WWE ha promocionado en los años recientes a Jessika Carr como la primera árbitro femenina de la compañía. Pero la realidad es que mucho antes estuvo Rita Chetterton, conocida como Rita Marie. En su momento fue una figura popular que era invitada a programas y hacía distintas apariciones en televisión.
Rita estaba en la cúspide de su carrera como árbitro de lucha libre profesional a mediados de los 80. Pero fue en 1986 cuando todo cambió. Vince McMahon la llamó a su limusina para llevarla supuestamente a una negociación de trabajo. Rita relataría que esa noche fue violada por Vince McMahon. Llegó a ser árbitro en tres combates más hasta no soportarlo más y renunciar.
Seis años después, en el episodio llamado “Wrestling’s Ring Of Vice” del programa Now it can be told, Rita relató con detalles el abuso que sufrió esa noche. Vince la habría forzado a realizarle sexo oral para luego quitarle la ropa, subir sobre ella y realizar el acto sexual.
Rita hizo la denuncia en su momento, pero la defensa legal de WWE lo negó y llegó a tal punto que demandó al programa televisivo que emitió la versión de Rita por calumnias. Un equipo periodístico del sitio TPM investigó el caso y no encontró antecedentes de la denuncia de Rita. Sin embargo, siempre quedó la duda instalada sobre la conducta de Vince, ya que la rubia ex anunciadora Mike McGuirk, lo acusó de acoso sexual.
Un testigo del infierno que vivió Rita Marie en WWE
Recientemente Mario Mancini, ex estrella de WWE de 1984 a 1991, respaldó la experiencia que vivió Rita en la compañía. Lo relató en un artículo que publicó New York Intelligencer:
“Lo recuerdo como si fuera ayer, ella era un desastre. Ella estaba temblando. Ella estaba llorando.”
Leonard Inzitari es el autor de dicho artículo y él habló con Rita en aquella época en que iba a renunciar. Recuerda claramente las palabras de Rita:
“Se ha cavado un hoyo tan profundo que ya me cansé. Ya no puedo más”
El artículo también contiene las palabras de Rita sobre las acusaciones recientes. Si bien Rita sabe que Vince McMahon no pagará nunca por el daño que le hizo, se alegra de que otras mujeres se atrevan a contarlo y está segura que hay muchas más.
“Él no va a pagar por lo que me hizo. Ahora esta chica se presentó. Y estoy segura de que otras se presentarán. Porque no somos las únicas dos. No hay ninguna duda en mi mente sobre eso”.
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