Muhammad Ali es la celebridad que se une al Salón de la Fama de WWE este 2024

Otro gran nombre llega al Salón de la Fama de WWE, se trata de la leyenda del boxeo, Muhammad Ali.

El fallecido boxeador fue clave en el inicio de WrestleMania, dejando en claro que el objetivo de la empresa era que el show fuera algo mucho más grande que una simple velada de pro wrestling.

Ali fue el enforcer del main event entre Mr. T & Hulk Hogan vs Roddy Piper & Paul Orndorff.

Su aventura en la lucha libre no quedó ahí, ya que en 1976 viajó a Tokyo para enfrentar a Antonio Inoki.

Este combate es considerado una de las luchas precursoras de las modernas artes marciales mixtas (MMA).

​Nuestro Nacho escribió algo sobre ese combate.

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Antonio Inoki: los momentos memorables y las polémicas

La discutida figura de Antonio Inoki

Ayer falleció a los 79 años Antonio Inoki, una de las figuras más importantes de la historia de la lucha libre japonesa, si no es por decir, de la historia de la lucha libre en general.

Inoki fundó NJPW y la lideró durante la mayor parte de su historia, antes de terminar tan alejado que no apareció en toda la última década. Y sentó un gran precedente en lo que serían las MMA, otro ámbito donde terminaría desplazado.

Inoki fue tan grandioso como polémico y antes de un homenaje que solo pretenda rescatar lo bueno, trataré de esbozar un cuadro lo más realista de lo que fue su carrera, entre logros y fracasos, triunfos históricos y polémicas.

Inicios: la tutela de Rikidozan

Nacido con el nombre de Kanji Inoki, nació en una familia acomodada de Yokohama en el 2 de febrero de 1943. Debido a la dura posguerra en Japón, Inoki y su familia emigraron a Brasil en 1956. Mostrando aptitudes atléticas desde muy joven, Inoki ganó diversos títulos entre Japón y Brasil.

En 1960, en Brasil, es donde un Inoki de 17 años conoció a Rikidozan. Al poco tiempo, Inoki se había convertido en el discípulo de la primera estrella de la historia de la lucha libre japonesa. Con él, Inoki regresó a Japón y comenzó a entrenar para la JWA (Japan Wrestling Association), la empresa de lucha libre que dominaba el país.

Rikidozan fue asesinado en 1963, pero para ese entonces ya había sentado las bases de la gran carrera de su discípulo.

La fundación de NJPW

En la JWA de los 60s Inoki se convirtió en un luchador popular, pero a la sombra del Giant Baba, el luchador que en ausencia de Rikidozan se convirtió en la estrella de la promoción. Esto y otras situaciones lo llevaron a buscar pastos más verdes en más de una ocasión, hasta que en 1972 salió definitivamente y fundó NJPW.

Desde los inicios de la nueva empresa, Inoki se alzó como el ace, la figura central que siempre estuvo en el Main Event ganando el título mundial de turno y los principales torneos. No cedió esta posición realmente harta los años 90s, cuando el ace comenzó a ser Shinya Hashimoto.

La influencia en las MMA

El Puroresu se entiende como una variante de la lucha libre tradicional, pues, contempla el uso de las artes marciales japonesas. Sería erróneo decir que Antonio Inoki lo inventó. Más apropiado es señalar que ayudó a perfilarlo como rostro de NJPW.

Entrenado por Karl Gotch y otros peleadores, Inoki se terminó desarrollando como un gran arte marcialista. Alguien que ajeno al ring podía ser un gran adversario en un combate real. Siempre ávido de aprender más, terminó añadiendo disciplinas como no lo hacían otros deportistas más tradicionales. No era como los judocas que se quedaban pegados en el judo o los karatecas con el kárate.

Muchos imitaron al ace de NJPW y el Puroresu terminó convirtiéndose en una cuna de deportistas que manejaban diversas artes marciales. Este sub estilo de la lucha libre tomó el nombre de shoot wrestling y sus mayores representantes, gente como Akira Maeda, Satoru Sayama o Minoru Suzuki, terminaron viendo esto como otro deporte. Nacían las MMA en Japón.

La pelea con Muhammad Ali

En los ’70s Muhammad Ali era la estrella del boxeo mundial. Poseia el campeonato mundial de pesos completos del Consejo Mundial del Boxeo y la Asociación Mundial de Boxeo, y era tan bueno que hasta ha sido considerado por algunos como el mejor boxeador de la historia.

En 1975 Ali conoció a Ichiro Hatta, presidente de la Japan Amateur Wrestling Association y lanzó (se cree que a modo de broma) el reto abierto de que un peleador oriental lo desafiara. La idea causó expectación en Japón, y Antonio Inoki aceptó el desafío. Enfrentar a uno de los deportistas más famosos del mundo, servía absolutamente a los intereses de Inoki. El combate se programó para el 26 de junio de 1976.

En cuanto se enteró de que Inoki era un oponente muy peligroso, Ali pidió que el combate estuviese arreglado a su favor, pero el japonés buscaba que fuese real. Esto desencadenó un cambio de reglas de último minuto en que se le impusieron varias restricciones a Inoki no reveladas en su momento. El japonés no podría usar derribos, pelear en el suelo con el boxeador ni patearlo, a menos que tuviese una rodilla en la lona.

Inoki condicionó su estrategia a sus restricciones y se dedicó todo el combate a patear las piernas de Ali mientras tenía la rodilla apoyada en la lona. Dado que la naturaleza del boxeo se basa en pelear de a pie, el boxeador no estaba preparado para esa estrategia y en todo el combate pudo conectarle apenas seis veces, mientras que el japonés le dio 64 patadas. Tanto fue el daño, que ambas piernas quedaron muy heridas, con coágulos de sangre y riesgo de amputación en la izquierda. De todos modos, Inoki fue incapaz de noquear a Ali y el combate se alargó a los 15 asaltos. El resultado fue un empate, ya que el japonés se vio penalizado por un golpe ilegal que le quitó los puntos que en caso contrario le hubiesen brindado la victoria.

El combate llenó los 14.470 asientos del Budokan de Japón y fue transmitido en 34 países con una audiencia estimada de 1,4 mil millones de espectadores. Pero para lo que ofrecía un duelo entre el mejor boxeador del mundo y el luchador más reconocido de Japón, el resultado fue muy decepcionante, al nivel de que la reacción del público fue pésima. A la larga Inoki fue en la práctica quien salió más beneficiado del combate. Un representante de un deporte menor para casi todo el mundo se había puesto al nivel de Muhammad Ali, por lo cual el encuentro sirvió bastante para acrecentar su fama individual, la del puroresu y la de NJPW.

La paliza al Great Antonio

The Great Antonio medía 1,93 mts y pesaba más de 200 kilos. No obstante, tenía escasas aptitudes en el ring y solamente 45 combates a su haber. El gajin era más bien conocido por hacer pruebas de fuerza, incluyendo un par de récords Guinnes. El plan en este encuentro del 8 de diciembre de 1977 era venderlo como un monstruo a quien el ace de NJPW venciera tras una dura contienda.

El gigante partió dominando hasta que se desató la furia de Inoki. No se sabe que pudo provocarla. Puede ser el hecho de que el gigante no parecía tomar el encuentro con seriedad o que comenzó a golpear la espalda al japonés, pero con tan poca habilidad que impactó su cuello. Inoki explotó y le dio una paliza al gigante con patadas y pisotones. De un momento a otro, se declaró el KO y el Great Antonio terminó arrastrándose con la cara totalmente ensangrentada.

El escándalo económico de 1983

En 1983 hubo un escándalo que involucró a Antonio Inoki como presidente de NJPW y a otros dos importantes directivos, Seiji Sakaguchi y Hishami Shinma. Los tres estaban desviando dinero de NJPW para negocios ajenos a la lucha libre.

Shinma asumió la mayor responsabilidad y fue despedido. Los otros dos solamente degradados. Inoki iba a ser desvinculado pero por ser la mayor estrella de la compañía, Asahi TV intercedió y lo salvó. Con el pasar de los años, Inoki recuperó absolutamente su control sobre NJPW.

El escándalo provocó las salidas de NJPW de sus otras principales estrellas japonesas, Satoru Sayama (Tiger Mask) y Akira Maeda. Además de otros talentos y el emblemático entrenador Karl Gotch. Curiosamente, ellos y Shinma le dieron forma a la primera encarnación de UWF, una empresa que cristalizó la expresión máxima del shoot Wrestling antes de que emergieran las MMA.

Los combates históricos

Los más puristas no suelen poner a Antonio Inoki como uno de los mejores en el ring de la historia de Japón, al nivel de Tenryu, Mutoh o Misawa, por decir. Pero ser ace de NJPW y una leyenda extremadamente querida después en los 90s, es garantía de estelarizar un montón de combates grandes en estadios repletos, contra gente como Fujinami o Andre The Giant. O haber vencido a Flair ante 200.000 personas en Collision in Korea.

Además, el carisma nadie se lo quita y menos los huevos, a un tipo que con más de 50 años se atrevía caer de cuello con un Back Suplex de Vader.

El Inokismo

Concepto que se suele utilizar para explicar la cada vez mayor fijación de Antonio Inoki con los luchadores de MMA y su tendencia a introducirlos en NJPW. Esto provocó que a la vez degradase a luchadores top de New Japan que terminaron despedidos o yéndose en malos términos. Destacan ahí Hashimoto y Keiji Mutoh, las mayores estrellas de la empresa en los 90s.

Inoki era consciente de que como deporte las MMA estaban creciendo mucho y se adelantó más de una década al boom de un producto que hoy en día es mucho más main stream que la lucha libre. Pero su introducción en el negocio fue trunca y le costó tanto dinero y popularidad a NJPW que lo terminaron despidiendo.

Shinya Hashimoto y el “Montreal Screwjob japonés”

El backstage de cualquier empresa japonesa es hermético y hay muchas cosas que se les pasan a los medios especializados, o que prefieren no divulgarlas. No obstante, lo que pasó entre Hashimoto y Naoya Ogawa fue real y todo indicio apunta a Inoki.

Hashimoto había sido la máxima estrella de NJPW durante los 90s, pero por lo visto, Inoki tenía diferencias creativas importantes con él. Además, lo veía fuera de forma y muy vago como para esforzarse en cambiar su físico grueso. Ogawa por el contrario, era un gran proyecto de Inoki a fines de los 90s y como artemarcialista era mejor que Hashimoto.

Lo concreto, es que el 4 de enero de 1999 en el show tradicional del Tokyo Dome, Ogawa en vez de tener su combate normal con Hashimoto lo atacó legítimamente. Le dio una paliza brutal de hecho y Shinya claramente no estaba preparado. Siempre se ha dicho que Inoki le dijo a Ogawa que lo hiciera. Al año Hashimoto se iba de NJPW y el clamor contra la empresa crecía.

De NJPW a IGF

La fallida gestión de Inoki en los últimos años de NJPW le costó muy cara y el 2005 se vio obligado a venderle sus acciones a Yuke’s. Al poco tiempo, Inoki se marchaba de la empresa por desacuerdos con los demás directivos.

Posteriormente, Antonio Inoki fundó en el 2007 IGF (Inoki Genome Federation) una empresa involucrada tanto en la lucha libre como las MMA. Pero careció de un gran éxito en ambas áreas. Allí estuvo trabajando hasta su retiro definitivo como promotor el 2018. Entre medio también lo veríamos jugando en la política japonesa.

Y hasta aquí llega la historia de una figura, que por sobre todo no dejó indiferente a nadie.

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El pro-wrestling es la fusión entre un deporte de contacto y artes escénicas, mientras que el boxeo no pasa de ser un deporte en el que se prohíben la mayoría de las maniobras del wrestling. No parecen tener nada que ver, pero a decir verdad, grande es la deuda del pro-wrestling con el box, especialmente en lo que se refiere a su lanzamiento a la escena mainstream. Este tema da para tanta tinta que he decidido escribir una serie de cuatro artículos, cada uno dedicado a una etapa distinta del proceso.

Cabe destacar que por mi parco conocimiento previo del mundo del box, mi colega Alex Rivers, me ha ilustrado sobre algunos de los boxeadores que mencionaré, desde ya mis más profundos agradecimientos. En este primer artículo me dedicaré a revisar las primeras interacciones de ambas disciplinas, desde sus orígenes hasta el mítico combate entre Muhammad Ali y Antonio Inoki.

Orígenes paralelos

En wrestling competitivo de Grecia carecía de reglas y el combate solamente terminaba, en cuanto uno de los contendientes se rendía al levantar su dedo.

El wrestling competitivo y el boxeo tienen la similitud de ser probablemente las dos disciplinas de combate más antiguas en la historia de la humanidad. El wrestling se venía desarrollando desde la Sumeria del 5.000 a. C. y los orígenes del boxeo son mucho más antiguos con registros del 6.000 a. C. en el valle de Nubia (Etiopía). Luego, ambos tipos de combate evolucionaron usándose en el espectáculo de diversas civilizaciones, de hecho son dos de los juegos olímpicos de la Grecia Antigua. El wrestling evolucionó a pro-wrestling con el planteamiento de los combates con guion, lo que habría comenzado con los carnavales de la Francia del siglo XIX. Paralelamente, en la Inglaterra del siglo XVIII el boxeo comenzó a abandonar su carencia de reglas (muchas veces causantes de muertes) para adquirir un cariz más deportivo.

Para inicios del siglo XX, el wrestling siguió siendo una forma de entretenimiento con un nicho reducido, con éxito fundamentalmente en EE.UU, México y Japón. Con el boxeo pasó algo muy distinto: poco a poco alcanzaba una difusión mundial en varios de los países con influencia anglosajona y estos mismos comenzaban a organizar sus propios campeonatos nacionales de box. Lo mismo genera que desde el pro-wrestling se imiten aspectos, al nivel de que se adoptó el ring elevado del boxeo en todas sus vertientes. Lo interesante es que para la gran mayoría de los fans, el pro-wrestling se entendía cómo algo real y por lo tanto parecía un deporte tan competitivo como el boxeo.

Primeros combates de estilos mixtos

No se sabe con claridad en qué momento se dieron los primeros enfrentamientos entre boxeadores y luchadores. Desde el momento en que comienza a haber registros de estos por lo general se respeta la regla de que el boxeador pueda golpear usando sus guantes, mientras que el luchador tiene toda la libertad del mundo para usar su grappling. Otra regla -al menos de antes que se implantaran estos combates en WWF-, era la de usar los clásicos rounds del boxeo. A continuación, describiré los tres primeros combates de estilos mixtos de los que existen registros.

El primer video sobre un choque de estilos se filmó para 1914 en Berlín, Alemania, curiosamente el mismo año en que se desencadenaría la Primera Guerra Mundial. Los implicados son el campeón mundial de los pesos pesados de esa época, Jack Johnson, boxeador que destacaba principalmente por su estilo defensivo e inteligencia para los contraataques (no obstante, fue más famoso por haber sido el primer campeón afroamericano de todos los tiempos, en una época en que el racismo se admitía públicamente y Johnson era tratado en los periódicos como un “simio”), mientras que el luchador al que se enfrentó fue el poco recordado danés Fred Markussen. En el video, que dura solo 30 segundos, se puede apreciar en el combate que Markussen es capaz de dominar al boxeador, aunque en el contexto es imposible identificar si lo derrota.

El segundo match del que existen registros corresponde a uno del 11 de Agosto de 1937, entre el luchador Nick Lutze y el boxeador Lupe LeMon (también conocido como Pio Pico). En este caso, es del boxeador de quien existen pocos registros, salvo el hecho de que se retiró con el poco destacable récord de 7 – 14 – 2. De Lutze, en tanto, se sabe que por esa época compartía escena en los territorios de EE.UU. con Lou Thesz, pero en una posición de mid-card. Aunque la audiencia era de 22.000 espectadores, el choque de estilos no era realmente el main event de la velada. El combate está totalmente dominado por Lutze, quien termina ganando en los primeros momentos del segundo round. Dependiendo de si estaba arreglado o no, LeMon puede haber perdido por falta de habilidad o de estatus.

El tercer combate registrado ocurrió en julio de 1940 entre Jack Dempsey y Cowboy Luttrall. Dempsey con 45 años se había retirado hace 14 del boxeo profesional, luego de perder el campeonato de los pesos pesados en un confuso final con Gene Tunney. Mientras que el luchador venía de ser hace unos pocos meses el campeón mundial del territorio de NWA en Florida, lo que confirma la importancia de este encuentro. Luttrall sería más recordado por su rol cómo promotor, ya que en 1949 fundó la Championship Wrestling from Florida (CWF), empresa en la que estuvieron varios de los nombres más importantes de la historia del pro-wrestling como Hogan, Flair y los hermanos Funk.

La historia del match inició porque en mayo de 1940 Dempsey fue el special referee en un combate y Luttrall siendo el heel lo empujó, lo que llevaría al boxeador a salir del retiro y retarlo, todo en la linea del kayfabe, claro. En el combate Dempsey le dio una paliza al luchador y lo derrotó por cuenta fuera: lo golpeó a través de las cuerdas y Luttrell no fue capaz de recuperarse para volver al ring.

Primo Carnera, un boxeador convertido en luchador

En la historia ha habido luchadores que se han volcado al boxeo como lo comenzó a hacer Sexy Star y boxeadores que se han transformado en luchadores, como es el caso de Baron Corbin. Hay un caso muy llamativo de un boxeador retirado, excampeón de los pesos pesados, que se volcó al pro-wrestling: Primo Carnera medía 2,05 mts y pesaba más de 125 kg, precisamente el tipo de físico que le interesa a la industria.

Nacido en 1906 en Italia, Primo fue descubierto muy joven por promotores de boxeo en Francia, donde trabajaba para un circo haciendo demostraciones de fuerza. Con su físico imponente y una fuerza arrasadora, triunfó por toda Europa. Luego viajó a EE.UU. y la mafia italiana le arregló casi 30 combates ante boxeadores de segunda o sobornados para perder a propósito. Cuando Carnera se dio cuenta que sus victorias no eran legítimas, se esforzó por mejorar y comenzó a mostrar una mayor técnica que le valió obtener el campeonato de los pesos pesados en 1933. Pasado un año, Primo perdió el título, bajó su rendimiento y, acosado por la diabetes, renunció al boxeo en 1938.

Para 1945 Carnera tuvo un corto regreso al box y en ese momento los promotores de pro-wrestling se fijaron en su físico. Debutó el 27 de octubre de 1947 en el territorio de Denver de la NWA y desde ese momento se convirtió en un gran reclamo de la audiencia, luego de adaptar su gran tamaño a un estilo powerhouse. Desde ese momento hasta el año de su retiro (1962) tuvo 38 combates, de los cuales ganó 26, lo que demuestra lo protegido que estaba, a pesar que su palmarés nunca pasó de dos títulos en tag team. Cómo luchador, Carnera enfrentó a luchadores legendarios cómo Buddy Rogers, Fritz Von Erich y Killer Kowalski.

La pelea del siglo: Muhammad Ali vs Antonio Inoki

Ali esquivando con sus rápidos reflejos, los puñetazos de un rival.

En los ’70s Muhammad Ali era la estrella del boxeo mundial, pero no solo porque tenía el campeonato mundial de pesos completos del Consejo Mundial del Boxeo y la Asociación Mundial de Boxeo. En primer lugar, era tan bueno que hasta ha sido considerado por algunos como el mejor boxeador de la historia: con un estilo revolucionario para la época en que bajaba la guardia provocando a los rivales, luego -con reflejos y footwork precisos y veloces- los contragolpeaba, y al final, cuando los notaba desequilibrados o dañados, entraba con todo y terminaba el combate. Pero aparte de eso, se vendía a sí mismo muy bien como el más grande, provocando eficientemente a sus rivales con sus palabras y discursos improvisados.

En 1975 Ali conoció a Ichiro Hatta, presidente de la Japan Amateur Wrestling Association y lanzó (se cree que a modo de broma) el reto abierto de que un peleador oriental lo desafiara. La idea causó expectación en Japón, y Antonio Inoki aceptó el desafío. El japonés por ese entonces promocionaba su empresa NJPW, y el purosesu en general, enfrentando a trabajadores de otras disciplinas. Enfrentar a uno de los deportistas más famosos del mundo, servía absolutamente a los intereses de Inoki.

A modo de preparación, Ali comenzó a entrenar en 1976 en varios de los territorios estadounidenses de pro-wrestling para familiarizarse con su rival. Incluso, interrumpió en un ring de WWWF luego de que en un combate Gorilla Monsoon derrotase a Mikel Scicluna. Monsoon atacó a Ali en el acto y luego del brawl nunca quedó claro si efectivamente había sido kayfabe o no. Ali también enfrentó al luchador Buddy Wolfe a quien derrotó por desición de los jueces. El boxeador no sabía por entonces que el purosesu ofrecía herramientas más letales en un combate real que el pro-wrestling estadounidense.

En cuanto se enteró de que Inoki era un oponente muy peligroso, Ali pidió que el combate estuviese arreglado a su favor, pero el japonés buscaba que fuese real. Esto desencadenó un cambio de reglas de último minuto en que se le impusieron varias restricciones a Inoki no reveladas en su momento. El japonés no podría usar derribos, pelear en el suelo con el boxeador ni patearlo, a menos que tuviese una rodilla en la lona.

Inoki condicionó su estrategia a sus restricciones y se dedicó todo el combate a patear las piernas de Ali mientras tenía la rodilla apoyada en la lona. Dado que la naturaleza del boxeo se basa en pelear de a pie, el boxeador no estaba preparado para esa estrategia y en todo el combate pudo conectarle apenas seis veces, mientras que el japonés le dio 64 patadas. Tanto fue el daño, que ambas piernas quedaron muy heridas, con coágulos de sangre y riesgo de amputación en la izquierda. De todos modos, Inoki fue incapaz de noquear a Ali y el combate se alargó a los 15 asaltos. El resultado fue un empate, ya que el japonés se vio penalizado por un golpe ilegal que le quitó los puntos que en caso contrario le hubiesen brindado la victoria.

El combate llenó los 14.470 asientos del Budokan de Japón y fue transmitido en 34 países con una audiencia estimada de 1,4 mil millones de espectadores. Pero para lo que ofrecía un duelo entre el mejor boxeador del mundo y el luchador más reconocido de Japón, el resultado fue muy decepcionante, al nivel de que la reacción del público fue pésima. A la larga Inoki fue en la práctica quien salió más beneficiado del combate. Un representante de un deporte menor para casi todo el mundo se había puesto al nivel de Muhammad Ali, por lo cual el encuentro sirvió bastante para acrecentar su fama individual, la del purosesu y la de NJPW.

Para el siguiente artículo pasaremos a la empresa del pro-wrestling más importante del mundo y nos detendremos a ver en qué medida el boxeo ayudó a la expansión mundial de WWE.

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