En una canallada, no debería haber doble lectura, WWE decidió castigar la decisión de Sami Zayn de quedarse en casa. Esas palabras de buena crianza de Triple H y Stephanie McMahon sobre respetar a aquellos luchadores que privilegiaron su salud, no es tal.
La empresa despojará de su campeonato a Sami y creará un torneo en SmackDown para encontrar un nuevo campeón Intercontinental. Ni siquiera uno interino como está sucediendo en NXT con el campeonato crucero. No, se lo quitan de raíz.
Uno podrá discutir que el contexto no es lo mismo, pero Brock Lesnar estuvo meses sin defender su título cuando fue campeón (más de una vez) y acá no se puede hacer lo mismo. O recordemos el caso de Andrade, quien violó la política de bienestar y aún así sigue con el título.
¿Cuánto pesará las opiniones de Sami Zayn contra el gobierno de Donald Trump? ¿Muy comunista el canadiense para los estándares tan capitalistas de WWE?
Lo cierto es que así acaba el primer reinado en el main roster del ex campeón de NXT, título que ganó en febrero pasado en Elimination Chamber tras vencer a Braun Strowman. Logró defenderlo con éxito en WrestleMania ante Daniel Bryan y luego se fue a su casa para protegerse del Covid-19.
Decisión de Sami que indudablemente le trajo represalias porque han decidido quitarle el título de forma arbitraria. Viva WWE y su respeto por los trabajadores sensatos. Viva.
A través de su twitter, el canadiense reaccionó a la medida:
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