En esta ocasión pasaré a revisar crímenes reales cometidos por personas ligadas al mundo de la lucha libre. Aclaro en primer lugar, que hay tantos casos llamativos que no me bastó con este artículo para revisarlos todos. Vamos con una breve mirada a algunos de los casos más degradantes en la historia del mundillo.
Pancho Valentino
Fue un luchador mexicano que brilló especialmente en los años 50´s. Con un gimmick de torero (la profesión a la que se quería dedicar originalmente), generaba reacciones muy positivas en el público femenino. De hecho, llegó a hacer equipo con El Santo y tuvo runs por USA y Europa. No obstante, lo que Valentino ganaba en el negocio consideraba que no le alcanzaba para suplir sus carencias económicas, a lo que se le sumaba la presión de tener 4 hijos con distintas mujeres.
Con 19 años, Pancho ya era arrestado por diversos robos en 1938, aún antes de debutar en un ring en 1942. Además y complementando el prontuario, era una persona muy violenta. En octubre de 1950, Valentino le rajó el rostro a una bailarina extranjera (no está claro si era francesa o estadounidense). En otra ocasión, se supo que “el torero” golpeó públicamente a una pareja infiel, lo que le provocó la suspensión de la licencia para luchar en la Ciudad de México. También, fue arrestado en algún momento por trata de blancas y violaciones.
Para 1957 Valentino ya sumaba 14 arrestos y el 10 de enero de ese año cometió su crimen más conocido. Resulta que en la cárcel, un torero convenció a Pancho de que tenía un amigo sacerdote, José María Moll, con alrededor de dos millones de pesos mexicanos enterrados en su casa. Ambos y dos tipos más planificaron como robarlo. Primero, mataron al perro del cura tras darle un trozo de carne envenenada. Y luego los cuatro invadieron su casa. Pero en ese momento no estaba José María, sino que el padre Juan Fullana.
El grupo golpeó y amordazó a Fullana, pero fracasaron en encontrar el supuesto tesoro y el sacerdote negó su existencia. Ahí, es cuando Valentino lo estranguló con una sumisión hasta matarlo. Los criminales huyeron con algunos objetos, que realmente carecían de valor, y los atraparon en cuestión de semanas. Por el homicidio, el luchador fue condenado a 33 años de cárcel.
Inicialmente, Valentino fue enviado a la cárcel de Lemcuberri. Ahí fue aparentemente un preso ejemplar, ya que le hacía clases de lucha libre a un grupo de la prisión. No obstante, se descubrió que robaba sabanas para armar una cuerda. De hecho, el real objetivo de las clases era preparar físicamente a los reclusos para participar en un plan de fuga. A raíz de esto Valentino fue trasladado a Las Islas Marías, otra prisión de mayor seguridad, donde murió años después.
Vince McMahon
Es un secreto a voces de que desde los 80´s hasta bien entrados los años 2000´s, Vince McMahon proveía a sus luchadores de esteroides o al menos, toleraba que los consumieran. Además, antes se subestimaban en cierta medida los estragos que le pueden hacer los anabólicos al cuerpo. Entre otros, los problemas cardíacos, motivo de muchos fallecimientos prematuros en el negocio.
El doctor George T. Zahorian III era uno de los médicos del personal de WWE y él habría sido el vínculo de Vince para administrarle esteroides a sus luchadores. Entre otros nombres, a Hulk Hogan, Roddy Piper y el Ultimate Warrior. En diciembre de 1989, el FBI inició una investigación contra el doctor con un informante encubierto y lo arrestaron, justo cuando estaba tratando de destruir evidencia. Zahorian fue condenado a tres años de cárcel. Tras eso, el gobierno se centró en Vince.
El FBI acusó a McMahon el 18 de noviembre de 1993 de poseer y distribuir esteroides. Buscaban una sentencia de 11 años de cárcel, una multa de 2 millones de dólares y apoderarse de las Titan Towes (cede de WWE), valoradas en 9 millones. El caso tomó fuerza cuando Nailz testificó contra Vince, diciendo que lo había alentado a consumir esteroides. El mismo Nailz que trató de asfixiar a Vince. No obstante, su testimonio fue puesto en duda cuando aclaró que efectivamente odiaba a McMahon.
El caso se derrumbó cuando Hulk Hogan que era el testigo estrella desmintió las acusaciones. Dijo que había consumido esteroides, pero que Vince nunca se los había suministrado y no le había dicho que los consumiera, ni tampoco a nadie más. McMahon salió inocente de todos los cargos y además, pudo seguir manejando WWE a puertas cerradas. El alto consumo de esteroides en WWE no tuvo una gran regulación hasta el doble homicidio y suicidio de Chris Benoit, en el 2007.
En 1992 y en pleno escándalo de los esteroides, salió el estremecedor testimonio de Rita Chatterton, quien fuera la primera árbitro en la historia de WWE (y algunos dicen, de la lucha libre). Chatterton señaló que el 16 de julio de 1986 estaba con Vince McMahon en el asiento trasero de su limusina y que su jefe trató de que le hiciera sexo oral. Se negó y él la terminó violando. Aunque ese caso, nunca llegó realmente a juicio.
Marty Jannetty
Una práctica habitual en la lucha libre es que los luchadores que van de gira tienen citas con chicas de las ciudades que visitan. Especialmente si son guapos y asiduos a las fiestas, como era el caso de Marty Jannetty. El 25 de enero de 1992, el luchador se involucró con una bailarina de 19 años en Tampa, un estado en el que la edad legal para beber es desde los 21. Según Jannetty, él no sabía. El luchador y la chica fueron a un bar donde la chica entró con una identificación falsa.
En el bar, la joven se terminó emborrachando y armó un escándalo. Los encargados le pidieron a ella que se fuera y Marty la acompañó a su casa. Pero en la puerta de la casa de la chica se encontraron con un grupo de policías. Estos le solicitaron su identificación y ella reaccionó agresivamente. Según los policías, Jannetty intervino en el arresto de la joven y golpeó a varios antes de que lo pudieran reducir.
Contrariando la versión policial, Marty afirmó que estaban siendo innecesariamente violentos con la chica, cuya cabeza golpearon contra el concreto. Y que además él no golpeó a ningún oficial. Solamente habría empujado al policía que tenía apresada a la joven y se dedicó a esquivar ataques, ya que eran “demasiado débiles” para hacerle daño. Al final no se pudo comprobar que él golpease a algún policía, pero aún así, fue condenado por resistencia al arresto y obstruir el ejercicio de la ley.
La chica que detonó el conflicto fue condenada a un año de libertad condicional. Jannetty en tanto, tuvo seis meses de control domiciliario, una libertad vigilada en que solo podía circular entre la casa y el trabajo. Además de años de libertad condicional, una multa y numerosos controles de orina. Todo eso, le costaría su segundo despido de WWE (fue recontratado y despedido seis veces más). Al final del juicio le dijo a la jueza: “¿Hay alguna forma de que contraiga el SIDA?… Porque me acaban de violar“.
Como es sabido, este 2020 Marty se ha visto envuelto en una polémica legal muy distinta. Confesó vía Facebook que cuando tenía trece años asesinó a un vendedor de drogas, quien estaba tratando de violarlo. Y que se deshizo del cuerpo lanzándolo a un río. Es difícil probar la veracidad de las declaraciones por ahora. Pero lo cierto, es que el departamento de policía de Columbus dijo que investigaría el caso.
Douglas Whitton
El texano Whitton era un luchador de poco éxito y trabajaba también como guardia de seguridad, por entonces, en New Orleans. Tenía un severo alcoholismo y frecuentemente sufría lapsos en que perdía el control y olvidaba todo lo que había hecho.
Tras unos cuantos intentos fallidos de superar su adicción (que incluyeron su internación en un centro de rehabilitación), el luchador se integró a una Iglesia y ahí es donde conoció a Owen Reeves. Aunque acoger a un vagabundo sea un acto de generosidad inmensa, en retrospectiva lo de Reeves fue un gran error cuando llevó a su casa al enorme luchador de 150 kilos. Lugar donde además convivía con su novia Gail Coulon y Joey, el hijo de ambos de 9 años.
Las declaraciones del luchador sobre el 16 de octubre de 1997 fueron confusas. En algún momento dijo que despertó y ya estaban todos muertos, lo que no lo descartaba a él mismo como asesino. Pero entre otras declaraciones de mayor lucidez, además de las pericias forenses, se reconstruyó mejor la escena. Whitton no se llevaba bien con Gail y fue a ella en primer lugar a quien asesinó. Ella se burló de él y ahí es cuando el luchador la golpeó con un objeto contundente hasta matarla.
Whitton desencadenado habría cargado después contra el niño, a quien acribilló múltiples veces con un cuchillo. También mató a Joseph Donovan, un amigo de la familia que se encontraba en ese momento en la casa. Más tarde, llegó Reeves al hogar y vio al instante algunos muebles fuera de lugar. El luchador le dijo que era porque había un ratón y en cuanto el padre de familia le dio la espalda, lo golpeó con un ladrillo en la nuca, para luego rematarle la cabeza.
Whitton además, le cortó la garganta a los cuatro cadáveres, además de infligir otras heridas post-mortem. El asesino se quedó a dormir unos días más en la casa, aún con los cuerpos pudriéndose ahí mismo. Y si finalmente la abandonó, es porque el olor que trataba de ocultar con perfumes se le hacía insoportable. La policía atrapó a Whitton a los pocos días y con todas las evidencias en su contra fue condenado a cadena perpetua, sin posibilidad de reducción.
La Tigresa y Big Tiger
Ambos pareja en la vida real trabajaban en la lucha libre puertorriqueña. La Tigresa fue bastante exitosa, habiendo conquistado tres veces el título femenino de WWC. Su tercer reinado se extendió por cinco años, hasta el 25 de febrero de 1998, pero se cortó forzosamente por su arresto, a manos de un agente encubierto. Big Tiger también cayó en el acto. Los dos estaban involucrados en una red de narcotráfico, que distribuía heroína a través de una prisión. No está claro cuanto tiempo pasaron presos ambos.
Nicole Bass
Una luchadora que en los 90’s, estuvo en ECW y que tuvo un breve run por WWE. Bass tuvo un incidente el 2000, en medio de una fiesta de inmigrantes italianos, en New York. En esa ocasión fue confrontada por un policía y le mordió el pulgar, ante lo cual se declaró culpable. Peor fue un caso del 30 de mayo del 2005. Por entonces Nicole tenía recetados analgésicos para su pancreatitis, pero para ese día no pudo surtirse con la medicina y bebió para afrontar el dolor.
Ebria como estaba, Bass amenazó a su marido Robert Fuchs con suicidarse, cortándose las muñecas en frente suyo. Fuchs llamó a la policía y ella lo golpeó hasta que él se escondió en un rincón. Con 57 años, el hombre no era rival para una boxeadora y luchadora profesional de 40. Los oficiales llegaron y (una vez más) Nicole mordió a un policía, esta vez en la mano. Fue arrestada y encerrada en el pabellón psiquiátrico de un hospital, y la liberaron luego de 72 horas.
Lex Luger
Un popular e importante luchador de WCW, pero cuando la empresa murió, no solo no llegó a WWE, también (de manera similar al Sid) desapareció del mapa. Por ese entonces, Lex Luger era pareja de Ms. Elizabeth, la famosa ex valet de Randy Savage y ambos tenían serios problemas con las drogas.
El 19 de abril del 2003, Luger fue arrestado por violencia doméstica. Había golpeado a Elizabeth hasta dejarle los dos ojos morados, un bulto en la cabeza y un labio roto. Pese al nivel de la agresión, Lex fue pronto liberado con una fianza $2.500 dólares. Dos días después volvería a caer preso por conducir ebrio. El caso se tornó especialmente grave el 1 de mayo del 2003, cuando Elizabeth fue hallada muerta en la casa de ambos en Georgia producto de una sobredosis por ingerir un gran cóctel de drogas.
Los nuevos problemas legales de Luger no se debían directamente a la muerte accidental de su novia, sino que a la gran cantidad de drogas halladas en el hogar. Tras un trato con el fiscal, Lex fue condenado a cinco años de libertad condicional, pruebas de drogas al azar y una multa de $1.000 dólares. Pero se le ocurrió tratar de viajar a Canadá y (por violar los términos de la condicional) lo condenaron a 9 semanas de cárcel. Posteriormente, se volvió un cristiano rehabilitado y por lo visto no ha vuelto a consumir.
La Dama del Silencio
Juana Barraza Sampeiro fue una luchadora y luego promotora, aunque sería más conocida después, por ser una asesina en serie sospechosa de una cuarentena de homicidios. Barraza tuvo una infancia muy difícil. Su madre era alcohólica y en medio de una reunión con otras personas, permitió que un hombre la violase a cambio de tres cervezas. Juana solamente tenía doce años y producto de la relación sexual quedó embarazada. Según los expertos en criminalística, vivió toda su vida traumatizada por la violación, lo que le generó un gran resentimiento hacía su madre y una tendencia a la ira reprimida.
De adulta, un promotor metió a Barraza en el mundillo de la lucha libre. Y así es como se convertiría en la Dama del Silencio, una luchadora que trabajó en varias empresas pequeñas de los estados centrales de México. Una actividad que le permitía además, descargar su ira reprimida, a través de la acción in-ring. No obstante, una grave lesión en la espalda la obligó a retirarse prematuramente. Posteriormente, trabajó algunos años como promotora de lucha libre, rubro en el que según ella, representó a luchadores conocidos tales como La Parka, Charly Manson, Máscara Sagrada y Latin Lover.
Tal como muchos psicópatas, Barraza no comenzó matando y cuando lo hizo por primera vez fue a una edad inusualmente avanzada. Antes de eso robaba, principalmente a transeúntes. No está claro desde que momento, pero está claro que ya robaba el 17 de noviembre del 2003, con 45 años y alejada de la lucha libre. Ese año es cuando se cree, según la investigación policial, que comete su primer homicidio. Probó la sangre contra una anciana, una mujer a quien identificó con la madre a quien aborrecía. Y tras eso inició la serie de asesinatos contra otras mujeres de edad avanzada.
Pese a que Barraza era semi-analfabeta, se considera que su método para asesinar era brillante. Se presentaba en las casas de ancianas que vivían solas como una trabajadora social, con la promesa de inscribirlas en algún programa de ayuda. La ex luchadora se ganaba su confianza y la dejaban entrar a la vivienda. Una vez dentro del lugar, en cuestión de minutos las mataba con alguna arma corto punzante o vía estrangulación. Luego robaba algunas pertenencias y salía discretamente. En ocasiones, también abusó sexualmente de algunas víctimas.
Lo inusual de que una mujer sea asesina en serie ayudó a encubrir la actividad de Barraza. De acuerdo a testimonios de testigos, algunas de las ocasiones en que se encontró un cadáver fue vista en calles aledañas una mujer de rasgos masculinos. Pero (siguiendo con la idea de que era un hombre), los policías buscaron entonces a un travesti y de hecho, arrestaron e interrogaron a varios. Conforme los asesinatos aumentaban, los medios de comunicación bautizaron al asesino con el apodo de “Mataviejitas”.
Tras al menos tres años de múltiples asesinatos, Barraza fue atrapada el 25 de enero del 2006. Siguiendo su patrón, Juana asesinó a Ana María Alfaro, a quien estranguló con un estetoscopio y la apuñó varias veces con un cuchillo militar. Pero Barraza ignoraba que en la vivienda de la anciana había también un inquilino. Juana huyó pero él corrió dos cuadras detrás de ella y alertó a unos policías, quienes detuvieron a la real “Mataviejitas”. No se sabe a ciencia cierta a cuantas mujeres de edad avanzada llegó a matar Barraza, pero la investigación policial estimó que fueron entre 42 y 48.
Juana podría ser calificada como psicópata, considerando su personalidad manipuladora, el no remordimiento, la poca empatía y el sadismo. De hecho, llegó a justificar sus asesinatos mencionando que al eliminar a las ancianas le hacía un favor a la sociedad. Como suele ocurrir, no se pudo comprobar la culpabilidad de Barraza en todos los homicidios. Pero había evidencias suficientes, como para vincularlas a 17 de estos. El 2008, a la antigua Dama del Silencio, le dieron una condena de 759 años y 17 días de cárcel.
Nick Gage
Un referente de la lucha indie en USA que supo hacerse un nombre a pesar de no haber estado en las empresas “grandes”. No obstante, su adicción al analgésico Oxycontin evitó que tuviera estabilidad económica y lo metió en problemas con la ley. Primero, en septiembre del 2005, con la receptación de propiedad robada. En esa ocasión, se consiguió una receta médica en blanco con la que trató de obtener precisamente Oxycontin. Eso le costó una multa de $250 dólares, más las cotas judiciales.
El 22 de diciembre del 2010 ocurrió el crimen más conocido de Gage: el robo del banco PNC de Collingswood, New Jersey. El luchador y su novia estaban viviendo con la madre de Gage, en la ciudad de Camden (también ubicada en New Jersey). Hasta que el día del atraco, la pareja fue expulsada y de un momento no tenían donde dormir, ni dinero. Según el luchador, lo que hizo ese día fue por impulso y sin gran planificación, ya que aparte de la desesperación, estaba muy drogado con Oxycontin.
Gage le mostró una nota a la cajera del banco, indicándole que iba armado y le iba a disparar sino le daba el dinero. Así fue como salió con $3.000 dólares del banco, antes de que los guardias se dieran cuenta. Pero Nick no contó con el hecho de que ya era bastante conocido. La policía publicó una foto de la cámara de seguridad del banco y pronto fans de la lucha libre se contactaron con ellos para delatar a Gage. Esa misma noche, el luchador apareció en televisión y días después se entregó, asumiendo que lo iban a atrapar luego.
Haberse entregado y confesar el crimen ayudaron a Gage a tener una condena no tan dura. Le dieron 5 años de cárcel y eventualmente la condicional, pero la violó y lo volvieron a encarcelar. Saldría definitivamente libre, en mayo del 2016. Lo más desquiciado del atraco al banco es que drogado como estaba Gage se llevó a su novia a Atlantic City, a dilapidar el dinero en un casino.
Hardbody Harrison
Harrison Nellie fue un militar estadounidense que combatió en la guerra del Golfo. De vuelta a su vida normal, trabajó como el jobber Hardbody Harrison en WCW desde 1995 hasta la quiebra de la empresa en el 2001. Posteriormente es cuando comienza su gran vida delictual. Junto a sus cómplices Aimee Allen y Cedric Jackson, desarrolló una red de explotación sexual.
Harrison se acercaba a mujeres en situación de vulnerabilidad, principalmente ex convictas y las convencía de que podía entrenarlas, para convertirlas en luchadoras profesionales. Ellas entonces, se iban a vivir a una de las dos casas de Nellie ubicadas en Casterville, Georgia. Efectivamente, él las sometía a un entrenamiento sumamente estricto, consistente en rutinas de ejercicios y trabajos forzados en las casas (arrastrando arboles por ejemplo).
El entrenamiento le permitió a Harrison moldear una autoridad incuestionable, sobre las que se terminarían convirtiendo en sus esclavas sexuales. Pero a la vez tenía otra utilidad, que era hacer de ellas prostitutas atractivas. En ese sentido, al ex luchador le fue de bastante ayuda su experiencia militar, ya que sabía cómo imponer disciplina y generar obediencia. Así, Harrison llegó a tener viviendo en sus dos casas a al menos ocho mujeres.
Entre otras cosas, Nellie obligaba a las chicas a: tener relaciones sexuales con él mismo; asistir a casas rodantes o clubes nocturnos para prostituirse; o participar en numerosas orgías. Si una chica rompía alguna de las reglas impuestas por Harrison, era multada y quedaba en deuda con él. Esto le hacía más fácil retener el dinero de las mujeres y mantenerlas controladas. Y en casos de rebeldía mayor, amenazaba con asesinarlas, lanzándolas desde la habitación de un hotel.
Cuando algunas de las chicas se acercaron a la policía y la red de explotación sexual quedó expuesta, Harrison se presentó prácticamente como un benefactor social. Insistía, en que estaba entrenando a las chicas en la lucha libre y apartándolas de las drogas. Aún así, se terminarían probando suficientes cargos como para darle la cadena perpetua. Sus dos colaboradores también terminaron presos, pero con condenas menores.
Andre Heart
Heart, un prometedor luchador del mundillo independiente en Ohio, estaba haciendo las pruebas para ingresar a WWE. No obstante, eso se vio truncado cuando en los exámenes médicos de marzo del 2009 descubrieron que tenía VIH. Tener el virus no era el crimen en sí, sino que el hecho de que Andre lo ocultó, incluyendo a sus parejas sexuales. Entre esa fecha y el momento en que lo detectaron, los oficiales calcularon que tuvo sexo con más de una docena de mujeres. De hecho, el mismo Heart admitió que era adicto al sexo.
El 2011, tres mujeres denunciaron a Heart, aunque al parecer, ni ellas ni ninguna de las demás (contactadas posteriormente) fueron seropositivas. Otra arista del caso es que entre el 2009 y el 2011, Andre había tenido combates sangrientos en la World Wrestling Coalition y la Unstoppable Wrestling Alliance. Pero tras las pericias posteriores, tampoco se reveló algún caso con VIH. A Heart le impusieron $100.000 dólares de fianza que no pudo pagar y el 2012 lo condenaron a 32 años de cárcel.
DT Porter
Neoyorquino que estuvo en varias indies desde su debut en el 2006 y que pasó brevemente por el territorio de desarrollo de WWE, entre el 2011 y 2012. El 24 de julio del 2013 en Tampa Florida, apuñaló a su novia Bianca McGaunghey, en frente de testigos. Luego y demostrando bastante sadismo, subió una foto del brazo de su víctima a su Facebook. Porter huyó y se vio involucrado en una gran persecución policial que terminó con él chocando. El juez le dio la cadena perpetua con la frase “la vida debería significar vida“.
Terrance Jean-Jacques
Jean-Jacques era un ex peleador de MMA y Wrestling Amateur, que llegó a la cantera de WWE en abril del 2016. El 20 de octubre del mismo año, agredió a su novia embarazada Jillian Gilman. Impidió que saliera del departamento, la lanzó a la cama y la golpeó en las piernas. Además fue acusado de intimidar a testigos y destruir propiedad privada, aunque esos cargos fueron desestimados. Terrance fue condenado a un año de libertad condicional y además, fue despedido por WWE.
Casos ya revisados en Dos Dos Solo Dos
No voy a explayarme en casos con tintes criminales ya revisados en otros artículos sobre historias de backstage, o que han aparecido en noticias publicadas en Dos Dos Solo Dos. Pero si les llama la atención, acá va una lista:
- Peleas de bares de luchadores con consecuencias legales.
- Los problemas con la ley de New Jack.
- Los casos del #SpeakingOut.
- El asesinato de Bruiser Brody (17 de julio de 1988).
- La grave agresión contra la mujer de Road Warrior Hawk (6 de noviembre de 1999).
- El casi asesinato de Nobukazu Hirai (29 de mayo del 2011).
- La agresión sexual de Alberto del Río (3 de mayo del 2020).