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Guía para ir a WrestleMania

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En entradas anteriores, conté mi experiencia en los shows a los que asistí del WrestleMania Weekend de la edición 35. Esta guía en tanto, más que ser un relato de mi experiencia la hice pensando en si hay personas que quieran viajar alguna vez a WrestleMania. O incluso, por si les interesa visitar New York. Tanto desde la perspectiva económica, como en relación a los datos útiles que puedan tomar en consideración.

Cabe aclarar igual que WrestleMania 36 se celebrará en Tampa, Florida. Será en un estado a más de mil kilómetros de New York. Aunque la mayoría de los datos que expongo funcionan para ambas  ciudades, siempre hay que contextualizar. Además, siempre se puede llegar a la ciudad que nunca duerme y desde ahí moverse a otras, ya sea por bus, tren, avión o incluso arrendando un automóvil, experiencia ideal si uno viaja con más personas.

Pensando que desde este 15 de noviembre comenzó de forma oficial la venta para el WrestleMania que se celebrará el 2020, les dejamos la siguiente guía:

Dinero

En total, gasté un aproximado de 2 millones de pesos chilenos ($3.000 dólares aprox.) entre todo lo relacionado al viaje. Considerar que en total estuve diez días. Paso a desglosar en los siguientes puntos como fui gastando mi dinero.

1- Las entradas de los shows

En los seis shows se me fueron unos  $550.000 ($830 dólares aprox.). Al referirme a las entradas, voy a hablar del precio total. Siempre está el precio original con la que la promocionan y luego te suman cargos por el servicio de la página en que la compras más los impuestos. Todo eso es un 15% más generalmente.

El valor de las entradas de WrestleMania varió desde los $27.000 ($40 dólares aprox.) a 1,9 millones de pesos ($2.900 dólares aprox.). Claro que los asientos más baratos implicaban estar muy alejado del ring y el hecho de que le pongan techo por posibles lluvias hace difícil la visión. Ahí obligados a mirar la pantalla gigante.  La entrada que yo compré me salió unos $170.000 ($257 dólares aprox.), por un  asiento que me permitía una buena vista en general, aunque costaba distinguir algunos detalles.

La entrada del G1 Supercard me costó unos $190.000 ($290 dólares aprox.), gasto no menor para una ubicación que tampoco me dejaba tan cerca del ringside. Considerar igual que lo compré cuando todavía estaban Omega, Cody y los Bucks en la cartelera, ya que tras su partida el precio de las entradas bajó considerablemente.

El Wrestlemania Axxes me salió unos $51.000 ($77 dólares aprox.) por una entrada de acceso general. Una entrada VIP en cambio andaba por los $120.000 ($184 dólares aprox.). Esta última daba la posibilidad de conocer a un luchador de mayor rango y filas más cortas para la mesa general. Considerando lo mal que lo pase en esas filas interminables creo que ahí debí abrir más la billetera.

En NXT Takeover, Raw y Smackdown gasté cerca de $30.000 ($45 dólares aprox.) por entrada. En general eran de las más baratas del recinto. Pero ahí no tuve ningún problema de visibilidad, el Barclays Center dónde se celebraron todos estos es un pabellón mucho más pequeño que el estadio de WrestleMania.

2- Documentos para entrar a USA

Para ingresar a USA, es fundamental contar tanto con el pasaporte como la visa o estar en el Programa de exención de visa. En Chile, el pasaporte cuesta $89.660 y se demoran un máximo de 6 días hábiles en entregarlo. Lo ideal claro, es arreglar ese trámite con meses de anticipación ya que no son inusuales las huelgas de empleados públicos.

Actualmente, Chile y España están en el Programa de exención de visa.  Te permite pedir una pre-autorización para viajar a Estados Unidos por un máximo de tres meses y sin necesidad de sacar visa (la autorización final se ve directamente con policía internacional). El formulario se envía en la página https://esta.cbp.dhs.gov/esta/ y su aprobación o no, es informada en un máximo de 48 horas. Cuesta 14 dólares y salvo que el postulante tenga algún problema legal con USA, en general lo aprueban.

3-  Pasajes aéreos

Otro gasto básico fundamental, que en mi caso fue desde Chile. Me gasté unos $440.000 ($662 dólares aprox.) ida y vuelta. Si bien se pueden encontrar aún más baratos, creo que no fue mal precio. La clave es comprarlo al menos seis meses antes, ya que se pueden sondear más opciones.

4- Alojamiento

El arriendo en la zona de New York suele ser caro. Salvo que sea un barrio peligroso o muy alejado de los puntos turísticos, lo mínimo son unos $35.000 ($50 dólares aprox.) por noche. En ese sentido yo tuve mucha suerte, ya que la hermana de una colega de trabajo vive en New Jersey y junto a su familia me alojaron. Entonces no tuve que pagar nada de arriendo y además tenía personas conocidas viviendo en la zona en caso de cualquier emergencia. Pensando en Tampa, también está la opción de un Airbnb, opción que usó Shut para WM 31 y que le pueden consultar en la caja de comentarios.

5- Seguro de viaje

Siendo un turista que viaja a Estados Unidos sin seguro social, la salud es muy cara. La consulta médica con un médico de cabecera sale unos 100 dólares ($65.000 aprox.) y 300 dólares ($200.000 aprox.) si es con especialista. Imagínense una apendicitis.

Por eso, lo más recomendable es el seguro de viaje, el cual entre otros medios se puede contratar aquí. Te calculan el precio según la cantidad de días y las prestaciones del plan. En mi caso lo contraté con assist-med y me salió casi $26.000 ($40 dólares aprox.). El plan contemplaba entre otras cosas dinero para hospitalización, dinero por si a la aerolínea se le perdía mi equipaje, dinero para la fianza si me metían en la cárcel, etc.

Ahora, ignoro si mi seguro era tan bueno para recomendarlo. En su momento revisé y casi todos los seguros de viaje conocidos tienen algún reclamo de consumidores por no cumplimiento.  Las condiciones que te presentan pueden ser muy buenas, pero de ahí a que las cumplan puede haber un gran trecho. De todos modos, es mejor arriesgarse con un seguro dudoso a arriesgarse a tener que pagar lo que cuesta la salud norteamericana.

6- Dinero  en efectivo y crédito

Al viajar también tenía que llevar dinero para gastos varios. En general, tiré cerca de $800.000 ($1.200 dólares aprox.). Llevé $300.000 ($450 dólares aprox.) en efectivo y para el resto usé la tarjeta de crédito. La tarjeta que debe tener saldo en dólares, es ideal para evitar andar con un fajo de billetes y además permite posponer el pago si es necesario.

7- Ropa

Mucho del dinero lo gasté en ropa. No soy de comprarme prendas a cada rato, pero tenía las marcas oficiales al lado y a precios más bajos que en Chile. Donde no gasté tanto curiosamente, es en la misma ropa de WWE. Una polera de “yo estuve en WrestleMania” que me salió 35 dólares ($23.000 aprox.) y nada más. Encontré que la mercancía era muy cara en general.

Me traje tanta ropa de USA, que no me cabía todo en la única maleta que llevaba. Así que me compré un bolso en el barrio chino ($24 dólares o lo que son como $16.000) para llevarlo todo. Afortunadamente, podía llevar hasta dos bolsos grandes en la bodega del avión. Hay que estar atentos a esas normas, ya que el sobre-peso del equipaje se cobra caro.

8- Recuerdos

A propósito del barrio chino, a nivel turístico no es muy interesante, pero es muy útil para encontrar objetos en una ciudad tan cara como New York. Por ejemplo, ahí compré todos los magnetos que uno después le regala a familiares, amigos, colegas de trabajo, etc. Allí los magnetos más baratos salían 6 por 10 dólares ($6.500 aprox.) y si eran de diseños más elaborados 4 por 10 dólares.

9- Comida

A fin de no molestar y aprovechar mi tiempo conociendo lo más posible, yo casi no estaba en la casa. Me levantaba temprano y llegaba tarde. Por añadidura casi siempre comía afuera. Era caro comer comida saludable en restaurantes, por lo cual siempre los evité. Los McDonalds tampoco eran tan económicos ($11 dólares por el combo más barato), pero la gracia es que atendían de madrugada cuando casi todo lo demás estaba cerrado y había locales por doquier.

Lo más barato eran los trozos de pizza de un dólar. Manhattan en especial, estaba lleno de esos locales. Por tres dólares ($2.000 aprox.) uno tenía dos pedazos y una bebida, que es lo equivalente a una comida contundente. Más caro pero saludable, era comprarle comida exótica a los vendedores callejeros por platos que estaban por los $6.500 ($10 dólares aprox). Ni idea si era pakistaní, griega  o hindú, pero lo cierto es que probé muchos sabores que me eran raros.

10- Transporte

Si el metro de Santiago o de sus respectivas ciudades alrededor del orge les parecen demasiado complicado, no van a querer conocer el de New York que tiene veinticuatro líneas distintas. Por ejemplo, había andenes por los que podían pasar cuatro vagones de distintas líneas. Y al mismo tiempo, había líneas que no funcionaban en determinados horarios.

Acá tenían el sistema de las tarjetas recargables, con pasajes que costaban tres dólares ($2.000 aprox.). Pero para el turista lo mejor era no complicarse  y comprar la Unlimited Ride Metrocard. Costaba 32 dólares ($21.000 aprox.) y te permitía acceder al metro gratuitamente por siete días.

Como lo mencioné anteriormente, yo me quedé en New Jersey. Esta área no conectaba directamente con el metro, lo que me obligó a usar los autobuses para ir de ida y de vuelta. Desde New York los tomaba en la octava avenida con la calle 42 por tres dólares ($2.000 aprox.) y los encontré incluso a las una de la madrugada. Por lo general el viaje hasta la casa me tomaba una hora.

11- Internet

Yo tenía internet en la casa dónde me alojé pero no fuera de ella. Si para ustedes contar con él es muy importante, deben tener claro que para el turista es caro. En caso de tener plan pueden usar el servicio de roaming, aunque entiendo que es la opción más cara de todas. También pueden comprar bolsas de datos móviles como yo lo hice (salía $5.000 y podía usar WhatsApp por tres días). Aunque no lo hice, he leído que otra alternativa es comprar un teléfono celular liberado y que el chip venga con datos móviles que se puedan usar allá.

Datos varios

Me refiero a continuación, a tips que no son de carácter económico, pero que bien pueden servir en estos viajes y otros parecidos.

1- Cuidado al elegir el método para validar la entrada

Al momento de comprar las entradas a los shows, Ticketmaster (o bien, la página con quien estén comprando) te va a preguntar el método para validar tu ingreso. Puede ser imprimiendo la entrada, mostrándola en el teléfono móvil o vía Will Call.

Atento al riesgo de que pudiera tener el celular descargado, elegí presentar las entradas impresas. Mientras que no entendía bien el método Will Call. Al final supe de que trataba, pero de mala manera. Tres días antes de viajar, estaba imprimiendo mis entradas y pulsé Will Call erróneamente en la de WrestleMania. Luego, vi que la página no te permitía cambiar eso para elegir el método que si me acomodaba.

Leí las normas del método Will Call y conocí el verdadero terror. En el caso de USA, solicitan que en el estadio se presente el dueño de la tarjeta de crédito que se usó en la compra, tanto con el plástico como con una identificación. Particularmente para la entrada de WrestleMania un amigo me había prestado su tarjeta, así que la tenía imposible.

Afortunadamente, Ticketmaster funciona con un chat en línea y  tras contarles el problema ellos me pudieron salvar el día enviándome la entrada para poder presentarla impresa. Fue un asunto solucionable, pero como lección, lo ideal es tener cuidado desde el principio y ahorrarse el mal rato.

2- Fotocopias ante todo

Hubo un conocido que viajó a WrestleMania y guardó las entradas de los shows en una carpeta. Pero lamentablemente, la carpeta se le perdió y tuvo que imprimirlas de nuevo. El cibercafé de USA le cobró unos 15 dólares ($10.000 aprox.), lo que para los estándares de Chile es una suma ridículamente alta.

En mi caso y atento al error, imprimí las entradas y le saqué fotocopia a todo. Pero aún más, también le saqué copias a todos los otros documentos que podían ser importantes en el viaje. Perder una entrada que se puede volver a imprimir no es tan terrible.  Perder el pasaporte si y lo ideal es mejor dejarlo en la casa (en caso de que el lugar sea seguro), y andar con la fotocopia.

3- Números y direcciones de emergencia

Tal como lo mencioné en la segunda parte de mi relato, mi tarjeta de crédito de un momento a otro dejó de funcionar. Antes de viajar, yo tuve la precaución de anotar el número para llamar desde USA al banco que es chileno y vaya que resultó ser una buena idea. Ellos dijeron que no podían hacer nada por mí y misteriosamente la tarjeta volvió a funcionar horas después.

Nunca supe si fue un error de sistema o hubo una irregularidad que el banco solucionó callado. Pero independiente de si influyó o no la llamada, tuve la posibilidad de contactar directamente al banco porque tenía el número a mano.

Otro número que vale la pena, es el del consulado o embajada del país que vengan. Así como también la dirección de estos. Llamar es muy útil si llegan a perder el pasaporte, ya que cuanto más rápido lo informen, menos tiempo se demorarán en darles un documento que pueda cumplir las mismas funciones.

4- Hay que aprovechar de hacer turismo adicional

Si vas a gastar el dineral que cuesta viajar a WrestleMania, aprovechen también de conocer sitios turísticos. Yo estuve diez días,  cuatro más de los que dura el WrestleMania Weekend como tal. Y aún así creo que no fue suficiente, allá me arrepentí de no haber comprado los pasajes pensando en una vuelta más tardía. Hubo sitios que no alcancé a conocer.

Por lo demás, lo ideal es que sea una ciudad muy turística. Por ejemplo, si yo veía que WrestleMania 35 se desarrollaba en Tampa (sede del próximo año), le habría dado varias vueltas sobre ir o no. ¿Que atractivo tiene Tampa aparte de estos shows de wrestling? Poder conocer New York e ir al WrestleMania Weekend al mismo tiempo, fue un tremendo 2×1 para mí.

5- Se puede vivir sin saber tanto inglés

En lo personal, yo siempre fui muy limitado en el inglés. Entonces, cuando estaba a un mes y medio del viaje traté de practicar lo más posible, al menos en un nivel  básico. No sé de que tanto haya servido, porque en Estados Unidos la mayoría de las veces no entendía nada de lo que me decían. Una pena lo anterior, ya que a veces  era una lata querer conversar con otro fan o una chica guapa y no poder hacerlo.

Lo curioso, es que esta deficiencia idiomática no me afectó tanto. En primer lugar, porque hay un gran número de latinos. Y New Jersey que es dónde me quedaba a dormir, estaba llena de ellos. Por otro lado, no hay que saber tanto del idioma para entender las indicaciones de las calles. Viajar manejando bien el inglés es lo mejor, pero en mi caso igual me las pude arreglar.

6- Google Maps puede ser tu mejor amigo

Cuando no conoces bien una ciudad, hay un sinfín de app móviles que pueden ser útiles para poder moverse en la calle. Lamentablemente, casi todas piden internet para funcionar bien y como lo comentaba antes, el internet móvil puede ser muy caro.

Google Map es la gran solución para moverse sin internet. Es verdad que pide una conexión a la red, pero eso es si lo usas en el modo normal. Estando conectado, lo que hay que hacer es descargar el mapa de una zona (en este caso el área metropolitana de New York). Luego sin internet hay que meterse a “mapas sin conexión” y el plano se extiende igual en la pantalla, con todas las calles y topónimos.

Al abrir el mapa  sin internet, la app igual puede localizarte y uno aparece como un punto dentro del mapa. Lo anterior es muy útil en caso de perderse. Finalmente (con conexión) uno puede hacer más funcional el mapa agregándole los sitios que quieres visitar, como los shows o atractivos turísticos. Es más, un día antes de viajar yo me dediqué a ubicar los lugares que quería visitar de New York y así fue mucho más fácil planificar los viajes diarios.

7-  Un segundo teléfono móvil aporta

Yo usé el celular tanto como en Chile. En primer lugar, porque no llevé cámara y saqué muchísimas fotos. Por otro lado, tenía que revisarlo constantemente para saber dónde estaba y dónde moverme. Y por último, no faltaban sus visitas locas a Whatsapp. Entonces la batería nunca me duró el día entero. Estar sin el teléfono en esas circunstancias es peligroso y tampoco es que haya enchufes en todas partes para poder cargarlo.

Ir con dos celulares fue la solución perfecta. No es que yo tenga dos teléfonos nuevos. Lo que pasa es que mi celular estaba muy viejo y lento, así que poco antes del viaje compré otro. Pero al final fui con ambos y así por ejemplo, pude disponer del mapa de New York en todo momento. Otra solución claro, es comprar una batería adicional para el teléfono que se usa regularmente.

8- Ojo con los enchufes

No todos los países funcionan con el mismo modelo de enchufe, ya que esto varía según el voltaje con el que funcionan. En USA es de tipo A / B, mientras que en Chile por ejemplo, se usa el C / L. La complicación natural, es que no se puede usar el cargador del celular. Esto tiene solución y es comprando el adaptador. Yo fui a una de esas tiendas que venden todo tipo de cosas y me salió unos 2 dólares ($1.300 aprox.).

9- Seguridad ante todo

Para finalizar, me referiré a lo más obvio. Viajé solo y anduve de madrugada por lugares que apenas conocía, no me pasó nada. Ahí influye que haya tomado precauciones. Para empezar, yo no me metí en el Bronx ni en ninguno de los barrios conocidos por ser peligrosos. Por otro lado, aunque no vi lanzas (carteristas) igual anduve en modo santiaguino por el Paseo Ahumada: con mis objetos personales bien sujetos.

Otra precaución que vale la pena es dejar la maleta con candado, idealmente si es de los que tiene clave. Eso cuenta especialmente para cuando ingresa en la bodega del avión. Se sabe que a veces, entre las muchas inspecciones los encargados de revisarlas roban cosas. En caso de que el lugar del alojamiento no les de tanta confianza, también vale la pena dejar el candado puesto ahí.

Espero que a alguien le sirvan esta guía, por si alguna vez les llama la atención hacer este viaje. Tanto si es para ir a WrestleMania o a otro lugar de USA. Es verdad que es caro, pero en mi opinión valió cada centavo.

Profesor de Historia, conocido en las redes sociales como Meñique. Bienvenido a un reino en que está prohibido hablar bien de las últimas temporadas de Games of Thrones y dónde la religión oficial es el culto a don Minoru Suzuki.

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