The Rock se convertiría en una de las estrellas más grandes de todos los tiempos en WWE. No solo llegó a la cima de la lucha libre profesional, también se convirtió en un entretenedor legendario por su habilidad en el micrófono y su carisma. Posteriormente haría la transición al cine de Hollywood y llegaría a ser el actor mejor pagado de la industria. Y no se detendría allí, formaría su propia productora y crearía incluso una serie de televisión basada en su propia vida.
Pero todo ese camino de éxitos no partió con el pie derecho, su primer personaje llamado Rocky Maivia era tan detestado por los fanáticos que no era poco común oír y leer “Die Rocky die”.
Recientemente Mark Henry habló sobre los inicios del Campeón del Pueblo en Busted Open:
“Luchó con uñas y dientes [para alejarse de su personaje original]. Llegó a ese punto en el que dijo: ‘Hombre, desearía poder llegar al mariscal de campo porque volveré y jugaré fútbol americano’. Él lo odiaba. Quería renunciar. Llegó al punto en que finalmente dijo: ‘Oye, déjame probar algunas cosas'”
Me dijo: ‘Oye, Mark, ¿cuál dijiste que era tu apellido?’ Y yo estaba como, ‘Tonto, sabes mi apellido, [imita el eslogan de The Rock] No importa cuál sea tu nombre”.
Sin dudas, la reinvención de The Rock marcó un antes y un después en su carrera y hasta en la compañía. Sus recordados duelos con Stone Cold en WrestleMania marcaron una época como no se había visto en varios años. Rocky trascendió a tal punto como una figura carismática, que algunos fans han olvidado que en el ring llegó a ser un worker bastante cumplidor y eficiente.
