sacrificio que se hace para su figura merece la pena, así como pensar en que un Brock no tan “cebado” podría ofrecer unos resultados y atracción similares. Era evidente que la inversión que se iba a llevar a cabo en Brock partiendo desde la primera posición iba a ser muy elevada, pero hay que tener muy claro en que campos quiso invertir WWE con este segmento.
WWE no bookeó esa primera mitad pensando en consolidar o hacer lucir bien a luchadores como Morrison o Rowan, quienes resultaron poco más que carnaza para alimentar a la bestia. WWE bookeó esa primera mitad con la intención de ofrecer un Rumble diferente, con un desarrollo que se salió de lo habitual y que permitió también premiar y resaltar a un buen puñado de figuras, siendo la mayor beneficiada un ganador que necesitaba muchos argumentos para ser recibido como una estrella: Drew McIntyre.
Estamos en una época donde se busca lo viral y en la que la propia compañía ofrece dos batallas reales por evento, por lo que es entendible y elogiable que se atrevieran a ofrecer algo diferente y que les hiciera destacar. La carnicería de Brock no hundió a ni uno solo de los mid cards que pasaron por ahí y cuyo papel no habría sido relevante más allá de unos pocos spots y de las típicas y aburridas interacciones de relleno que todos conocemos cuando el ring se llena. Brock está en un nivel tan diferente al de estos luchadores que, sin duda, podrán salir al próximo show y continuar con sus historias sin que su legitimidad sea puesta en entredicho.
Esto no hace sino agrandar las actuaciones de quienes si pudieron afectarle. Cuando el ring se llenó debido a las entradas de Rey, Kofi y Big E el estadio se vino abajo ante la amenaza real que tenía que enfrentar el final boss. Brock fue un motivo para ver el Rumble desde el minuto uno, al tener una baza argumental muy superior a las habituales. Un monstruo imparable que tenía que hacer frente al inhumano reto de sacar a todos y cada uno de los 29 mortales que iban a salir de esa rampa. Primero fue el citado trío de underdog babyfaces, donde Kofi tuvo un apoyo salvaje por motivos evidentes, pero las interacciones con los “big boys” Keith Lee y Strowman, así como con Ricochet y Drew, funcionaron a la perfección por la simplicidad y la nula saturación el ring. Cuando hubo algo que contar, todos fueron protagonistas.
El hecho de que hubiese un único antagonista enfrentando esas tandas de héroes, reforzó el mensaje y dejó a cada implicado como alguien importante mientras el público estallaba ante la emoción de ver caer a La Bestia o el miedo a su victoria total. Una vez vencidos los powerhouses, con un portentosoKeith Lee al que los fans recibieron y eligieron como héroe capaz de vencer a Brock, el clímax en el que Ricochet se vengó de Lesnar devolviéndole el golpe bajo para que Drew barriese con su Claymore no pudo ser más satisfactorio. Brock cayó tras una actuación brutal para ser víctima de un hombre que es una necesaria apuesta de la compañía por algo nuevo y que no contaba con apenas transfondo y arco para legitimar su futura posición como main eventer, pero ahora ya la tiene.
Todo esto fue presentado de forma ligera y muy bien escalonada, alternando segmentos de humor y spots brutales con el núcleo argumental que formaron estos tres “equipos”. La paliza a Elias, el bailecito con el tema del retornado MVP, el momento con Shelton… hubo mucho entretenimiento y equilibrio narrativo en el producto que nos ofreció WWE, lo cual era vital en un segmento tan particular como era este. Eso sí, de poco habría servido esta planificación si el principal protagonista no hubiese estado a la altura… y vaya si lo estuvo.
Estamos en 2020 y, como hemos dicho antes, hay motivos más que de sobra para dudar de la regularidad, el compromiso y la posición de Lesnar. Sin embargo, no hay ni un solo motivo para dudar de la calidad de uno de los mejores workers de todos los tiempos y, quizás, el más legítimo de los wrestlers. Lesnar es un worker que, cuando está por la labor, es una absoluta máquina de ejecuciones, naturalidad, selling y hasta carisma y storytelling. Ayer estuvo motivado y ofreció brutales momentos mientras despachaba a sus oponentes, divertidas interacciones mientras esperaba o retaba a sus próximas víctimas y sembró la incertidumbre sobre su futuro más cercano al retirarse derrotado de su pelea.
Drew aparece en el horizonte como el hombre a batir y como, al fin, un rival digno para un Lesnar que fue vencido limpiamente el año pasado por un Seth Rollins que jamás lució como un oponente legítimo y que, desde la consecución de su título, ha dado más pasos hacia atrás que hacia adelante. Esta primera mitad del Rumble ha sido clave en la construcción de lo que puede ser la primera estrella masculina que WWE produce en muchos años.
Ya con Brock eliminado, vivimos un Rumble convencional y que funcionó gracias a lo acertado de los contendientes finales y al inolvidable regreso de Edge, pero también gracias a otro factor. La Rumble, un combate que a veces se hace demasiado largo o pesado, se hizo muy ligera gracias a esta concentrada y diferente propuesta, la cual convirtió la segunda mitad en un “mini rumble” en el que no dio tiempo a aburrirse con tiempos muertos o mid cards sin interés acumulándose en el cuadrilátero.
La figura de Lesnar despierta y seguirá despertando polémicas hasta que su contrato acabe o WWE y Brock logren un milagro ajustando su complicadísima e inestable fórmula, pero lo de ayer no deja lugar a dudas sobre algo que ya hemos visto muchas veces. Cuando la fórmula Lesnar funciona, no hay nada remotamente parecido.
NJPW: Wrestle Kingdom 14 fue un evento donde sucedieron muchas cosas, siendo el retiro de Liger una de las más importantes y emotivas. Keiichi Yamada, conocido por todos como Jushin “Thunder” Liger, tuvo su último combate ante un pasional y agradecido Tokyo Dome. Pese a haber dado un paso hacia a un lado hace prácticamente una década, Liger tuvo la despedida que se merece como uno de los mejores y más influyentes luchadores de todos los tiempos.
Liger ha sido, no sólo uno de los luchadores más destacados e importantes de NJPW, sino que ha sido una suerte de “mascota” y símbolo para la empresa del león. Su característico atuendo ya no se verá más sobre los cuadriláteros y, con ello, una parte de la identidad de la empresa quedará atrás. Sin embargo, su inolvidable legado seguirá en la memoria de todos, siendo alguien que rompió todos los moldes posibles en los pesos ligeros y resultando el perfecto ejemplo de las cualidades que un wrestler debe ser.
Desde DDSD, rendimos este pequeño homenaje en forma de top recopilatorio para facilitaros la introducción al verdadero legado de Liger. También os animamos a investigar y descubrir más sobre las anécdotas y trayectoria de una de las personas más curiosas e impactantes del puroresu. Sin más dilación, vamos a por ello:
– Shunji Kosugi vs Keiichi Yamada (Liger) (Young Lion Cup 85).
La primera final de la Young Lion Cup es también uno de los matches más destacados de la carrera de Liger. Un encuentro ideal para ver los enormes y aún no tan llamativos talentos que tenía Yamada (Liger) y en el que se aprecia el enorme nivel técnico de Kosugi, quien desgraciadamente se retiró pocos años después debido a una grave lesión.
Ambiente, energía y, como es habitual con los encuentros de Young Lions, ejecuciones excelentes y planteamientos muy acertados que cualquiera puede entender y disfrutar.
– vs Naoki Sano (Super Fight 1990).
Aunque quizá el combate de Summer Fight Series sea más redondo, el cierre que supuso este caótico choque un año después merece ser destacado como una joya imperdible de cara a entender la rivalidad entre Sano y Liger.
Máscara rasgada, técnica convertida en crueldad, acciones de máximo nivel e intensidad… todo como consecuencia de lo planteado durante la intensa rivalidad que vivieron dos de los mejores pesos ligeros de la época. Must watch.
– vs The Great Muta (NJPW 20-10-96).
Uno de los enfrentamientos más icónicos, si no el que más, de la carrera de Liger. Enfrentar a Keiji Muto, una de las mayores estrellas de la historia del puroresu heavyweight y hacerlo además con su “mágica” personalidad de The Great Muta hacía prever algo surrealista y diferente.
No sólo tuvimos un duelo fantástico, sino que vivimos el debut de Kishin Liger, para ver como se igualaban fuerzas en un extraño y vibrante momento. Por unos minutos, tuvimos dos auténticos monstruos de la naturaleza enfrentándose en un cuadrilátero.
– vs Shinjiro Otani (NJPW Fighting Spirit 97).
Liger enfrentó durante los 90 a un grandísimo número de luchadores junior muy reconocibles como El Samurai, Wild Pegasus (Chris Benoit), The Great Sasuke o Hayabusa. Muchos de estos combates, si bien definieron a Liger como uno de los mayores iconos de los pesos ligeros, han envejecido mal o han tenido una sobrevaloración notoria en occidente. Por eso, creo que es conveniente destacar uno de los mejores de todos ellos y, a la vez, muy representativo de lo que es peak Liger defendiendo la J-Crown.
Una contienda larga que jamás se hace aburrida y que alterna segmentos de limbwork y construcción excelentes con secuencias de vértigo para dar uno de los combates de mayor nivel de la carrera de Liger y el, quizás, mejor encuentro de Otani. Un Liger imperial como dominador del puroresu junior y un Otani brillante dando lo mejor de sí mismo para enfrentar a alguien superior.
Jushin “Thunder” Liger y Wataru Inoue vs Yoshinobu Kanemaru y Tsuyoshi Kikuchi (Noah 17-2-2002).
Pocas cosas están más infravaloradas que los junior de principio de siglo. Alejados ya en buena medida del exceso de los 90, refinaron y ajustaron sus propuestas convirtiéndose en un producto con un perfecto equilibrio entre técnica, chispa y novedad. No es de extrañar que, de aquí, salieran luchadores como Marufuji o KENTA.
En este duelo, Liger hace aparición en Noah acompañado del infravalorado Wataru Inoue para hacer frente a un joven Yoshinobu Kanemaru al que muchos no reconocerán y a Kikuchi, el cual ha pasado relativamente desapercibido en esta generación. Liger también enfrentó a esta pareja acompañado de Minoru Tanaka, y todos estos tags tienen varias cosas en común. Wrestling de alto nivel que representa a la perfección lo señalado en el primer párrafo, interacciones muy naturales y el ardiente público de Noah.
vs Bryan Danielson (ROH Weekend of Thunder).
Los años buenos de ROH, en los que se respiraba un ambiente único y que son vistos como algo de culto, vieron pasar a muchísimas estrellas de otro tiempo y lugares enfrentando a gente de un nivel tan ridículamente alto como McGuiness, Joe o Danielson. Este combate es uno de los mejores ejemplos, y si bien no alcanzó la notoriedad de encuentros como el Danielson vs Morisihima, sí logró cumplir lo esperado al ofrecer un match redondo, intenso y técnico.
Peak Danielson vs un aún relativamente joven Liger, todo lo que necesitas. Los sueños se cumplían en ROH.
– vs Mitsuo Momota (Fighting Spirit 2004).
Liger enfrentó en NJPW a Momota, de Noah, por el campeonato junior GHC de esta última empresa . Varios de las etapas más prolíficas de Liger se dieron en periodos como este. Sin generar el hype o tener el valor icónico de los combates más llamativos de la juventud de Liger, esta etapa de veterano que enfrentaba retos de todas partes ofrece la mejor versión de la madurez de Liger, con enfrentamietnos fantásticamente trabajados y muy entretenidos, siendo el de Momota un mágico ejemplo.
Un duelo equilibradísimo que muestra las virtudes de ambos workers y es un gran ejemplo del buen contenido que ofrecían los juniors japoneses a inicios de siglo.
vs Místico (CMLL 20/09/2009).
Pese a que Místico cayó en desgracia en WWE y su prestigio se devaluó notablemente, hace una década era uno de los mayores draws y estrellas del planeta, brillando aún con fuerza al igual que lo hacía el CMLL. Es por eso que, en este momento, Liger enfrentó a la estrella del momento en su propia casa para además devolverle el IWGP Jr Heavyweight Championship a NJPW tras la victoria de Místico sobre Tiger Mask.
Liger enfrentó a varios de los mejores de México (Último Guerrero, Negro Casas o Héctor Garza) como fruto de la relación entre NJPW y México y, si bien este no es el más redondo de estos choques, ver a un Liger heel ante el aún brillante Místico merece la pena.
– vs Kyle O´Relly (Best of the Super Juniors 2015).
Una joya de menos de 10 minutos en la que no sólo tenemos la posibilidad de disfrutar de O´Reilly en el mejor mes de su carrera, sino a Liger dando una clase magistral sobre la lona.
Un ejemplo perfecto de lo que deberían ser los combates cortos de torneos en el pro-wrestling. Y acáTODO está bien. Bueno, que sea un show en hardcam sin narración no está tan bien, pero esta lucha es tan buena que ha sido considerada como una joya pese al escaso valor de producción de esta jornada.
vs KUSHIDA (Dominion 2016).
KUSHIDA es uno de los mejores juniors de la historia de NJPW y el mejor junior de la era moderna de la compañía. En esta contienda, ante ni más ni menos que un veteranísimo Liger ya entrado en los 50, KUSHIDA quedó eclipsado por la performance tan notoria del aspirante a su cinturón junior.
KUSHIDA no aprovechó gran parte de lo que construyó Liger, pero este gran aunque imperfecto combate tuvo una actuación de 10, la del protagonista del artículo. Una masterclass.
– vs Taiji Ishimori (NJPW 47th Anniversary).
Liger tuvo su última oportunidad titular en febrero del año pasado, y la tuvo ante el flamante nuevo campeón Taiji Ishimori. La marcha de KUSHIDA unida a la lesión de Hiromu dejaron un hueco que NJPW supo llenar de buena forma.
Liger demostró que a sus entonces 54 años aún tenía muchísimo wrestling en él, ante uno de los wrestlers más explosivos y ágiles del mundo, dándole una joyita diferente a su carrera.
Por supuesto, hay decenas de excelentes combates de Liger que no han entrado en este recopilatorio e incluso este número podría ser mayor de haber tenido un mayor protagonismo en la última década de su carrera. Liger ha sido tan longevo y excelente que es muy difícil hacer una lista uniforme así que… ¿con cuál te quedas de su carrera?
Os recordamos que volveremos a la carga con NJPW con las previas de The New Beginning. Un saludo y, a disfrutar, que es wrestling.
Jushin Thunder Liger y Naoki Sano vs Hiromu Takahashi y Ryu Lee.
No hay mucho que comentar más que el inmenso placer que fue ver a estos dos históricos haciendo tag y realizando acciones muy reconocibles. Por el lado de los vencedores, tuvimos sutiles dosis de hype para una revancha entre los dos amigos y la seguridad de que el futuro de la división está en buenas manos.
Un tag de leyendas ideal, con Liger tomando mucha acción y con una resolución acertada. Hasta siempre, Liger.
Valoración: 2 jumbitos y medio.
Roppongi 3K (SHO y YOH c/Rocky Romero) vs Bullet Club (El Phantasmo y Taiji Ishimori) (c) por el IWGP Junior Tag Team Championship.
Más que notable segunda lucha de apertura y un gran ejemplo de lo que debe ser esta división. La contienda por los cinturones junior tag fue divertida, bien trabajada y tuvo contenido narrativo liviano e interesante.
Dos workers excelentes en los aspirantes, la energía de Ishimori y el apropiado perfil de ElP eran unas bases muy buenas sobre las que asentar un combate que resultó tan dinámico y espectacular como se esperaba. Los chicos de Romero son de lo mejorcito de la división, siendo unos babyfaces capaces de plantear encuentros con la dosis justa de fuegos artificiales sin dejar de ser llamativos y con carácter, algo ideal ante la explosividad de Ishimori y cualquier equipo del Bullet Club.
El Phantasmo se había pasado el año atacando a la entrepierna de los ahora campeones, un truco barato pero muy eficaz y acorde a la división. Ahora, protegidos con conquillas, la trampa del heel quedó en nada en uno de los momentos más divertidos de la velada, el cual fue decisivo antes de que RPG3K debutase su nuevo finisher y se llevara los cinturones.
Muy muy muyyyy disfrutón y con una duración contenida. No hay motivos para no verlo.
Valoración: 3 jumbitos 3/4.
Zack Sabre Jr (c) vs SANADA por el Rev Pro British Heavyweight Championship.
Lo esperado. Sabre y SANADA tuvieron un match similar a las vistas en ocasiones anteriores, plagada de reversals e intentos de pin.
La propuesta parecía acorde a lo que significaba este combate y al perfil de los wrestlers, pero duele ver que Sabre sigue bastante estancado pese a su portentoso 2018.
Eso sí, en este carrusel de movimientos de pin y transiciones, Sabre no logró dar su mejor versión. Sí, el conjunto aprobó sin problemas y tuvimos cosas interesantes, pero se hizo demasiado patente en varios momentos que estábamos asistiendo a un choque teatral y con muy poco en juego. Se pueden dar luchas de este estilo en las que, con un buen lenguaje corporal, cuidando detalles y ejecutando de cierta manera movimientos clave, entregues una imagen de competición y espectáculo mucho mejor de la que vimos. Por supuesto, SANADA sigue siendo horrendo.
Derrota protegida para SANADA y a otra cosa. Sin mucha historia.
Valoración: 2 jumbitos 3/4.
Juice Robinson vs Jon Moxley (c) por el IWGP USA Championship.
Desgraciadamente, Mox y Juice no colmaron las expectativas que marcó su precedente del pasado verano. Aunque ambos se mantuvieron fieles a si mismos, se notó mucho que era un combate más del mid card y no supieron darle la salsa y el interés que podría haber ofrecido la pelea.
Sí, tuvimos lo esperado de ambos, pero sin dar algo remotamente parecido a sus mejores versiones. Intercambios normales, planteamientos rutinarios… todo correcto pero sin magia alguna. El bajo interés del público tampoco ayudó a comprar buena parte de lo sucedido, incluyendo una secuencia final en la que creo que Juice lució algo artificial. Mox se la llevó con un reversal de finisher en su DDT para cerrar con un Death Rider, lo cual tampoco lució especialmente bien.
Salvaron los muebles y dieron algo cumplidor pero eso se queda corto para Wrestle Kingdom.
Valoración: 2 jumbitos 1/4.
Por suerte, todo cambió segundos después. Una música empezó a sonar y, una vez el tono se hizo claro, el Dome se vino abajo. La maliciosa sonrisa de Suzuki apareció en la rampa ante el asombro del público. Suzuki apalizó a Mox y le retó dejando una potente imagen. Tuvimos (un atronador) Kaze Ni Nare en Wrestle Kingdom y parece que tenemos Minoru Suzuki para rato.
Jay White vs Kota Ibushi.
Esta lucha de consolación era un combate en el que había poco que ganar y mucho que perder, en la que además existía cierto desinterés por los espectadores debido a la situación y a la posibilidad de ver a dos workers desmotivados. Qué bueno que White sea un worker tan bueno y Kota un luchador con tanta alma, porque nos dejaron otra gran lucha.
Sin llegar, evidentemente, a los niveles de su final del G1, White y Kota consiguieron dar una gran lucha siendo fieles a sí mismos. White quería la victoria a toda costa, mientras que Ibushi no mostraba una especial motivación por no salir derrotado, ya que era una contienda más para él. El estado anímico fue cambiando poco a poco mientras White se comportaba de manera sucia, desagradable y tramposa. Kota se fue encendiendo y llegamos a tener varios minutos que supieron muy parecidos a esa brillantísima final en la que energía pura e ingenio retorcido nos regalaron un MOTYC.
Sólo pondré como “pero” que las intervenciones de Gedo, aunque funcionales, no resultan demasiado inspiradas y en ocasiones provocan deslucimiento en lugar de heat. En cuanto a White, absolutamente nada que reprochar. Si no te gusta y le consideras malo significa que, además de ser un heel sobresaliente, deberías aprender un poco acerca de este espectáculo. El momento final en el que, exhausto y golpeado por el rebote del sucio sillazo que utiliza para vencer a Kota, vende y saca un sucísimo Blade Runner es oro puro.
PD: Su cara de disfrute es la que ponemos todos los que apreciamos lo buenísimo que es como heel.
Valoración: 4 jumbitos.
KENTA (c) vs Hirooki Goto por el NEVER Openweight Championship.
Amo absolutamente a Goto en Wrestle Kingdom, donde se convierte en un chad total. El loser y muchas veces plano e inconsistente segundón de Chaos no existe y su lugar lo ocupa el samurai prometido. Cuando esto se cruza con el bastardo de KENTA, el espectáculo está asegurado.
La fórmula fue sencilla y acertada, con un KENTA muy desagradable que intentaba por todos los medios despreciar a Goto mientras cortaba sus comebacks. Por esto me dio tantísima rabia que cuando Goto al fin consiguió ese tramo de dominio ante KENTA, todo se acabase. Creo que está bien que no todos los combates tengan que derivar en una fase final marcada, y este tipo de contundentes finales sientan muy bien en este tipo de luchas, pero aquí vi un clarísimo “Fenómeno Lesnar“. Ese en el que sientes que estás a punto de ver unos 3-4 minutos salvajes que pongan el colofón a una lucha y… todo termine rápidamente vía GTR.
Con todo, una gran lucha de las que debe haber en todo Wrestle Kingdom.
Valoración: 3 jumbitos 3/4.
Hiroshi Tanahashi vs Chris Jericho.
Por tercer año consecutivo, Chris Jericho acabó en la lucha semifinal de Wrestle Kingdom y, también por tercer año consecutivo, salió del evento con una de las mejores luchas del fin de semana.
El enfrentamiento siguió dinámicas habituales con Jericho, con ese manejo de tiempos lento en el que busca conseguir heel de maneras tan baratas como eficaces y logradas. El choque respiraba cierto aroma a “Serie B”, en el mejor de los sentidos, ya que desde la surrealista VTR tuvimos momentos que daban para meme. Era una lucha semifinal, importante y con trabajo, pero con un toque desenfadado y la seriedad justa.
El resultado de esta fórmula fue notable, con Jericho siendo ese viejo cabrón al que nos ha acostumbrado en estos compases de su carrera, mientras Tanahashi mostraba su personalidad de ace generando un contraste tan divertido como funcional.
El encuentro se fue animando, con ambos elevando el ritmo y sacando a pasear su repertorio para darnos una cara reconocible de ambos hasta el clímax. Aquí, Jericho probó ser perro viejo e hizo insuficiente la ofensiva de Tanahashi, que no pudo con los Walls of Jericho ante el shock y la gran reacción del Tokyo Dome (silenciada por su dubbed theme).
El combate no tuvo excesiva brillantez o profundidad ni un grandísimo trabajo luchístico por parte de ambos, pero acabó resultado en algo redondo, divertido y diferente. Un choque muy recomendable y con bastante calidad.
Valoración: 3 jumbitos 3/4.
Kazuchika Okada (IWGP HW Champion) vs Tetsuya Naito (IWGP IC Champion) por el IWGP HW Championship y el IWGP IC Championship.
Tarde y de forma rara, pero da igual. El viaje al estrellato de Tetsuya Naito, lleno de tropiezos, infelicidad, dudas, subidas y finalmente gloria, terminó con El Ingobernable como el campeón absoluto de NJPW ante el estallido del Tokyo Dome. Un viaje increíble cuyo antagonista nunca fue Okada, sino su propio Destino, el cual se cumplió en un formidable combate ante la némesis de su carrera.
No hacía más falta que escuchar a las más de 30000 personas del Dome para entender que este combate era especial. Desde el segundo uno se respiraba un ambiente único y grandioso, y ambos wrestlers estuvieron a la altura. Con un inicio con mucho más contenido y ritmo de lo habitual, en el que Naito buscó el cuello de Okada y este parecía encontrarse incómodo y sin estrategia.
Por eso, cuando Naito parecía haber encontrado la receta del camino a la victoria, el campeón sacó una faceta retorcida y autoritaria que llevábamos mucho tiempo sin verle. Okada pasó a atacar con fiereza la rodilla de Naito, incluyendo un spot brutal contra una de las mesas en ringside. A partir de aquí, un nudo tremendo en el que se bailó al son que marcaba el “Rainmaker” más inteligente e inspirado de los últimos años. Cada hueco abierto por Naito no pasaba de unos segundos de dominio para ser frenado de una u otra forma por la sobria y magistral ofensiva de Okada. Es un nudo sin excesivos fuegos artificiales pero con muchísimo wrestling, donde todo funciona a la perfección y aporta contenido y emoción al combate.
Todo lo construido hasta aquí nos lleva a un natural clímax donde Naito, tras incluso sobrevivir a los oportunos y potentes Rainmakers del campeón agarrándose únicamente a su orgullo y al Destino, queda hecho trizas en la lona. La dinámica de personajes hasta el momento había sido evidente pero sutil, para al fin invertirse ante el estallido final. Un roto Naito conserva su orgullo y rebeldía, despreciando al sobrio y dominante Okada, que no le perdona y le destroza con desprecio la rodilla contra la lona.
No será suficiente, porque hoy el orgullo y la valentía de Naito pueden más que el limbwork y poderío de Okada, quien se encuentra con una rabiosa y desesperada última embestida de Naito. El Ingobernable y Stardust Genius sabe que es su momento y, al contrario que hace dos años, arremete sin un atisbo de duda para conectar la Stardust Press ante la locura del Dome. Todo ha acabado para Okada quien solo puede resistir el move e intentar countear, por última vez, el finisher de Naito. Por supuesto, hoy sólo podía acabar de una manera; con Naito consiguiendo su Destino.
Muchos esperaban un main event más bombástico, con una narrativa más marcada, intensa y obvia. Creo que, por suerte, los dos grandes hombres de NJPW acertaron con un planteamiento como este. Un enfrentamiento redondo, cuidadísimo, sin excesos y que se centró en lo que siempre han sido las mejores versiones de Naito y Okada. El carisma y corazón incontrolable contra la maestría y la grandeza. Esto fue pro-wrestling puro para cerrar el último capítulo del viaje más apasionante del puroresu moderno.
Valoración: 4 jumbitos y medio.
En el post match, KENTA apareció para aguar la celebración de Los Ingobernables y postularse como retador. ¿Qué nos deparará mañana New Year´s Dash?
Wrestle Kingdom 14 ha sido un rotundo éxito para NJPW. Sin ofrecer dos shows históricos a todos los niveles, el notable éxito de ventas, el satisfactorio cierre del arco principal y el elevado nivel de wrestling vivido dejan un panorama interesante de cara a los próximos meses.
¿Cuáles son tus impresiones? ¿Qué esperas del futuro de NJPW? ¿Qué combates te gustaron en mayor medida? Déjanos todas tus impresiones en la caja de comentarios.
Un saludo y a disfrutar que… nah, hoy no toca esta despedida. Mejor así.
Guerrillas of Destiny (Tama Tonga y Tanga Loa) (c) vs FinJuice (David Finlay y Juice Robinson) por el IWGP Tag Team Championship.
Funcional y divertido encuentro por parejas que, si bien se queda lejos de colarse entre lo destacado del evento, cumplió sobradamente.
Es una buena noticia que GOD se ponga en serio, ya que cuando lo hacen son un tag team muy disfrutable, aunque estén lejos de la élite. Los aspirantes no tenían excesivo jugo como equipo, ya que no son habituales en esta dinámica, pero propusieron una fórmula sencilla en la que eran unos enérgicos babyfaces dispuestos a todo. Y funcionó.
Duración moderada, contenido entretenido y resultado correcto. No veo por donde quejarme… ah, si, la realización.
Valoración: 3 jumbitos.
Lance Archer (c) vs Jon Moxley por el IWGP USA Championship en un Texas Deathmatch.
Archer y Mox ofrecieron un divertido choque que aportó algo de variedad a Wrestle Kingdom, aunque bien es cierto que no llenó totalmente las expectativas sobre el combate.
La estipulación fue cambiada antes de la lucha a una contienda sin pinfalls y en el que el uso de objetos no estaba limitado, por lo que ambos aprovecharon sus recursos de buena manera. No vimos a esa versión imparable y devastadora de Archer ni a la versión más atractiva y peligrosa de Mox, pero ambos no se quedaron muy lejos. Esto nos permitió tener un combate con spots salvajes, mucha intensidad y la agradable sensación de ver como todo lo planteado era coherente con el contexto extremo en el que se encontraban.
El final tuvo algo de aire en el intercambio previo al spot, pero este fue tan satisfactorio que es difícil no quedarte con lo bueno. Recomendable.
Valoración: 3 jumbitos 1/4.
Will Ospreay vs Hiromu Takahashi por el IWGP Junior Heavyweight Championship.
El pro-wrestling junior en su máxima expresión. Los dos mejores juniors del planeta se juntaron en un enfrentamiento realmente especial y que siempre tuvo algo que decir. El match pudo derivar en otro caótico, recargado y deslabazado intercambios de movimientos plásticos, como muchas veces pasa en combates de esta división en todo el mundo. Por suerte, se juntaron los dos mejores del mundo y dieron una clase magistral de lo que es el pro-wrestling junior. Para muestra, la excepcional secuencia central que fue tan orgánica y coherente como espectacular.
Ospreay planteó de forma excelente el duelo, ya que lo hizo de forma acorde los hechos sucedidos últimos 18 meses. Will era el ace e Hiromu un contendiente que venía del dique seco por su cuello, por lo que el inglés se mostró cómodo y siempre jugó la baza de atacar a ese punto del cuello de Hiromu. El caso es que Hiromu no solo no se achicó, sino que fue el de siempre. Cortar el cable rojo no es lo único necesario para desactivar una bomba, e Hiromu lo demostró explotando en un tornado de energía y caos, aunque más humanizado que de costumbre ante el campeón y rey de la división en su ausencia.
Hiromu logró crecer mientras resistía la tremenda ofensiva de Will, quien no pudo cerrar el combate porque en los momentos decisivos, ese torbellino que es Hiromu encontraba la manera de salir adelante al tiempo que hacía daño a Ospreay. Y así es como El Ingobernable volvió a la cima que nunca debió dejar, sacando de la manga sus Canadian Destroyer para luego aniquilar al campeón con una versión aún más potente de su “Time Bomb”.
Señores, Hiromu es feliz. Nada nos falta.
Valoración: 4 jumbitos 1/4.
Tetsuya Naito vs Jay White por el IWGP Intercontinental Championship.
La estructura de main event dañó un conjunto de mucha calidad, y es que el co-main event de la velada no fue todo lo bueno que pudo ser, pero es un match notable y muy muy disfrutable.
Para rebajar la adrenalina del anterior combate y, evidentemente, conservar la estructura por la que NJPW siempre apuesta en estos encuentros, el inicio y comienzo del nudo fueron algo lentos. He de decir que esperaba más de ambos aquí, con un White más sucio y un Naito más orgulloso. Sin embargo, casi todo lo que viene a partir de aquí es brutal.
Jay White es un superclase de esto. Creo que la única forma de no disfrutar de Switchblade es siendo alguien que solo disfruta de las bombas y que no entiende los entresijos fundamentales de este espectáculo. White dio una performance colosal mutilando, retorciendo y humillando la maltrecha rodilla de Naito, quien vendió durante esta fase de manera magistral y vio condicionada toda su ofensiva. El líder del Bullet Club cortó sus comebacks con inteligencia y maestría y fue sádico manteniendo su habitual tono burlesco cuando tenía a Naito totalmente superado. Los momentos de agonía de Naito durante el JTO fueron preciosos e implicaron a todo el Tokyo Dome. Esa especial mezcla de ruidos, ánimos desconfiados y murmullo generó algo genial.
Ya en la fase final, Naito no podía ganar. White estaba a años luz y tenía hasta sus geniales trampas de su lado, así que eligió correr. Y Naito corrió, como pudo, para sacarse un running Destino pillando a Jay con la guardia baja. El comeback de Naito fue imperfecto, ya que apostó por la sencillez de la ejecución dejando de lado el selling. De haber adaptado un poco su ofensiva y haber dejado más detalles de riesgo (p.ej, intentando el jumping Destino con una pierna) el combate habría dado dos pasos adelante en lugar de uno hacia atrás.
Con todo, el combate tuvo una resolución más que satisfactoria, ya que Naito logró de manera convincente superar la última genialidad heel de Jay y encontrar otro hueco, que le llevó a una secuencia de reversals como ya pasó en el G1. Esta vez no hubo Bloody Sunday, sino Valentía.
Queda claro que el duelo fue imperfecto, estando condicionado por una estructura que no les favoreció y esa fase en la que no brillaron. Y si, queda ese regusto amargo de que pudo haber sido aún mejor con un comebeck perfecto de Naito, pero la realidad es que este notable y recomendable combate es algo que disfrutar.
Un paso adelante para conectar ese Destino. 1/2
Valoración: 3 jumbitos 3/4.
Kazuchika Okada vs Kota Ibushi por el IWGP Heavyweight Chmapionship:
Otra vez, NJPW se empeñó en dar un duelo kilométrico con un inicio lento, insulso y bastante vacío. No hay necesidad de mayor análisis en este tramo.
Una vez superado este bache, empezó lo que esperábamos. No tenían mucha historia entre ellos ni sus estilos invitaban a otra cosa que fuera verles llegando a cruzar líneas y darlo todo para sacar adelante la contienda. Sabían a donde tenían que ir y vaya si llegaron.
Los últimos 25 minutos son un derroche de impactos brutales, contras acertadas, ritmo muy adecuado y momentazos que se sintieron significativos. Fueron capaces, incluso, de superar cotas de emoción y espectáculo de su combate del G1. Es cierto que estos minutos no son una orgía de cosas acertadas como, por ejemplo, Okada en su primer combate ante Omega, pero el nivel de este tramo es sobresaliente y varios spots resultan muy eficaces. Solo puedo poner pequeñas pegas como momentos en los que pudieron hacerme creer mejor los fake finish o la excesiva facilidad con la que Okada se ofreció para el counter de su missile dropkick en la Golden Bomb.
Un conjunto muy notable y con muchísima electricidad, que se habría convertido en un auténtico MOTYC a nivel mundial de no verse tan lastrado por la tediosa y larguísima fase inicial. Son (aproximadamente) 40 minutos de combate, por lo que cuando casi 15 resultan tan insustancuales el conjunto se ve afectado. Esto no cambia que sea un combate muy bueno, recomendadísimo y en el que Ibushi se va con la cabeza alta pese a la tormenta de big moves recibida.
Es mañana. Mañana es el día del Destino. ¿Cual será?
Valoración: 4 jumbitos.
La noche I de Wrestle Kingdom no fue perfecta y pudo tener puntos aún más brillantes, pero fue un show muy satisfactorio y redondo en el que se ha establecido un potentísimo menú para la noche II.
Esto ha sido todo por hoy. Os esperamos mañana con la review de la noche II. No olvides pasarte por comentarios para comentar tus impresiones del show de hoy y tus predicciones para mañana. Ah, y a disfrutar, que es wrestling.
Llegó el momento. El, para muchos, mejor evento del año en el pro wrestling mundial ya está aquí. La gran noche del puroresu moderno se ha convertido en dos veladas en días consecutivos, en un ambicioso y lógico movimiento por parte de la empresa del león.
El tradicional 4 de enero será acompañado por el día 5 para dar un doble show con un contenido brutal. Varios arcos de importante relevancia acompañarán a la historia principal de los “Two Belts”, y es que el combate se cerrará con NJPW proclamando a un campeón absoluto que portará en su cintura los dos grandes campeonatos de NJPW, el Intercontinental y el Heavyweight.
Sin más dilación, arranca la previa de Wrestle Kingdom 14:
Noche 1
-Team Liger (Jushin Thunder Liger, Tiger Mask IV, The Great Sasuke y Tatsuji Fujinami c/ El Samurai) vs Team Sano (Naoki Sano, Tatsuhito Takaiwa, Shinjiro Otani y Ryusuke Taguchi c/ Kuniaki Kobayashi):
El primero de los combates de retiro de Liger será ideal para abrir boca ante su combate de retiro en la noche dos. Liger capitaneará a su equipo mientras su gran rival y compañero en la noche II Naoki Sano hará lo propio con el suyo.
Es obvio que el nivel puramente luchístico de la contienda será bajo, pero esto es lo de menos. Estamos en una fiesta donde podremos disfrutar de una reunión de varias de las mayores leyendas ligeras del puroresu. Incluso Norio Honaga será el special referee de un combate entrañable y que hará las delicias de los espectadores.
Creo que seremos muchos los que sonreiremos cuando veamos a estas leyendas repartir sus movimientos característicos mientras el público ruge y Taguchi hace el payaso. Nada puede salir mal, salvo alguna cadera rota.
Ganador: Team Liger Expectativa: Media-Alta
Los Ingobernables de Japón (SANADA, EVIL, Shingo Takagi y BUSHI) vs Suzuki Gun (Minoru Suzuki, Zack Sabre Jr, Taichi y El Desperado):
Resulta bastante triste que Shingo y Suzuki queden fuera de lo relevante en Wrestle Kingdom. El pobrísimo manejo de Minoru y el gran año de Shingo bien hacían pensar que ambos se verían encuadrados en un modesto pero muy interesante combate individual, pero han quedado reducidos a los acompañantes de un multitag de calentamiento para la rivalidad en la que el título de Rev Pro de Sabre se ha visto amenazado por SANADA.
Los Ingobernables siempre funcionan bien en este tipo de combates, así como Suzuki Gun y sus dinámicas heel, pero es evidente que este combate se queda algo corto para Wrestle Kingdom y que hay varios luchadores que pudieron ser mejor aprovechados. Si, esto también va por Taichi, Despy y BUSHI.
Ganador: Suzuki Gun Expectativa: Media-Baja.
Chaos (Hirooki Goto, Tomohiro Ishii, Toru Yano y YOSHI-HASHI) vs Bullet Club (KENTA, Bad Luck Fale, Yujiro Takahashi y Chase Owens):
Otro multitag como set up para la noche dos, en este caso para la rivalidad entre KENTA y Goto por el campeonato NEVER. Pese al gran interés que suscita esta rivalidad, este combate a varias bandas no tiene apenas sustancia. Apenas la presencia de un Ishii que se queda fuera de las posiciones relevantes del show es un aliciente sólido, así como el desarrollo entre Goto y KENTA.
El combate más flojo de este Wrestle Kingdom, en el que seguramente los heels del BC se lleven la victoria usando alguna treta.
Ganador: Bullet Club Expectativa: Baja
Guerillas of Destiny (Tama Tonga y Tanga Loa) (c) vs FinJuice (David Finlay y Juice Robinson):
Al fin aparecen las luchas relevantes en la cartelera. Tras un undercard algo flojo, tendremos una jugosa lucha entre los dominadores absolutos de la (pobrísima) división tag, GoD, enfrentando a FinJuice, los flamantes campeones de la (descafeinada) World Tag League.
Pese al poco interés que generan los títulos, todo apunta a una lucha bastante buena. GoD se han consolidado poco a poco como un gran equipo, mientras que Juice y Finlay vienen de una sólida tag league en la que los compañeros de dojo han madurado y se han recuperado de sus problemas de resultados y lesiones en este 2019.
Un combate tag team divertido en el que los campeones heels se enfrentarán a unos apoyados y valientes aspirantes babyfaces que parten como los underdogs. Fórmula sencilla que suele funcionar. ¿Victoria de los aspirantes para refrescar la división y consolidar un poco a David? Es muy posible.
Ganadores: FinJuice Expectativa: Media
Jon Moxley vs Lance Archer (c) por el IWGP USA Championship:
A Lance Archer le cayó un regalo del cielo en forma de tifón. Tras un genial G1 en el que se presentó como una nueva fuerza, pero devaluado por un elevado e incomprensible número de derrotas, Archer ocupó la plaza de Moxley en su revancha contra Juice. Ahora, enfrenta al hombre a quién sustituyó para poder continuar siendo relevante en NJPW.
Mox es una gran estrella y el gran favorito para ganar el título, por lo que lo relevante aquí es el nivel luchístico de la contienda. Por un lado, Archer está teniendo un fantástico año en el que se está mostrando como un dominante powehouse y brawler que aniquila a sus rivales con su potente y espectacular repertorio, para luego sentenciarles con su temible EBD Claw. Por el otro, Mox, el carismático y rebelde brawler con un enorme status.
Esta combinación explosiva promete emoción y diversión.
Ganador: Jon Moxley Expectativa: Alta
Will Ospreay (c) vs Hiromu Takahashi por el IWGP Junior Heavyweight Championship:
Como un milagro de navidad adelantado, Hiromu Takahashi hizo su regreso al ring hace pocas semanas. Hace ya año y medio, una de las mayores y más queridas estrellas del puroresu se rompió el cuello ante su amigo Dragon Lee mientras defendía su campeonato. Se temió por su salud y por su carrera, ya que el caótico y arriesgado estilo de la “Ticking Time Bomb” parecía incompatible con una lesión tan grave. Sin embargo, Hiromu volvió siendo el de siempre y ha rendido a un gran nivel en este tour.
Durante este año de ausencia y tras la marcha de KUSHIDA, Ospreay se vio obligado a llenar un hueco imposible en la división y asumir, casi de la nada, la posición de ace junior. Por complicada que fuese la misión y pese a las evidentes imperfecciones de Will, se puede decir que cumplió su misión. Tras barrer a toda la división en este 2019, su mayor reto aparece en forma de loca y salvaje máquina de wrestling.
Hiromu vs Ospreay no solo es el mejor combate junior que puede ofrecer el mundo o un combate muy emotivo. Estamos ante el duelo por el cetro de la división y, parece lógico, que las forzadas condiciones en las que llega Hiromu le pongan en la posición de underdog. Eso si, con Takahashi es imposible descartar un “bombazo”. Lo sé, un chiste horrible.
Ganador: Will Ospreay Expectativa: Muy alta
Tetsuya Naito vs Jay White (c) por el IWGP Intercontinental Championship:
Que hayamos llegado a este punto y de esta manera sabe raro. El arco de Naito Two Belts daba para muchísimo mas a todos los niveles, pero la ejecución algo forzada de este concepto nos ha privado de una historia mucho más rica, natural e interesante para aficionados y luchadores implicados.
Con todo, la primera “semifinal” por la gloria absoluta de NJPW pinta realmente bien. White, consolidadísimo como top heel de la empresa y bestia negra de Naito en este 2019, tendrá la difícil tarea de impedir que la inmensa estrella que es El Ingobernable cumpla su (¿inevitable?) Destino.
El hombre que arruinó las ilusiones del Ryogoku en verano, y que además está acompañando en la ficción a quien también ha arruinado las ilusiones de Naito en la realidad durante estos años, tendrá otra oportunidad de oro para hundir al hombre del “Carisma Incontrolable” mientras se cimenta como el villano más odiado del puroresu.
White y Naito tienen dos precedentes en lo que White se llevó la victoria, siendo el primero correcto y algo decepcionante mientras que el segundo es un gran combate que muestra que esta trilogía tiene margen de mejora. White es uno de los mejores heels del planeta mientras que Naito lleva demostrando que es un superclase del pro wrestling desde hace ya un tiempo. El combate debe apuntar a home run en pleno Dome.
¿Qué quién se lo lleva? Hay una persona que necesita imperiosamente la victoria y otra a la que perder no le dañaría demasiado. Creo que, si bien no es seguro, NJPW tomará la decisión correcta aquí.
Ganador: Tetsuya Naito Expectativa: Muy alta
Kota Ibushi vs Kazuchika Okada (c) por el IWGP Heavyweight Championship:
El (no) main event de Wrestle Kingdom parte I llega de manera muy descafeinada. Es evidente que tanto el fondo como la ejecución del arco de los dos cinturones han eclipsado el viaje al Tokyo Dome de campeón y aspirante del título máximo, nos deja una sensación extraña a la hora de encarar este combate.
Ibushi viene de un año en el que no ha habido mucha historia con él y tampoco ha tenido su mejor rendimiento. En la otra esquina tenemos a un Okada que viene del, sin duda, peor año de su carrera. Todo esto parecen variables muy negativas sobre este combate estelar pero no conviene olvidar lo más importante; son Okada e Ibushi en un main event del Tokyo Dome.
El precedente de este G1 es excelente y a buen seguro Ibushi querrá dejar su impronta en el combate más grande de su carrera mientras que Okada apunta, pese a todo, a dar otra pelea increíble en su “casa”. La intensidad, la espectacularidad y el corazón de Kota contra la maestría, el temple y la grandeza de Okada. Nada nos falta.
En cuanto al resultado, creo que es obvio que el ace de la empresa retendrá ante el novato en estas lides que es Kota. Ibushi está aquí por esa gran victoria en el G1 Climax, pero no parece que haya un peso lo suficientemente elevado como para romper la maldición del ganador del G1. Solo Tanahashi, por una situación contractual, logró ganar en estas lides. Ya sabéis que puede significar esto…
Ganador: Kazuchika Okada Expectativa: Muy alta
Noche 2
Jushin Thunder Liger y Naoki Sano vs Hiromu Takahashi y Ryu Lee (Dragon Lee):
Si, Liger mereció un mayor protagonismo durante el año. Si, nos hemos quedado con las ganas de un singles match. No, de ninguna manera este combate es una mala manera de cerrar la legendaria carrera de Liger.
Ha habido muchas quejas respecto a la decisión, especialmente por parte de (sorpresa) los fans occidentales. Sin embargo, la modesta elección de Liger para su despedida es perfecta. Liger será acompañado por el mayor rival de su carrera para hacer frente en su última lucha a la sangre nueva que llenará la división en esta generación. Lee además regresará de bella manera, acompañando a su hermano de otra madre pese a aquella horrenda lesión que le causó. No hay mejor manera de reintroducir a Ryu Lee a la empresa, ya como estrella de NJPW y con un nuevo nombre.
Un gran colofón para “Liger The Final”. Una bella despedida para el más grande de la historia de NJPW, donde nostalgia y futuro se darán la mano. Hasta siempre, Liger.
Ganadores: Ryu Lee e Hiromu Takahashi Expectativa: Alta
Bullet Club (Taiji Ishimori y El Phantasmo)(c) vs Roppongi 3K (Sho y Yoh c/ Rocky Romero) por el IWGP Junior Tag Team Championship:
La división tag junior de NJPW remonta poco a poco, aunque este año también se ha echado de menos un mayor número de parejas, continuidad en los reinados y relevancia. Aún con esto, la consolidación de RPG3K como dominadores de la división y que Ishimori sea campeón, queda claro que el combate para WK 14 es atractivo.
Tener un mano a mano en lugar de una pelea a varias bandas debería sentar bien al título y al show, para que tengamos un enérgico encuentro basado en la compenetración de los aspirantes y la combinación de juego sucio y contundente velocidad que ofrecen El Phantasmo e Ishimori.
No cabe esperar algo genial o un showstealer, pero es complicado que no sea una buena lucha en la que RPG3K ponga otra muesca en la culata de su lanzahumo.
Ganadores: Roppongi 3K Expectativa: Media-Alta
SANADA vs Zack Sabre Jr (c) por el Rev Pro British Heavyweight Chmpionship:
La crisis que está pasando ZSJ debe estar siendo durísima para él. En un año en el que apuntaba a consolidarse como upper card, atravesó una storyline de mala racha en el G1 y, para colmo, ahora le toca enfrentarse al infame patán de SANADA. Si a esto le sumamos el Brexit y el fracaso laborista, el bueno de Zack debe estar desesperado por ganar y sumar una buena noticia.
SANADA tendrá su singles match en WK, aunque parece improbable que lo gane. Tendrá que estar libre para el presumible push que se viene para él, lo cual me hace replantearme mi aún anulada suscripción a NJPW World.
En cuanto al combate, los precedentes gozaron de muy buena aceptación, aunque no estuvieron exentos de la habitual payasería de SANADA. Con un poco de suerte sale algo bueno, pero deberemos confiar en que el Ingobernable de una versión de si mismo muy poco habitual.
Ganador: Zack Sabre Jr Expectativa: Media
Jon Moxley o Lance Archer vs Juice Robinson por el IWGP USA Championship:
Juice perdió su revancha por el título americano ante Archer, quien no debía estar en esta lucha ya que fue Mox quién le arrebató el título. El tifón que impidió a Mox tomar el vuelo para defender el cinturón nos ha llegado a esta situación. NJPW ha decidido premiarle con esta opción, aunque de nuevo es una decisión que parece evidenciar la incapacidad del bookeo para desarrollar de manera orgánica esta rivalidad y ese enorme inconveniente.
Juice vs Mox parece el combate que veremos con casi toda seguridad, por lo que cabe pensar que veremos otra gran lucha como la que nos ofrecieron en el pasado G1 29. La energía de babyface underdog de Juice ante la chulería y poder en el brawling de Moxley son las principales bazas de un combate que apunta a que Juice no sea el único con two belts al acabar el magno evento.
Ganador: Juice Robinson Expectativa: Alta
Hirooki Goto vs KENTA (c) por el NEVER Openweight Championship:
El combate por el tercer cinturón de la empresa es el mejor construido de todos ellos. KENTA dio un acertado golpe de efecto con su fichaje por el Bullet Club. Rechazado por el público de NJPW y desaprovechado en su faceta heel, este acertado giro le puso en una interesante posición. Tras ese genial turn heel y arrebatar el título de las manos de Ishii aunque avanzando a lo largo de estos meses con irregularidad, KENTA encara un combate muy personal.
Goto tiene mil motivos para masacrar a KENTA y el cinturón es el menor de ellos. Tras ver como KENTA humilló y despreció a sus compañeros de Chaos y apalizó en dos decisivas al mejor amigo que tienen en común, Katsuyori Shibata, Goto luchará por su honor y el de sus compañeros para tumbar a la nueva amenaza del Bullet Club.
Es cierto, que KENTA está siendo irregular, pero está ofreciendo puntos de luz evidentes que deberían brillar aún con más fuerza en el tipo de combate que será planteado ante Goto; no demasiado tiempo a rellenar y un intenso, crudo y sencillo desarrollo donde los golpes duros serán la prioridad. Además, pocas garantías mayores que las que ofrece Goto en Wrestle Kingdom. Ambos están en la posición perfecta para aprovechar sus cualidades.
Creo que el título pide que KENTA siga con el cinturón, para continuar con un rumbo argumental del que el título ha carecido en este último año. Y, por qué no decirlo, ese es el resultado que a muchos nos hace soñar con un “Takeover” en New Year´s Dash.
Ganador: KENTA Expectativa: Alta
Special singles match entre los perdedores del doble main event de la noche 1:
A mi juicio, un innecesario y doloroso combate del que es difícil hacer una lectura positiva. Duele ver como ciertos luchadores se han quedado sin hueco en la cartelera y NJPW nos ofrece un combate entre dos luchadores que ya no pelean por prácticamente nada. Quizá el ganador vea un poco amortiguada su caída, pero el perdedor se verá hundido y abocado a OTRA “Redemption Story TM”.
Si el doble perdedor es White se podría ver a un personaje desquiciado, pero creo que el hombre que más papeletas tiene para ocupar esta plaza es Ibushi, lo cual sería muy dañino para él.
El combate no será malo, ya que cualquiera de los cuatro implicados en esta rivalidad es un worker excelente, pero esto es un combate con poco que ganar y mucho que perder.
Perdedor: Kota Ibushi Ganador: Jay White Expectativa: Media
Hiroshi Tanahashi vs Chris Jericho:
La lucha semifinal de esta velada será un acomodo glorificado, aunque esté muy bien tirado. Los fans occidentales tendrán su ración de estrella mainstream reconocible mientras que Tanahashi consigue una plaza relevante en el Tokyo Dome. Win-Win.
El gran problema de esta rivalidad es la casi nula construcción del choque, y es que ni siquiera en meses anteriores hemos visto pistas o unas mínimas bases que presenten y hagan de esto algo atractivo. El principal atractivo del combate es la oportunidad por el título de AEW que Tanahashi conseguiría en caso de ganar. AEW y NJPW no mantienen una colaboración, ni parece viable que vayamos a verla a corto plazo, pero está claro que a ninguna de las partes le interesa tener una relación tensa. AEW y NJPW trabajan con freelancers, por lo que situaciones puntuales como esta deben resolverse con naturalidad.
Fuera de esto, el peso del combate no es demasiado elevado, al no ser ni siquiera un dream match salvo para una parte reducida de los espectadores. La evidente y desacertada falta de rumbo que Tanahashi ha sufrido este año se ve acompañada de un Jericho que ha sido demasiado intermitente y que viene de dar un lamentable combate hace ya más de 6 meses ante Okada, pese a no tener tampoco un solo argumento para desafiarle.
Solo nos queda esperar que Tana de otra masterclass y que Jericho rinda al nivel que ha venido ofreciendo en estos dos últimos WK, el cual es muy alto y encajaría a la perfección con la posición de Tanahashi. De ser así, podremos estar ante una gran lucha, aunque hay cierto riesgo de que veamos algo mediocre.
Dado que Jericho es el AEW Champion y tiene un record claramente negativo en el magno evento nipón, el gaijin es el claro favorito para ganar. La derrota sería muy cruel con Tanahashi, pero a efectos prácticos no se perdería demasiado. Con todo, hay leves opciones que el “Once in a Century Talent” consiga la victoria, pero esto implicaría ver ya esa relación de NJPW y AEW. Dada la complicada relación de las empresas y sus posiciones, así como las informaciones recientes y los firmes planes de trabajo propio en USA, no creo que esto suceda. Esto es lo que parece que también opina la directiva, a la que no creo que hayan sentado bien esas nuevas y partidistas declaraciones de The Elite, por lo que las posibilidades de ver a Jericho defendiendo su cinturón son bajas.
El horizonte dibuja el Osaka-Jo Hall como sede de la próxima defensa del IWGP Heavyweight Championship, pero creo que reservarán ese codiciado spot para el ganador de esa lucha de consolación entre los perdedores del doble main event de la noche 1, por lo que esto descarta aún más a Tanahashi.
Ganador: Chris Jericho Expectativa: Media-Alta
Kazuchika Okada o Kota Ibushi vs Tetsuya Naito o Jay White por el IWGP Intercontinental Championship y el IWGP Heavyweight Championship:
El culmen a este forzado pero vital arco llegará a su fin cuando este combate acabe, cerrando el Wrestle Kingdom más ambicioso de la historia. Por supuesto, la previa varía completamente en función de quienes sean los clasificados a este combate.
Si, pensar en otro capítulo del Naito vs Ibushi es lógico. También lo es imaginar una revancha entre White y Okada, consolidando a uno como top heel y siendo Okada quien espera en la cima. La posibilidad de ver una revancha de la final del G1 entre Kota y White también existe, aunque sea la opción más improbable.
Estas luchas tendrían a ciertos hilos argumentales a los que agarrarse por las dinámicas vividas en este año, que les han implicado a todos. Sin embargo, hay un combate que no ha tenido cruces a lo largo de estos meses. Por supuesto, es el que no solo no lo necesitaba, sino el combate y el arco al que este vacío le ha hecho madurar. Ya está todo dicho en cuanto a ellos y es que, al haber optado por esta vía para resolver el arco de los two belts, no hay mejor baza argumental que el mero hecho de la presencia de ambos.
El elefante está en la habitación, por lo que Tetsuya Naito vs Kazuchika Okada debe ser el main event de Wrestle Kingdom 14.
Naito ha sido, en un papel de desgracia, el hombre del cinturón Intercontinental. Ese cinturón maldito que le ha acompañado en su camino a la cima, al que se ha agarrado en su caída y al que ha querido aceptar como vía a su triunfo en este arco.
En la otra esquina, Okada se sitúa recordman absoluto del cinturón Heavyweight. No solo ha desplazado todos los registros de Hiroshi Tanahashi en la mitad de tiempo, sino que este dominio casi total en estos últimos años le ha convertido en alguien inmediatamente asociado al campeonato máximo de NJPW.
No hay combate más grande que el que enfrenta a las dos mayores estrellas de la compañía y donde se jugaran esos cinturones que reflejan los diferentes caminos a este combate para que cuando todo finalice, solo uno sea el que imponga su trayecto para alcanzar el mayor honor de la historia de NJPW.
Por si todo esto fuera poco, aún queda lo más importante. El 5 de enero se resolverá el Destino de Naito. Un Destino que puede ofrecer una de las derrotas más cruentas de la historia del pro wrestling y, sin que esto sea exagerado, de casi cualquier medio de entretenimiento o deporte. Naito, el hombre que se rebeló contra el mundo y hasta contra si mismo para encontrar su sitio y su gente, vio como sus sueños eran rotos otra vez por el imparable Kazuchika Okada. Por otro lado, la victoria de Naito supondría alcanzar finalmente el cielo para demostrar de una vez por todas que aquel mensaje de su entrada en WK 12 era cierto. “Ahora es mi tiempo”. Hace mucho que Naito es el “shuyaku” de NJPW pero, al fin, tendría el peso argumental de estar en la cima de la compañía.
El campeón siempre ha estado ese gran paso por delante. Okada se cimentó como la figura máxima de la empresa al derrotar a la mayor amenaza argumental que había enfrentado como ace, repitiendo además el resultado de WK 8. En aquella ocasión, el joven y rechazado “Stardust Genius” se convirtió en la primera gran víctima de Okada en el Tokyo Dome.
Sus caminos siempre estuvieron unidos de manera sutil como las dos grandes estrellas de futuro de la empresa: El 40 aniversario, las luchas anteriormente citadas y aquella primavera de 2016 donde Naito logró su breve gloria. Todo nos empuja a que este sea el único main event válido para el Wrestle Kingdom más grande de todos ya que es, por lejos, el combate más potente que NJPW habrá ofrecido en esta era.
Los precedentes son dispares y en ninguno se ha alcanzado la cota de grandeza a la que estos dos fuera de serie pueden aspirar, siendo el primero y el último los que más cerca han estado de ser joyas históricas. Sin embargo, el contenido argumental es tan alto y los dos luchadores tan buenos que es difícil no ilusionarse con lo que debería ser un combate legendario.
En 2018, el auge de The Elite y el reenfoque del producto hacia América movieron a NJPW a una aún más conservadora y fácil elección en la que Okada fue el ganador. Dos años después nada será igual, si es que la elección pasa por Naito, pero esta es la vía en la que el puzzle encaje y NJPW pueda cerrar este arco de manera satisfactoria. Un paso adelante para el producto y un final acorde para iniciar una nueva etapa en esta década.
Sólo hay un final válido para Wrestle Kingdom 14. Ese final en el que las últimas palabras pronunciadas en el Tokyo Dome son “¡NOSOTROS LOS INGOBERNAAAAAAABLES DE JA-PÓN!”
Perdedor: Kazuchika Okada Ganador: Tetsuya Naito Expectativa: Muy alta.
Horarios:
Wrestle Kingdom 14 en su Noche I se celebrará el sábado 4 de enero de 2020 en el Tokyo Dome. Los horarios son los siguientes:
Japón: 17:00
España: 9:00
Ecuador, México, Perú y Colombia: 04:00
Venezuela y Bolivia: 05:00
Argentina, Chile y Uruguay: 06:00
Wrestle Kingdom 13 en su Noche II se celebrará el domingo 5 de enero de 2020 en el Tokyo Dome. Los horarios son los siguientes:
Japón: 15:00
España: 7:00
Ecuador, México, Perú y Colombia: 02:00
Venezuela y Bolivia: 03:00
Argentina, Chile y Uruguay: 04:00
Una hora antes de cada show, se celebrarán varios combates multitag como parte del pre-show del evento. Además, en la noche 1, se celebrará un dark match ofrecido por la compañía de joshi Stardom. Esta empresa es parte del mismo grupo de empresas al que pertenece NJPW, el gigante de los juegos de cartas Bushiroad. El combate no será televisado debido a que NJPW y su socio de TV no poseen los derechos de emisión de Stardom, la cual tiene su propio contrato de TV con otra compañía.
Esto ha sido todo. ¿Cuáles son tus impresiones de cara al rumbo que puede tomar NJPW? ¿Cuáles son tus deseos y predicciones para el show? Únete al debate en la caja de comentarios y, a disfrutar de Wrestle Kingdom, que es wrestling.
NJPW ha vivido una de las décadas mas convulsas de su historia. Tras afrontar la enorme crisis del puroresu en la década anterior y partir de una posición incómoda al inicio de esta, ha reconducido la situación para iniciar una lenta pero segura recuperación. Cambios de dueño, grandes consolidaciones, crisis de vestuario, salidas importantes, rivalidades legendarias… y mucho wrestling. Acompáñanos en este repaso a lo más destacado de la década en la empresa fundada por Antonio Inoki.
10 mejores combates de la década:
10. KUSHIDA vs Kyle O´Reilly (Best of the Super Juniors XXIII Finals).
El combate que consolidó a KUSHIDA como ace de la división junior es también el mejor encuentro que NJPW ha dado en esta división. Pese a la gran cantidad de notables encuentros vividos en la división ligera, la máxima calidad y equilibrio de la final del BOSJ 23 lo hace merecedor de estar en este top.
Un error en la realización es el único lunar de un match con un nivel de wrestling altísimo. Grappling, acción y striking al servicio, capaz también de emocionar y divertir como muy pocos en esta década. La actuación de KUSHIDA fue memorable, pero la de Kyle es aún mejor, dando una clase magistral de cómo lucir legítimo en cualquier contexto.
9. Hiroshi Tanahashi vs Katsuyori Shibata (Destruction in Kobe 2014).
Tanto su choque del G1 24 como este podrían haber entrado en este top. Los Shibata vs Tanahashi eran especiales hasta decir basta. La dicotomía entre el hombre que protegió y fue leal a NJPW y quien la abandonó para ser freelancer como worker y luego peleador de MMA formó una tensión diferente. Nunca se llevaron demasiado bien, ni aún siendo considerados como dos de los “Nuevos Tres Mosqueteros de NJPW”. A veces, con esa gente con la que hay una tensión real pero cierto respeto y consideración, aparece la chispa.
El enfrentamiento destila tensión y conflicto, siendo menos enérgico y directo que el del G1, pero más profundo y equilibrado. Tana se ve forzado a cruzar las líneas que no cruzó en el G1 para dar uno de los combates más “stiff” de su carrera acompañándolo de las reversals e inteligencia necesarias para sobrevivir a la ofensiva de Shibata.
El post match, con el comienzo de la reconciliación entre ambos, es de los que saca sonrisa de las de verdad.
8. Hiroshi Tanahashi vs Tetsuya Naito (Wrestle Kingdom 11).
Pura pasión y magia . Tetsuya Naito consiguió su primer gran triunfo en el Tokyo Dome ante el espejo en el que siempre se miró, un Hiroshi Tanahashi que estaba dispuesto a dar un giro a su carrera para volver a lo alto tras su caída ante Okada en Wrestle Kingdom 10. Naito superando al fin a Tanahashi ya no era un relevo generacional, era un cambio de orden.
La rivalidad fue redonda y supuso la construcción de la que, para mí, es la mejor trilogía del puroresu en esta década. Un arco argumental tremendo que se plasmó y evolucionó en cada uno de los encuentros, siendo este primero el que, sin desmerecer la parte puramente luchística, optó por una mayor espectacularidad y grandeza. La victoria de Naito y su entrada, el orgullo de un Tanahashi que estaba siendo vencido, el increíble ambiente… todo conforma un conjunto que llega al corazón.
7. Minoru Suzuki vs Hiroshi Tanahashi (King of Pro Wrestling 2012).
Octubre de 2012 fue una fecha clave para NJPW. KOPW celebraba su primera edición en el año en que BUSHIROAD se había hecho con la empresa del león. El main event de la velada consiguió una reacción enorme por parte del público japonés y, además, puso a NJPW de nuevo en el mapa de occidente.
Suzuki tuvo la revancha del main event de Wrestle Kingdom VI, celebrado ese mismo año, en la que cuajó la que para muchos es la mejor actuación de su carrera. El combate fue inmaculado, con la mejor versión de ese imperial Tanahashi 2010-2013 y un Suzuki sádico y calculador. Ni un solo intento de pin innecesario, con un aprovechamiento de recursos y un manejo de tiempos de matrícula de honor. Un clásico que ayuda a entender el éxito de la empresa nipona en esta década.
El mejor intercambio de bombas en esta década. Naito y Omega han luchado en tres ocasiones, entregando contiendas sobresalientes en todas ellas. Esta, la primera, es el encuentro más redondo y divertido de los tres.
No hay mayor historia que unas semifinales del G1 entre los dos líderes de los principales stables heel de la empresa, aunque Naito ya era entonces una megaestrella apoyadísima. 25 minutos de diversión y espectáculo con un balance perfecto y sin apenas descuidar nada. Todo fluye de manera natural para convertirse en una montaña rusa de wrestling sin derivar en epicidad absurda, spots descarados o momentos sin sentido.
5. Hiroshi Tanahashi vs Kazuchika Okada (Wrestling Dontaku 2018).
Son varias las ocasiones en las que esta rivalidad aparece en el top. Esta entrega de la rivalidad es la más diferente y madura de todas ellas. Esta defensa marca un hito histórico, el del récord absoluto de defensas y duración de un mismo reinado del IWGP HW Championship, por lo que un Tanahashi ya alejado de su posición de ace intentará con todo lo que le queda parar el récord de Okada para mantener el suyo.
Si bien no alcanza la perfección formal de otras (dos) entregas de la saga, estamos ante el combate en el que mejor entiende y desarrolla el contexto y las bases del mismo. Por supuesto, el nivel de wrestling es sobresaliente, pero lo que marca la diferencia es lo emocional y consecuente que resulta. Ambos muestran su cara más reconocible pero con un acertadísimo cambio de perspectiva donde Tanahashi acepta sin complejos su inferioridad. Todo esto hace que cada fase de dominio del “Once in a Century Talent” se sienta como una victoria lograda con talento, fe y corazón. Todo esto no hace sino engrandecer el desgarrador y contundente final que cierra la última defensa exitosa de Okada.
El inicio ideal al arco de resurgimiento de Tanahashi y el perfecto colofón al gran reinado del “Rainmaker”.
El choque que debes mostrarle primero a alguien que no esté familiarizado con el wrestling. No hay mejor combate en el mundo para mostrar de qué es capaz este medio y que además necesite tan poco tiempo y contexto. Pro-wrestling puro y duro.
Suzuki y Styles se enfrentaron sin rivalidad de por medio, pero siendo los líderes de las dos facciones heel de NJPW. Todo lo que viene a partir de aquí son 15 minutos magistrales en todo aspecto. Es un duelo divertidísimo, con todo el sentido del mundo y la profundidad perfecta, donde los dos luchadores desarrollan sus personalidades y estilos de manera natural y orgánica a más no poder. Una perfecta introducción al monstruo que es Minoru Suzuki y al fenómeno que resultó AJ Styles en NJPW.
El MOTY de 2014 en todo el mundo y, quizá, una de las mejores representaciones de lo que es el pro-wrestling en toda su historia.
Creo que he sentido aquello del amor a primera vista unas tres veces en mi vida. Lo que voy a decir puede parecer exagerado, pero estoy siendo increíblemente honesto con esto. Una de ellas fue con la entrada de Nakamura en este enfrentamiento y, por supuesto, con todo lo que ocurrió después.
Debió ser así para más de uno, puesto que WK 9 fue otro enorme golpe en la mesa de la empresa del león, logrando además dar otro salto en cuanto a notoriedad en occidente. Nakamura vs Ibushi fue el MOTN de una velada tremenda y quizá el principal detonante de su (más que decepcionante) fichaje por WWE.
Era muy difícil, pero ambos mejoraron su espectacular choque del G1 23 ofreciendo uno de los matches más eléctricos e impactantes de la década. Nakamura e Ibushi, dos de esos genios que están algo mal de la cabeza, llevaron sus propios cuerpos al límite en un choque de arrolladoras personalidades y potentes ofensivas. El combate tiene un claro ritmo de menos a más, que funciona a la perfección dado lo cuidados de los tiempos y el contenido de cada fase. Las provocaciones de un confiado e imperial Nakamura llevan a Kota a darlo todo en el hasta ese momento mejor encuentro de su carrera, generando un nudo explosivo y un final brutal en el que cae víctima de la guerra de striking y rodillazos propuesta por Nakamura.
Personalidad, historia y muchísimo wrestling en el que fue la contienda que atrapó a miles de personas en las redes del puro y del carisma de Shinsuke.
2. Hiroshi Tanahashi vs Kazuchika Okada (King of Pro Wrestling 2013).
Tanahashi vs Okada ha sido, sin duda, la rivalidad más destacada del pro-wrestling en esta década. Ninguna saga ha significado tantísimo para su empresa y negocio, influenciando notablemente el producto y a los fans. De los 13 choques que hasta el momento hemos vivido en estos siete años de rivalidad, es este de King of Pro Wrestling el que mejor encapsula el significado y el tono de esta pugna. Siendo relativamente similares, muchos prefieren el de Invasion Attack, pero creo que la estipulación y culminación del arco elevan este choque.
Por supuesto, no sóolo se queda en un fiel vistazo a la rivalidad, sino que el batazo de ambos la sacó del parque para establecerse como uno de los mejores combates de la historia de NJPW y el mejor de la etapa que vivía NJPW. Era la reválida de Okada ante un Tanahashi que había pactado no volver a retar por el campeonato mientras Okada fuera el campeón. Todo estaba en juego.
Cada acción en el combate va más allá de la simple aunque notable funcionalidad. Los pasos que se dan, por pequeños que sean, contribuyen a construir el choque más brillante y redondo de cuantos habían dado hasta el momento, para finalizar con la ansiada victoria de Okada, que al fin puede sacarse de encima a Tanahashi y sentir, aunque solo sea por unos meses, que el trono es al fin suyo.
La quintaesencia de la rivalidad más icónica del puroresu en esta década.
1. Kazuchika Okada vs Katsuyori Shibata (Sakura Genesis 2017).
El mejor enfrentamiento del pro-wrestling mundial en esta década. Okada y Shibata dan la mejor performance de sus respectivas carreras en un duelo inolvidable. Más allá de la tragedia que sucedió durante y tras el combate, esta lucha merece ser reconocida como una de las obras maestras del pro-wrestling moderno.
Un inicio a años luz de lo habitual en NJPW, un nudo lleno de eficacia y contenido y un último tercio que es de lo mejor que ha sucedido en un cuadrilátero. Todo para narrar el viaje de Katsyori Shibata al estrellato, dando una performance que sin duda le iba a establecer como una de las grandes estrellas de la empresa del león, culminando un larguísimo proceso que empezó al poco de su retorno.
La masterclass de carácter y ofensiva de Shibata se ve acompañada por un Okada que no puede hacer más por dejar bien al retador. Consigue convencer a todos de que el invencible campeón está pasando un infierno del que sólo puede salir con un milagro igual de convincente. Okada lo logra y de forma holgada, siendo siempre coherente con ese camino a la victoria imposible que le estaba planteando alguien que le estaba pasando por encima a nivel luchístico y emocional.
El combate tiene montones de momentazos, pero me quedo un pequeño y sútil detalle del final: Shibata, absolutamente roto a Rainmakers, tirándose a la desesperada con el antebrazo para tratar de parar por el último sin dar un solo paso atrás.
Un match que espero no olvidar jamás y que responde con decisión a la pregunta de “por qué me gusta el wrestling”.
“The Cleaner” aterrizó a finales de 2014 por segunda vez en NJPW. El que había sido un miembro ocasional de la división junior como parte de Golden Lovers junto a Kota Ibushi, resultó ser el flamante fichaje del Bullet Club para la división junior. A partir de aquí, una trayectoria imparable hasta la cima que le llevó a un éxito enorme en cada división en la que pisó, donde ganó prácticamente todo.
Kenny ha sido un worker increíblemente sobrevalorado por diversos estamentos, siendo especialmente exagerado el que recibe de occidente, pero aún con esto ha sido un worker muy destacado para la empresa nipona. Su corta estancia como alguien relevante unida al arrastre de tendencias maximalistas le dejan en una posición más baja de lo que muchos esperaban.
Omega ha cometido atrocidades y ha arrastrado siempre ciertos defectos, pero sus picos más altos han sido absolutamente brillantes. Un worker ambicioso con puntos geniales y que acumula varios de los mejores combates de la empresa entre 2016 y 2018.
9. Minoru Suzuki
Resulta difícil no pensar en lo que podía haber sido Suzuki en NJPW. Un hombre diferente, el líder de stable más reconocible como tal de todos y un worker magnífico. Suzuki ha sido, desde su llegada, el perfecto “mal” encarnado. Su situación contractual y el manejo en estos últimos años nos ha dejado a deber, lo cual unido a su avanzadísima edad ha sido un impedimento para verle a su mejor nivel con consistencia. Las contras son claras, pero sus virtudes sobresalen sobre todo esto.
Suzuki es una leyenda viva. Un heel increíblemente sádico y retorcido capaz de reducir a sus oponentes con un clinic de grappling y sumisiones o golpeándole de forma rudimentaria con objetos. Suzuki es alguien especial con varias de las mejores luchas que ha dado NJPW en esta década y con un buen puñado de combates que resultan auténticas “hidden gems”. Un wrestler único y que ha hecho de NJPW una empresa con más personalidad y carácter.
PD: Si a esto le sumas que su theme original es el mejor de todos los tiempos, poca queja puede haber respecto a su posición.
8. Kota Ibushi
Primero como junior y después como heavyweight, Kota ha sido un luchador muy presente en los planos relevantes de la compañía nipona. Ibushi era un imán para los fans, cautivados por su locura, sus capacidades atléticas y sus genialidades. Tras reinar en la división ligera e incluso participar en el G1 como junior, firmó un contrato dual sin precedentes con DDT y NJPW para posteriormente dar el salto a una división heavyweight en la que brilló incluso con más fuerza.
Su situación contractual siempre le mantuvo relativamente alejado de los planos estelares, pero NJPW apostó fuerte por él en un increíble 2015 para convencerle en firmar. Ibushi respondió convirtiéndose en freelancer y compitiendo hasta en WWE, pero su retorno en el G1 27 marcó una nueva etapa. Pese a la falta de dirección en 2018, esta última época ha resultado una de las más prolíficas para la “Golden Star”.
Kota lleva casi toda la década dándole combatazos a NJPW y, con sus imperfecciones, el ganador del G1 29 resulta una de las mejores bazas de la empresa. Irónico que esto haya sucedido en uno de sus peores años como worker.
7. Katsuyori Shibata
Cuando la carrera de Shibata acabó (parece que de momento) en Sakura Genesis, “The Wrestler” acababa de dar un choque histórico que le iba a catapultar a la cima de la compañía. Esto habría abierto y refrescado enormemente el main event, y es que todo lo demostrado por Shibata hasta el momento había sido sobresaliente.
Su retorno a la empresa en 2012, tras su mediocre carrera en MMA, fue el punto de salida a 5 años sobresalientes. Shibata era diferente, aportando con su legítima ofensiva y su enorme carácter varias cosas fuera del alcance de la mayoría de luchadores en el mundo. Tras varios años repletos de grandísimos combates pero sin llegar a tener su gran oportunidad, la firma de un contrato exclusivo con NJPW en WK 10 cambió su situación e inició un arco espectacular que le llevó a ese clásico mundial que es el main event de Sakura Genesis 2017.
Shibata ha sido uno de los wrestlers más influyentes en el puroresu de esta década y ha revivido en parte la aún necesaria llama de Inoki. Siempre habrá hueco para la legitimidad en el pro-wrestling. Esperemos que en la próxima década esto siga siendo así, también de la mano de Shibata.
6 Shinsuke Nakamura
Pocas figuras han tenido tanto carisma y magnetismo como Shinsuke Nakamura en NJPW. Tras su cambio de enfoque en 2011, Nakamura adoptó la personalidad por la que es más conocido para convertirse en un icono que pudo haber tenido un techo mucho mayor tanto en NJPW como, especialmente, en WWE.
La aventura de Shinsuke en NJPW acabó apenas comenzó 2016, pero dejó una huella imborrable y un hueco que parece imposible de llenar. Está claro que Nakamura nunca fue demasiado consistente, pero también lo es no admitir lo especial y mágico que resultó. Shinsuke tuvo ciertas sombras, pero sus momentos brillantes y clásicos de la empresa pesan mucho más. A años luz de lo que se vio en USA, Nakamura fue de lo mejor de NJPW en esta década. Larga vida al rey del carisma, del Intercontinental Championship y del Strong Style.
5. KUSHIDA
El ace total de la división junior y, posiblemente, el mejor peso ligero del planeta en esta década. El rendimiento de KUSHIDA ha sido espectacular, siendo un wrestler que prácticamente nunca ha dejado a deber. Desde sus primeros años, con aún una notoria influencia de su pasado en MMA (donde el propio Sakuraba dijo que podría haber tenido una buena carrera) pero combinándolo con espectacularidad aérea a su etapa más madura como ace de la división, llevando al máximo la fórmula de NJPW en esta categoría.
KUSHIDA se marchó en busca de nuevos retos a WWE, dejando un enorme hueco. El “Time Splitter” brilló también en tags y lo hizo todo en la división. Solo nos queda lamentar el no haber tenido un run heavyweight o con el NEVER, así como ese dream match ante Mysterio. Fuera de eso, KUSHIDA “se sacó el platino” en la división que lideró, donde ha sido importante en varios de los mejores combates de la era moderna de NJPW.
4. Tetsuya Naito
Naito empezó la década como una de las mayores esperanzas de NJPW. Su paso lleno de ilusión por México y la aprobación de entrenadores y luchadores le hacían ver como el próximo gran babyface de la empresa. Su grave lesión y todo lo que la sucedió truncaron este objetivo, pero llevaron a Naito a algo mucho más grande; al Ingobernable Tetsuya Naito.
Naito disparó su status hasta pasar a ser el luchador más popular de NJPW y, pese a la durísima derrota en WK 12 y la inconsistencia en su rumbo, Naito continúa como un pilar de la empresa al tiempo que ha ofrecido el mejor rendimiento in-ring de su carrera siendo reconocido como MVP del puroresu en varios años.
Naito ha brillado en el ring más que nunca en esta etapa, siendo un luchador apasionante y muy divertido, pero no conviene menospreciar su notable run in-ring como babyface. Cuando has rendido durante casi la totalidad de la década y de formas tan diferentes, te ganas ocupar un puesto así.
3. Kazuchika Okada
Era seguro que Okada iba a estar en el cuadro de honor. En el primer big match de su carrera, a principios de 2012, Okada salió como campeón. Desde entonces, ha sido el amo y señor del campeonato máximo de NJPW y su desempeño ha estado a la altura de esta exigencia.
Okada ha recibido un empuje continuo y exagerado que le ha condicionado y restringido al formato de main event de NJPW. Pese a su enorme juventud e inexperiencia desde ese gran salto, Okada ha mejorado y se ha adaptado al propio avance y variaciones de la compañía, ofreciendo un rendimiento sobresaliente en la gran mayoría de ocasiones. Sí, hay lagunas y costuras que se hacen cada vez más evidentes y menos sostenibles, especialmente tras su gris 2019, pero lo lógico es pensar que a Kazuchika aún le quedan muchas grandes noches y horizontes por abrir.
Uno de los mejores y más consistentes de la década en todo el mundo.
2. Tomohiro Ishii
Ishii explotó muy muy tarde, siendo ya un luchador veterano cuando al fin recibió su oportunidad en el G1 23. Ishii agarró esta oportunidad con todas sus fuerzas y, seis años más tarde, Ishii puede presumir de ser uno de los mejores mid carders de todos los tiempos.
El volumen de combatazos de Ishii es ridículamente alto, habiendo desarrollado una fórmula basada en su dureza y “fighting spirit” y que ajusta dependiendo del contexto y el rival. No resulta descabellado pensar que, de los cien mejores combates que ha dado la compañía en estos últimos seis años, Ishii sea con diferencia el nombre más repetido de la lista. MVP o candidato seguro a cada G1 Climax en el que participa, de lo único que podemos lamentarnos es no tener una máquina del tiempo para mantenerle a este nivel unos cuantos años más.
Jamás ha tenido un bache pronunciado en este tiempo, jamás ha dejado la sensación de tener un mal momento. Ishii es un seguro de emoción, contundencia y simplicidad bien entendida. Ishii es el pro-wrestling hecho señor bajito y rechoncho.
1. Hiroshi Tanahashi
No podía ser otro. Hiroshi Tanahashi ha sido el alma y bandera de NJPW en esta década, siendo su ace tanto en posición hasta 2016 como en espíritu hasta el día de hoy. Tana ha mostrado no solo ser el héroe que NJPW necesitaba, sino un worker inolvidable digno de colarse entre los mejores de la historia. Ha sabido madurar, reciclarse y aportar lo que el producto necesitaba durante toda esta década. Estos logros solo están al alcance de las grandes leyendas que también son grandes líderes.
Esta década ha estado plagada de sagas clásicas y de momentos increíbles para conformar la difícil recuperación de la empresa del león. El “Ace of Universe” tiene gran parte de la culpa de que todo esto haya sido posible y siempre merecerá este hueco en lo alto del puroresu. Quizá, el mejor wrestler formulaico de siempre. Sin duda, la definición de la palabra “Ace”.
5 mejores eventos:
5. G1 Climax 27 Finals
Quizá unas finales de G1 se puedan quedar cortas como evento especial, pero esta posición es la recompensa a un gran show y a, por supuesto, el que para muchos fue el mejor G1 Climax de la historia. Un torneo lleno de arcos interesantes, un nivel promedio altísimo, poquísimos puntos bajos y un cierre maravilloso.
Combates por los títulos tag junior (Taguchi y Ricochet vs Young Bucks) y tag heavy (War Machine vs Cody y Page), así como varios e interesantes combates entre stables para ayudar a definir el otoño fueron los entrantes del menú. El magnífico main event, cerrado con la victoria de Naito, fue el colofón perfecto a un show genial.
¿No se os olvida algo? Por supuesto, Shibata retornó al cuadrilátero ante el rugido unánime del Sumo Hall para anunciar algo muy importante. “ESTOY VIVO”. Inolvidable.
4. Wrestle Kingdom 7
La séptima edición de WK no sólo batió en público a los anteriores cuatro Wrestle Kingdom, sino que ofreció una card variada y llena de buenos combates que muchos parecen no recordar. El éxito del show motivó a Bushiroad para continuar con la inversión en la compañía pese a la crisis de vestuario posterior al show.
El primero de la trilogía “Okada vs Tanahashi en WK” es el más flojo de todos, pero encuentros excelentes como Suzuki vs Nagata (con una entrada increíble del primero) o el magnífico Sakuraba vs Suzuki elevan el nivel. La pelea a tres bandas entre Ibushi, Devitt y Kota recibió mucha atención en occidente, y confirmó los planes de la compañía en dar un empuje serio a Devitt e Ibushi.
El gran infravalorado de los shows del 4 de Enero.
3. King of Pro Wrestling 2012
El primer gran evento de la era Bushiroad fue un éxito total. 9000 personas se dieron cita en el emblemático Sumo Hall para presenciar un show increíblemente consistente y que puso a la compañía nipona en el mapa occidental gracias a su main event: Suzuki vs Tanahashi.
A esto hay que sumarle combates muy sólidos como la defensa del cinturón Intercontinental de Nakamura ante Goto y el Okada vs Anderson por el contrato del G1, así como una joyita junior llamada Ibushi vs Low Ki. La card se extiende aún más, y es que casi no hubo momentos flojos en uno de los mejores shows de la empresa en mucho tiempo.
Un evento redondo.
2. Wrestle Kingdom 9
NJPW inició uno de sus grandes pasos en la expansión occidental con la emisión oficial del evento en territorio americano, lo cual resultó decisivo para la promoción y posterior lanzamiento de su servicio NJPW World. Por supuesto, esto es sólo un aspecto relevante de los tantos que tuvo el evento. Un evento maravilloso, que batió el récord de asistencia a Wrestle Kingdom bajo esta denominación y que consolidó enormemente el producto de la empresa.
El único y especial Sakuraba vs Suzuki, Shibata y Goto logrando los títulos tag y el divertidísimo Styles vs Naito ya son motivos para recordar el evento con agrado, pero es el doble main event el que eleva el evento al estrellato. Tanahashi dejó claro que seguía siendo el ace en una magnífica defensa ante Okada y Nakamura venció a Ibushi en el mejor combate de la historia del título intercontinental.
Solo un undercard algo saturado y apresurado apartan a este sobresaliente evento de la matrícula de honor.
1. Wrestle Kingdom 11
NJPW vivía un momento de cambio tras perder a Nakamura y Styles en 2016, lo cual agravó las sensaciones en torno a la empresa. NJPW había pasado a cuantificar las cifras de asistencia al Dome de manera más exhaustiva, contabilizando solo las que realmente eran de pago y sin inflar números. Esto, unido al día en que se celebró WK 10 ocasionó una bajada de asistencia respecto a WK 9, hizo que muchos dudasen de la empresa en cuanto a crecimiento y calidad. WK 11 no solo mejoró levemente las cifras de su antecesor, sino que además ofreció un show aún mejor.
El undercard fue correcto, pero los cuatro combates centrales anotaron un home run. Un gran combate junior entre KUSHIDA e Hiromu, una intensísima pelea por el NEVER entre Goto y Shibata… y dos combates increíbles. El main event entre Okada y Omega quizá sea uno de los combates más sobrevalorados de todos los tiempos, pero es innegable que fue un combate magnífico y espectacular que cerró con nota el evento. La guinda al pastel lo pone el inicio de la inolvidable trilogía de 2017 entre Tanahashi y Naito. Uno de los mejores choques en la NJPW moderna.
No sólo fue un evento magnífico, sino una demostración de fuerza ante quienes pusieron en duda que el crecimiento de la empresa del león iba muy en serio.
Lo más sobrevalorado
Hacer un top de workers y combates habría sido muy redundante. No muchos workers han recibido empujes o alabanzas excesivas, pero los tres que lo han hecho acumulan la práctica totalidad de lo que iban a ser estos top 5. Kenny Omega, Kazuchika Okada y SANADA son los reyes de la sobrevaloración en esta década.
Kenny recibió un colosal empuje nada más irse AJ Styles, al tiempo que la crítica occidental construyó una narrativa que NJPW apoyó por sus propios intereses y que llevó a la consideración en ciertos sectores de Omega como uno de los mejores luchadores de todos los tiempos.
Okada no se quedó atrás, a lo que hay que sumar la hiperconservadora estrategia de la empresa por la cual ha sido un absoluto tirano en lo que respecta a la escena principal. En mucho menos tiempo ha aniquilado los días de reinado que ha tenido Tanahashi, haciéndolo además en una época con un roster más importante y un mayor número de títulos.
Por supuesto, Okada y Omega comparten la sobrevaloración de su rivalidad, la cual consta de cuatro combates. El excelente pistoletazo inicial contrasta con la atrocidad exagerada de sus combates en Dominion, increíblemente artificiales y llenos de momentos muy pobres en los que quieres arrancarte los pelos de la cabeza, son el mayor ejemplo de nula sutileza y maximalismo en el pro-wrestling moderno. Michael Bay y David Cage estarían orgullosos.
SANADA aparece lejos de estos dos, pero su podio es más que merecido. Siendo muchísimo peor que ambos, todo apunta a que será la gran apuesta de futuro de la empresa del león. Además, su más que positiva consideración en Japón y las buenísimas críticas en occidente a su horrenda saga contra Okada le han valido un hueco en esta posición.
No es de recibo que un main eventer de NJPW sea tan ridículamente plano, pero su desempeño en el cuadrilátero es aún peor. SANADA ha involucionado y se ha convertido en una fábrica de combates cortados por un mismo patrón. Reversals constantes que traspasan la frontera de lo ridículo, planteamientos raramente interesantes y una ofensiva pésimamente ejecutada además de poco coherente.
Esto ha sido todo. ¿Con qué te quedas de esta década para NJPW? ¿Qué cambiarías de los tops? ¿Cuáles han sido tus momentos favoritos? Os esperamos en la caja de comentarios para continuar con el debate de esta convulsa década en la empresa del león. También os animo a, en caso de que no estéis familiarizados con la empresa, le deis una oportunidad con varios de los combates de este top y a uniros a Nacho y a mi en nuestra cobertura de Wrestle Kingdom 14.
Tras un pobre 2018 y afrontando salidas importantes como la de KUSHIDA y Kenny Omega, NJPW ha conseguido enderezar el ritmo y tener un año con más notas positivas que negativas. Acompáñanos en el repaso de lo más destacado, para bien y para mal, del año en la compañía del león.
Lo bueno:
Will Ospreay y Jay White dan el paso.
Era un desafío enorme el que tenían que afrontar estos dos jóvenes. Will debía convertirse en el ace de una mermadísima división tras la salida de varios activos, especialmente el del ace KUSHIDA, además de compensar la ausencia por gravísima lesión de Hiromu Takahashi. White debía convertirse en una de las grandes estrellas de la compañía y en su top heel gaijin tras la salida de Kenny Omega y un primer año algo gris por su parte. Tanto el uno como el otro cumplieron sobradamente este objetivo.
Ospreay ha dado un año formidable. Por supuesto, sigue arrastrando defectos evidentes y siendo tan horrible en Twitter como siempre, pero esto queda en casi nada cuando eres capaz de mantener un nivel tan alto durante el año. Will se ha adaptado a la perfección a esta posición de responsabilidad a base de combatazos. Su enorme rendimiento y buen manejo le han establecido como esa necesaria figura junior, con dos grandes BOSJ y G1 Climax.
White ha sufrido importantes derrotas a lo largo del año, pero estas se han dado en escenarios reservados a las más grandes estrellas. Su palpable mejoría le ha posicionado como uno de los mejores heels del negocio y, poniendo todo en una balanza, los logros superan con creces a los malos momentos. Jay White es, con todo merecimiento, el top heel de NJPW y uno de los mejores workers de Japón.
El G1 Climax 29.
Tras una edición algo decepcionante, el G1 Climax de este año fue una de las ediciones más redondas de la historia. El nivel promedio fue altísimo, al punto de que casi todos los shows fueron recomendables y tuvieron al menos un combate notable por velada, llegando varios a ser muy buenos en su totalidad.
Por buscarle un defecto, quizá faltó ese combate colosal que se cuela entre los MOTY. Cuando esto es todo lo que puedes decir de un torneo tan largo, es que has hecho cosas muy bien. Y todo, sin un gran nivel del principal trío de main eventers. Un señor torneo de pro wrestling.
Hiromu y Shibata vuelven al ring.
Pocas cosas en los últimos años han hecho más felices a los fans del puroresu que el retorno de Hiromu Takahashi. Tras una gravísima lesión en el cuello que amenazó gravemente su salud y su carrera, Hiromu está dispuesto a recuperar estos casi 18 meses de ausencia. En un segmento totalmente loco, con toques estúpidos y muchísima energía y felicidad, Hiromu regresó para hacer estallar a Osaka. Es una superestrella y alguien especial al que casi todos le hemos agarrado mucho cariño.
Shibata aún no ha vuelto a tener un combate como profesional, pero ya se han parecido dar pistas de lo que puede ser un futuro retorno enfrentando a KENTA y apoyando a Goto. El brutal turn heel de KENTA en el G1 y la defensa de White ante Goto tuvieron una participación importantísima de Shibata, quien golpeó y encajó tremendos bumps. Hay esperanzas para “The Wrestler”.
Nuevo enfoque en la expansión internacional:
La empresa nipona ha reenfocado la expansión internacional en Occidente. Tras la salida de The Elite y la mala imagen que ROH ofreció en el Garden, NJPW pasó a confiar en un producto mucho más representativo de la compañía. Si bien la asistencia al show inaugural del G1 fue decepcionante, NJPW realizó un gran espectáculo para continuar con un mayor número de tours usando a su propio talento. Es cuestión de tiempo que la compañía recupere impulso y números, pero esta vez con un producto auténtico y basado en lo que les define como compañía, en lugar de fanservice para nerds de Milwaukee.
A esto hay que añadirle la creación de una empresa filial en USA, la cual parece que será la encargada de manejar todos los tours de la zona así como el Dojo de Los Angeles, el cual está produciendo luchadores de calidad que deberían ser importantes en un futuro.
Lo malo:
Bajo nivel de los pilares:
Resulta llamativo como las cuatro grandes estrellas de la compañía, Tanahashi, Okada, Naito e Ibushi, estuvieron a un nivel no demasiado alto en el año.
Naito y Tanahashi acusaron la falta de rumbo y , aunque tuvieron un año notable, esto se queda lejos de su rendimiento habitual. Kota, quien nos suele acostumbrar a varios de los combates más vibrantes del año, apenas ha salpicado con unos pocos combates realmente buenos. Su desempeño en el G1 nos dejó algo fríos salvo sus dos geniales últimas noches y su defensa del maletín tampoco pasará a la historia.
Caso aparte es el de Okada, que ha tenido el peor año de su carrera tras su re debut, quedando claramente por debajo de su nivel promedio y teniendo una de las peores rivalidades del año, así como un gris G1 salvado en su última fecha. Solo una buena defensa titular y varios momentos que hacen dudar de su estado físico son las cosas más preocupantes de un año que se queda corto para lo que debería ser un campeón tan importante como él.
El estado de toda la división tag:
Las divisiones por equipos continúan naufragando sin que a nadie parezca importarle. Ninguno de los tres títulos por equipos goza de buena salud, mientras recursos y luchadores se pierden en el undercard.
Los cinturones de peso completo han sido dominados por Guerrillas of Destiny, los cuales están ofreciendo un buen rendimiento y defendiendo con frecuencia. El problema aquí viene de la ausencia total de rivalidades relevantes o interesantes con este título de por medio. Defensas en shows irrelevantes, ausencia de un gran número de equipos fijos y llamativos, historias y alianzas ocasionales (Okada y Tanahashi como el máximo ejemplo) desaprovechadas… nada bien. Otra World Tag League sin nombres potentes ni interés redondea el desastre.
El título NEVER de tríos continúa en la irrelevancia sin apenas aprovechar su formato ni ser utilizado en las rivalidades entre stables por lo que el pequeño pero interesante nicho que tiene el título apenas está optimizado. El larguísimo reinado de Taguchi, Yano y Makabe no tiene rumbo ni finalidad y sus más de 300 días de reinado han tenido muy pocas defensas.
Por último, los cinturones junior por parejas también están muy desaprovechados. Pese a una utilización con algo más de sentido en las rivalidades, tan solo se han realizado cinco defensas en lo que llevámos de año. El Super Junior Tag Tournament está siendo un formato muy exitoso, pero el premio de los cinturones debería ser mayor, al igual que el tamaño de la división.
Queda claro que NJPW solo debe utilizar e insertar de forma eficaz estos tres campeonatos en el producto para darle más profundidad, variedad y color a los shows logrando además una utilización óptima de su roster. También sería recomendable que se rascasen los bolsillos para intentar contratar luchadores o bien utilizar freelancers capaces de darle una mayor entidad a la división.
Lo raro:
El rumbo de Minoru Suzuki:
NJPW ha manejado de muy pobre manera al líder de Suzuki Gun en esta segunda etapa. Tan solo durante unos pocos meses ha encontrado el acomodo ideal para un veteranísimo que, pese a sus limitaciones, tenía un enorme potencial en el producto. Sin este correcto acomodo, nos hemos encontrado a un luchador con escaso rumbo y una oportunidad enorme desaprovechada. Ahora, rumores de una salida a Noah acechan cada vez con más fuerza.
MiSu se perdió el G1 Climax por motivos que se desconocen, aunque posiblemente fuese una opción personal. Sea como sea, el único camino que ha tenido Suzuki ha sido su notable rivalidad con Liger, aunque muy diluida en el calendario. Inconsistencia y mal manejo suelen ir de la mano con Suzuki, pero este año ha sido demasiado y NJPW puede pagar un precio muy alto por ello.
Arco de los “Two Belts”:
La aventura de Naito, aceptando la carga del título Intercontinental como algo natural en su búsqueda de la gloria del campeonato máximo, tenía todo el sentido del mundo. Significaba madurez y confirmación, por lo que estaba muy bien tirada y con sentido en el contexto que manejaba la empresa del león. Las entrevistas, su vídeo de entrada en el G1, sus acciones… todo apuntaba a algo trabajado y orgánico.
Sin embargo, NJPW ha optado por una vía diferente para meter de nuevo a Naito en esta dinámica y además vitaminar Wrestle Kingdom 14. El “torneo” por el campeonato absoluto y la forma en la que se ha introducido, resultan algo forzados. Se han perdido matices y puntos claves en la historia, lo que debilita de manera apreciable un arco que tenía muchas papeletas para ser algo muy muy grande.
Si quieres más opinión acerca de este punto, consulta mi artículo donde lo comento en detalle.
NJPW ha dado un claro paso adelante respecto a su calamitoso 2018. La empresa ha recuperado buena parte de su identidad, pero su nivel in ring no aún alcanza las cotas de 2013-2017 y continúa arrastrando varios de sus problemas habituales. Con todo, creo que ha sido un año positivo en cuanto al producto y que 2020 debería ser mucho mejor.
¿Qué te ha llamado la atención de este año en NJPW? ¿Crees que hay alguna ausencia destacada en las categorías? Comenta, debate e insulta a King y a Nacho (por qué no) en la caja de comentarios. A disfrutar, que es wrestling.
Martes, 8:01 de la mañana. He vuelto a olvidarme de quitar esta absurda alarma del móvil. Despierto, aunque aturdido, abro Twitter casi por acto reflejo. Un tweet de NJPW lleno de ininteligibles caracteres japoneses aparece en lo alto de mi timeline. Entre ellos, un “1.5″ da una pista evidente de que está pasando aquí. Ya puedo pasar a apurar mis últimos 22 minutos de sueño.
Mientras desayuno sigo mirando el tweet, aunque ahora es el de la (horrible) cuenta global de NJPW. En efecto, los títulos IWGP Heavyweight e IWGP Intercontinental serán defendidos en la primera noche de Wrestle Kingdom, siendo la segunda donde los campeones se enfrentarán por el trono absoluto de NJPW. Leo en las replies que la encuesta en Line, dirigida al aficionado japonés, finalizó con 16.000 votos a favor de la defensa doble por 9.000 de la del Heavyweight. Me es imposible no pensar en que esto es lo que quería, porque vaya si lo quería. Sin embargo, también tengo clarísimo que esto no me convence todo lo que debería, y es por eso que estoy escribiendo unas líneas que tenía guardadas desde hace meses.
No es ningún secreto que todo esto tiene a Naito como “shuyaku”. Es el favorito para llevarse todo, por motivos evidentes. Es su arco de personaje, el cual anunció explícitamente a comienzos de año y el cual se ha mostrado incluso en su VTR de entrada, y la situación es totalmente propicia para él. No darle lo que debería tener desde hace rato se sentiría increíblemente anticlimático y significaría repetir un error enorme.
Naito ha gozado, pese a estos horribles dos años de booking, de niveles de popularidad elevadísimos. En el último año, y con este arco totalmente presente, el apoyo se ha mantenido, especialmente en los grandes momentos como en esa durísima derrota en la “semifinal” del G1 ante White. Aún con todo esto y siendo Naito una figura de indiscutible popularidad, el anuncio de este cierre de Wrestle Kingdom tuvo una reacción mixta en Osaka y en redes sociales japonesas.
Es muy difícil defender que esta sea la vía correcta para llegar a ese gran momento de Naito si no eres fan del Ingobernable, pero también lo es para el que si adora al que fue el “Stardust Genius”. Un fanático de Ibushi se encontrará con que su ídolo apunta a quedar eliminado en una simple semifinal por el título absoluto en lugar de con la coronación de una estrella inmensamente popular y que tampoco tiene 28 años como para esperar una construcción larga e innecesaria. Sin embargo, el verdadero fanático de Naito lo tiene aún peor.
El fanático de Naito está inmensamente feliz por la posibilidad de ver a Tetsuya en la cima total del puroresu. Sí, es un pequeño sueño cumplido, pero todos tenemos presente que esto no debía ser así. No de esta manera.
Hablando desde mi experiencia personal, lo que me fascinó de Naito fue su original arco de personaje; el de un hombre que se rebeló contra el mundo y hasta contra si mismo para encontrar su lugar y sus “parejas”, el de alguien dispuesto a ir con los suyos contra todos para, ya liberado y feliz, convertir a ese mundo en contra en una legión dispuesta a ir con él hasta cumplir su Destino. Deseaba ver como el arco de Tetsuya Naito, cristalizado en ese inolvidable G1 27 y que debió concluir el 4 de enero de 2018 en una victoria histórica que le hubiese cimentado como el hombre de NJPW en su momento de mayor popularidad, se cerraba legitimando todo el camino previo.
Siempre creeré que NJPW estaba lista para dar un salto aún mayor del dado, usando a Naito como principal figura para el público japonés, intentando incluso un asalto al mainstream gracias al icono popular en el que Naito se había convertido. Con todo, la rabia emocional viene de no haber culminado aquella victoria, devaluando y convirtiendo en una tragicomedia el viaje de “El Ingobernable”, porque lo verdaderamente importante siempre fue esto, el viaje en el que vimos crecer la figura de Naito.
Que ese mismo público, que en su inmensa mayoría ha estado con Naito, tenga dudas por el anuncio de Wrestle Kingdom no es contradictorio. Esto se debe a la sensación de que el camino de Naito hacia su sueño de los dos cinturones -salir campeón máximo de WK se ha convertido en una mera casualidad dictada por la propia NJPW-. La sensación de conquista, la natural y orgánica aventura que nos atrapó a casi todos, ha quedado convertida en un forzado “torneo” en el que ganar dos matches seguidos te lo dará todo.
Quizá ese fan dudoso, que tiene en su arroba de Twitter “LIJ” o “Naito”, quería ver a Tetsuya ganando este G1 o destronando a White o Tanahashi en el MSG. Sea como sea, el hombre que se rebeló ante todos, compañía incluida, por ver su sueño cumplido ahora está en buena posición porque la casualidad ha querido que este año Wrestle Kingdom se celebre en dos días y a NJPW esto le haya parecido buena idea de cara a llenar el Tokyo Dome. Al menos esta es la sensación que le queda al aficionado. También aparecen otras dudas que nada tienen que ver con Naito. El hecho de que la propia NJPW haya promulgado este ángulo de manera totalmente oficial, ha hecho que varios aficionados estén temerosos de una unificación. Otros recuerdan la figura de un Shinsuke Nakamura que, al menos en kayfabe, hizo ver su cinturón blanco como el premio mayor y suficiente. No parece tampoco sostenible el tener defensas simultáneas de los dos cinturones, más aún conociendo como suele trabajar NJPW.
Por si esto fuera poco, los perdedores de la noche uno se enfrentarán en una final de consolación en la segunda, que a buen seguro les da un billete para una nueva oportunidad en The New Beginning. Pobre del que pierda los dos combates seguidos y vea como su gran spotlight se convierte en un mazazo enorme. Esto sería durísimo para el ascenso de White, pero al menos el camino previo y su propia posición y personaje le dejan en un espacio más cómodo para resurgir. Con todo, bastantes indicadores apuntan a que este perdedor será un Kota que ha pasado de puntillas por el camino hacia Wrestle Kingdom y que sufriría la venganza de White para ver deslegitimada además su victoria en el G1. ¿Otra redención para 2020? Pereza, mucha pereza.
Da que pensar que, si se diese la situación de que no es Naito quien se lleve los cinturones, sería difícil aprovechar correctamente este enorme push. Para Kota no habría construcción, lo cual ya es grave de por si siendo retador al título heavyweight, por lo que se haría rarísimo ver un premio tan importante conseguido de manera tan plana. En el caso de Okada nos encontraríamos ante el enésimo overpush, saturando aún más la escena titular con su figura y enquistando el producto. White, que viene en un gran ascenso, sería expuesto a una situación anticlimática que generaría una antipatía hacia el producto mucho mayor que el heat que conseguiría el neozelandés. NJPW se ha metido en un callejón en el que Naito es la única salida, haciéndole ver como una opción menos mala en lugar de como el gran acierto y triunfo.
Creo firmemente que esta idea no es más que una huida hacia adelante de un booker y una empresa que optaron por el camino fácil en WK 12, seducidos por esa expansión facilona y sin identidad que ocupó buena parte del año 2018, solo para ver como The Elite fundaba su propia empresa tras haber parasitado el producto y la identidad de NJPW durante muchísimo tiempo, apoyados en los ya conocidísimos mecanismos publicitarios que funcionan en el pro-wrestling fuera de WWE. Con todo, ahora tendremos que soportar a fanáticos occidentales pasando facturas absurdas, trazando mil líneas divergentes para autoconvencerse de que este fue el plan maestro del paladín del long term booking, Gedo. De haber sido así, había vías muchísimo mejores y menos dañinas con el producto de la empresa, algo que puede ver cualquiera que haya seguido con cierto interés y respeto a la empresa del león.
No tengo ninguna duda de que, en caso de que Naito cierre Wrestle Kingdom como merece, el Tokyo Dome entero celebrará y gritará con máxima felicidad ese icónico “DE JA-PÓN” como hizo el Ryogoku en la final del G1 Climax 27. En aquel momento las emociones lo invadirán todo y lo importante será la victoria, pasando todo lo demás a un plano secundario. Y esto es tan cierto como que esa gran mayoría de aficionados saben que la magia de ese gran momento pudo haber sido mucho mayor.