Análisis en caliente TakeOver: Chicago II

NXT nos regaló un nuevo TakeOver a gran nivel que acá analizamos como es costumbre, en caliente y con los siempre esperados jumbitos.

Roster a cargo: Nacho Meñique, Lone Wolf y don Shut the hell up.

Fotos cortesía (robadas) a WWE.

The Undisputed Era (Roderick Strong & Kyle O’Reilly) (c) vs Oney Lorcan & Danny Burch, NXT Tag Teams Championship.

Por Ignacio Salvo (Nacho Meñique).

Primero que nada, el theme de Undisputed Era es tremendo, a la altura del que tenían The Shield. Espero que cuando se disuelvan Adam Cole no se quede con una versión mala y acortada del mismo. En cuanto al theme de Oney Lorcan, he escuchado peores themes. Por ejemplo, cuando me pongo a escuchar las bocinas de los autos o a mi colega de trabajo cantar desafinado.

Pasando al combate, me he llevado una grata sorpresa. La división en parejas ya no brillaba tanto luego del boom del 2017, pero ahora nos encontramos con un match totalmente a la altura. Luego de la apertura los heels atraparon a Danny Burch para trabajar su brazo. Aquí Kyle O’Reilly aprovechó de hacer gala de su creativo grappling. En cuanto al selling de Danny, no me gustó al principio pero después sacó una mejor versión.

Llego el hot tag con el comeback de Oney Lorcan y ahí el tipo a  punta de antebrazos, saltos e intensidad demostró lo bien que se le da ser babyface. Luego vinieron intercambios que calentaron cada vez más al público generando empatía por los retadores. Lo anterior es notable, ya que es un equipo casi nuevo en NXT. De hecho, hay un momento en que Adam Cole intervino para frustrar su victoria y se llevó un mar de abucheos.

Hay un par de momentos en que realmente parece posible el cambio titular, especialmente cuando los faces tuvieron ambos en sumisiones a los campeones, emulando un poco a los #DIY vs Revival.

Valoración: 3 jumbitos 3/4.

Por Cristóbal Meléndez Martin (Shut).

Muy entretenido combate. Un buen momento que resume lo que fue esto es el final cuando el estadio ovaciona a los retadores, que si bien no quería su triunfo, supo agradecerles su performance.

Undisputed Era me parece un stable que puede convertirse en pieza fundamental de WWE. Ahora, en NXT, han demostrado toda su valía. Primero a nivel in-ring con dos tipos extremadamente talentosos como Strong y O’Reilly y por supuesto con todo lo demás que logran transmitir.

En este match se complementaron a la perfección con Orcan y Burch, dos tipos que por primera vez luchaban en un TakeOver. Con un ritmo in crescendo, el enfrentamiento te va a atrapando gracias a secuencias vistosas, golpes duros y toques de dramatismo como si una lucha estelar se tratase.

Uno de los grandes combates tag del año, sin lugar a dudas.

Valoración: 4 jumbitos.

Ricochet vs Velveteen Dream.

Por Cristóbal Meléndez Martin (Shut).

No fue un mal duelo, pero tampoco la panacea como muchos dijeron en redes sociales. Es que en tiene algunos detallitos que hacen ruido.

Pero partamos por los aspectos positivos: Velveteen Dream. Estamos en presencia del wrestler más atractivo no solo de NXT, sino de toda WWE. Lo de este muchacho es tremendo. Lo tiene todo.  La forma en cómo maneja su personaje es espectacular, siempre adaptándose al rival de turno, pero sobre todo, a la historia que viene contando con él. En los show semanales Dream dejó claro que todo lo que podía hacer Ricochet, el lo haría mejor. Declaración de intenciones que partió en el combate con un guiño evidente al Hogan vs Rock de WM 18 para luego ir sorprendiendo con el excéntrico luchador utilizando parte del repertorio de su rival. La forma en cómo utiliza ese recurso es genial, dotando de una storytelling de aplaudir.

Los detalles vienen en la excesiva protección a Ricochet, que resistió bastante castigo, incluido un Avalance Cartwheling Death Valley Driver. Muchos nearfalls, demasiado. Lo otro es una constante en Rico, el descuido en detalles relevantes. En un momento hace bien en no poder ejecutar un movimiento por el dolor en la espalda, pero luego realiza maniobras potentes que requieren el uso de esta. Falta de inteligencia, pues. Igualmente, cuando entra en el terreno de imitar los signatures de Dream muestra que si quiere puede ser capaz de entrar en un juego más planificado que la locura de los spots.

Combate sobre la media, cumplidor y hasta que se puede repetir sin problemas. No queda al debe, pero lejos de ser algo notable como leí por ahí. Aunque ojo, tiene a Dream, y eso ya es garantía de que vale mucho la pena.

Valoración: 3 jumbitos 1/4+.

Por Ignacio Salvo (Nacho Meñique).

Si no quieren ver el match a causa de Ricochet, los entiendo completamente. Pero háganse un favor y miren la entrada de Velveeten, el tipo entró vestido de Hulk Hogan e imitándolo.

En cuanto al combate, me imaginaba que lo de Ricochet iba a ser pura gimnasia rítmica sin selling, pero me sorprendió verlo vendiendo. Ya fuera la fase en que Dream le trabajó el cuello o cuando se castigó la espalda en ringside. Creo que nos acostumbramos a ver a Ricochet en los spotfests que no te cuentan nada. Pero ahora con el trabajo en storytelling de NXT pudimos verlo interpretando otro papel.

Luego de que el ex Prince Puma se lastimó la espalda, Velveeteen parecía tener el combate en las manos, pero no daba con la cuenta de tres. Ahí llega al grado de insultarlo y de pedirle que “vuelva a los salones de bingo”. Luego del comeback de Ricochet falló el 450 splash y realmente parecía que Dream podía llevarse la victoria. Pero nada, él falló a su vez el Diving Elbow Drop y sucumbió ante el segundo salto del face.

Velveteen tuvo otro combate memorable para la lista y cada vez es más difícil ver como alguien tan joven puede ser tan bueno. Y Ricochet tiene errores especialmente en las expresiones faciales, pero aún así muestra más de lo que era antes de llegar a WWE. Curioso que en NJPW no mejoró su estilo, pero si en una empresa que en teoría es muy inferior en el ring a la japonesa.

Valoración: 4 jumbitos.

Shayna Blazler vs Nikki Cross, NXT Women´s Championship.

Por Walter Merino (Lone Wolf).

Por más hate que le tiren los paletos, no se puede negar que Shayna Baszler ha demostrado que es de lo mejor actualmente en la división femenina, tanto como personaje como a nivel in-ring.

Ambas entregaron algo bueno destacando mucho la manera como Nikki Cross pudo plasmar su personaje en el ring para provocar a Shayna y ponerla en aprietos, llegando incluso a aplicarle su propia llave de rendición. La campeona logra recuperarse aprovechando un golpe en la rampa metálica, sometiendo a la retadora con llaveo y rodillazos duros, mientras una desquiciada Nikki pedía más. Cross empieza a remontar pero finalmente termina desmayándose ante el Kirifuda Clutch de una manera increíble, ya que por sus gestos parecía que estaba dispuesta a soportar más.

Buen combate, con toques intensos y algo de psicología.

Valoración: 3 jumbitos y medio.

Por Ignacio Salvo (Nacho Meñique).

Nikki ha estado over en NXT como nunca Ember y menos Kairi lo estuvieron. Se dice y no  pasa nada. Al match de Takeover Orlando le faltó el ambiente que se vivió en este combate, con el público metido y apoyando a la psicótica. Tal como venía ocurriendo en la rivalidad, Nikki a base de ataques rápidos sorprendió a Shayna desde el principio, hasta que en el ringside la azotaron de espaldas contra el esquinero.

Me imaginaba que un error bastaría para que Blazler se comiera con papas a la psicótica, pero no fue así. Cross seguía resistiendo los ataques y con su sonrisa demostraba que podía seguir haciendo lo mismo todo el día. Hasta que comenzó su segunda arremetida y a momentos estuvo al borde de la victoria. De hecho, hay un momento en que solo la cuerda salvó a la ex-MMA de perder el cinturón.

A la larga, Nikki terminó cometiendo el error mortal con Shayna quien la atrapó en Sleeper Hold hasta hacerla dormir. La emoción de público en esta última secuencia realmente sirve para ensalzar lo over que está la psicótica en la división. Buen match, aunque eso sí, creo que anduvo falto de minutos.

Valoración: 3 jumbitos 3/4.

Aleister Black (c) vs Lars Sullivan, NXT Championship.

Por Cristóbal Meléndez Martin (Shut).

Maldito botch.

Existían ciertas dudas con Sullivan como retador, en especial porque el tipo lleva poco rato en el roster de NXT. Lo cierto es que estas se disiparon ya que su actuación fue muy buena.

El combate es sólido, lleno de matices muy a tener en cuenta. Lars es un tipo agresivo y luce como tal.  Y acá lo demostró de sobre manera. Grandes pasajes de dominio, buena inteligencia para enfocarse en una de las piernas de Black, y gran demostración de fuerza, lo que se le debe pedir a tipos de su tamaño. El campeón, en su índole, siempre respondiendo. Es difícil encontrarle una lucha baja a Aliester en NXT. Muy difícil.

Hasta ahí, todo bien, pero ese maldito botch me molesta. Black no puede fallar así, y Lars se nota su poca experiencia, porque de alguna u otra forma debió improvisar. Sin embargo, tengo claro que eso no quita todo lo que entregaron y que en el desenlace dejaron un momento tremendo y muy recordable. A la postre, un encuentro más que interesante.

Valoración: 3 jumbitos 3/4.

Por Walter Merino (Lone Wolf).

Si bien la rivalidad no tuvo mucha exposición y una construcción llamativa, acá dejaron un enfrentamiento bastante bueno.

Sullivan luciendo fuerte y dominante ante un Black que tuvo que hacer uso de su genial Striking y agilidad para debilitar al monstruo que tenía enfrente. Black intentaba conectar el Black Mass que siempre era rechazado por “The Freak” pero Sullivan seguía deteniendo la movida.

Lars al usar su fuerza puso en grandes aprietos al campeón, incluso explotando la pierna lastimada de Aleister, con tacleadas y una fuerte llave de rendición. El combate iba bien hasta que ocurrió un tremendo botch que ensuciaría este disfrutable encuentro.

Hay que mencionar que el papel de Sullivan fue convincente y es que fue un rival tan duro que se necesitó de dos Black Mass seguidos para hacer derribar definitivamente.

Es un buen combate, aunque el botch le termina costando algunos puntos. Sullivan callando algunas bocas y Black como siempre destacando con sus moves y buen selling.

Valoración: 4 Jumbitos 1/4.

Johnny Gargano vs Tomasso Ciampa, Chicago Street Fight.

Por Walter Merino (Lone Wolf).

Siendo la rivalidad major construida de NXT, no iba a ser sorpresa que estos volviesen a cerrar el evento. Ambos nos dieron un combate bueno en New Orleans (a pesar de no aprovechar del todo la estipulación) y esta vez su rivalidad apuntaba a algo más intenso. ¿El resultado? Un combatazo.

Nos entregaron todo lo que veníamos viendo desde hace semanas en NXT, lo lejos que estaban dispuestos a ir con tal de acabar con su oponente. Quiero destacar principalmente el trabajo de Ciampa como heel, que me disculparán la palabra, pero es un csm. En cada acción y gesto te trasmitía el aspecto psicópata de su personaje. En Johnny por su parte podemos encontrar a un gran babyface, que logra soportar la arremetida de Ciampa y vendiendo de buena manera el daño.

El choque trae unstorytelling atractivo, tomando aspectos de los sucesos que marcaron el feudo de ellos como cuando Ciampa hace revivir el ataque del Takeover Chicago del año pasado o los ataques con la muleta. El trabajo de Ciampa al cuello de Gargano fue brutal, atacando con sillas y botes de basura el cuello de Johhny Wrestling. The Sicilian Psycopath parece no tener límites y se muestra enfocado en destruir a su ex mejor amigo en todo momento, pero Gargano al final termina desatándose y destroza a Ciampa, a tal punto que lo tiene vencido pero no hay árbitro, a lo que Ciampa aprovecha para llevarse la victoria con un DDT en el lado expuesto del ring.

Un combate genial, correcto aprovechamiento de la estipulación, con storytelling y psicología notable, gran trabajo al cuello de Gargano. Una de las joyas del año. Me late que la rivalidad tendrá un capitulo más, pero creo que también es momento para impulsar a Ciampa hacia el panorama del título máximo, aprovechando lo over que está.

Valoración: 4 Jumbitos 3/4 , rozando por ahí los 5 jumbitos.

Por Ignacio Salvo (Nacho Meñique).

Curioso, Gargano ha estado en el main event de los tres últimos Takeovers pero no así el título de NXT. Me llama mucho la atención que descuiden de tal manera el prestigio del título. Aunque quien sabe, puede que la razón sea precisamente plantear a Gargano como un campeón sin corona de cara a una gran victoria titular.

En cuanto al combate, en su momento no me agradó que el Unsancionated match no tuviera nada que no podría sancionarse en una street fight cualquiera. En cambio, ahora sí se trataba de una estipulación que no generaba expectativas falsas y creo que el match cumplió con creces, es casi todo lo que quería ver ahí y no vi. De hecho, creo que lo lógico es que este hubiese sido el Unsancionated match.

Las evidencias del anterior punto se ven en que acá los spots tienen una brutalidad inusual. También hay un claro interés en dañar al rival tan odiado antes que en ganar. Apenas hay un par de intentos de pins cuando el oponente está dañado, todo se trata de lastimar. El dañar por dañar llega incluso a un nivel psicológico, como cuando Ciampa se burla de él y le escupe. O por fin Gargano vengándose de todas las que le hizo.

Finalmente, tengo que destacar la coherencia. El cuello de Gargano fue el foco de Ciampa prácticamente todo el duelo, y si bien al principio Johnny vendía tocándose, a la mitad del match comenzó a mostrar rasgos de una conmoción. Mientras que en cuanto a Gargano, desde el momento en que se golpea la rodilla se ve su punto débil, aunque nada de eso se compararía al castigo de los compases finales a su cuello.

Eso sí, creo que no tenía ningún sentido que Tomasso ganase. Hablamos del final de una rivalidad, ya no tienen nada más que darse. Esto me recuerda a Triple H ganándole el combate final de la rivalidad a Steve Austin solo porque sí. Es lamentable llevar ese bookeo 50/50 al final de una gran rivalidad. Pero fuera de ese detalle, es un match que roza la perfección. Mejor match de WWE del año y por goleada.

Valoración: 4 jumbitos 3/4.

Por Cristóbal Meléndez Martin (Shut).

Amo lo que han echo estos dos. No solo hoy, en el TakeOver pasado también.

Acá encuentro todo lo que no pillo en el wrestling actual y tanto se glorifica. El exceso de épica, locura y finishers por doquier. En cambio aquí tengo historia, mucha historia, contada desde la forma que debe imponerse: las emociones. Todo está bien calculado, desde la importancia de las muletas, hasta el juego de la venganza-compasión. Guiños a enfrentamientos y segmentos pasados se van haciendo parte de un match que demuestra ese odio que algunos pedían, pero con la misma inteligencia que su precedente.

Porque si bien tenemos algunos spots muy potentes como cuando Ciampa azota a Gargano sobre la escalera mecánica con una silla entre su cuello, lo cierto es que no necesitaron todos los objetos posibles para darse. Tomasso quitándole el anillo de matrimonio a Johnny para luego escupirlo, es más potente que cualquier spot sobre una mesa. Eso es storytelling de manual. De las que te ganas de aplaudir.

Todo lo realizado por estos dos tiene un motivo de ser, desde las gesticulaciones hasta lo que deciden. Por eso es coherente el final, con Gargano buscando más y más la venganza, dando rasgos de perder la cabeza (coherencia pura si pensamos en el brutal castigo que recibió en el cuello y parte de la cabeza misma). El corazón pudo más que el razonamiento y por eso termina cayendo ante el manipulador.  Puedo entender que quizás lo mejor era poner fin a esta rivalidad y que alargarla puede perjudicar algunos aspectos. No obstante, prefiero mirar el vaso medio lleno y disfrutar de un match tremendamente efectivo y conciso, con toques de brutalidad intensa. Gran brawl, mejor historia.

Johnny Gargano y Tomasso Ciampa nos vienen regalando la mejor rivalidad de toda WWE este año con enfrentamientos sobre la media. Este último, alcanzando tintes de clásico.

Valoración: 5 jumbitos. (Es en caliente, veremos si las mantengo…)

 

 

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