El pasado viernes, Roman Reigns celebró sus 1.000 días como campeón Universal de WWE, un récord absoluto en la era moderna que fue muy bien recibido en materia de audiencia.
Esto, porque el show promedió 2.563.000 espectadores, un salto de más de 400.000 respecto al programa anterior.
Además, el segmento de Roman junto a The Bloodline, superó los 2.800.000 espectadores, teniendo un salto de cerca de 650.000 espectadores frente a esta misma época el año pasado.
Contando la aparición de John Cena a fines del 2022, es la segunda audiencia más alta en dos años y medio.
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