El actual WWE Shinsuke Nakamura tuvo su último combate en Japón, en su despedida de NJPW el 30 de enero del 2016. Sin embargo, Nakamura aún así asistió al funeral de su mentor Antonio Inoki, quien falleció de Amiloidosis el 30 de septiembre.
Inoki es quizás el nombre más importante de la historia de la lucha libre japonesa y por tanto fue un funeral que generó atención. Se realizó ayer en Tokyo y como lo mencionabamos, entre los asistentes estuvo Nakamura. Según medios especializadosademás fue uno de los que cargó el féretro.
Acompañando a Nakamura cargando el ataúd, estuvieron Hiroshi Tanahashi y Katsuyori Shibata. Hay que recordar que a mediados de los 2000s y antes del prematuro alejamiento de Shibata, eran los “nuevos tres mosqueteros”, los que iban a ser los nombres claves de NJPW a largo plazo. Otro que también cargó el féretro, fue Kazuchika Okada, actual ace de la empresa.
Del acto de cargar el féretro, también participaron otras leyendas que fueron relevantes en la carrera de Inoki o que bien fueron cercanos a él: Seiji Sakaguchi, Tatsuji Fujinami, Masahiro Chono, Keiji Mutoh, Kazuyuki Fujita, Naoya Ogawa y Masakatsu Funaki. Y mientras se hacía este rito, sonó su tema de entrada, “Fire Fighter”.
Entre luchadores activos y retirados, otros participantes del funeral fueron las leyendas Nobuhiko Takada, Jushin Thunder Liger, Kensuke Sasaki y un único discipulo del Giant Baba que asistió, Kenta Kobashi. También estuvieron el antiguo directivo de NJPW Hisashi Shinma, el locutor Ichiro Furudate, el comentarista de béisbol profesional Mogenori Emoto, el político Yuichiro Tamaki, y el directivo de RIZIN, Nobuyuki Sakakibara.
El acceso al público solamente estuvo limitado a la familia de Inoki, personalidades ligadas a NJPW y algunas excepciones como Kobashi. Se habla de 333 asistentes.
NJPW quería homenajear en vida a Antonio Inoki sin imaginar lo que iba a pasar posteriormente.
La leyenda de la lucha libre murió el pasado 30 de septiembre, pero antes, el viernes 1 del mismo mes la empresa lo nombró “Presidente Honorario Vitalicio” y lo iba a anunciar el 10 de octubre.
Inoki fundó New Japan Pro-Wrestling en 1972, siendo una de las figuras más relevantes en la historia de la compañía del león.
Por eso, lo nombraron en ese cargo como cuentan en su sitio web oficial:
New Japan Pro-Wrestling desea una vez más expresar su profundo dolor por el fallecimiento del fundador Antonio Inoki, y nuestras más profundas condolencias a los fanáticos, familiares y amigos.
Como parte de las celebraciones de nuestro 50.º aniversario, y para celebrar el papel de Antonio Inoki como fundador, luchador y más allá, NJPW había planeado nombrar al Sr. Inoki presidente honorario vitalicio de New Japan Pro-Wrestling. Después de que Antonio Inoki aceptara amablemente la invitación, fue nombrado oficialmente Presidente Honorario Vitalicio el 1 de septiembre de 2022.
Esta información debía hacerse pública el 10 de octubre en la Declaración de Poder en Ryogoku Sumo Hall. Es para nuestra profunda tristeza que este anuncio no pueda llevarse a cabo como estaba previsto. Sin embargo, de acuerdo con los deseos del Sr. Inoki, todos nosotros en New Japan Pro-Wrestling continuaremos avanzando y liderando el mundo de la lucha libre profesional al máximo de nuestras habilidades.
Ayer falleció a los 79 años Antonio Inoki, una de las figuras más importantes de la historia de la lucha libre japonesa, si no es por decir, de la historia de la lucha libre en general.
Inoki fundó NJPW y la lideró durante la mayor parte de su historia, antes de terminar tan alejado que no apareció en toda la última década. Y sentó un gran precedente en lo que serían las MMA, otro ámbito donde terminaría desplazado.
Inoki fue tan grandioso como polémico y antes de un homenaje que solo pretenda rescatar lo bueno, trataré de esbozar un cuadro lo más realista de lo que fue su carrera, entre logros y fracasos, triunfos históricos y polémicas.
Inicios: la tutela de Rikidozan
Nacido con el nombre de Kanji Inoki, nació en una familia acomodada de Yokohama en el 2 de febrero de 1943. Debido a la dura posguerra en Japón, Inoki y su familia emigraron a Brasil en 1956. Mostrando aptitudes atléticas desde muy joven, Inoki ganó diversos títulos entre Japón y Brasil.
En 1960, en Brasil, es donde un Inoki de 17 años conoció a Rikidozan. Al poco tiempo, Inoki se había convertido en el discípulo de la primera estrella de la historia de la lucha libre japonesa. Con él, Inoki regresó a Japón y comenzó a entrenar para la JWA (Japan Wrestling Association), la empresa de lucha libre que dominaba el país.
Rikidozan fue asesinado en 1963, pero para ese entonces ya había sentado las bases de la gran carrera de su discípulo.
La fundación de NJPW
En la JWA de los 60s Inoki se convirtió en un luchador popular, pero a la sombra del Giant Baba, el luchador que en ausencia de Rikidozan se convirtió en la estrella de la promoción. Esto y otras situaciones lo llevaron a buscar pastos más verdes en más de una ocasión, hasta que en 1972 salió definitivamente y fundó NJPW.
Desde los inicios de la nueva empresa, Inoki se alzó como el ace, la figura central que siempre estuvo en el Main Event ganando el título mundial de turno y los principales torneos. No cedió esta posición realmente harta los años 90s, cuando el ace comenzó a ser Shinya Hashimoto.
La influencia en las MMA
El Puroresu se entiende como una variante de la lucha libre tradicional, pues, contempla el uso de las artes marciales japonesas. Sería erróneo decir que Antonio Inoki lo inventó. Más apropiado es señalar que ayudó a perfilarlo como rostro de NJPW.
Entrenado por Karl Gotch y otros peleadores, Inoki se terminó desarrollando como un gran arte marcialista. Alguien que ajeno al ring podía ser un gran adversario en un combate real. Siempre ávido de aprender más, terminó añadiendo disciplinas como no lo hacían otros deportistas más tradicionales. No era como los judocas que se quedaban pegados en el judo o los karatecas con el kárate.
Muchos imitaron al ace de NJPW y el Puroresu terminó convirtiéndose en una cuna de deportistas que manejaban diversas artes marciales. Este sub estilo de la lucha libre tomó el nombre de shoot wrestling y sus mayores representantes, gente como Akira Maeda, Satoru Sayama o Minoru Suzuki, terminaron viendo esto como otro deporte. Nacían las MMA en Japón.
La pelea con Muhammad Ali
En los ’70s Muhammad Ali era la estrella del boxeo mundial. Poseia el campeonato mundial de pesos completos del Consejo Mundial del Boxeo y la Asociación Mundial de Boxeo, y era tan bueno que hasta ha sido considerado por algunos como el mejor boxeador de la historia.
En 1975 Ali conoció a Ichiro Hatta, presidente de la Japan Amateur Wrestling Association y lanzó (se cree que a modo de broma) el reto abierto de que un peleador oriental lo desafiara. La idea causó expectación en Japón, y Antonio Inoki aceptó el desafío. Enfrentar a uno de los deportistas más famosos del mundo, servía absolutamente a los intereses de Inoki. El combate se programó para el 26 de junio de 1976.
En cuanto se enteró de que Inoki era un oponente muy peligroso, Ali pidió que el combate estuviese arreglado a su favor, pero el japonés buscaba que fuese real. Esto desencadenó un cambio de reglas de último minuto en que se le impusieron varias restricciones a Inoki no reveladas en su momento. El japonés no podría usar derribos, pelear en el suelo con el boxeador ni patearlo, a menos que tuviese una rodilla en la lona.
Inoki condicionó su estrategia a sus restricciones y se dedicó todo el combate a patear las piernas de Ali mientras tenía la rodilla apoyada en la lona. Dado que la naturaleza del boxeo se basa en pelear de a pie, el boxeador no estaba preparado para esa estrategia y en todo el combate pudo conectarle apenas seis veces, mientras que el japonés le dio 64 patadas. Tanto fue el daño, que ambas piernas quedaron muy heridas, con coágulos de sangre y riesgo de amputación en la izquierda. De todos modos, Inoki fue incapaz de noquear a Ali y el combate se alargó a los 15 asaltos. El resultado fue un empate, ya que el japonés se vio penalizado por un golpe ilegal que le quitó los puntos que en caso contrario le hubiesen brindado la victoria.
El combate llenó los 14.470 asientos del Budokan de Japón y fue transmitido en 34 países con una audiencia estimada de 1,4 mil millones de espectadores. Pero para lo que ofrecía un duelo entre el mejor boxeador del mundo y el luchador más reconocido de Japón, el resultado fue muy decepcionante, al nivel de que la reacción del público fue pésima. A la larga Inoki fue en la práctica quien salió más beneficiado del combate. Un representante de un deporte menor para casi todo el mundo se había puesto al nivel de Muhammad Ali, por lo cual el encuentro sirvió bastante para acrecentar su fama individual, la del puroresu y la de NJPW.
La paliza al Great Antonio
The Great Antonio medía 1,93 mts y pesaba más de 200 kilos. No obstante, tenía escasas aptitudes en el ring y solamente 45 combates a su haber. El gajin era más bien conocido por hacer pruebas de fuerza, incluyendo un par de récords Guinnes. El plan en este encuentro del 8 de diciembre de 1977 era venderlo como un monstruo a quien el ace de NJPW venciera tras una dura contienda.
El gigante partió dominando hasta que se desató la furia de Inoki. No se sabe que pudo provocarla. Puede ser el hecho de que el gigante no parecía tomar el encuentro con seriedad o que comenzó a golpear la espalda al japonés, pero con tan poca habilidad que impactó su cuello. Inoki explotó y le dio una paliza al gigante con patadas y pisotones. De un momento a otro, se declaró el KO y el Great Antonio terminó arrastrándose con la cara totalmente ensangrentada.
El escándalo económico de 1983
En 1983 hubo un escándalo que involucró a Antonio Inoki como presidente de NJPW y a otros dos importantes directivos, Seiji Sakaguchi y Hishami Shinma. Los tres estaban desviando dinero de NJPW para negocios ajenos a la lucha libre.
Shinma asumió la mayor responsabilidad y fue despedido. Los otros dos solamente degradados. Inoki iba a ser desvinculado pero por ser la mayor estrella de la compañía, Asahi TV intercedió y lo salvó. Con el pasar de los años, Inoki recuperó absolutamente su control sobre NJPW.
El escándalo provocó las salidas de NJPW de sus otras principales estrellas japonesas, Satoru Sayama (Tiger Mask) y Akira Maeda. Además de otros talentos y el emblemático entrenador Karl Gotch. Curiosamente, ellos y Shinma le dieron forma a la primera encarnación de UWF, una empresa que cristalizó la expresión máxima del shoot Wrestling antes de que emergieran las MMA.
Los combates históricos
Los más puristas no suelen poner a Antonio Inoki como uno de los mejores en el ring de la historia de Japón, al nivel de Tenryu, Mutoh o Misawa, por decir. Pero ser ace de NJPW y una leyenda extremadamente querida después en los 90s, es garantía de estelarizar un montón de combates grandes en estadios repletos, contra gente como Fujinami o Andre The Giant. O haber vencido a Flair ante 200.000 personas en Collision in Korea.
Además, el carisma nadie se lo quita y menos los huevos, a un tipo que con más de 50 años se atrevía caer de cuello con un Back Suplex de Vader.
El Inokismo
Concepto que se suele utilizar para explicar la cada vez mayor fijación de Antonio Inoki con los luchadores de MMA y su tendencia a introducirlos en NJPW. Esto provocó que a la vez degradase a luchadores top de New Japan que terminaron despedidos o yéndose en malos términos. Destacan ahí Hashimoto y Keiji Mutoh, las mayores estrellas de la empresa en los 90s.
Inoki era consciente de que como deporte las MMA estaban creciendo mucho y se adelantó más de una década al boom de un producto que hoy en día es mucho más main stream que la lucha libre. Pero su introducción en el negocio fue trunca y le costó tanto dinero y popularidad a NJPW que lo terminaron despidiendo.
Shinya Hashimoto y el “Montreal Screwjob japonés”
El backstage de cualquier empresa japonesa es hermético y hay muchas cosas que se les pasan a los medios especializados, o que prefieren no divulgarlas. No obstante, lo que pasó entre Hashimoto y Naoya Ogawa fue real y todo indicio apunta a Inoki.
Hashimoto había sido la máxima estrella de NJPW durante los 90s, pero por lo visto, Inoki tenía diferencias creativas importantes con él. Además, lo veía fuera de forma y muy vago como para esforzarse en cambiar su físico grueso. Ogawa por el contrario, era un gran proyecto de Inoki a fines de los 90s y como artemarcialista era mejor que Hashimoto.
Lo concreto, es que el 4 de enero de 1999 en el show tradicional del Tokyo Dome, Ogawa en vez de tener su combate normal con Hashimoto lo atacó legítimamente. Le dio una paliza brutal de hecho y Shinya claramente no estaba preparado. Siempre se ha dicho que Inoki le dijo a Ogawa que lo hiciera. Al año Hashimoto se iba de NJPW y el clamor contra la empresa crecía.
De NJPW a IGF
La fallida gestión de Inoki en los últimos años de NJPW le costó muy cara y el 2005 se vio obligado a venderle sus acciones a Yuke’s. Al poco tiempo, Inoki se marchaba de la empresa por desacuerdos con los demás directivos.
Posteriormente, Antonio Inoki fundó en el 2007 IGF (Inoki Genome Federation) una empresa involucrada tanto en la lucha libre como las MMA. Pero careció de un gran éxito en ambas áreas. Allí estuvo trabajando hasta su retiro definitivo como promotor el 2018. Entre medio también lo veríamos jugando en la política japonesa.
Y hasta aquí llega la historia de una figura, que por sobre todo no dejó indiferente a nadie.
De inmediato el mundo de la lucha libre reaccionó, donde durante la emisión en vivo de SmackDown la mesa de comentaristas le dedicaron unas palabras. Lo propio hizo Triple H en Twitter, recordando que el nipón es parte del Hall of Fame (incluso ganó el Campeonato Mundial, pero no está reconocido).
Tony Khan, NWA, Samoa Joe, Yuji Nagate, entre otros, les dedicaron los siguientes mensajes:
A los 79 años de edad ha fallecido Antonio Inoki, una de las personas más importantes e influyentes no solo en la lucha libre japonesa, sino a nivel mundial
La información la dio a conocer Yahoo Japón en su sitio web, lo que rápidamente comenzó a dar vuelta en el mundo del pro-wrestling.
Antonio Inoki fue el fundador de New Japan Pro-Wrestling y por su influencia se encuentra en el Salón de la Fama de WCW y WWE. Para muchos, es el hombre más trascendental en el puroresu y también uno de los más grandes de la historia de la lucha libre en general.
Dentro de sus logros como luchador dominó NJPW como ace de los años 70s y 80s.
MMA
Con sus conocimientos reales en artes marciales, Iomki tuvo una emblématica pelea contra Muhammad Ali en 1976, la que se celebró en Tokio y en la cuál golpeó de manera durísima al astro máximo del boxeo mundial.
Desde los 70s Inoki se terminó convirtiendo en un gran pionero de las artes marciales mixtas (MMA), teniendo encuentros famosos en una serie de combares reales a lo largo del mundo.
Es evidente el amor de Chris Jericho por la lucha libre y esto puede llegar a extremos bizarros. Como cuando recientemente en su podcast Talk Is Jericho confesó que se planteó realizar el combate “Blood & Guts” en el patio trasero de su propia casa.
“En realidad estamos sentados en mi patio trasero ahora mismo. Cuando comenzó el encierro (la cuarentena por el COVID-19), en un momento dado todavía estábamos pensando en hacer tal vez Blood & Guts el año pasado y no había ningún lugar para hacerlo“.
“Me dije: “¿Por qué no lo hacemos en mi patio trasero y hacemos una especie de Inoki/Saito Island Deathmatch? Hay mucho espacio aquí. Esa es la cuestión, aquí hay una versión de patio trasero diferente a la que se habría hecho en su día“.
Cómo es sabido, el combate no se pudo realizar al final en el 2020 debido al avance del COVID-19 y se terminó efectuando en mayo de este año. También, vale decir que a pesar de lo impactante que fue, terminó algo opacado por los fallos de producción en el spot principal del combate (la caída de Chris Jericho).
La referencia al Inoki/Saito Island Deathmatch es sobre una de las ideas más extravagantes que tuvo Inoki como promotor: tener el combate de final de rivalidad con Masa Saito en una isla al aire libre y luchando literalmente durante horas. El mismo Saito que participó en un gran escándalo con Ken Patera.
La historia de la lucha libre tiene una amplia variedad de crímenes cometidos por luchadores o trabajadores del negocio. Hablamos de robos, tráficos de drogas, violencia sexual, asesinatos y por supuesto, peleas de los mismos luchadores. En este caso, hablaré de la gran pelea que tuvieron Ken Patera y Masa Saito con unos policías, y también de sus consecuencias.
Más allá de la pelea misma, la situación generó un escándalo mediático, un juicio muy polémico y algunas situaciones interesantes en el negocio. Un tema del que hay mucha tela que cortar y por eso, creo que vale la pena explayarme con un artículo, tal como se hizo en el de la pelea entre Rickson Gracie y Yoji Anjo. Vamos a revisar brevemente quienes eran estos luchadores y luego el orden de los sucesos.
Ken Patera
Patera fue un importante heel de USA de los 70’s e inicios de los 80’s. Se movió entre NWA, la AWA y principalmente WWE (por ese entonces, WWWF). De hecho, fue el segundo campeón intercontinental de la historia, tras vencer a Pat Patterson. Aparte de sus logros en la lucha libre, Patera fue un levantador de pesas que compitió a nivel olímpico. Por tanto, tenía una enorme fuerza, aún para los estándares que suelen tener los peso heavyweights de la lucha libre.
Masa Saito
Masa Saito debutó en la lucha libre en 1967, en la extinta JWA. Pero en vez de quedarse en Japón a vivir los inicios de NJPW y AJPW, Masa emigró a USA al poco tiempo de debutar y estuvo en los territorios hasta el incidente del que hablaremos. No fue de los grandes nombres de la época, pero al menos, conquistó títulos en parejas en WWWF y la AWA. Para ser japonés, medía un 1.80 y pesaba 120 kilos, casi tan grande como el mismo Patera. Y, además, por su formación Saito tenía experiencia profesional en grappling.
El día del incidente: 6 de abril de 1984
En la época de los territorios era habitual moverse en parejas o grupos, entre las distintas ciudades donde tenían programados shows los luchadores. Por entonces, Patera y Masa Saito estaban trabajando en la AWA y ambos viajaban juntos en el estado de Wiscosin. El 5 de abril habían tenido un show en Watertown y el día 6 iban a tener otro en Steven Points. El mismo 5 a las 23:00 hrs llegaron a la pequeña ciudad de Waukesha y se alojaron en una habitación de hotel, pensando en viajar el día siguiente a la otra ciudad.
Ambos estaban hambrientos y como Masa Saito tenía una rodilla lesionada, Patera fue solo a comprar comida. El luchador fue a un McDonalds cercano y no lo quisieron dejar entrar ni atender, a pesar de que había clientes comiendo. Una versión es que estaban grabando un comercial y la otra es que, al encargado simplemente le cayó mal Ken. Incluso, está el rumor de que entre los clientes estaba Tom “Rocky” Stone, otro luchador de la AWA y que se burló de Patera porque a él no lo querían atender.
Desde fuera del local, alguien lanzó una piedra y rompió una de las ventanas del McDonalds. La única persona que el encargado vio ahí era a Patera y lógicamente sospechó de él. Como único testigo, nunca se supo si la versión de Ken era real o no. Según él, se acercó un chico de 17-18 años quien le dijo que lo habían despedido hace un par de días de McDonalds y que este fue quien lanzó la piedra. Tras decirle su versión al empleado, Ken volvió al hotel y con Saito subieron a la habitación.
Un par de horas después llegó la policía. Ellos eran John Dillion y Jacalyn Hibbard, quien fue descrita como una mujer delgada. No eran realmente de los oficiales más intimidantes de Wausheka. Resulta que erróneamente, la policía creyó que se trataba de adolescentes y no estaban preparados para lidiar con dos tipos legítimamente tan duros.
La pelea
Como Patera estaba hablando por teléfono con su esposa, Masa Saito fue quien atendió a los oficiales y dados sus problemas con el inglés, no pudo comunicarse correctamente con ellos. Masa se comenzó a enojar, y amenazó a Dillion con darle un cabezazo si él y la otra oficial no se marchaban. Fue entonces cuando Ken se despidió de su mujer y fue a ver qué es lo que estaba pasando. A esas alturas, es cuando los oficiales llamaron por refuerzos, viendo que la situación se les podía salir de las manos.
A partir de este punto, las versiones varían entre lo planteado por los luchadores y los oficiales. Según Ken, cuando él fue a la puerta de la habitación, los oficiales le dijeron que había sido acusado de lanzarle la piedra al McDonalds y que no habían escuchado nada sobre ningún exempleado descontento. Los policías se habrían querido llevar a Patera y ahí es cuando Saito se exaltó. La oficial Hibbard apuntó su spray de pimienta al rostro del japonés, pero este lo esquivó y le dio accidentalmente al de Ken.
A diferencia de Patera, los oficiales dijeron que ni siquiera alcanzaron a interrogarlo. Que apenas salió al pasillo le lanzó un puñetazo a Dillion y que esto provocó la reacción de la oficial Hibbard rociándolo con el spray de pimienta. Sea como sea, ahí es donde la pelea comienza con todo. Masa Saito utilizó su gran capacidad en grappling para lanzarse a la pierna de Dillion. Lo derribó agarrando su tobillo y le rompió la rodilla en el acto.
Según Patera en tanto, Hibbard aprovechó su ceguera para colgarse de su espalda, mientras se sujetaba de su cuello. La oficial, además, le habría intentado poner las uñas en los ojos. Producto de ello, Ken uso su codo para golpearla y sacársela de encima. Hibbard reconoció que trató de someter a Patera vía estrangulamiento, pero negó haber intentado herir los ojos de Ken. Además, agregó que el luchador agarró su cabeza y la golpeó una docena de veces contra la pared.
Hibbard, también dijo que el luchador trató de sacarle su pistola enganchada en el cinturón y que, al no quitársela, la arrastro por el pasillo sujetando el arma. Además, la oficial afirmó que estando boca abajo en el suelo, Saito la golpeó con un rodillazo, provocando que perdiera el conocimiento. En ese momento llegó de refuerzo el oficial Dussault, quien (según él) justo llegó cuando Patera lanzaba con fuerza a Hibbard contra la pared. También, que tanto la chica como el otro oficial estaban fuera de combate.
Dussault fue en primer lugar a frenar a los luchadores y Masa Saito lo derribó rápidamente de un cabezazo. Luego siguieron llegando agentes, hasta que los luchadores se encontraron lidiando con 17 policías. Finalmente, Dussault los apuntó con su arma y Patera cesó. Saito en tanto no se rindió y siguió peleando. Se necesitaron ocho agentes y dos pares de esposas para frenar al nipón.
El juicio
Ambos luchadores salieron rápidamente bajo fianza y en cuestión de días, estaban de nuevo en los rings de la AWA. Eso sí, aún quedaba el juicio para determinar sus condenas. Lo normal para ese tipo de casos, es que se hubiese realizado en cuestión de meses o incluso, semanas. No obstante, el juicio se terminó realizando un año completo después. Ahí el asunto se pone un poco turbio.
Resulta que tanto el juez como el fiscal de distrito iban a sus respectivas campañas de reelección en 1985. Entonces se cree, que vieron el caso como una oportunidad para demostrarle a la ciudadanía que eran autoridades implacables. En el lapso de ese año, tuvieron tiempo para trabajar con los medios y aprovechar la historia sobre esos dos monstruos, que habían golpeado brutalmente a la policía local.
Al menos una vez a la semana desde el incidente, se publicaba en los periódicos de Waukesha alguna noticia sobre el caso, con el fin de predisponer al jurado del juicio. Por su parte, los luchadores trataron de mover sus influencias, pero fracasaron. Saito seguía en el roster de la AWA (Patera dejó la empresa por esa época) y el promotor Verne Gagne trató de ayudarlos. Él tenía contactos en la política, pero ni siquiera eso fue efectivo para contrarrestar la manipulación de las autoridades locales.
En el juicio mismo, el oficial Dillion dio un testimonio considerado como bastante neutral. Pero en cambio, se cree que la oficial Hibbard lo tergiversó totalmente. Siendo una mujer delgada y todos los temas de violencia de género que eso implicaba, terminó siendo el punto decisivo si es que el jurado tenía alguna duda sobre el veredicto.
Casos de este estilo, generalmente ni siquiera implicaban tiempo en prisión. Pero el juez dictaminó darle a cada luchador dos años de cárcel y seis de libertad condicional. Aunque en la práctica, ambos fueron liberados antes de tiempo por buen comportamiento, y terminaron cumpliendo un año y medio de condena. Además, los luchadores tuvieron que desembolsar miles de dólares como pago compensatorio.
Ken Patera después de la cárcel
Poco después del incidente en abril de 1984, Patera dejó la AWA por la WWE. La última vez que Ken había estado en la empresa había sido 4 años antes, pero para entonces era muy distinta. Había trabajado con Vince McMahon padre, cuando la empresa no aspiraba a manejar más allá de los estados del noreste. Ahora llegaba con Vince McMahon hijo dominando, quien no respetaba los territorios, les robaba a estrellas a otras promociones y utilizaba cadenas nacionales de televisión.
En 1984 la empresa tenía un público mucho más amplio que en 1980 y Patera lo descubrió del modo amargo. Para muchos era un auténtico desconocido y nunca logró conectar con la msaa. Luego de un año vino el juicio, y desapareció el año y medio que estuvo en prisión. Para su regreso a mediados de 1987, trataron de buscarle otro enfoque a su figura y utilizaron el tema de su conocido tiempo en prisión.
De este modo, antes de marcar su regreso vemos a Patera teniendo viñetas en una cárcel. Y para cuando vuelve a luchar, llega con un traje de preso y escoltado por policías. Este colorido personaje tuvo éxito con la audiencia, pero lamentablemente, se lesionó a los pocos meses. De ahí en adelante, perdió el favor de la directiva y lo comenzaron a utilizar para poner over a otros luchadores. En 1988 Ken abandonó WWE y se retiró en los 90’s, luchando en empresas de escasa importancia.
Para complicar más su situación, Ken tuvo un problema con Vince McMahon hijo. Resulta que mientras él estuvo en prisión, su esposa recibía un cheque mensualmente de la empresa. Patera creía que era un acto de generosidad, considerando que él había trabajado un buen tiempo con Vince McMahon padre. Pero luego le aclararon que eran adelantos de su sueldo y que debía devolver el dinero.
Si bien hay más variantes en juego, podría decirse que el incidente con los policías marcó el punto de quiebre y el inicio del declive de la carrera de Patera. Él al menos parece verlo así, ya que, incluso siendo anciano, decía que el incidente lo amargó por el resto de su vida.
Masa Saito después de la cárcel
Si bien no lo debe haber pasado bien en la cárcel, Saito es en algunos sentidos el polo opuesto a Patera en este tema. En vez de que su carrera muriera, esta tomó vuelo. Masa Saito nunca fue realmente importante en los territorios y tampoco es que su situación haya cambiado drásticamente tras salir de prisión. Él volvió a luchar desde diciembre de 1986 en el midcard de la AWA, la cual ya presentaba signos de decadencia frente a la despiadada competencia de WWE con Vince McMahon.
El cambio de suerte vino desde Japón. Antonio Inoki siendo el principal luchador y booker de NJPW, quería un heel poderoso a su nivel. Veían muy interesante la historia de Saito, un luchador japonés tan duro que había estado en la cárcel. Además, era un elemento muy fresco, ya que apenas había luchado en Japón realmente. Masa llegó como main eventer a NJPW y armaron una trilogía con Inoki, en la que el ace de New Japan solamente logra vencer a Saito tras un gran duelo épico en la isla de Garyujima.
Tras caer ante Inoki, Masa Saito bajó de la cima de NJPW y nunca logró ganar el título máximo. Pero sí que se mantuvo entre el uppercard y el midcard hasta su retiro en New Japan a fines de los 90´s y, por tanto, fue parte de la época más exitosa de la historia de la empresa. Asimismo, y por los acuerdos inter promocionales, fue campeón mundial de la AWA y ocasionalmente visitó WCW. Quizás Saito no se convirtió en una estrella gigantesca, pero definitivamente, sus últimos años fueron mucho mejores que los de Patera. Masa Saito falleció el 2018.
La Yakuza y la lucha libre japonesa: una relación histórica
Japón es junto a México y USA, uno de los tres países claves en la lucha libre a nivel mundial. Entre las particularidades del denominado puroresu, desde los albores de su creación hay relaciones con la Yakuza, la mafia japonesa. Por supuesto y como suele pasar con las actividades criminales, mucho de lo que ocurre pasa fuera del radar y no se conoce públicamente. Por tanto, este artículo está centrado más que nada en los incidentes y situaciones conocidas.
¿Qué es la Yakuza?
Antes de desentrañar la relación de la Yakuza con la lucha libre japonesa, lo idóneo sería entender bien cómo funciona la mafia japonesa. Ellos son los herederos espirituales de los samuráis, los guerreros que dominaron Japón por cientos de años y que, divididos en distintos clanes, se lo disputaron en diversas guerras. De acuerdo con algunos historiadores, en Japón se desarrolló un feudalismo similar al de Europa, con los samuráis tomando el mismo rol de los caballeros europeos.
En el siglo XVII, Japón comienza una unificación nacional en torno al poder central del Emperador. Con el fin de las interminables guerras civiles del país, mantener soldados samuráis dejó de tener utilidad y comienzan a ser despedidos de sus funciones. Estos buscarían otros trabajos, primero como mercenarios y luego ya directamente en actividades criminales. En ese caldo de cultivo nacería la Yakuza. Para el siglo XIX los samuráis terminan de perder sus privilegios y mueren como institución, quedando solo la Yakuza.
Como la Yakuza es fundada originalmente por estos samuráis renegados, agarra mucho de sus creencias y estilo de vida, y en general estos se han mantenido, aún con la modernización de Japón: la división en clanes y la ausencia de un gran líder central, el uso de las katanas (espadas japonesas), la jerarquía dentro de la banda, el ultranacionalismo, la fidelidad absoluta al clan y unos códigos de honor bastante brutales.
Desde fines del siglo XIX, la Yakuza ya hacía y deshacía en el crimen organizado a gran escala del país, incluyendo el tráfico de armas o drogas, el contrabando o el lavado de dinero. También comenzaría a extender sus tentáculos a todo tipo de negocios. Empresas a las que les prestaban dinero para luego extorsionarlas. Ahí es donde entrarían en juego empresas de lucha libre. Desde que el negocio comienza a ser más notorio desde en los años 50´s, comenzamos a ver los casos que expondré más en detalle a continuación.
Primeros acercamientos de Rikidozan con la Yakuza
Rikidozan es el padre del puroresu. De origen coreano fue de los mayores exponentes del sumo en Japón, hasta su retiro en 1950. Luego comenzó su carrera como luchador en USA en los años 50’s y como derrotó a grandes estrellas del país como Lou Thesz, su éxito en la lucha libre popularizó por primera vez a este deporte-espectáculo en Japón.
Rikidozan terminó de asentar a la lucha libre en Japón con la fundación de la Japan Wrestling Alliance (JWA), la primera empresa de wrestling en el país. También cabe decir que Antonio Inoki y el Giant Baba estuvieron entre los discípulos de Rikidozan, y tras el fallecimiento del luchador, fundaron respectivamente NJPW y AJPW, las dos empresas de lucha libre más importantes de las siguientes décadas.
Se sabe que Rikidozan murió por las heridas provocadas por un yakuza. Pero ciertamente, la pelea que provocó eso no fue la primera interacción que tenía con alguien de ese mundillo. El fundador de la JWA comenzó a invertir las utilidades de la lucha libre en propiedades, como apartamentos, hoteles o clubes nocturnos. Haciendo estos negocios, interactuó con la mafia. Se cree que algunos clanes lo rechazaban pero que también hizo buenas migas con otros.
En 1961, Rikidozan tuvo un combate con The Great Antonio, un no-luchador canadiense conocido por hacer exhibiciones de fuerza bruta. El musculoso tenía que perder en teoría, pero se salió de guion en medio del combate y comenzó a golpear legítimamente al nipón. Rikidozan le respondió con propiedad y mientras ambos eran separados el match se interrumpió con doble descalificación. Se rumorea que más tarde esa noche, un grupo de yakuzas le dio una paliza a Antonio por el bochorno provocado, aunque se ignora si fue previo acuerdo con Rikidozan.
Otro combate donde jugaría un papel la Yakuza, sería en el que tuvo Rikidozan con el estadounidense Hard Boiled Haggerty. El tipo era tan odiado como heel, que a menudo confundía a los fans sobre su comportamiento. No está claro, si a esas alturas los yakuzas ya sabían que la lucha libre estaba arreglada o si bien solo picaron en el caso de Haggerty. Pero lo cierto es que fueron a amenazar al luchador para que perdiera con Rikidozan, a riesgo de sufrir las consecuencias. Un momento surrealista.
Rikidozan es asesinado (diciembre de 1963)
Rikidozan murió a manos de un yakuza en 1963, pero nunca quedó suficientemente claro si fue accidental o no. Existe el rumor de que la pelea que terminó con su asesinato, en realidad era un aviso por parte del clan Sumiyoshi-kai, el cual quería frenar los negocios del luchador. El otro rumor, es que el ataque fue una represalia de parte de Masahiko Kimura, quien habría tenido vínculos con la Yakuza. Kimura era un luchador que Rikidozan enfrentó en 1954, pero el combate se salió de control y el famoso luchador lastimó legítimamente a su rival.
El incidente ocurrió el 8 de diciembre. Por entonces, Rikidozan estaba en un club nocturno de Tokyo, nada raro en él por lo que se dice, ya que iba a estos incluso después de los combates. Algunas versiones indican que al momento de confrontar con el yakuza estaba en el baño y otras, a que coqueteaba con una mujer en la sala principal. Según la versión de que todo fue accidental, el mafioso de nombre Katsushi Murata habría pisado a Rikidozan y de ahí se originó una discusión.
La situación se puso física en cuanto Murata sacó un cuchillo. El luchador lo derribó y lo golpeó varias veces en el suelo, pero el yakuza lo apuñaló en el abdomen. Luego, ambos habrían escapado de la escena del incidente. Rikidozan de hecho, acudió a un médico amigo para que, al tratarle la herida, no hubiese filtraciones a la prensa. Murata en tanto, recibió días después una gran paliza de la pandilla Tokon Gossai, quienes eran uña y carne con el luchador.
Quizás sería inexacto decir que el yakuza mató a Rikidozan, ya que la herida no fue letal y la operación posterior tuvo éxito. El problema es que apenas le dieron de alta y volvió a su mansión, comenzó a beber, desobedeciendo una indicación esencial que le hicieron. La fallida recuperación provocó la peritonis que mató al luchador el 15 de diciembre, una semana después. Por entonces, solamente tenía 39 años.
Se dice que, entre el apuñalamiento y su muerte, Murata y su jefe fueron a disculparse con Rikidozan y fueron perdonados. Pese a esto, el yakuza estuvo 8 años en la cárcel por homicidio involuntario. Curiosamente, Murata se volvería después un miembro de alto rango en su clan. También, cabe consignar que, hasta su muerte en el 2013, visitó anualmente la tumba de Rikidozan y se disculpó con los hijos de este.
Los vínculos de Tiger Jeet Singh con la Yakuza
Procedente de la India, Tiger Jeet Singh fue un importante gaijin en el Japón de los 70´s y 80´s. No obstante, y paralelamente a esos éxitos, se dice que tenía algún tipo de trabajo con los yakuzas, quienes a menudo lo ayudaban a costear los gastos de viaje. Mick Foley una vez comentó del tema, de la época en que él y Tiger luchaban en los 90’s en la IWA Japan. La leyenda hardcore y el indio estaban cenando con unos yakuzas, y Foley fue testigo de como uno de los mafiosos le pasaba un rollo de dinero a Tiger.
Nunca estuvo claro que tipo de tarea hacía Jeet Singh para la Yakuza. Pero por lo que se sabe, no era trigo limpio. El luchador tenía su residencia en Canadá y ahí, estuvo involucrado en una gran estafa. Junto a otros dos tipos, manejaban una especie de esquema ponzi o estafa piramidal y en 1994 fue arrestado por robarle el dinero a los inversores. No obstante, Tiger firmó un acuerdo para testificar contra sus dos socios y salió libre de los cargos.
Antonio Inoki, Chris Jericho y el miedo a la Yakuza (años 80’s)
Dynamite Kid comentó sobre una situación que se dio cuando estaba en el roster de NJPW en los 80’s. Resulta que en backstage se metió un sujeto y le dio una bofetada a Antonio Inoki. La estrella japonesa se dio cuenta de que se trataba de un yakuza y en vez de responderle el golpe, le dio gracias por el honor. Tanto era el miedo a los mafiosos, que ni siquiera el hombre más poderoso de la lucha libre japonesa se les enfrentaba.
Ante la posibilidad de ofender a la Yakuza, otros luchadores también han contado situaciones en la que se asustaron con ellos. Chris Jericho por ejemplo. En uno de sus runs en NJPW, rompió accidentalmente una maceta enfrente de un grupo de yakuzas y luego, rápidamente se apresuró a limpiar el desorden. O también hay luchadores que se han negado a interpretar gimmicks asociados a la Yakuza por lo mismo, como pasó con Tajiri, quien no quiso interpretar un personaje de yakuza en la WWE de mediados de los 2000´s.
Vale decir que a la par del miedo que les tenían, tanto Inoki como The Giant Baba, sistemáticamente evitaron ser relacionados públicamente con la Yakuza. Si alguna vez llegaron a tener algún negocio, no salió a la luz. Era demasiado riesgoso, ya que verse relacionados con los yakuzas podía implicar que las cadenas de televisión no quisieran acuerdos con NJPW o AJPW, gran parte del negocio de ambas compañías.
La Yakuza arruina a la UWF
Ya hablamos en su momento de UWF (Universal Wrestling Federation), la empresa japonesa que surgió en 1984 debido a un éxodo desde NJPW. Se caracterizó por un estilo in-ring ultra-realista y trató de ser una alternativa seria a esta y a AJPW. También, de cómo Satoru Sayama (ex Tiger Mask en NJPW) llegó tomando una posición de liderazgo, que fue resistido por otros trabajadores de la empresa. Una de las diferencias que tuvo, fue con el gerente comercial de UWF, quien lo hostigaba.
Noboru Urata era el presidente de la empresa en ese momento y decidió tomar medidas contra el gerente comercial, pero de un modo poco ortodoxo. Tenía un amigo yakuza y juntos, comenzaron a hacerle amenazas de muerte al gerente. El caso se filtró a la empresa y arruinó todo. UWF con su buen debut en la zona de Tokyo había tenido una muy buena acogida e incluso, estaban haciendo mejores números de asistencia que NJPW. Pero para ganar dinero seriamente, era clave un contrato televisivo.
La prensa dejó en claro que la UWF tenía algún grado de relación con la Yakuza y ninguna cadena televisiva quería tener algo que ver con una empresa así. Todo el mundo les cerró la puerta en la cara y esto los liquidó antes de empezar seriamente. El ataque legítimo de Akira Maeda a Sayama en 1985 fue lo que remató a esta primera encarnación de la empresa, pero a esas alturas, ya era difícil que UWF pudiera superar sus otros problemas.
La Yakuza vs Bob Orton Jr. y Chris Adams (marzo de 1983)
En sus primeros años, Bad News Allen (también conocido como Bad News Brown) luchaba en NJPW. Él ha mencionado que, en el ambiente nocturno de las ciudades japonesas, era normal encontrarse con los yakuzas. El problema, era cuando llegaban luchadores estadounidenses de gira a New Japan. Gente propensa a las peleas de bares y que, a diferencia de Allen, no reconocían a los yakuzas para saber evitarlos. Eso habría pasado en una anécdota con Bob Orton Jr y Chris Adams. Los tres estaban en un hotel.
Según Bad News, los dos estadounidenses invitados estaban en el bar, mientras que él se encontraba en su habitación viendo televisión. De hecho, recién cuando comenzó el tumulto bajó y, por tanto, no tuvo intención de intervenir. La otra versión es que estuvo todo el tiempo abajo, con los otros dos. Haya estado o no, resulta que el bar en cuestión estaba infestado de yakuzas. Adams estaba ebrio y comenzó a discutir con otro cliente, que no está claro si era un yakuza o no. Finalmente, la discusión de Adams se puso física y derribó al otro cliente con una llave de judo.
Algunos de los yakuzas se acercaron a parar la pelea y erróneamente, Orton creyó que en realidad se venían a sumar. El padre de Randy Orton pateó en las bolas a uno y de acuerdo a Bad News, era el jefe de los mafiosos en el lugar. Ya fuera porque Allen sacó a los dos luchadores o porque ellos tuvieron un ataque de sentido común, ambos desaparecieron del bar. NJPW fue notificada y cortó las fechas de Orton con ellos, para mandarlo rápidamente de vuelta a USA. De otro modo, los mafiosos se habrían encargado personalmente de Bob.
La Yakuza vs Diane Von Hoffman y el Haiti Kid (1984)
La heel alemana Diane Von Hoffman es conocida por ser la última luchadora entrenada por Fabolous Moolah. En cuanto al Haiti Kid, era un luchador enano procedente de Haití. Ambos tuvieron cierto éxito y sus caminos se cruzaron en Japón, en 1984. Hoffman luchaba para la AJW (All Japan Women´s Pro-Wrestling) y tenía una rivalidad con Rimi Yokota. Justo ese día, acababa de vencer a una de sus chicas.
Cuando Hoffman se alejaba del ring, un fan del público la golpeó. Al instante (y como se suele hacer), Diane le devolvió el golpe. El tipo que además venía acompañado de dos mujeres siguió a Diane fuera de la arena. Ahí es cuando para su horror, ella se enteró de que el hombre trabajaba con la Yakuza. Los tres terminaron interceptando a la luchadora y golpeándola. Ella ha contado que mientras una de las chicas tiraba de su cabello con mucha fuerza, vio como el yakuza tenía una silla lista para golpearla.
En ese momento habría aparecido el Haiti Kid, golpeando al hombre por la espalda. Luego, tanto Hoffman como Kid se escabulleron en un autobús que los llevó lejos del lugar y al poco tiempo ambos salieron del país, por precaución.
Luchadores que se endeudaron con la Yakuza
Aparte de prestarle dinero a promociones de lucha libre, también ha habido casos de la Yakuza prestándole dinero a luchadores. Como manejan las apuestas ilegales, es normal que terminen atrapando a los ludópatas, quienes a menudo son incapaces de saldar las deudas. Tadao Yasuda fue uno de ellos. El antiguo luchador de sumo llegó en los 90´s a NJPW y tenía el favor de la directiva. No obstante, también lo apodaban “el rey del dinero prestado”, con sus respectivos problemas de juego y la presión de la Yakuza reclamando su dinero.
Otro caso fue el de Ashura Hara. El ex luchador de rugby llegó a forjar una gran amistad con Genichiro Tenryu, con quien hicieron equipo en AJPW a lo largo de los 80´s. Hara no era considerado una potencial estrella, a diferencia de su amigo Tenryu, pero, lo veían como un worker confiable e ideal para tener en el roster. No obstante, al mismo tiempo estaba pidiéndole dinero a todo el mundo, incluyendo a la Yakuza.
Para 1988 Hara estaba en un gran momento de su carrera, pero comenzaron a llegar mafiosos a AJPW a cobrarle por los préstamos. Esa situación llegó a los oídos del Giant Baba y él reacio a ver a esa gente en su empresa, lo despidió ese mismo año. Si bien más adelante Tenryu ayudó como pudo a su amigo, Hara nunca volvió a tener el mismo éxito en la lucha libre.
En el caso de Ryuma Go, los problemas de dinero con la Yakuza comenzaron a explotar cuando terminó su carrera de 30 años en el 2002. Para hacer dinero, el luchador tuvo que volver al ring ocasionalmente y salió a relucir su participación en una película de pornográfica de corte gay y hardcore. Lo peor es que estuvo involucrado en hurtos, siendo arrestado cuando trató de robar el bolso de una mujer de 69 años en una estación de tren.
FMW y la tragedia de Shoichi Arai
La Frontier Martial-Arts Wrestling (FMW) fue una empresa con un enfoque hardcore que comenzó a funcionar en 1989. Desde sus inicios, tuvo relaciones con los yakuzas. Y ocasionalmente, los mafiosos se presentaban como asistentes de los shows, entre el público. En 1995, su fundador Atsushi Onita se la vendió a Shoichi Arai. Si bien la empresa nunca jugó en las grandes ligas, hasta ese momento había generado buenos números. Pero bajo el mandato de Arai, vino un estancamiento y FMW comenzó a tener problemas económicos.
En el 2001, Hayabusa tuvo un accidente en el ring y quedó paralítico. Era la principal estrella de FMW y su ausencia agravó enormemente la situación de la empresa, la cual terminó cerrando el 2002. En un esfuerzo por salvarla, Arai se endeudó a un nivel colosal. De ese dinero, le debía un millón de dólares a la Yakuza. El promotor trató de saldar las deudas con los mafiosos con la venta de un libro polémico sobre FMW. Pero las ventas no fueron tan onerosas como para cubrir todo lo que les debía.
Desesperado, Arai se alejó de su mujer e hijos. Luego escondido, se suicidó. Hayabusa señaló que el promotor había contratado un seguro de vida para que con su suicidio, su familia pudiera saldar la deuda con la Yakuza.
La Yakuza vs Sabu (años 90’s)
Volvemos a la mencionada FMW, de mediados de los 90’s. Ese día, hubo un show al cual asistió un grupo de unos 50 yakuzas con su jefe incluido, quienes se sentaron en primera fila. Y antes de la celebración del mismo, les advirtieron a los talentos de estos, como es usual cada vez que ocurre algo así en las promociones japonesas. Onita les pidió que en las recurrentes peleas de ringside, no se acercasen a los mafiosos e incluso, les dijo en que sección especifica de la arena estaban distribuidos.
No se sabe contra quien luchaba Sabu esa noche, pero sí que era acompañado en ringside por su compañero de equipo, el ya mencionado Tiger Jeet Singh. En algún momento del combate, el ECW original no le hizo caso al promotor y se metió entre medio de los Yakuza. Los mafiosos reaccionaron confrontándolo y uno de ellos le dio un puñetazo a Tiger, provocando que Sabu atacase a este. Al momento siguiente, varios de los Yakuza se fueron con el estadounidense a pelear detrás del escenario.
Gladiator (Mike Awesome) fue el primero en escuchar la conmoción detrás del escenario y al principio pensó que era parte del show, pero rápidamente entendió lo que estaba pasando. Varios mafiosos golpeaban a Sabu al mismo tiempo y uno de ellos se aprestaba a pegarle con una silla. Awesome lo derribó, sacó de en medio a un par de Yakuzas más y cargó a Sabu a los vestidores dónde se encerró con él.
Awesome dijo que estuvo encerrado en los vestidores con Sabu durante dos horas, mientras que en la versión de Hayabusa (quien estaba en el show), fueron alrededor de cuatro. La puerta estuvo resguardada por los guardias de la empresa, ya que los mafiosos se negaban a irse. Finalmente, Onita consiguió mover los hilos para que se fueran y el incidente no tuviera mayores repercusiones.
La Yakuza en NOAH
Ya hablamos en su momento de lo bien que comenzó Pro Wrestling Noah, al llevarse casi todo el roster de AJPW y el acuerdo televisivo con Nippon TV. No obstante, tras despegar como aviónse estancó a los pocos años, como auto al que se le muere el motor.
Las estrellas Mitsuharu Misawa y Kenta Kobashi envejecían, sin dejar detrás herederos capaces de generar el mismo impacto. Bajo un difícil escenario económico, surgió el acercamiento con la Yakuza. No se sabe desde que momento comenzó esta relación criminal, pero se especula que podría haberse prolongado desde el 2003 al 2010. El negocio implicaba que NOAH lavase dinero de la Yakuza y estos en tanto, los ayudaban en la venta de las entradas.
El 2011 se desató el primer incidente público de NOAH con la Yakuza. En ese contexto, la viuda de Misawa (fallecido el año anterior) era la dueña de la empresa. Una mujer relacionada a los Yakuza se acercó a ella para entablar amistad. Luego la habría engañado, para obtener de parte de la viuda, un préstamo de 53 millones de yenes (equivalentes a varios cientos de miles de dólares). Dinero que en su gran mayoría no pudo devolver.
Nunca quedó muy claro si la Yakuza envió a esta mujer para sacarle dinero a la viuda a Misawa o si lo estaba haciendo para beneficio personal. Lo concreto es que fue sometida a un juicio civil, la viuda le quitó sus propiedades y fue condenada a siete años de cárcel. Si nos ceñimos a la versión oficial, la viuda de Misawa no conocía los vínculos de NOAH con la Yakuza y eso podría explicar la estafa. En caso de que, si supiera de antemano, es un caso que se vuelve muy confuso de entender.
El segundo y mayor incidente ocurriría el 2012. Resulta que, en medio de su decadencia, en el 2010 NOAH perdió su contrato televisivo con Nippon TV. Ryu Nakata quien era ahora el presidente, se vio obligado a hacer un gran recorte de personal. Entre otros, echó a Jun Izumida y dos años después, este se vengaría con todo. Izumida escribió un libro denunciando los negocios ilícitos entre NOAH y la Yakuza. Y apuntó concretamente a Nakata como al también directivo Haruka Eigen.
Nakata y Eigen fueron degradados, aunque curiosamente (y sospechosamente), no despedidos. Nadie levantó cargos contra NOAH. Más bien, el castigo llegaría en el ámbito empresarial. Una vez más, vimos como vetaban por doquier a una empresa de lucha libre ensuciada por la Yakuza.
La extraña salida de Vader de NOAH (2003)
Tras el éxodo masivo de AJPW a Pro Wrestling Noah, ese mismo 2000 Vader firmó un contrato con Misawa y luchó ahí. No obstante, el 2003 terminó abandonando la empresa. La versión oficial es que fue por sus problemas a la rodilla. El rumor en tanto es que, por ser demasiado brusco en el ring, Misawa se enojó y tuvieron altercado físico. Y que luego, un grupo de yakuzas agredió al gigante en represalia. Lo habrían atacado con un objeto afilado, hiriéndolo en el estómago, brazos y piernas.
Un trato por la vida de Jun Kasai (2005)
Jun Kasai es un veterano de los death matches. Por lo visto, en el 2005 se metió con la mujer de un yakuza y el clan quería vengarse castrando a Kasai. El luchador estaba en esa época en Big Japan Wrestling y su promotor Shinya Kojika, tenía sus propias conexiones con la mafia. Él habría convencido a los yakuzas de que Jun se acostó con la mujer sin saber que ella estaba con uno de los mafiosos. Eso sí, se dice que como parte del trato, Kasai se habría visto obligado a meterse en spots aún más peligrosos que los que solía hacer.
Daniel Bryan es un fenómeno sin lugar a dudas, un talento alabado transversalmente por su capacidad en el ring. No es poca cosa cuando a los elogios se suma Hiroshi Tanahashi, otro grande conocido por su calidad en los cuadriláteros.
Tanahashi participa en Ace´s High, una columna en la web de NJPW donde lo entrevistan periódicamente por episodios de su carrera. En la última edición habló sobre Bryan entre otros temas.
El inédito Tanahashi vs Daniel Bryan
El 24 de octubre del 2004, Tanahashi defendió el U-30 Championship ante Bryan Danielson (el anterior nombre de Daniel Bryan). Por ese entonces la leyenda de NJPW tenía 27 años y el actual luchador de WWE 23. Aún ninguno de los dos alcanzaba la significativa importancia que llegaron a tener en el negocio. Hiroshi comentó sobre él:
¡Recuerdo ese encuentro en el Kobe World Hall! Danielson era un luchador de aquellos. Un modelo; tenía una apertura ortodoxa, avanzando hacía el trabajo con las cuerdas, para luego introducir progresivamente moves mas grandes. Era más joven que yo, pero pude aprender mucho luchando con él.
A propósito del éxito de Daniel Bryan en WWE:
Es genial. Un tipo más pequeño, pero muy fuerte, con recursos y experto en la técnica. Se merecía por completo ser un top guy.
La caótica NJPW de por entonces
Para cuando ocurrió el mencionado match, la empresa vivía en confusión con el bookeo errático a cargo de Antonio Inoki. El entrevistador comentó sobre un match que iba a tener Tanahashi con Shinsuke Nakamura en un PPV. Un encuentro que además ganó una votación de los fans, del combate que querían ver como Main Event del show. Tres días antes, Inoki desechó los planes y la votación. Ahora Hiroshi tenía que hacer equipo con Hiroyoshi Tenzan para enfrentarse a dos luchadores de HUSTLE.
Fue un completo dolor de cabeza. Creo que en ese punto la gente ya había tenido suficiente con la intromisión de Inoki… Bueno, no creo que Nakamura o yo estuviéramos cerca de mostrar lo que éramos capaces de hacer en ese momento, pero aún así, realmente se sentía como si estuviéramos dando vueltas en la oscuridad y alimentándonos de tonterías todo el tiempo.
Volviendo a Daniel Bryan
En este artículo puedes revisar como fue la experiencia de Daniel en sus primeros años de carrera.
México es un país donde la lucha libre se vive y se respira continuamente, símbolo de una de las culturas más ricas a nivel mundial. Pero esto no se hubiera logrado por la relación simbiótica entre el cine mexicano y el deporte del pancracio que nació durante los 50’s.
Esa época fue un momento culmen de la lucha libre local, cuando las arenas de todo el país vivieron sus mayores años de esplendor. Para entender el boom de las películas de luchadores hace falta ver el contexto. Mientras en USA los héroes eran representados por hombres de carácter rudo y rebelde, México explotó al héroe revolucionario y al charro machista y galán.
Por eso, buscó enaltecer la figura de los luchadores como héroes de la vida real. Los gladiadores tomaron el rol del héroe en contra las fuerzas del mal, representadas por monstruos de la época como Drácula, Hombres Lobo o hasta invasores del espacio exterior.
Cabe señalar que para esta tarea los luchadores no contaban con habilidades especiales más allá de un corazón noble y su experiencia en el encordado.
El hombre mexicano
Así que en vez de tener al típico Superman de turno, en México tenían a hombres comunes quienes de forma valerosa enfrentaban estas aventuras representados siempre por sus características máscaras.
Lo estrafalario de estas cintas les ganaría el repudio de la crítica quien las tildó de mera comedia. Sin embargo, en el exterior, más específicamente en Europa, se convertirían en clásicos instantáneos engalanados por el surrealismo mexicano.
Los filmes que dan inicio al boom son “La Bestia Magnífica” de 1952 y “El Enmascarado de Plata” estrenada ese mismo año. En la segunda, no aparece El Santo, acá vemos a un personaje interpretado por El Médico Asesino. Era un gladiador de esa misma época.
Si bien las películas lograron un relativo éxito, tuvo que llegar en 1953 “Huracán Ramírez“, cinta que dio origen al mítico gladiador. Acá Daniel García se inspiró en la cinta para su personaje. Además fue un éxito rotundo, lo que dio luz verde a este nuevo género cinematográfico inspirado en las ahora leyendas de los encordados.
El debut de un icono
Saltamos a 1958 donde debutó el enmascarado de plata e icono de la cultura mexicana y la lucha libre en general: “El Santo“. Fue con la película “El Santo contra el Cérebro del Mal”.
A esta aventura se sumó la también leyenda Blue Demon, debutando en 1961. No obstante solo haría un papel secundario y no fue hasta 1964 que protagonizó su primer largometraje en “Blue Demon, El Demonio Azul”.
Luego vino “Blue Demon contra el Poder Satánico“, donde fuimos testigos por primera vez de la dupla conformada por El Santo y Blue Demon.
“Santo llamando a Blue Demon, Santo llamando a Blue Demon, contesta Blue”
Clásico diálogo entre estas leyendas.
Los luchadores pasaron de un deporte que solo se celebraba en arenas populares del país a héroes y figuras del cine mexicano. Porque no solo adquirieron fama a nivel nacional sino también internacional. Daba igual que fueras chileno, español o japonés, todos sabíamos quien era El Santo o su compañero y rival Blue Demon.
En 1966 el productor Enrique Vergara buscó a un nuevo luchador para protagonizar sus películas y con ayuda de Valiente Pérez crearon a Mil Máscaras. Él protagonizó un total de 20 películas siendo un personaje creado específicamente para cumplir dicho rol y que a diferencia de los anteriores pasó del cine al ring.
A estos grandes iconos les siguieron nombres de la talla de Rayo de Jalisco, Tinieblas, Octagón, Dos Caras y muchos otros que lograron la fama internacional.
La fama
Gracias al éxito derivado de estas películas nombres como el “Huracán Ramírez” fueron conocidos internacionalmente llegando a enfrentar a iconos de talla internacional como Antonio Inoki. Además de convertirse en el primer gladiador en ostentar cuatro títulos diferentes al mismo tiempo, teniendo rivalidades para el recuerdo contra Dr. Wagner Sr., Canek o los icónicos Brazos y Villanos.
Por otro lado, El Santo protagonizó 52 películas, mismas que le ganaron el reconocimiento a nivel mundial como icono del cine mexicano. No obstante, El Santo también pasó a ser sinónimo de la lucha libre mexicana convirtiéndose en el luchador más icónico del deporte en este país Y siendo poseedor de múltiples máscaras y cabelleras.
Se incluyen las de Cavernario Galindo, Gorilita Flores y El Perro Aguayo, además de despojar de su máscaras a estrellas como Black Shadow y Los Espantos (Espanto I y II respectivamente).
Pero ninguna de ellas llegaría a ser tan legendaria como su rivalidad con Blue Demon. Quien fuera su fiel compañero en el cine, mantendrían en el cuadrilátero una de las rivalidades más icónicas de la lucha libre. La fama de ambos llegó a tal punto que WWE incluiría al Santo dentro de su Hall of Fame en 2018.
Exitosos en el cine y la lucha libre
Tras saltar del cine al ring, Máscaras se convirtió en uno de los luchadores con mayor fama internacional, estelarizando duelos en casa, USA, Sudamérica y Japón.
Ahí luchó para empresas como AJPW o la WWF. En esta última mantendría una rivalidad con Superstar Billy Graham por el campeonato mundial, siendo primer enmascarado en luchar en el Madison Square Garden. Esto producto de una prohibición misma que impedía el uso de máscaras en público en la ciudad de Nueva York. Otros rivales destacados fueron Canek, Ángel Blanco y Cactus Jack (Mick Foley).
A posterior, la lucha libre fue quedando en el olvido en el cine con algunos intentos de revivirlo como con “Nacho Libre” en el 2006. Se trató de una adaptación libre de la vida de Fray Tormenta (luchador y sacerdote de origen mexicano).
La cinta contó con la participación de Silver King, hijo de Dr. Wagner Sr., como el antagonista Ramsés. También hay diversas películas de animación como “Campeones de la Lucha Libre” (2008), “AAA Sin Límite en el Tiempo” (2010) o “El Santos vs La Tetona Mendoza” (2012).
Todo parece indicar que el género ha llegado a su fin y con esto una época en la que los luchadores eran los amos no solo del ring sino también de la pantalla grande.
¿Y ustedes qué piensan? ¿Creen que una película del género podría funcionar en esta época? Dejen su opinión en los comentarios.