Paige apenas estaba a la mitad de sus veinte cuando tuvo que retirarse de la lucha libre profesional. La carrera de la inglesa se interrumpió tempranamente producto de una lesión. Antes de ello, su futuro prometía ser brillante en WWE. Tenía el cariño de la fanaticada asegurado y solía causar reacciones con cada aparición. La misma compañía la veía con buenos ojos, no por nada llegó a ser campeona de WWE NXT y de Divas al mismo tiempo, ganando el título en su mismo debut.
La tragedia llegó en el 2017, cuando en un spot Paige fue pateada en la espalda por Sasha Banks durante un Live Show. Las imágenes de la anti-diva intentando ponerse de pie sin lograrlo, fueron angustiantes de ver. Esto ocasionó una ola de hate contra Sasha en rede sociales, culpándola por retiro de la inglesa.
La misma Paige habló recientemente en Starrcast V sobre esto:
“Así que él [el árbitro] arrojó la ‘X’ y miré a la pobre Sasha [Banks] en la esquina y ella dijo: ‘Lo siento mucho’. Y yo estoy como ‘Si no fueras tú, sería otra persona’. Pensé que podía volver y hacer exactamente las mismas cosas que podía hacer antes de mi primera lesión en el cuello, y eso es culpa mía. Literalmente hice el mismo movimiento con Bayley el día anterior, y desafortunadamente el momento no fue el correcto y sucede, es lo que es”.
Los fans que atacaban a Sasha suelen olvidar el detalle de que la inglesa recibía esas patadas cada noche en los shows en vivo. Pero en lugar de cuestionar lo rápido que volvió Paige a la carretera a tiempo completo luego de su delicada cirugía, o el hecho de que hubiese un booking donde recibiera esas patadas cerca de la zona afectada cada noche, al parecer decidieron pasarlo por alto.
Actualmente hay incertidumbre sobre el futuro de ambas luchadoras. No hay todavía certeza de si Sasha volverá a WWE o buscará o un nuevo rumbo, y Paige dijo recientemente que no irá a AEW en el corto plazo.
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