Los principales medios especializados, han coincidido en que, en las últimas dos semanas, WWE nuevamente acudió a los despidos masivos. En este caso, se estaría hablando de 60 a 70 trabajadores. Originalmente, muchos de ellos fueron suspendidos sin goce de sueldo en abril y la idea era que regresaran con el aminoramiento de la pandemia del COVID-19. Pero la crisis no ha cesado y ahora terminaron desvinculados de forma definitiva.
Al parecer no hubo luchadores entre los despidos. Más bien, la decisión habría afectado principalmente al personal encargado de producir house shows: productores, encargados de mercadería y encargados de viajes. Un área del negocio que definitivamente se ha paralizado y que considerando la situación de la pandemia, no tiene para cuando reactivarse. En cuanto a los nombres más conocidos del recorte, se cuentan a Mike Rotunda, Sarah Stock y Gerald Brisco.
Brisco es un caso extraño ya que lo habían “despedido” hace meses y luego se supo que no era así. De ser definitiva su salida, estamos hablando de un sujeto que pasó más de dos décadas en WWE y moviéndose entre los altos cargos.
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