Grandes mentiras del wrestling: Test

Test, this is a test.

Test, this is a test…

¿Existirá algún tema igual de corneta que este?

Bienvenidos a esta sección que me significó varios meses de esfuerzo para pensarla, un trabajo arduo para dar con la tecla exacta. ¿Cuál es la idea? Pues bien, acá iré derribando ciertos mitos creados por la comunidad de Internet respecto a un determinado wrestler. “¿Es que mereció un gran push?”, “¿tenía todo para ser campeón mundial”?, “¿una lástima cómo lo desaprovecharon”?, “él debería ser la cara de WWE y no Roman Reigns, jejejejeje”, y todas esas tonteras que se leen en más de una ocasión.

Quien abre los fuegos es Test, el Big Cass de la Era Attitude (con el respeto de Cassady). Se mira con mucha nostalgia esa época de la empresa de Vince, donde se encuentra prácticamente todo bueno y maravilloso. Dentro de esos recuerdos tan optimistas es muy común que algunos wrestlers lleven el cartel de “lo que hicieron contigo no tuvo nombre”. Lo que entregó Test no tuvo nombre…

Con el tipo lo intentaron una y otra vez, y sencillamente no estaba capacitado para dar el salto de calidad. En los inicios de la facción McMahon/Helmsley, tuvo la oportunidad de mostrarse mucho más, de aprovechar esa mini rivalidad con Triple H como sustento. Le quebraron la nariz y para la casa, a hacer pareja con Albert en un tag team random donde la real atracción era la debutante manager. El tipo no tenía ni el carisma ni el manejo en el micro suficiente para poder estar en lo alto, más aún cuando empezaron a fichar a tipos como Chris Jericho, Kurt Angle y Eddie Guerrero.

Pero WWE no se quedó ahí y lo intentó, intentó, intentó. Heel anti Estados Unidos = nada; babyface acompañado de una representante más carismática = nada. Heel machista = nada. No conectaba, sencillamente. Ya, tuvo un par de reacciones, aunque con el contexto siempre de su lado. En la Attitude decías “hola” y podías ganarte un par de aplausos, en la Ruthless era Stacy Keibler la real demanda.

Cuando la compañía le quiso dar un nuevo push en la marca ECW, se comenta que realizó una gran promo en el ensayo, pero una vez que la hizo en vivo, el resultado fue un desastre. Y es que su manejo realmente era malo y poco calificado para posiciones altas, sumado a que no tenía un gran nivel-ring que tapara esas carencias. ¿Le recuerdan un gran combate? Alguno podría rebatir que no tuvo la instancia o los minutos para brillar. No me parece, ya que no olvidemos que por ejemplo luchó contra Eddie en un WM, o que tuvo el spotlight de enfrentar en un Summerlam a The Undertaker. Y también hay que tener claro que existen wrestlers que en pocos minutos logran dejar patente su calidad.

Para el objetivo de “las grandes mentiras del wrestling”, Test entra porque no podía merecer algo distinto cuando tenía más carencias que virtudes. Que el cariño por lo pasado no nos ciegue. De todas formas, y que quede claro, lamento las circunstancias de su muerte, en especial por lo joven que le tocó partir. No obstante y en lo que nos concierne a la lucha libre, lo suyo fue un paso sin pena ni gloria por sus propios defectos.

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