¿Cómo definir a Andy Kaufman? Fue un artista, un músico y comediante que buscó deliberadamente huir de toda clasificación posible. El solo intento sería ponerle límites inexactos a su propuesta artística. Podemos decir que hacía imitaciones, performance, interpretó personajes, cantó, bailó y también luchó. En general, el rumbo artístico de Andy parecía ir encaminado a crear experiencias donde el espectador se preguntara si lo que veía era real, pero que finalmente terminara entregándose a la experiencia y reaccionando ante esta.
Para efectos de este artículo, hemos puesto material real de Andy y algunas escenas de la película “Man on the Moon” que relata su vida. ¿Qué cosas mencionadas aquí sucedieron en el orden mencionado o siquiera ocurrieron realmente? Como en todo lo relacionado a Andy, eso lo decide usted.
¿Qué hacía Andy Kaufman específicamente?
Una rutina conocida de Andy era la que usaba con su personaje de “El Extranjero”, aparecía en clubes de stand-up comedy a contar los peores chistes posibles, sin gracia alguna. Todo con un extraño vestuario, peinado y un acento irreconocible. El personaje de Extranjero decía venir de Caspia, una pequeña isla del Mar Caspio que trágicamente se hundió y se llevó a todos sus habitantes, excepto a él. La rutina era de largo aliento, solía aparecer a aburrir intencionalmente a la audiencia. Hasta que un día se rendía y comenzaba a contar los chistes sobre suegras y problemas con la esposa de los otros comediantes, para luego terminar disculpándose.
Finalmente intentaba imitaciones de presidentes, que no consistían en nada más que decir con el mismo acento y voz: “Hola, soy Jimmy Carter, el presidente”. Y cuando ya todo parecía otro fracaso más, anunciaba que imitaría a Elvis Presley. Y en ese momento Andy realizaba la mejor imitación del Rey del Rock and roll, elegida como la mejor por el mismo Elvis en persona.
Andy era así. Incluso sus más cercanos tenían problemas para diferenciar sus personajes de la persona. Por ejemplo, antes de la fama en la televisión, solía trabajar en un local de comida rápida atendiendo y limpiando las mesas. Este trabajo no lo abandonó ni cuando triunfó como estrella de la comedia. La gente a veces lo reconocía y le preguntaban si él era Andy Kaufman, pero Andy se limitaba a sonreír y contestar: “Me lo dicen todo el tiempo”, dejando a los curiosos con la duda de si la estrella de la tv era quien limpiaba su mesa o no.
¿Cómo configurar a un heel por excelencia?
Andy quedó maravillado la primera vez que vio la lucha libre en televisión. Le parecía que era arte, dos atletas se mueven como en un baile coordinado y regalan un momento memorable a la audiencia. Sin embargo, había un grave problema si él quería hacer lo mismo: Los luchadores tenían físicos imponentes, eran tipos musculosos, pesados y gigantes. Andy no tenía el físico para lucir creíble contra ninguno de ellos. Y allí donde moriría la iniciativa de cualquier otro, nació la memorable performance de Andy como villano: Lucharía con alguien más pequeño que él, es decir, contra las mujeres. Y así fue como nació su carrera como el Primer Campeón de Lucha Inter-Género de la Historia.
Vamos a convenir que los heels suelen meterse siempre con el público para generar reacciones y abucheos. Y por eso en WWE podemos ver cada semana a algún villano burlándose del equipo deportivo de turno o algún aspecto de los lugareños. Pero lo que diferencia a un heel genérico de uno irrepetible es simplemente la forma de hacerlo. Y Andy era un maestro en ello.
No salía en público a meterse directamente contra las mujeres, primero preparaba el terreno. Sabía que al ser presentado como un tipo que solo lucha con mujeres más pequeñas que él, ya se había ganado la antipatía del público femenino. Así que tenía que suavizar el golpe antes de meter el ataque real. Por ello cuando era presentado, solía decir: “No soy un machista que menosprecie a la mujer. Soy simplemente el Campeón de Lucha Inter-Género. Yo no menosprecio a la mujer. De hecho, creo que la mujer es superior al hombre en muchos aspectos: Por ejemplo, para cocinar, limpiar el piso, satisfacer a su marido y un largo etcétera”. Es decir, lo suyo era jugar estratégicamente con las reacciones y expectativas.
Storytelling a largo plazo
Andy sabía que el personaje de Campeón Inter-Género, no podía mantenerse plano. Como buen artista y amante de la buena literatura (Una vez leyó la novela “El Gran Gatsy” completa en el escenario para aburrir a un público que le pedía que interpretara a un personaje que hacía en un sitcom en lugar de querer ver su espectáculo), estaba familiarizado con los principios narrativos y sabía que el personaje necesitaba un arco, un antagonista y un final. Fue entonces que el Campeón que solo luchaba con mujeres, encontraría a un adversario: Jerry Lawler, el querido Campeón de Lucha de Memphis.
Entonces empezó la disputa entre ambos, Jerry consideraba a Andy un cobarde, como casi toda la audiencia de la época. Y ambos comenzaron a insultarse mutuamente en televisión. Estamos en una época en que la lucha libre se percibía como un deporte casi legítimo y no eran pocos los varones que amenazaban con subir al ring y darle una paliza totalmente real a Andy para callarlo de una vez por todas.
El arte de vender una pelea
Para que una rivalidad impacte en la lucha libre, ambos contendientes deben representar algo para la audiencia. Andy representaba el machismo y la cobardía. Y Jerry representaba al pueblo queriendo darle una paliza al abusivo. Pero aquello no era suficiente para Andy, la promoción de su lucha tenía que venir en un nuevo formato e impactar en grande.
Por aquella época, Andy todavía aparecía en televisión en vivo. Andy tenía un papel de consumidor de drogas en un sketch y antes de empezar a interpretar la escena, había mostrado reparos con interpretar ese personaje por el mensaje negativo que a su parecer estaba lanzando a la audiencia. Durante el sketch cómico, Andy queda en blanco y simplemente dice “Lo siento, no puedo hacerlo”.
Uno de los actores, cansado ya de Kaufman, sale de escena, toma el letrero de respaldo donde están los guiones para ayudar a los actores que olvidan sus líneas y se lo lanza a Andy frente a todos. Andy responde lanzándole un vaso con alcohol que era parte del decorado. Ambos comienzan a pelearse y todo el resto del casting comienza a separarlos, equipo técnico incluido. El público estaba impactado, en televisión nada que no estuviera previsto sucedía jamás. Finalmente se explicaba que todo era una broma y, que para hacerlo más real, algunos actores lo sabían y otros no.
Pero Andy no se iba a quedar con eso, tenía que ir más allá. Una vez de vuelta en el aire, Andy dijo: “La gente del canal me ha pedido que explique que lo que vieron fue una broma. Pero no lo fue, estas cosas pasan en televisión todo el tiempo (la audiencia en vivo ríe porque ya oyeron la explicación de un productor antes). No se rían, todo fue real. Ahora van a cortarme y pondrán un comercial. Si quieren volver a verme, vayan a Memphis (publicitando su combate con Lawler)”. La pelea se había vendido de forma única.
Un combate memorable
El día había llegado y Andy sabía que el ambiente estaba caliente. No solo caliente, la gente arrojaba cosas al ring y amenazaban con lincharlo. Andy, como siempre, tenía que ir más allá. En el sur de EEUU hay muchos prejuicios con sus habitantes. Andy tomó el micrófono y comenzó una promo bastante incendiaria. Tomó un trozo de jabón y les explicó que era un nuevo invento y que toda la gente del sur se vería beneficiada usándolo. Solo tenían que frotarlo con ayuda de agua por todo su cuerpo y la horrible peste se iría. Claramente esto solo enfureció más a la audiencia. Y no conforme con esto, Andy decidió mostrarles otro invento: El papel higiénico. Entonces apareció Jerry, el campeón de lucha, dispuesto a acabar con Kaufman
Por supuesto, lo que nadie sabía, era que Jerry y Andy eran amigos. Andy había acordado con Jerry recibir un par de golpes y quedar noqueado para ponerle fin a su personaje de villano y pasar a su siguiente performance (la cual fue aparecer en televisión asegurando haber adoptado una familia entera de afroamericanos adultos). Pero como siempre, no era suficiente para Kaufman, nadie de sus más cercanos sabía que Jerry le aplicaría su clásica piledriver. Los familiares, amigos y la pareja de Andy, no tenían idea de esto. En teoría Andy no tenía el entrenamiento para recibir el movimiento de forma segura, así que la reacción de estos fue totalmente real cuando lo vieron salir en camilla inconsciente.
Legado de un heel de antología
Andy fue un maestro provocador. Subvertía expectativas de forma estratégica y sabía exactamente qué teclas tocar para desatar grandes reacciones. Tomaba temas como el machismo, el clasismo y el racismo en una sociedad americana más conservadora y no tenía miedo de encarnar lo peor del ser humano. Su performance fue un espejo donde obligó a mirarse a la sociedad.
En la lucha libre nos regaló una historia atrapante, un protagonista detestable, un trasfondo social y un montón de momentos memorables. Supo configurar un heel irritante que replicó la dinámica del abusador: Que se suelta agrediendo a alguien en desventaja y, que cuando recibe la réplica, recurre al victimismo más rastrero. En su momento fue un comediante y artista incomprendido. Pero hoy por hoy, varios “provocadores” de mucha menor altura intelectual, intentan emular parte de sus dinámicas, ideas y personajes, para vender sus propias peleas, eventos y productos.
Tristemente se lo llevó de forma prematura un cáncer en 1984 a los 35 años. Muchos creen que fue el precio por actuar en clubes nocturnos llenos de fumadores durante tantos años. Otros, que hasta lo conocieron en persona, piensan que incluso su muerte es otro acto y algún día volverá a aparecer para destapar la broma más grande de la historia. Sea como sea, el legado de Kaufman ya ha trascendido en el mundo de la comedia y, este fin de semana, lo hizo en la lucha libre gracias a su inclusión en el Hall of Fame de WWE.
Si a alguien le interesa, la película “Man on The Moon” (1999) relata su vida y obra. Y además el documental “Jim & Andy” (2017) relata aspectos interesantes sobre la realización de la película ya mencionada, incluyendo la experiencia de Jim Carrey, quien parecía poseído por Kaufman al punto que la familia del fallecido Andy fue a ver a Jim para sentir que estaban un momento más con él.
Aclaración Legal: En este artículo no hablamos del cantante Tony Clifton, él fue parte esencial de la carrera de Andy y sigue vivo. Intentamos contactarlo, ya que habla español y queríamos entrevistarlo. Pero su reacción no fue la mejor. De hecho, amenazó con una demanda y hasta tirar los servidores de nuestro sitio si era mencionado. Desde ya queremos decir que en la elaboración del artículo, jamás tuvimos la intención de dañar la honra o la imagen del señor Clifton.
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