Abdullah The Butcher, el luchador que infectó con hepatitis C

El polémico Abdullah The Butcher

Hoy en día, hablar de Abdullah The Butcher equivale a meternos en polémica. Esto es porque nos referimos al luchador hardcore que accidentalmente le transmitió hepatitis C a su rival en medio de una lucha. Resulta que al hacerle Abdullah el blade job, lo cortó con una hoja de afeitar que previamente entró en contacto con su propia sangre ya infectada. 

La situación generó muchas críticas en torno a Abdullah y su estilo, al punto de que hasta surgió la interrogante “¿Debería considerarse un luchador?”. Porque al fin y al cabo, ¿Luchaba? El planteamiento de sus combates carecía de moves y tras pelear generalmente solo con sus puños, convertía las luchas en un baño de sangre. De hecho, se ha hecho tantas veces el blade job en la vida, que una vez Mick Foley señaló que en sus cicatrices caben fichas de casino. 

Si revisamos un poco lo que fue su historia, es más fácil entender el contexto de Abdullah y cómo llegamos al grave caso de hepatitis C.

Los orígenes de Abdullah The Butcher

Lawrence Robert Shreve nació el 11 de enero de 1941 en Ontario, Canadá. Hijo de un miembro de la tribu indigena Blackfoot y de una mujer afroamericana, Shreve creció en un hogar empobrecido. Eran tales las carencias de su entorno que debió trabajar desde niño y ha declarado que solo llegó hasta 4° grado de primaria y nunca aprendió a leer o escribir.

Pese a sus limitaciones académicas, Shreve aprendió judo y karate de joven, al tiempo que desarrollaba una enorme complexión física. Con esas armas logró entrar a la lucha libre, luego de llamar la atención del promotor independiente de Montreal, Jack Britton. De este modo, debutó como luchador en 1958 a los 17 años. En un principio, Shreve lo hizo netamente porque así podía tener un mejor sueldo que el que ganaba en su trabajo, lo que le permitiría ayudar económicamente a su madre.

En sus primeros años Shreve entendió que el estilo que más le acomodaba sería ser un Rule Breaker. No hablamos de luchador hardcore, ¿Cierto? Y eso se debe a que por entonces, ni ese estilo ni el deathmatch existía. Lo que había eran Rule Breakers, tipos que hacían trampa en sus combates para golpear con objetos a sus rivales. Eso lo complementó con un personaje de monster heel facilitado por sus más de 160 kilos de peso. De hecho, uno de los apodos que le dieron fue “La ballena”.

Tal como la mayoría de los luchadores, Shreve probó con más de un nombre antes de dar con su personaje definitivo. Entre otros, fue Pussycat Pickens, Kuroi Jujutsushi y Zelis Amara, antes de que en 1967 se presentase como Abdullah The Butcher en NWA Vancouver. Pronto, se hizo patente que Abdullah era capaz de convertir un combate cualquiera en el que hiciese trampa en un baño de sangre. Asomaba uno de los fundadores del estilo hardcore.

El éxito de Abdullah The Butcher

Con el personaje de Abdullah, la carrera de Shreve despegó para convertirse en uno de los afroamericanos más importantes de la historia del negocio. Para empezar, salió de Canadá y comenzó a codearse con los luchadores grandes de la época de los territorios en USA.

Abdullah también se convirtió en un referente de Puerto Rico, lugar en el que su estilo violento encajó a la perfección y donde tuvo clásicos con Carlos Colon. En Japón en tanto y luchando principalmente para AJPW, tuvo grandes éxitos y amasó una enorme popularidad. De hecho, podemos hasta encontrar la huella de Abdullah en la cultura nipona, con personajes de ánime inspirados en su imagen e incluso pokemones. Un caso similar al de Terry Funk.

El éxito de Abdullah no se debía sólo a su innovador estilo violento. También era porque a nivel in-ring es una época en la que no se usaban muchos moves, primando más la capacidad de los luchadores de venderse como peleadores reales, tanto en el grappling con las sumisiones y en el striking con los golpes. Abdullah no tenía grandes dotes como técnico, pero ya mencionamos que tenía un background en artes marciales, y aparte de ser duro golpeando imponía mucho fisicamente.

Pero lo más importante, Abdullah tenía un personaje que pegó con el público. “El loco de Sudán” era un homicida sediento de sangre y eso lo demostraba sacando el clásico tenedor que siempre llevaba escondido en la bota. Complementaba su personaje con actitudes como comer carne cruda o insectos en entrevistas. Además y por ser su lengua el inglés, no hablaba para vender su origen africano, por lo cual usualmente tenía managers.

En unos años 70s en los que mucha fans creían que la lucha libre era real, compraron el gimmick de Abdullah, que el luchador conseguía que fuera tan salvaje como misterioso. El público le temía y recibió hasta amenazas de muerte. Tanto en su aterrador personaje como en su método de convertir luchas normales en carnicerías sanguinarias, suele ser comparado con otro que brilló en los territorios, The Original Sheik (no confundir con The Iron Sheik).

Abdullah era uno de los luchadores mejor pagados trabajando en los territorios, aunque tal como otros colegas en su posición en la época, no era suficiente como para hacerlo millonario. Hay una breve polémica al respecto. Según lo que ha afirmado Kamala, Abdullah era el intermediario entre los afroamericanos que querían luchar en AJPW y aprovechándose de su situación, les cobraba un tributo en dinero. Quienes no le pagaban eran vetados de la promoción.

Detrás de escena se dice que Abdullah estaba muy preocupado por ayudar a su madre y en cuánto logró estabilidad económica como luchador, gracias a él la anciana no tuvo que volver a trabajar en su vida. The Butcher también invirtió lo ganado en dos restaurantes ubicados en Japón y en Atlanta, USA. Los actualmente cerrados “Abdullah the Butcher’s House of Ribs and Chinese Food” ofrecían comida china y costillas.

La decadencia de Abdullah The Butcher

Se dice que uno de los motivos del éxito de Abdullah The Butcher en los territorios, es que aprovechó bien la variedad de públicos que ofrecía el sistema. Se movió entre las muchas empresas, aprovechando los réditos de ser una novedad y yéndose antes de aburrir. Pero en los años 80s WWE creció mucho y en contraposición también lo hizo Jim Crockett Promotions (la futura WCW).

Con la muerte del sistema de territorios, para mantenerse relevante había que establecerse en una de las dos empresas que dominaban el panorama. Por un lado, Vince McMahon no quiso invitar a Abdullah a WWE, ya que en medio de los 80s no veía dinero en la lucha hardcore. En WCW en tanto sí estuvo algunos años, pero tampoco terminó de adaptarse. Lo que quedaba de USA fuera de WWE/WCW eran las indies, empresas con las que tuvo que bajar mucho su sueldo habitual.

Entre la mala educación financiera de los luchadores y sus excesos, no son pocas las antiguas territorios que terminaron en la pobreza. Abdullah por su parte, culpa a su ex esposa de haberle robado cantidades importantes de dinero. Sea como sea, carecía de un colchón económico para cuando salió de los focos principales y la necesidad de subsistir no le permitió retirarse. Pasó las siguientes décadas luchando en las indies, incluso cuando ya era un anciano.

Abdullah tuvo la última lucha de su carrera el 2010. Venía luchando desde los 17 años y se retiraba definitivamente de los encordados con 69. Y fue en ese momento cuando recibió el peor golpe de su vida. El 3 de junio de 2014 un tribunal de Canadá falló a favor de Devon Nicholson, el luchador canadiense Hannibal, y condenaron a Abdullah a pagarle 2,3 millones de dólares. Hannibal fue el luchador que Abdullah infectó con hepatitis C.

El virus de la hepatitis C afecta al hígado con resultados variables, incluso mortales en ocasiones. Pese a que se puede tratar con medicamentos antivíricos, no tiene una cura definitiva y su transmisión es a través del contacto de sangre infectada. Aparte de los problemas medicos que contraen, los luchadores que la tienen suelen retirarse, dada la posibilidad de que accidentalmente infecten a otros colegas. Eso es el motivo del prematuro retiro de Nigel McGuinness.

Cuando en la lucha libre un luchador sangra de la frente suele ser porque ocurrió el “blade job”. Disimuladamente, ellos se cortan o los cortan con una pequeña hoja de afeitar y de ese modo venden el ataque con el objeto de turno. Abdullah era un experto en hacerselo a si mismo y a sus rivales, y él tomaba esa responsabilidad en sus combates. El detalle es que tenía la nada higiénica costumbre de reciclar las hojas las cuales lavaba después de las luchas. De ese modo infectó a Hannibal.

Hannibal se enteró de su infección cuando se hacía exámenes médicos para entrar a WWE, con quienes tenía un contrato de desarrollo. Pero tan pronto como se reveló su enfermedad, lo desvincularon de la empresa. De este modo, pudo sustentar la millonaria demanda por daños. Entre los muchos críticos que ganó Abdullah destaca Superstar Billy Graham, ex luchador que ha sufrido bastante por la hepatitis C. Entre otras cosas, solicitó que a Abdullah lo sacaran del WWE Hall of Fame y le deseó una muerte dolorosa.

Por su parte, Abdullah se ha defendido señalando que como es analfabeto, es incapaz de leer su correspondencia y en ese tiempo no había nadie que le prestase esa ayuda. De ese modo, no se enteró a tiempo del proceso legal y eso explicaría porque no se defendió y que incluso se dictaminase la condena sin que él estuviese presente. Vale señalar de todos modos, que arguyendo su mala condición económica actual, fue incapaz de pagar la fortuna que le costó la demanda.

La historia de Abdullah es bastante trágica. Sus éxitos podrían haberle permitido romper el círculo de pobreza de donde nació. Pero los promotores de lucha libre no suelen preparar a los luchadores para lo que viene después de sus carreras, ni tampoco les enseñan a administrar su dinero. De hecho, es tan ridículo como triste que habiendo viajado por todo el mundo Abdullah no aprendió a leer y probablemente dentro de su ignorancia ocasionó el accidente de infectar a Hannibal.

Abdullah The Butcher marcó un antes y un después en la lucha libre: fue uno de los mayores pioneros del hardcore y el deathmatch, uno de los primeros afroamericanos que llegaba tan lejos y asustó a toda una generación de fans con su personaje. Y el pago de la industria fue terminar con una vejez pobre y plagada de los problemas físicos de una carrera absurdamente larga, además del desprecio de una parte considerable de la propia industria.

Top 10: Gaijins históricos de la lucha libre

La lucha libre japonesa y 10 gaijins claves

La lucha libre tiene sus propios conceptos como pin, babyface o piledriver. En japonés “gaijin” literalmente es extranjero. En el Puroresu o lucha libre japonesa, son concretamente los luchadores extranjeros, cuya apariencia y cultura los hace radicalmente distintos a los japoneses.

Ampliando el concepto, Rikidozan y Riki Choshu, grandes estrellas históricas en Japón, eran parcial o totalmente coreanos. Y aún así no son percibidos como gaijins debido a que en ellos vemos una gran cercanía cultural con Japón.

Los gaijins aparecieron casi desde la génesis de la lucha libre japonesa y desde entonces son un elemento clave dentro de cualquier promoción. Han sido principalmente estadounidenses, pero también han habido canadienses, británicos, mexicanos, chilenos y un largo etcétera.

Consideremos que cualquier show conjunto con una empresa extranjera puede atraer a luchadores a Japón, aunque sea una sola vez. Por ejemplo, Christian Cage. Un nombre generalmente nada asociado a la lucha japonesa si que fue un gaijin, tras luchar cinco veces en 1998 en TPW y una vez el 2008 en Wrestle Kingdom 2.

Son muchos luchadores, desde Mick Foley a Brock Lesnar, pasando por Dick Murdoch o Zack Sabre Jr. Elegir solamente 10 de todos ellos es una tarea ardua. Para esto me he ceñido a cuatro criterios: importancia en su época, legado, cantidad de luchas en Japón y la calidad del luchador. Vale decir que nos valdremos de la base de datos de Cagematch.

Menciones honrosas

En este apartado podemos detenernos en Chris Benoit, AJ Styles, Dory Funk o Terry Gordy. Pero si hemos de mencionar un solo luchador en particular, podría ser Jay White. Desde hace años, NJPW es la única gran empresa de Japón y es doble campeón mundial en la misma. De hecho, es el campeón vigente. Además de ser actualmente el principal gaijin de la lucha libre en general, tiene una calidad consagrada en el ring.

A diferencia de todos en el ranking, Jay con sus 29 años tiene aún una carrera muy activa en Japón. Y por tanto, mucho años para seguir agrandando más su nombre. Todo el camino para ser una gran leyenda.

10- Tiger Jeet Singh

N° de luchas en Japón: 1.239.
Debut en Japón: vs Katsuhisa Shibata (NJPW Golden Fight Series, 08/05/1973).
Último combate en Japón: combate por equipo contra Ishinriki y Miss Mongol, (IWA Japan, 05/12/2009).
Logros destacados en Japón: Asia Heavyweight Championship (único campeón).

Tal como lo mencionamos antes, no solamente hay gaijins originarios del típico USA. Pero no por ello debe ser menos sorprendente ver en este ranking a alguien procedente de India.

Tiger Jeet emigró joven a Canadá, dónde se convirtió en luchador y estuvo algunos años en la Maple Leaf Wrestling. Luego en 1973 visitó NJPW. Muchos gaijins convalidaban entre su empresa japonesa y su carrera en Norteamérica. Tiger en cambio, desde 1976 se volcó absolutamente a Japón.

En los 70s Antonio Inoki monopolizó premios y campeonatos, quizás la gran razón de que Tiger no ganará el título máximo de NJPW ni las versiones del G1 Climax de esa época. Pese a todo, es posible hablar de él como el primer gran gaijin de la historia de NJPW y de Japón en general.

En 1981 Tiger pasó a AJPW, lugar donde también recibió un bookeo protegido, aunque también sin grandes logros. Luego regresaría brevemente a NJPW y a partir de 1992, estuvo hasta su retiro en empresas de menor calado en Japón. Tiger no es recordado por ser alguien excepcional en el ring, pero tenía carisma, un tamaño intimidante y un evidente compromiso con Japón, todo lo que le valió meterse en la historia por todo lo alto.

9- Dynamite Kid

N° de luchas en Japón: 516.
Debut en Japón: vs Kantaro Koshino (NJPW, New Year Series, 04/01/1980).
Último combate en Japón: combate por equipo contra Tiger Mask, Mil Máscaras y The Great Sasuke (Michinoku Pro Wrestling, These Days, 10/10/1996).

Objetivamente, Dynamite Kid no fue demasiado importante en su época. Era un peso junior, un tipo de luchador que siempre ha sido “clase b” en Japón. No obstante, su importancia trasciende a eso. El británico llegó a NJPW en 1980 cuando la naciente división junior giraba en torno a un título peso ligero prestado de WWE. Por esa época trabajaba en la canadiense Stampede y se movió entre ambas hasta 1984, cuando abandona a NJPW por AJPW.

En NJPW, Kid tuvo combates con Tiger Mask I (Satoru Sayama) tan bien valorados que opacaron a todo el resto de la empresa y que ayudaron a consolidar a Satoru como la mayor estrella de New Japan de inicios de los 80s. Y a su vez, Kid termina siendo considerado como uno de los mejores luchadores de la época.

Kid estuvo en AJPW hasta 1993 y luego sus últimos combates en Japón fueron en empresas de menor importancia. Todo ese tiempo fue mucho menos glamoroso que su run en NJPW. Además, para entonces ya había cosechado una fama de maltratador doméstico y de peleador en backstage.

De todos modos, el legado de Dynamite es muy grande. Su gran estilo in-ring inspiró a muchos, como Chris Benoit por ejemplo. Y a su vez, es una de las figuras que convenció a las empresas japonesas de que podían darle un hueco a los juniors.

8- Terry Funk

N° de luchas en Japón: 545.
Debut en Japón: The Funk Brothers vs Antonio Inoki y Michiaki Yoshimura (Japan Wrestling Association NWA World Champion Series, 27/07/1970).
Último combate en Japón: combate por equipo contra Kaz Hayashi, NOSAWA Rongai y Yoshiaki Fujiwara (Tokyo Gurentai Tokyo Dream, 11/12/2014).

Terryman es uno de los principales amigos del protagonista en el clásico manga y animé Kinnikuman (o Muscleman). Un luchador/superhéroe tejano, siempre dispuesto a hacer el bien. Este personaje fue un absoluto homenaje a Terry Funk y es el mayor ejemplo de lo popular que llegó a ser Funk en Japón.

La carrera de Terry se extiende desde 1965 al 2017 y tiene 2.546 combates conocidos. Mientras se convertía en uno de los nombres más relevantes de la NWA tuvo varios viajes a Japón, a pesar de que nunca llegaba a quedarse como un luchador a tiempo. A menudo hacía estas visitas luchando acompañado de Dory, su hermano.

Para más información de Kinnikuman y sus influencias de la lucha libre, puedes revisar aquí.

Los Funks llegaron a la JWA en 1970, en la época en que era LA empresa en Japón. Pocos años después, nacieron AJPW y NJPW para disputarse el país nipón, y los hermanos se unieron a All Japan. En la AJPW de inicios de los 80s es cuando ocurre el boom de popularidad de Terry. A pesar de ello, nunca tuvo logros realmente grandes en la empresa.

En 1991 Funk tuvo su última aparición en AJPW y desde entonces no volvió a las empresas grandes de Japón, lo que se vio aparejado a su bajón de importancia en USA. No obstante, supo reinventarse y desde 1993 comenzamos a verlo tanto en FMAW y IWA Japan, dos empresas de estilo hardcore que nos dejaron la versión más violenta de Funk.

Sin lugar a dudas, un hombre que a donde iba sabía hacerse notar.

7- Hulk Hogan

N° de luchas en Japón: 311.
Debut en Japón: vs Haruka Eigen (NJPW 3rd Madison Square Garden Series, 13/05/1980).
Último combate en Japón: vs Masahiro Chono (NJPW Ultimate Crush II, 13/10/2003).
Logros destacados en Japón: NJPW IWGP Championship (primer campeón, x1), NJPW IWGP League 1983.

El hombre con menos luchas en Japón que vamos a ver en el top. Y sin dudas, no vamos a decir tampoco que Hulk Hogan era un superclase en el ring o alguna ridiculez por el estilo. No obstante, aún así hablamos de un hombre cuyo carisma desbordó a la lucha libre mundial y también a Japón en su época.

En 1980 Hogan recién estaba comenzando a hacerse un nombre en USA y luchó en la WWE de Vince McMahon sr. Vía acuerdo con ellos, llegó ese año a NJPW como un nombre protegido. De ahí en adelante Hogan siguió haciendo visitas a NJPW hasta 1985, mientras que en USA cambiaba a WWE por la AWA y luego a la AWA por WWE nuevamente.

El crecimiento de Hogan en Japón se dio a la par del que tenía en USA y en 1983 tuvo su gran consagración, conquistando la NJPW IWGP League 1983, la versión del G1 Climax de esa época. Y de paso, siendo el primer campeón del IWGP que tuvo alguna vez NJPW.

Desde 1986 Hogan le prestó exclusividad a WWE y de ahí en más, rara vez lo veríamos alguna vez volviendo a Japón. No obstante, ya había dejado una huella significativa en el país nipón.

6- Steve Williams

N° de luchas en Japón: 1.340.
Debut en Japón: combate en equipo vs Antonio Inoki, George Takano y Seiji Sakaguchi (NJPW Burning Spirit In Summer, 04/07/1986).
Último combate en Japón: vs Helanto Machine #2 (IWA Japan Dr. Death Steve Williams Return Show, 19/07/2009).
Logros destacados en Japón: AJPW Triple Crown Championship (x1).

La lucha libre japonesa ha alcanzado el estatus de ser tan dura, debido a que desde su génesis mezclaban las artes marciales con la lucha libre tradicional. Y por eso, muchos extranjeros se han topado con un estilo demasiado distinto al que manejan. Otros como “Doctor Death” Steve Williams, parecían estar hechos para un lugar así.

Steve Williams fue entrenado por Bill Watts y empezó en los 80s en la Universal Wrestling Federation (UWF), una empresa estadounidense que trataba de ofrecer un espectáculo recio que se viera lo más realista posible. En 1986 Williams comenzó a visitar periódicamente a NJPW y su forma de luchar encajó con la filosofía de la empresa.

Pero donde Williams encontraría su consagración fue en AJPW, empresa que empezó a visitar a partir de 1990 y en la que estuvo casi ininterrumpidamente hasta el 2003. Allí conformó una dupla legendaria con Terry Gordy y a su vez, alcanzó la consagración individual al conquistar en 1994 el Triple Crown Championship.

Tras su salida de AJPW, Williams pasó sus últimos años en Japón sin pena ni gloria en la IWA Japan. Sin dudas, el momento de su carrera fue la AJPW de los 90s, donde tuvo la chance de brillar luchando con los cuatro pilares. De hecho, su match contra Kenta Kobashi del 31 de agosto de 1993 es el favorito de todos los tiempos de Hiroshi Tanahashi.

5- Andre The Giant

N° de luchas en Japón: 691.
Debut en Japón: combate en equipo contra Tadaharu Tanaka y Thunder Sugiyama (IWE New Year Challenge Series, 03/01/1970).
Último combate en Japón: combate en equipo contra Haruka Eigen, Masanobu Fuchi y Motoshi Okuma (AJPW Real World Tag League, 04/12/1992).
Logros destacados en Japón: NJPW MSG League 1982, NJPW IWGP League 1985.

A partir de 1970, Andre tuvo sus primeras luchas en Japón en la IWE como The Monster Roussimoff. Por entonces, el gigante de 2 metros y 24 centímetros llevaba pocos años luchando y solamente había tenido runs en su natal Francia y Gran Bretaña. Recién en 1971 llegó a Norteamérica.

Andre no tenía aún un bookeo excesivamente protegido y eso no cambió hasta llegar a WWWF en 1972. Aparte de brindarle su nombre definitivo, Vince McMahon sr. cambió el enfoque de su personaje al de un monstruo lento pero inamovible. Para reforzar esa idea, incluso le pidió dejar de hacer moves ágiles como las dropkicks.

Mientras se instauraba en WWWF, luego conocida como WWE, Andre seguía visitando Japón esporádicamente. Hasta que en 1974 cambió a la IWE por NJPW. Allí se impondría como el monster heel definitivo de todo Japón. En su peak de importancia a inicios de los 80s, ganó dos versiones de la época del G1 Climax, siendo el único gaijin que lo ha conseguido.

En 1986, Andre dejó de ir a NJPW para dedicarse solamente a WWE. Luego en 1990 regresó a Japón, pero ahora a AJPW. Entre 1990 y 1991 formó una dupla con Giant Baba, la cual si bien exhalaba carisma, a menudo ha sido considerada como horrible en el ring. Para entonces, Andre ya tenía un pronunciado bajón físico.

Tras tener las últimas luchas de su carrera en AJPW, Andre falleció en 1993. Si bien sus últimos años luchando fueron muy mediocres, se dice que la mayor parte de su run en NJPW tuvo un in-ring que si funcionaba a pesar de su tamaño. Y si tienen dudas, pueden ver su fantástico combate con Stan Hansen en 1982.

4- Abdullah The Butcher

N° de luchas en Japón: 1.626.
Debut en Japón: combate en equipo vs Antonio Inoki y Kintaro Oki (Japan Wrestling Association The 13th Annual World League, 02/04/1971).
Último combate en Japón: combate en equipo vs Mil Máscaras, NOSAWA Rongai y Vampiro Canadiense (NOSAWA Bom-Ba-Ye 6, 08/10/2010).
Logros destacados en Japón: PWF World Heavyweight Championship (x1), Champion Carnival (1976, 1979).

Poco más de 2.900 luchas distribuidas en 51 años, hacen de la carrera del canadiense Abdullah, una de las más extensas de la historia de la lucha libre. Y sin lugar a dudas, también es de las más particulares.

En los años 60s la lucha con estipulaciones hardcore aún no existía como tal. Lo que si estaba instaurado, era el concepto de “romper reglas”, algo en lo que Abdullah incurría constantemente. Y cuando los combates hardcore empezaron como tal, entró de lleno a varios de los más sangrientos de la época de los territorios.

El estilo brutal que hizo muy válido el apellido “The Butcher” iba acoplado de una apariencia sumamente intimidante, entre sus más de 150 kilos y su gimmick de salvaje de Sudán. Algo opacado por todo eso, vale decir que Abdullah también sabía algo de artes marciales. Quizás eso último hizo tan fácil su integración en Japón.

Abdullah saltó en 1970 a la JWA cuando ya tenía un nombre respetado en USA y tras la conformación de AJPW, tuvo una gran carrera ahí, especialmente en los 70s. De hecho, por entonces ganó dos veces el Champion Carnival (lo que es el G1 Climax en AJPW) y una vez el título máximo de la compañía.

Salvo un lapsus en NJPW en los 80s, Abdullah fue un nombre de AJPW hasta 1996. A partir de ese momento deambuló entre empresas menores de Japón, incluyendo la misma AJPW de los 2000s, cuando la misma se había derrumbado por el exilio de luchadores a Noah.

La decadencia en Japón de Abdullah fue aparejada a su deceso en importancia en USA. Había sido una gran atracción entre los territorios y le resultó el deambular entre muchas empresas. Pero luego WWE y WCW se comieron todo el Mainstream de USA, y Abdullah tuvo el error de no integrarse a ninguna, o quizás no saber hacerlo.

Abdullah se retiró sin pena ni gloria en Japón y tristemente, es más recordado por el escándalo de haber tenido un combate sangriento en el que le contagió hepatitis C al luchador Hannibal. Pero de qué su carrera fue terriblemente relevante, es innegable.

3- Kenny Omega

N° de luchas en Japón: 617.
Debut en Japón: combate en equipo contra HERO! & HERO! (DDT HARASHIMA Production Beer Garden Pro Wrestling, 04/08/2008).
Último combate en Japón: combate en equipo vs Antonio Honda y Miyu Yamashita (DDT Ultimate Party 2019, 03/11/2019).
Logros destacados en Japón: NJPW IWGP Heavyweight Championship (x1), G1 Climax 2016.

El único nombre del top que aún es un luchador activo y que tiene chances de expandir su leyenda en Japón. Aunque ciertamente, la misma es ya muy grande.

Omega debutó en el 2000 en su natal Canadá y a lo largo de los 2000s hizo su camino en las indies norteamericanas. Pero no llegaba nunca a los grandes focos de WWE o siquiera, a los focos medianos de TNA. Paralelamente, en el 2008 debutó en DDT, en Japón, y Kenny decidió poner todas sus fichas ahí.

Sería tremenda falsedad creer que Omega fue importante en todo su run por Japón. Pues hasta el 2015, era más bien un hombre DDT, empresa que era de segundo o tercer orden. A diferencia de la mayoría en este ranking, él llegó a Japón siendo casi un don nadie y el trabajo duro fue lo que lo hizo crecer.

El 2015, Omega pasó a ser de planta en NJPW. Un logro de lo más enmarcable, pues, con la decadencia de AJPW y Noah, era la única gran empresa que venía quedando en Japón. Fue dentro de la división junior, la cual conquistó. Estaba en una liga más pequeña, pero igual se estaba asegurando combates individuales en el card.

Nada se compararía a lo que pasó después. AJ Styles salió de NJPW dejando sin líder el Bullet Club y totalmente libre la plaza de principal gaijin de la empresa. La empresa no solamente puso en el Main Event a Omega, también le dieron el G1, el Main Event de Wrestle Kingdom y más adelante, el título máximo.

Omega recibió la oportunidad de su vida y la aprovechó absolutamente, convenciendo a los más escépticos. Sería ese paso por NJPW, lo que a la postre le valió la consideración de Tony Khan para co-fundar AEW y el interés de los fans para respaldar su estrellato en USA.

Quizás el estilo in-ring de Omega tenga algún detractor, pero a estas alturas, sería una tontería negar lo bueno que es y todo lo que llegó a brillar en Japón. Y más aún, desconocer que peleó por ese protagonismo hasta ganárselo.

2- Vader

N° de luchas en Japón: 714.
Debut en Japón: vs Antonio Inoki (NJPW Year End in Kokugikan, 27/12/1987).
Último combate en Japón: combate en equipo vs Shiro Koshinaka, Takuma Sano y Yoshiaki Fujiwara (Dradition Tatsumi Fujinami Debut 45th Anniversary Tour In Osaka, 23/04/2017).
Logros destacados en Japón: NJPW IWGP Heavyweight Championship (x3), AJPW Triple Crown Championship (x2), UWF-I Pro-Wrestling World Heavyweight Championship (x1), AJPW Champion Carnival 1999.

En sus primeros dos años, Leon White trabajó tanto con su nombre como siendo Bull Power en los territorios de USA. Ya por entonces, se veía promisorio ese tipo de más de 200 kilos, casi dos metros de altura y una capacidad atlética inusualmente buena para su tamaño. El bautizo de fuego vendría en 1987, cuando fue presentado como Big Van Vader en NJPW, para enfrentar y derrotar al mismísimo Antonio Inoki.

Vader no llegó con un nombre asentado en USA ni como un humilde desconocido a ganarse la importancia en Japón. Llegó como una apuesta directa al Main Event de NJPW. Podría decirse que funcionó, pues Vader, es considerado a menudo como el mejor Super Heavyweight de todos los tiempos, con grandes combates con Inoki, Takada y otros.

En 1992 Vader dejó NJPW para dedicarse absolutamente a WCW. Entre 1993 y 1995 volvería a Japón, pero para hacer unas contadas visitas a la UWF-I, empresa que justo en ese momento alcanzaba una popularidad cercana a la de las dos grandes en Japón. Tras un run en WWE que apestó a infravaloración, Vader se integró a AJPW en 1998 y volvió a recibir un bookeo protegido.

En 2000 Vader participó de manera tardía en el éxodo de AJPW a Noah, pero no llegó a ser tan relevante ahí y a partir del 2003 dejó la empresa. De ahí en más, el gigante apareció en diversas empresas de USA y Japón hasta su retiro, pero nunca teniendo un rol realmente relevante.

Vader es quizás el gaijin más exitoso en Japón de todos los tiempos, considerando la cantidad y variedad de títulos obtenidos. Ganó el IWGP Heavyweight Championship (y tres veces, algo nunca igualado por un gaijin), el Triple Crown Championship, el Champion Carnival y el UWF-I Pro-Wrestling World Heavyweight. Logros a la altura de un gigante tan talentoso de la lucha libre.

1- Stan Hansen

N° de luchas en Japón: 2.393.
Debut en Japón: combate en equipo vs Anton Geesink y The Destroyer (AJPW 3rd Anniversary Giant Series, 26/09/1975).
Último combate en Japón: combate en equipo vs Johnny Smith, Masanobu Fuchi y Yoshiaki Fujiwara (AJPW October Giant Series, 28/10/2000).
Logros destacados en Japón: AJPW PWF Heavyweight Championship (x4), AJPW Triple Crown Heavyweight Championship (x4), AJPW Champion Carnival (1992, 1993).

“Nadie es profeta en su tierra” es un dicho que le cae a varios de este artículo. Pero sin lugar a dudas, a ninguno tanto como a Stan Hansen. Sus logros en USA fueron algo discretos en la época de los territorios y todavía más en los años 90s, cuando no llegó por todo lo alto a WWE ni WCW.

Pero si nos referimos a Japón, en cambio, Hansen es una de las mayores estrellas históricas del país. Para empezar, el luchador oriundo de Texas llegó a ganar ocho veces el título máximo de AJPW. Una cifra ridículamente alta, solamente igualada por las otras ocho ostentaciones de Suwama.

Por otro lado, Hansen tiene 2.393 combates conocidos dentro de Japón. Es por tanto y con gran diferencia, el gaijin con más combates conocidos en la historia del país. Y esto, dentro de un espectro mayor de 3.100 combates conocidos en una carrera de 27 años. Esos números hacen de él uno de los luchadores con mayores encuentros en la historia del negocio (sino es el que tiene más).

Oriundo de Texas, Hansen era un brawler heel, bien dado a golpear duro y transmitiendo una gran crueldad. Debutó en 1973 en los territorios de USA e hizo su primera incursión en Japón en 1975, en AJPW. En 1977 volvió, pero esta vez a NJPW y se mantuvo en la empresa hasta 1982, año en que retornaría a AJPW. Al principio Hansen ponía más atención a su carrera en USA, pero con los años 80s todo cambio.

El cambio de actitud de Hansen ocurre precisamente al entender que en Japón tenía una popularidad que no estaba creciendo al mismo ritmo que en su país natal. Su gimmick de vaquero pegaba muy bien en Japón, más siendo un país donde se valoraba su estilo duro. Pero en USA, solamente veían a un vaquero más entre otros luchadores que ya tenían ese personaje.

De este modo, Hansen decidió concentrarse en AJPW y así terminó de forjarse una carrera legendaria, propia de un luchador que a menudo ha sido un candidato serio al GOAT en la historia de la lucha libre en general. Hansen ahorcando a Terry Funk, casi dejando ciego de un puñetazo a Vader o humillando a los cuatro pilares de AJPW, integran parte de la memoria colectiva de los grandes momentos de la lucha libre japonesa.

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