Grandes mentiras del wrestling: Naomi

Teníamos tiempo sin publicar algo en la sección de “Grandes mentiras”. Llegó el tiempo de ponerse la capa trayendo un nombre popular en redes sociales desde hace ya un par de años pero que a día de hoy no ha podido respaldar en cuanto a rendimiento su reclamo. Hablamos de Trinity, más conocida como Naomi, quien acaba de volver a WWE. En su palmarés albergan dos campeonatos femeninos en dos distintas compañías, con un recuerdo que es nulo.

Pasemos a analizar su caso, donde exponemos por qué Naomi debe ser uno de las mitos más grandes creado por la fanaticada.

Deficiente nivel en el ring

Este debe ser uno de los principales aspectos en donde Naomi ha mostrado tener muy poco progreso. Para ser una luchadora atlética y que podría destacar por su velocidad se ve es muy poco precisa a nivel de timing, viéndose muy poco sincronizada en sus combates.

De su ofensiva creo que ni se debe decir, no sigue una estructura u orden claro, una que se puede catalogar como muy poco creíble para infundir daño a un rival. Una prueba de la funcionalidad de su ofensiva y lo poco efectiva que se ve se pude ver en los combates con Deonna Purrazzo, donde en términos de daño no era coherente para superar a la Virtuosa.

Si bien durante su tiempo en TNA intentó arreglárselas para dar algo más ordenado e interesante, siguió sin destacar. Son pocos los combates donde no encuentre fallas de sincronía para elaborar spots o uno donde haya brillado por su coherente performance (contra Jordynne Grace y paramos de contar).

En ese aspecto no cumple, siendo poco creativa para incorporar cosas a su ofensiva y con un margen al botch importante por errorres en el timing.

¿Quién es verdaderamente Naomi?

Es la pregunta que yo y quizás muchos aun debemos hacernos al ver a la luchadora entrar bajo su misma entrada en casi 10 años. Muchas luces y bailando no es suficiente como para poder llamarlo personaje como tal o con ideas de una personalidad clara.

Como miembro de las bailarinas de Brodus Clay dejó poco, siendo más un relleno. Luego creó el team BAD junto a Sasha Banks, un Stable donde el pobre y genérico enfoque mostrado no la permitió lucir por sobre la misma Sasha (porque no tenia con qué), siendo esta última quien terminó despegando tras salir del grupo.

Se puede ver como una tipa buena onda, pero no ha mostrado mayores matices de sus inspiraciones, motivaciones o discurso que la distinga como alguien especial. No por decir “Feel The Glow” como catchphrase ya es suficiente para integrarla en ese conjunto.

De su nivel de mic que presenta, podemos decir que esa misma buena onda que parece tener desde que entra se siente, no obstante, si habláramos de versatilidad, entonacion y uso de palabras para venderte una promo a mejor nivel, en realidad es poco.

Sin una identidad definida y sin cualidades suficientes para dar a conocer lo que verdaderamente es o lo que representa, nos quedamos viendo un cascarón vacío.

¿El fin justifica los medios?

Antes de que tuviese su gran oportunidad de brillar fuera de WWE, Naomi pudo ser una de las faces principales de SmackDown durante el camino a WrestleMania 33, llegando a ser campeona en dos ocasiones, la segunda ganándolo en el mismo magno evento.

Y con un reinado de 140 días como campeona dejó poquísimo, por no decir nada, con defensas y rivalidades intrascendentes. Se podrá decir que es culpa del manejo, pero incluso campeonas como Becky Lynch (42 días) o Bianca Belair años posterios (133 días) salieron jugando mucho mejor en varios aspectos.

Este reinado terminó a manos de Natalya, donde una participación discreta en semanales desencadenó uno de los movimientos más inentendibles de la época como el #NaomiDeserves Better. ¿Cómo pides algo mejor para alguien que no puede o quiere mejorar?

Oportunidad tuvo, y en todo el margen de pantalla que tocó, no se esforzó por innovar en algún apartado por más popularidad en redes que se tuviera. WWE haría caso omiso y la luchadorá saldría de la empresa a pesar de tener los campeonatos en pareja, en búsqueda de mejores oportunidades junto a Sasha Banks.

Para cuando llega a TNA/IMPACT tuvo su gran oportunidad y con la etiqueta de estrella, llegando a ser campeona, dejando un reinado sumamente decepcionante, con defensas olvidables y donde seguía evidenciando los problemas del inicio.

¿Culpa de las rivales? No creo que sea culpa de Deonna Purrazzo, Jordynne Grace y compañía la poca evolución como performer de Trinity, porque nuevamente tuvo el spotlight necesario para motivarse y brillar como se cree puede.

Si pedías una oportunidad, la tienes y aun así te esfuerzas poco, más teniendo una división con mejor bookeo y tiempo en pantalla, entonces directamente no puedes culpar a quien maneja, sino a quien realiza las acciones.

Conclusión

Naomi o Trinity debe ser uno de los mitos más grandes que alguna vez ha tenido una división de mujeres. Su nula capacidad de reinvención, progreso y adaptación a las circunstancias ha sido camuflado gran parte del tiempo con una chispa de buena onda en medio de baile con luces para alegrar al fan gringo de redes.

Ahora decidió firmar nuevamente con WWE, en lo que practicamente es un regreso sin algún tipo de crecimiento. Caso contrario de otros luchadores que tras salir de la empresa y regresar, trajeron algo nuevo a la mesa para que se apueste por ellos.

¿Qué puede traerte de nuevo Naomi? Es que se ha mantenido con una misma fórmula por cerca de 8 años y muy fácil le será perderse entre una Becky, Bianca, Bayley o Rhea Ripley que le llevan varios kilómetros de delantera.

Y no es que uno le tenga mala, pero como espectador debemos exigir buena calidad del performer, una calidad que parece Naomi quiere entregar a los estándares mas mínimos porque, o no puede, no le interesa o está demasiado cómoda haciendo lo que hace.

Como sea, la luchadora es la definición de que no todo lo que brilla no es oro.

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Grandes mentiras del wrestling: Randy Orton

Hasta el momento, la sección solamente se había tratado de aquellos luchadores tratados de “infravalorados” por la IWC, pero que no eran la gran cosa realmente. En este caso, me lanzo con un luchador que si tenía cualidades, pero con quien la IWC igualmente se equivocó. Randy Orton no es de los peores luchadores de la historia, pero tampoco está entre los mejores. Y en ese sentido, el fan de internet ha agigantado una carrera muy sobrevalorada.

Un joven con un gran potencial

Orton era junto a Cena, Lesnar y Batista, miembro de la generación de la OVW en el 2002. Cuatro proyectos que condicionaron la WWE Post-Attitude Era. Para el 2003, Randy Orton fue uno de los miembros de Evolution y ascendió en el card muy rápidamente. Finalmente, en Summerslam 2004 se coronaba con el World Heavyweight Champion con 24 años, el campeón mundial más joven de la historia.

Randy Orton fue brevemente campeón mundial y top face de RAW, pero las circunstancias (Triple H) frenaron su ascenso meteórico. Desde el 2005 a mediados del 2007, fue un buen heel uppercard y ocasionalmente main event. Con su gimmick de Legend Killer era el joven que perseguía y humillaba a las leyendas. Entre eso y el hecho de que cumplía en el ring, me parece el mejor momento de su carrera. Todo apestaba a potencial y nada hacía pensar que ese joven envejecería tan mal.

Un in-ring del montón

Cuando Randy Orton volvió a tocar un título mundial a mediados del 2007, se sintió como un soplo de aire fresco. Pero había algo que no calzaba. Combates regulares nada más, con Shawn Michaels, Jericho, Jeff Hardy, Cena o Triple H. En sus primeros años Randy era bueno para ser un novato, pero desde entonces no había mejorado lo suficiente. Se notaban más que antes sus fallas en psicología en ring y el timming en las interacciones con sus rivales.

Tras lesionarse el 2008, Orton volvió luchando peor. Ahora era más metódico aunque había mayor coherencia en su ofensiva al cuello. Pero poco sumaba eso frente a todo lo que perdió en intensidad. Comenzó a hacer todo muy lentamente, transmitiendo una desgana absoluta cayendo en la misma rutina de moves vista mil veces. De ser alguien regular pero con margen de mejora, se convirtió en uno de los workers importantes más aburridos de toda la industria.

Randy Orton ha estado en un ring con una cantidad inmensa de luchadores y en multitud de encuentros ideales para dar un gran choque. Muchos minutos y el aura de big match te otorgan un main event, un título o un show importante. Y con todo eso, los encuentros geniales de Orton se cuentan con los dedos. Hay unos cuantos en su etapa de Legend Killer, algo por ahí con Christian y Bryan, y nada más. Muchas veces leo que Randy es de los mejores en el ring de WWE: ¿con ese desempeño cómo?

Muchos consideran que lo de Orton va por un tema de motivación, que el talento lo tiene, pero que solamente lo saca a relucir cuando el encuentro lo atrae. No obstante, justamente hablamos de un tipo a quien le han dado absolutamente todo y la palabra concreta para alguien que se relajó en su zona de confort es “mediocridad”.

Trece títulos mundiales y ni un reinado grandioso

Para los reconocimientos de WWE en títulos mundiales, primero van Cena y Flair con 16, luego Triple H con 14 (otro caso de estudio) y finalmente, Orton con 13. Randy tiene un palmarés tan largo en el main event y ha dejado tan poco. Como mucho, la eterna rivalidad con Cena con apenas algún match notable.

El reinado quizás más valorado de Orton fue el del 2013 – 2014 y no gracias a él. Justo ocurrió en el boom de Bryan que terminó con su merecida y esperada coronación como campeón mundial. Al igual que en sus otros reinados, la gente pasaba de Randy. Recordar que entre otras cosas, hubo un encuentro con Cena en Royal Rumble absolutamente rechazado y abucheado por el público presente o esa calamidad de match contra el Big Show en Survivor Series 2013.

Una gran falencia de Orton para mí es su capacidad de reinventarse, lo que nuevamente tiene que ver con su mediocridad. Cuando era el Legend Killer era un joven hambriento y tuvo que pelear su paso a la zona estelar. Y una vez acomodado a su posición, tuvo un interesante run como líder del Legacy. Pero una vez disuelto ese stable se volvió face y su personalidad se fue por el caño. ¿Qué hacía interesante a Randy después?

Gracias por todo nostalgia

Hoy en día, existe la sensación de que el reinado de Kofi Kingston debe acabar y gran parte de la IWC ha mirado a Orton como un salvador: ¿qué le verán? Su micro claramente, no. No se dice mucho, pero Randy hablando nunca han sido gran cosa.

Algo juega su vieja confiable “RKO Outta Nowhere”. Hay que reconocer que Orton tiene uno de los mejores finishers en el pro-wrestling, especialmente porque se puede adaptar a cualquier contexto. Y si que es un move que funciona muy bien con los segmentos. Otro punto es su apariencia. Con casi dos metros y un rostro guapo, combina muy bien el físico que da credibilidad y un rostro de poster Guy, algo que de hecho le facilitó mucho el paso al main event.

Pero realmente, la gran baza de Orton es la nostalgia. Fans que lo vieron hace diez años y lo encontraron de lo más divertido teniendo brawls con Triple H antes de Wrestlemania 25. Estamos en una época decadente de WWE y la gente mira al pasado, pensando que ahí encontrará las respuestas a los problemas actuales (¿o no es así, Bobby Lashley?). Sin embargo no todo lo que brilla es oro.

No pido que Randy Orton se retire mañana, pues ya lo he dicho, tiene cualidades y aún no está tan viejo. En mi bookeo ideal de WWE, lo tendría fijo en el mid-card dándole juego a los títulos secundarios. Pero no más allá, por que simplemente no da ni ha dado nunca el ancho. Basta de la mentira de que es un grande o candidato a GOAT. Basta.

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Grandes mentiras del wrestling: Natalya

Puesto que estamos en medio de la divas Revolution, no podíamos excluir a la mujer (en este caso, Natalya) de una de las secciones más recientes del blog. Especialmente en el ring, Nattie no es de las peores luchadoras que ha habido. Pero estos artículos no están pensados para analizar lo más lamentable del negocio. La idea más bien, es hablar de esos luchadores que a lo largo de su carrera han sido infravalorados según la IWC, pero que en la práctica no eran o no son gran cosa. Y Natalya con todo el color injustificado que se le ha dado a ratos, nos parece una gran mentira.

Cuando no se tiene nada interesante que ofrecer…

Nattie debutó el 2008 en el main roster, es decir, hace más de diez años. Su reducido palmarés consiste en un Divas Championship y un Smackdown Women´s Championship, pero se hace más pobre si consideramos la duración de ambos reinados: 70 días el primero y 86 el segundo. Esto quiere decir que las únicas dos ocasiones en que la directiva confió en ella, se arrepintieron pronto o no la vieron más que como campeona de transición.

Natalya campeona.

No hay que darle demasiadas vueltas al poco interés en Natalya. Para empezar los fans tienden a pasar de ella o incluso a olvidar su existencia. No hay momento más claro que cuando le quitó el título a Naomi en Summerslam 2017, el público prefería volcar su atención en los teléfonos móviles. Y es que sus carencias en micro, cualidades actorales y carisma en general, evitan que genere empatía como face o heat siendo heel. Somos críticos con Naomi, a la que coronaron en un Wrestlemania a pesar de ser terrible en el ring, pero al menos ella tiene el mérito de que hay fans que si le prestan algo de atención.

Puede que los bookers tengan algo de culpa con tonterías como el gimmick de los gatos, pero eso no es suficiente para fundamentar diez años siendo aburrida. Peor es su situación si consideramos que es miembro de la familia Hart y con un Bret dispuesto a acompañarla al ringside en varias ocasiones. Es cierto que Charotte se ha beneficiado con su famoso padre, aunque desde su debut en el main roster las reacciones con el cover de Ric Flair son muy distintas al que produce el de Bret Hart. Charlotte ha sabido sacarle provecho a su legado, mientras que hasta en eso Natalya ha sido mediocre.

Otro punto a tocar, es el cómo ha robado durante todos estos años. El termino robar lo usamos cuando alguien se ha ido alimentando de situaciones que la rodean, sin tener algún merito propio. Aparte del ya nombrado uso del parentesco con Bret Hart, está su participación en Total Divas y la “popularidad” de haber estado en los shows de dicho reality, expuesta desde el 2013 al 2018. Podemos sumarle el hecho de ser amiga de Ronda, ya la hemos visto en algunas de las historias principales cada vez que la campeona aparecía, y para finalizar, la carta más sucia que se sacó de la manga, su amistad con Beth

¿Natalya es realmente buena en el ring?

En nuestra opinión, muchos fans tienen ideas muy rígidas sobre cómo es ser bueno o malo en el ring. Si es highflyer o técnico es bueno, si es powerhouse o brawler no. Natalya tiene un moveset muy técnico, lleno de maniobras difíciles que ejecuta con notable timming. Y es que su preparación no es menor. Fue entrenada desde el 2000 en la casa de los Hart, donde aparte de aprender pro-wrestling, se instruyó en MMA y wrestling amateur. Por añadidura, pasó unos años en las indies antes de llegar a WWE. Considerando lo anterior, en el papel iba muy bien preparada.

Es comprensible que en sus primeros años en WWE Natalya no haya dejado nada memorable. No tenía con quien, eran solamente ella, Beth Phoenix y una docena de conos. El problema llega con la women´s revolution. Tuvo un combate interesante con Charlotte (más recordado porque las chicas de WWE nunca habían tenido un combate de 18 minutos) y un pequeño veranito de San Juan en Diciembre del año pasado. Dos luchas “buenas” al hilo, la primera muy coherente con Ruby, donde al fin mostró algunas emociones, y la segunda, desafiando a una Ronda que es impecable. En esas ocasiones estuvo a la altura, hay que decirlo, pero el resto, puras performances que han pasado sin pena ni gloria. Cualquiera de las Horsewomen´s, Nia, Asuka, Ronda o Shayna, han tenido mejores encuentros desde el inicio de la Women´s Revolution que Nattie.

Lo que vemos es que Natalya sabe aplicar muy bien los moves y no falta el fan que diría que con eso basta. Pero buen manejo de moves no implica necesariamente buen selling, manejar un gimmick en el ring y todos aquellos elementos más ligados a la psicología. Nattie falla en todo eso, lo que solo alimenta aún más su aura de fomedad. Dicen que las chicas del roster la respetan mucho porque ha ayudado a varias a perfeccionar la ejecución de sus moves. Si ella decide retirarse para ser entrenadora, creo que saldrían ganando ella misma, las luchadoras del territorio de desarrollo y por sobre todos lo demás, los fans.

*Por Nacho y Rockstar.

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Grandes mentiras del wrestling: Shelton Benjamin

Y bueno, vuelve la sección más polémica de este blog. Es importante recordar, pensando que ha pasado bastante rato desde la primera publicación, que la principal motivación detrás de esta idea es derribar esos mitos que instalan a ciertos wrestler como la crème de la crème, que merecieron mucho más en su trayectoria y que fue casi un acto de injusticia no gozar del cariño por parte de la directiva de turno.

Hace rato venía meditando el nombre de Shelton Benjamin, en un camino que tuvo dudas. Es que en líneas generales su etapa junto a Charlie Haas en “The World’s Greatest Tag Team” es muy disfrutable, tanto en WWE como en ROH. Además, le puedes encontrar llamativos singles matches en Japón, aunque no memorables….

Pero decidí seguir adelante por ese mito detrás de su figura en la Ruthless Aggression, ese que apunta a que mereció mucho más de lo que tuvo en la empresa de Vince, con comentarios en la época diciendo que él debía ser más importante que John Cena. Sí, John Cena. Un par de spots en los Money in the Bank cautivaron a una IWC que exigía el cielo para un wrestler que a tocas luces no tenía el porte para ser un draw, ace, moneymaker, esteleratista o la definición que usted encuentre. Sus carencias como solistas eran -son- evidentes: falta de carisma y ángel, poca presencia y nulo mic. Sin eso, difícilmente iba a triunfar en la empresa número uno del entretenimiento deportivo.

Otro de los puntos en contra es que no fue capaz de hacer relevante los títulos que tuvo, como el IC y el USA. Con el primero es donde más se puede notar, dejando reinados fáciles de olvidar. Se hace difícil encontrar combates sobresalientes con el cinturón en la mano, y lo que es peor, son pocos los puntos positivos en cuanto a su rol como entertainment. Arista fundamental cuando pensamos que tuvieron que llevarle una madre ficticia para hacerlo más interesante.

Shelton Benjamin oportunidades tuvo para mostrar su valía en ambas facetas, enfrentamientos con Flair, Jericho, Christian, Matt Hardy, entre otros. En todos, muy al debe, ni cerca de estar en los cinco jumbitos o lejos de dejar alguna promo sobresaliente.

Ni para cara de un centavo

Pucha, puedo sonar un poco brusco y si hay algún pelagato fanático de Shelton en la actualidad, le pido disculpas. Sin embargo, seriedad ante todo. No por caminar en una escalera o recibir una espectacular Sweet Chin Music lo íbamos a pedir como campeón mundial defendiendo el título en un main event de Wrestlemania. Respeto. Sus carencias son tan evidentes que se entiende a la perfección que no haya llegado más allá. No es un maestro in ring y en el apartado clave en WWE siempre estuvo al debe.

Si nos alejamos de la empresa de Vince, nos encontramos que tampoco logró consolidarse como un wrestler solitario en otros lados, como en Ring of Honor o en NOAH, y de alguna u otra forma volvía a su zona de confort: ser un luchador tag. Ni siquiera en una época donde la nostalgia tiene un rol tan protágonico ha logrado destacar. Lo comparas con un Jeff Hardy que con suerte se mueve y te queda la película clara. No se la pudo, no se la puede y no se la podrá.

Los rostros importantes del wrestling deben ser quienes realmente estén capacitados. No hay más vuelta que darle.

 

 

 

 

 

Grandes mentiras del wrestling: Test

Test, this is a test.

Test, this is a test…

¿Existirá algún tema igual de corneta que este?

Bienvenidos a esta sección que me significó varios meses de esfuerzo para pensarla, un trabajo arduo para dar con la tecla exacta. ¿Cuál es la idea? Pues bien, acá iré derribando ciertos mitos creados por la comunidad de Internet respecto a un determinado wrestler. “¿Es que mereció un gran push?”, “¿tenía todo para ser campeón mundial”?, “¿una lástima cómo lo desaprovecharon”?, “él debería ser la cara de WWE y no Roman Reigns, jejejejeje”, y todas esas tonteras que se leen en más de una ocasión.

Quien abre los fuegos es Test, el Big Cass de la Era Attitude (con el respeto de Cassady). Se mira con mucha nostalgia esa época de la empresa de Vince, donde se encuentra prácticamente todo bueno y maravilloso. Dentro de esos recuerdos tan optimistas es muy común que algunos wrestlers lleven el cartel de “lo que hicieron contigo no tuvo nombre”. Lo que entregó Test no tuvo nombre…

Con el tipo lo intentaron una y otra vez, y sencillamente no estaba capacitado para dar el salto de calidad. En los inicios de la facción McMahon/Helmsley, tuvo la oportunidad de mostrarse mucho más, de aprovechar esa mini rivalidad con Triple H como sustento. Le quebraron la nariz y para la casa, a hacer pareja con Albert en un tag team random donde la real atracción era la debutante manager. El tipo no tenía ni el carisma ni el manejo en el micro suficiente para poder estar en lo alto, más aún cuando empezaron a fichar a tipos como Chris Jericho, Kurt Angle y Eddie Guerrero.

Pero WWE no se quedó ahí y lo intentó, intentó, intentó. Heel anti Estados Unidos = nada; babyface acompañado de una representante más carismática = nada. Heel machista = nada. No conectaba, sencillamente. Ya, tuvo un par de reacciones, aunque con el contexto siempre de su lado. En la Attitude decías “hola” y podías ganarte un par de aplausos, en la Ruthless era Stacy Keibler la real demanda.

Cuando la compañía le quiso dar un nuevo push en la marca ECW, se comenta que realizó una gran promo en el ensayo, pero una vez que la hizo en vivo, el resultado fue un desastre. Y es que su manejo realmente era malo y poco calificado para posiciones altas, sumado a que no tenía un gran nivel-ring que tapara esas carencias. ¿Le recuerdan un gran combate? Alguno podría rebatir que no tuvo la instancia o los minutos para brillar. No me parece, ya que no olvidemos que por ejemplo luchó contra Eddie en un WM, o que tuvo el spotlight de enfrentar en un Summerlam a The Undertaker. Y también hay que tener claro que existen wrestlers que en pocos minutos logran dejar patente su calidad.

Para el objetivo de “las grandes mentiras del wrestling”, Test entra porque no podía merecer algo distinto cuando tenía más carencias que virtudes. Que el cariño por lo pasado no nos ciegue. De todas formas, y que quede claro, lamento las circunstancias de su muerte, en especial por lo joven que le tocó partir. No obstante y en lo que nos concierne a la lucha libre, lo suyo fue un paso sin pena ni gloria por sus propios defectos.

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