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Los reinados en la Lucha Libre: ¿Qué define a un buen campeón?
Publicado
5 meses atrásen
Por
R. Mondragón

Introducción.
La lucha libre es un deporte donde la base de todo es una justa entre dos hombres, en búsqueda de la gloria, misma que se ve representada por los campeonatos, da igual si hablamos de Japón, México, Estados Unidos o cualquier parte del mundo, los campeonatos son vistos como la meta a alcanzar para todo luchador, una presea que es sinónimo de grandeza.
Pero… ¿Qué define un buen reinado? Esa es una de las incógnitas más grandes del mundillo, misma que suele ser el foco de múltiples debates, donde cada fan defiende a su favorito, pero en realidad: ¿Cómo se forma a un buen campeón? ¿Acaso no basta con ganar y defender el campeonato? O acaso, ¿existe algo más que repercute a la hora de considerar si un reinado ha sido bueno o malo?
El Negocio
Para comenzar a responder esta pregunta, se debe entender que los campeonatos dentro de la lucha libre, por lo general suelen seguir la misma base que en el Box, por lo que realmente no existe un campeonato más valioso que otro, sino que cada campeonato representa la presea más alta de su respectiva división (salvo en WWE, pero recordemos que esta última es una empresa de entretenimiento deportivo, por lo que no es necesario que siga las mismas pautas que las demás).
Debido a esto, los campeonatos no pueden ser vistos como algo meramente secundario o con poco valor, motivo por el cual, en algunas empresas, se llegan a realizar encuentros amistosos entre los campeones máximos de dos diferentes divisiones, bajo la primicia de que ambos tienen la misma importancia dentro de la compañía.
Definiendo a un campeón dentro de la lucha libre
En base a esto, es importante que comencemos a deconstruir la figura de un campeón mundial, más allá de ser el hombre encargado de portar el campeonato.
Si bien un campeón suele ser el encargado de portar el título principal de su división, su labor no se limita únicamente a defender la presea, sino al contrario. Una vez ganado el título, el campeón pasa a ser el principal estandarte de su división y por lo tanto un sinónimo de lo que los demás luchadores deberían aspirar a ser.
Aunado a esto, el campeón tiene como principal labor ayudar a fomentar la expansión de su división, a la vez que aporta al crecimiento de la compañía como un negocio exitoso. Ya no es un simple competidor, ahora es un relacionista público, un mentor y un guía para todos dentro y fuera del encordado
Por esto mismo, la mejor manera de determinar a un buen campeón es analizando su aporte a la empresa durante su reinado, mismo que puede ser vital para la historia de la compañía, o algo olvidable al cabo de unos años.
La importancia de las defensas
Muchos piensan que tener defensas continuas es sinónimo de un buen campeón y razón no les falta, pero la realidad es que el resultado del 90% de estos combates llega a ser irrelevante, siendo que lo verdaderamente importante no es el resultado, sino el cómo hemos llegado a ello.
En más de una ocasión hemos escuchado a los luchadores veteranos decir que un buen luchador no es aquel que hace más flips o spots vistosos de cara al público, tampoco el que gana más campeonatos, sino que un buen luchador es aquel que logra hacer que el público se interese por lo que hace, a la vez que ayuda a su compañero para entregar un buen espectáculo.
Porque seamos honestos, de poco sirve que seas un buen atleta, si tu contrincante apenas logra dar un golpe sin caerse. Da igual si eres el mejor de la empresa en cuanto a nivel atlético se refiere, cuando no eres capaz de hacer que el público interese por lo que haces.
Y es aquí cuando la figura del campeón se vuelve vital. Una buena defensa no es aquella donde ganas a los pocos minutos, sino una donde el público ha disfrutado, ha rabiado y ha reído producto de lo que veían al interior del ring. O en palabras más simples, una buena defensa es aquella que logra hacer que la gente conecte con el retador y el campeón, llegando a ovacionarlos a ambos, mientras esperan ansiosos por el desenlace.
Los retadores y su importancia dentro de los reinados históricos en la lucha libre
Pero esto no queda solo ahí, porque hay algo más que un campeón debe priorizar en cada una de sus defensas y eso es construir la imagen del retador. Un campeón debe encontrar la fórmula para darle credibilidad a su rival, a la vez que mantiene su imagen dominante sobre el ring. No solo se trata de hacer que el público ovacione al underdog, sino que el público debe llegar a vislumbrar la posibilidad de que ese retador pueda coronarse tras vencer al jefe final de su respectiva división.
Y esta puede que sea la parte más complicada de un buen reinado, porque deja de ser algo que el campeón pueda controlar, ya que un retador siempre tendrá sus propias opiniones y visión respecto a su personaje o el cómo deberían desarrollarse sus luchas, el campeón debe lograr encontrar esa fórmula que haga resaltar a su rival, mientras se asegura de no desentonar con la historia que están tratando de contar.
No es hasta que la campana suena que sabemos si el campeón ha cumplido su objetivo, es entonces y solo entonces que nos damos cuenta si el campeón ha logrado crear una nueva estrella a expensas de si mismo, sirviendo como un trampolín para sus compañeros, en vez de ser un muro que les impida destacar… Cof… Cof… Triple H… Cof… Cof…
Analizando al Tribal Chief y Mami bajo la lupa
Para poder ahondar más en este punto, me parece apropiado tomar a dos de los mayores referentes en la actualidad como lo son Roman Reigns y Rhea Ripley, poniendo sus respectivos reinados bajo la lupa.
Comencemos que el más polémico de los dos, El Tribal Chief. Un luchador al cual la comunidad ha tachado de vago, mediocre y sobrevalorado, pero que por alguna extraña razón, no deja de llevarse las loas de todos sus compañeros y veteranos del negocio.
Un linaje plagado de éxitos dentro y fuera de la lucha libre
El caso de Roman Reigns me recuerda bastante al de John Cena, un hombre sumamente polarizante, sumamente criticado por sus detractores, pero que al final… logró labrarse un nombre como uno de los luchadores más importantes del negocios, incluso siendo tratado como uno de los principales candidatos a GOAT.
Si bien uno puede tener su opinión respecto a si Roman gusta o no gusta como intérprete, acá vamos a revisar su labor como campeón. Primero que nada cabe destacar que el Tribal Chief tuvo un reinado con una duración de 3 años, un hito histórico para cualquiera, pero que a su vez, logró crear una de las historias más interesantes de la última década en compañía de su familia, creando uno de los grupos más importantes de los últimos años: The Bloodline.
La historia del linaje comenzó con un enfrentamiento entre Jey Uso y su primo, donde este último le exigía que lo reconociese como el hombre al frente de su familia. Bajo la primicia de que Roman era el encargado de llevar comida a la mesa y eso significaba que se había ganado su derecho como el jefe de su familia, el Tribal Chief.
Nadie hubiese imaginado que en ese entonces, la historia que parecía ser una simple excusa para generar un conflicto entre dos primos, terminaría desembocando en una historia plagada de mentiras, traiciones, desconfianza y redención. Misma que seguramente para muchos fue el único incentivo para ver SmackDown en estos últimos tres años.
Dato que no solo es respaldado por la narrativa de la compañía, sino por los números que generaban cada uno de esos segmentos, daba igual si era Roman vs Jey, Sami, Logan o Cody; The Bloodline era el éxito que WWE necesitaba.
Esto derivó en un aumento en las interacciones que la compañía recibía a través de redes sociales. Llegando al punto de que WrestleMania XL se convirtiera en el evento más taquillero en la historia de la compañía.
La psicología detrás del reinado del Jefe Tribal
Un apunte que generalmente se suele dar por sentado, es lo bueno que es Roman para meterse al público en el bolsillo, haciendo que estos coman de su mano sin darse cuenta. Durante su reinado de 3 años, Reigns no solo consiguió el hito de atraer a más gente a un negocio que desde hace años se encuentra de capa caída, sino que logró crear a varios de los nombres más importantes de la empresa en la actualidad. Por eso, que tal si analizamos a los rivales del Jefe Tribal.
Partamos por Jey Uso, un luchador que de buenas a primeras siempre fue visto como el compañero de Jimmy y nada más, nadie esperaba que Jey se convirtiera en uno de los luchadores más over de la actualidad, logrando ser uno de los principales vendedores de mercancía. Y sin embargo, lo hizo, todo gracias a una historia bastante compleja, donde tuvo que bajar la cabeza a regañadientes para eventualmente librarse de sus ataduras en busca de derrocar al mismo hombre que lo había sometido anteriormente.
Jey pasó de ser un segundón a un candidato a campeón con todas sus letras. Hoy tenemos el Yeet!, pero en el pasado solo teníamos a Roman. Otro de los grandes experimentos fue Cesaro, ¿Se acuerdan que el suizo fue uno de los rivales de Roman? Cesaro no era nadie dentro de WWE, solo el comodín perfecto cuando necesitabas un compañero tag para alguien que se encontraba sin planes en ese momento, pero de algún modo, se las ingeniaron para convertirlo en un contendiente al título con todas sus letras.
Claudio podrá haberse ido de WWE, pero la labor de Roman durante su rivalidad nunca debe tomarse a la ligera. El mismo Rollins, sería otro de los muchos rivales, quienes se verían afectados por el aura de Roman. Rollins hoy es uno de los luchadores más aclamados por los fans, lo irónico de esto, es que este cariño en gran parte se debe a Roman.
Todo héroe necesita su némesis, no hay Superman sin Lex Luthor, no hay Batman sin Joker y el némesis de Roman es el Visionario. Con una historia que se remonta a sus días en The Shield, la lucha entre estos dos es una cátedra de cómo narrar una historia, con Seth intentando sacar el lado más agresivo del campeón haciendo uso de todo lo que habían vivido juntos, a esto le agregas un Rollins entrando con su vestimenta de sus días en The Shield y el hecho de que fue el único luchador al que Roman no derrotó (lo descalificaron por reventarlo brutalmente) y tenemos la tormenta perfecta.
Demás está decir que todo el discurso de campeón peleador de Rollins se basa en esa animadversión que siente por su excompañero. Roman podrá haberse alejado de Rollins, pero esa herida sigue abierta.
De ser un don nadie a una estrella dentro de la lucha libre
Y claro, cualquiera dirá que Roman la ha tenido fácil, al contar con nombres como Rollins, Cesaro o Jey, luchadores que en más de una ocasión han demostrado ser workers sobresalientes, pero la cosa cambia cuando pensamos en Logan Paul…
Aclaremos algo, Logan no es un luchador, es una celebridad, su caso no es muy diferente al de Bad Bunny, Snooki o Stephen Amell. El tema acá es que Roman consiguió algo histórico en cuanto a Logan se refiere, le dio credibilidad. Deténganse a pensar por un minuto, el escenario bajo el cual se dio este encuentro. Logan venía de apenas dos luchas, una de ellas un tag team, aclarando que estas últimas son luchas diseñadas para que el peso del combate no recaiga en un solo luchador, ayudando a enmascarar sus carencias.
Tras esto, Logan retó a Roman por el campeonato, un chiste de muy mal gusto, ¿verdad? El luchador más odiado contra el influencer más odiado del mundo. ¿Cómo ibas a vender la idea de que Logan era el héroe de esta historia? Lo irónico de todo esto es que Roman logró cerrarnos la boca a todos. El Tribal Chief logró hacer que la gente se interesara en el combate, y no solo eso, logró que la gente se pusiera del lado de un hombre cuyo mayor logro era haberse burlado de un suicida en Japón. Reigns logró que Logan se viera como un luchador legitimo, con la posibilidad de ir de igual a igual con un luchador profesional.
Porque, si usted es de esos que piensa erróneamente, que Logan Paul lució bien gracias a su talento natural, le recuerdo que el hombre no ha logrado volver a dar una lucha memorable desde entonces y eso que luchó con Rollins, Rey Mysterio o KO. Roman fue el encargado de construir el escenario ideal para que Logan luciera como un profesional, incluso cuando se lesionó durante el combate.
En el caso de Sami Zayn no ahondaré mucho, en especial porque ya hay un artículo en esta misma página analizando todo su calvario para llegar a donde está, pero es importante recordar que Sami pasó de ser el luchador que le jobbeaba a un tipo de Jackass a un main eventer amado por los fans.
Por último y para no extendernos demasiado, quiero analizar el caso de L.A Knight. ¿Se acuerdan donde estaba LA antes de su rivalidad con Roman? En efecto en ningún lado… El caso de LA es similar al de Cesaro. El otrora Eli Drake era un desconocido dentro de la empresa, y su carrera iba de capa caída tras diversos descalabros como lo fueron su run como Max Dupri, o esa abominación que fue su rivalidad con Bray Wyatt.
La cosa estaba tan mal, que ni siquiera consiguió un lugar en el WrestleMania de ese año. Pero entonces llegó a ese lugar sagrado, ese lugar al que todo luchador ansiaba llegar, la “Isla de la Relevancia”, misma que se encontraba bajo el dominio de un samoano. Roman de alguna manera logró revivir a Knight, un luchador que por más que lo intentaba no encontraba su lugar en la compañía y de ahí paso a ser uno de los principales rostros de SmackDown, mismo que era capaz de codearse con Randy Orton y AJ Styles, independientemente de sus habilidades sobre el encordado.
El reinado de Roman podría ser descrito como cansino, aunque esto último es producto de un bookeo perezoso. También destaca por haber logrado foguear a la mayoría de los luchadores que hoy forman parte de la zona más importante de la cartelera. Matt Riddle (recordemos que tuvo un bookeo muy sólido hasta que él mismo se arruinó la carrera), Drew McIntyre, KO y Cody Rhodes, son otros de los muchos nombres que lograron encontrar un rumbo al plano estelar mientras rivalizaban con el campeón. Porque en efecto, esa era la labor de Roman. Un hombre que formó parte vital de la construcción del que ahora es la nueva cara de la empresa, siendo su mayor obstáculo para terminar su historia.
Marcador:
- Relevancia: Sí.
- Aura de campeón: Sí.
- Luchadores Construidos: Sí.
- Visibilidad Mediática: Si.
- Récords en Taquilla: Sí.
- Valoración como campeón a nivel general: Sobresaliente.
De la luz a la sombra entre los campeones de la lucha libre actual
Pero ya que revisamos a Roman, destacando su figura como uno de los mayores fogueadotes de main eventers para la compañía. ¿Qué hay del otro lado de la moneda?
Ya veo venir las lágrimas de todos sus fans llorones, pero sí, si Roman es el ejemplo de un buen campeón; Rhea es el ejemplo de lo que no se debe hacer en un reinado. Mamí, si bien es alguien que cumple en presencia y ventas de mercancía, nunca pudo cumplir con el apartado más importante en cuanto a un campeón se refiere, y nos referimos a la construcción de sus retadores.
Rhea llegó al Judgment Day tras haber perdido su rumbo producto de un mal bookeo, tras esto, renovó su imagen y personaje, mismo que si bien es una versión descafeinada de Chyna, con toques de Eddie Guerrero, no deja de ser un acierto para la luchadora. Aunado a esto, Ripley logró reencaminarse a planos estelares tras convertirse en uno de los principales atractivos del Judgment Day tras la salida de Edge.
Por desgracia eso es todo lo bueno que podríamos decir en cuanto al reinado de Rhea, porque si bien a Roman siempre se le suele criticar por su ausencia, Rhea parece gozar de cierta inmunidad cuando se trata de este mismo aspecto. Irónicamente, pese a que Mami se convirtió en uno de los grandes atractivos de Raw y el Judgment Day, la empresa la rebajó a ser una simple vocera de sus compañeros.
Y sí, muchos dirán que Rhea golpeó a uno que otro hombre, pero salvo por su lucha con Tozawa, este nunca fue el objetivo con Mami. Porque sí, el chiste de ver a Rhea encarando a los luchadores del roster masculino puede ser llamativo, hasta que recuerdas que la empresa tiene como norma nunca realizar encuentros mixtos.
Por otro lado, cuando revisamos a sus retadoras, la lista destaca pero no por la construcción de sus rivales, sino por la cantidad de cuerpos que ha dejado Ripley tras su paso como campeona máxima de su respectiva división.
Partamos por Zelina Vega, luchadora que nunca ha sobresalido mucho y que tras su rivalidad con Ripley, volvió a ser relegada a ser una vallet más del LWO, al final era evidente que no tirarían del gatillo con Vega tras anunciarse el traspaso de Mami a la marca roja.
Posteriormente vino Natalya, a quien sorpresivamente squasheó para dejarla en el olvido. A lo que llegaron Raquel y Liv como sus nuevas rivales, una Liv que perdió todo su momentum tras lesionarse tras un brawl con Rhea, pasando de ser una de las principales caras de la división a una don nadie. Mientras por su parte Raquel fue vendida como una rival a temer, pero al final también fue derrotada para posteriormente desaparecer de la escena titular.
De más está decir que su Fatal 4 Way no sirvió para beneficiar a nadie más que a la misma Rhea, quien nuevamente salió por la rampa sin haber impulsado a ninguna de sus rivales, irónicamente esto desembocó en que Shayna, Zoey y Raquel terminaran de perder su momentum, mismo que dos de ellas ganaron tras sus respectivas rivalidades con Ronda y Becky (pero ambas son malas workers según los eruditos de Internet).
Stark tuvo una segunda oportunidad en Survivor Series, pero como ya sabemos, al final terminó siendo relegada junto a Shayna a la división Tag, que bien podría ser un sinónimo de no tenemos planes para ustedes. Por su parte, Nia Jax pese a perder su momentum, lo recuperaría gracias a Becky Lynch a quien derrotó limpiamente en varias ocasiones (Los Wargeadictos lo lloran). Todo para finalmente ser derrotada por Ripley en casa y con su gente.
La cereza del pastel podría haber sido Becky, pero todos estamos conscientes de que la irlandesa actualmente está más enfocada en ser un trampolín para las más jóvenes, si no pregúntenle a Tiffany, Lyra, Zoey, Nia o la misma Rhea.
Al final del día, el reinado de Rhea será recordado por los likes que recibían sus videos de TikTok junto a Cathy Kelley o sus pins realizando posturas sugerentes para sus seguidoras (y sí, he dicho seguidoras). Claramente no podemos negar que Mami siempre está en la cima, pero en cuanto a impulsar a otros, nada de nada.
Sonará feo, pero la lesión de Rhea ha aportado más a la división que su reinado en general. Dando pie a un posible revival para Liv… ¿Cierto?… o eso es lo que diríamos si el reinado de Liv no hubiese sido rebajado a ser un parche temporal para rellenar mientras Rhea se recuperaba de su lesión, algo que evidencia la falta de rumbo creativo por parte de WWE.
Lamentablemente, Liv únicamente fue degradada a ser la acompañante de Dom, en una de las rivalidades más mediocres de los últimos años, donde a la postre, Dom se convirtió en el foco de la rivalidad, con Rhea buscando vengarse de él, mientras Morgan era tratada como un mero saco de boxeo para Ripley. Ya puedo ver a Paul Heyman diciéndole a Triple H que Liv nunca debió volver a tocar un título y blah… blah… blah.
Marcador:
- Relevancia: Sí.
- Aura de campeón: Sí.
- Luchadores Construidos: No.
- Visibilidad Mediática: Si.
- Récords en Taquilla: No. (El único evento donde Mami fue el evento estelar fue en su ciudad natal e incluso hubo otros donde ni siquiera formó parte del show).
- Valoración como campeón a nivel general: Promedio.
Si bien en este articulo he centrado mis esfuerzos en los dos rostros principales de la compañía, este ejercicio se podría replicar perfectamente con Gunther, quien ayudó a devolverle la credibilidad a Sheamus o Chad Gable. O en AEW, donde Christian realizó un trabajo sobresaliente durante su reinado con el campeonato TNT, curiosamente dos campeones de la zona mid-card.
Conclusiones.
Un buen reinado no es aquel que logra mayor visibilidad o defensas, sino aquel que logra aportar a su división, ayudando a cimentar las bases para las siguientes generaciones. Algo que Roman irónicamente logró de maravilla pese a un bookeo que era la receta perfecta para evitarlo por sobre una Rhea que demostró ser incapaz de lograrlo.
Personalmente entiendo que muchos prefieran a Rhea sobre Roman, ya que ambos tienen roles muy distintos de cara al público, Rhea es una heel que busca ser un eyecandy para los y las fans, mientras Roman es un rudo al uso con la finalidad de ser el rival a vencer.
¿Y ustedes están de acuerdo? ¿Creen que me faltó meter a AEW nada más porque sí? Déjenmelo saber en los comentarios, mismos que no voy a leer.
En otros temas
Un repaso a la histórica rivalidad entre dos de los más grandes campeones de WWE
Fanático empedernido de la animación y la lucha libre en general. Sí. Mi almohada es completamente normal. Quejas y recomendaciones acá: RodrigoMondragonBeltran@gmail.com

