El show retiro de Mutoh en el Tokyo Dome tuvo mejor asistencia que Wrestle Kingdom 17

Keiji Muto Grand Final Pro-Wrestling Last Love Hold Out, el show de despedida de Keiji Muto, organizado por NOAH y que contó con la participación de luchadores de otras empresas niponas, resultó ser todo un éxito.

El show celebrado en el Tokyo Dome, que significó el regreso de NOAH a este emblemático recinto, logró una asistencia de 30.096 personas.

Con esto, superó a Wrestle Kingdom 17, quien logró una asistencia de 26.085 personas, todo un hito para la empresa y para la leyenda, que se despidió por todo lo alto.

Sobre el show:

Resultados NOAH Keiji Muto Grand Final Pro-Wrestling “Last” Love

Kazuchika Okada vs Kaito Kiyomiya: Una obra maestra

Kazuchika Okada vs Kaito Kiyomiya: Una obra maestra

Uno de los mejores combates en la carrera de Kazuchika Okada

No niego que Kazuchika Okada es un luchador de un nivel superlativo y con combates históricos contra Katsuyori Shibata o Hiroshi Tanahashi, no tiene que probarle nada a nadie en su carrera. También creo que la estructura algo rígida en los Main Events de NJPW, a veces hace de las performances de Okada algo un poco repetitivo. Y ser repetitivo en el wrestling no es bueno, ya que los combates “distintos” son los que realmente quedan en la memoria.

Hoy, Kazuchika Okada enfrentó a Kaito Kiyomiya en el Tokyo Dome, en el Keiji Muto Grand Final Pro-Wrestling “Last” Love. Un duelo que le agregaba un interés adicional al retiro de Muto, con el enfrentamiento entre Okada, campeón máximo de NJPW y Kiyomiya, quien tiene esa posición en NOAH. Hoy Okada lo volvió a hacer y tuvo uno de los mejores combates de su carrera. La genialidad, es que efectivamente fue un encuentro distinto a lo que suele hacer, saliendose de su molde.

La storyline preparó de manera brillante los cimientos. Comienza desde el momento en que Okada y Kiyomiya tienen su combate inter-promocional del 21 de enero en el show de NJPW y NOAH. Ahí, Kiyomiya “se salió de guión” y le dio una patada peligrosísima a Kazuchika en la mandibula. Esto provocó una “reacción legítima” de Okada, quien se lanzó a golpear de una manera muy realista. Esto generó un brawl que provocó que el combate fuera cortado sin finalizar.

La motivación de Kiyomiya es que quiere probar que puede estar por encima del luchador más importante de Japón. Entonces rompe los códigos absolutamente. Y a su vez, Okada reacciona a esta falta de respeto sin precedentes, enojandose como nunca lo hemos visto; no hay espacio para su método elegante y cerebral para afrontar los combates. Esto tiene además el condimento de que provienen de empresas distintas y que nunca han peleado antes, lo que solamente refuerza más la animosidad.

Lo que todo el mundo quería ver era a Okada y Kiyomiya matandose entre sí, y no solamente están a la altura de esas enormes expectativas, las sobrepasan absolutamente. Lo vemos desde el momento en que rápidamente el Rainmaker arrastra al rival contra las cuerdas. En vez de soltarlo de manera algo sobrada como siempre lo hace, busca su cuello, tratando de aprovechar hasta esa instancia para lastimarlo.

En vez de construir su habitual match pausado, Okada descarga toda su artilleria hasta con armas que no suele utilizar, como puñetazos al rostro. Mata a Kiyomiya con un DDT fuera del ring, luego con el Elbow Drop y en muy pocos minutos, anuncia que se viene el Rainmaker. En ese momento de humillación absoluta, Kiyomiya reacciona con todo y con su striking logra darlo vuelta. Los spots posteriores, como los golpes contra la barrera, el Suplex en ringside y el Suicide Dive destrozan la espalda de Okada.

Los minutos finales son un mar de epicidad. Kiyomiya azota el brazo para evitar el Rainmaker y hasta consigue el Tiger Suplex. Pero aún así, Okada logró tenerlo en el piso con el Rainmaker. Lo mejor, es que en el momento decisivo Kazuchika decidió romper el pin y consideró que el castigo no había sido suficiente.

Okada levantó a Kiyomiya y le aplicó el Enzuigiri, el finisher del fallecido Antonio Inoki. Y luego, le hizo el Emerald Flowsion del también fallecido Mitsuharu Misawa, todo un mensaje para Kaito representando a NOAH. Ahí es cuando cierra este magistral combate con su Rainmaker.

Una obra maestra y en mi criterio, digno de la calificación máxima, cinco jumbitos.

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