Los mejores y peores temas de la Attitude Era

Fue en mayo del año pasado que como blog decidimos realizar un especial ranking con lo mejor y peor de CFO$, un listado que trajo mucho debate y muy buenos comentarios.

Debido a eso, dijimos que íbamos a trabajar en una idea similar pero dividido en eras. ¡Y qué mejor que comenzar con la Attitude era!, una de las épocas más prolíficas en cuanto a temas de entrada se refiere, con un Jim Johnston en estado de gracia y con colaboraciones de algunas bandas muy interesantes. Sin embargo, también hay creaciones horribles, esas que para muchos son casi obra maestra, pero que para la gente sensata están muy lejos de serlo. Porque se dice y no pasa nada.

Para efectos de llegar a un ranking general, diversos colaboradores del sitio más un invitado como Team (del que probablemente nadie se acuerde), realizaron su listado personal y con un sistema de puntajes (que podrán revisar más abajo) se llegó a un consenso que tiene los siguientes resultados:

Peores temas

10. Whiplash, Trish Stratus.

Por Rafael Calderón.

Cuando lo escuché para armar mi top personal me pareció muy malo, y por eso lo incluí. Y si me toco escribir esto es porque alguien más piensa lo mismo, así que no hay nada más por decir de este intento de música.

9. Sexual Chocolate, Mark Henry.

https://www.youtube.com/watch?v=IXDzi2Qxw3U

Por Rockstar.

Está bien dentro del contexto de la música que necesita un personaje sensual, pero la canción solo mejora por la mitad. El inicio es muy fome y puta, la voz del cantante igual es poco atractiva.

No le agrega nada a Henry y es un tema muy parecido al del The Godfather, pero éste podía entrar hueviando con su canción. En fin, igual para mi hay canciones mucho peores, como la de Viscera.

8. Electron, Terri Runnels/Lita.

Por Hit.

El tema es tan malo que pasó por dos superestrellas contemporáneas entre sí. Eso indica que la canción vale pico.

7. Hello Ladies, Val Venis.

Por Shut.

Uno de los grandes mitos que rodea a la Attitude es que todo era color de rosa, desde los temas de entrada al nivel de los luchadores. Acá se desmonta ambos puntos, porque la canción es horrible y el wrestler también.

Y sí, “Hello Ladies” le queda bien al gimmick de actor pornográfico, pero no deja de ser una pieza muy floja si la comparamos con otras de esa era. Lo que es peor, es que huele a luchador midcard tirando para low. No te puedes tomar en serio este tema cerrando un WrestleMania po wn. Paremos el payaseo.

Los entrevistados del magnifico podcast del GP que tocaban la corneta te hacían algo mucho mejor que esto.

6. Rings of Saturn, Perry Saturn.

https://www.youtube.com/watch?v=pWkviRGGaI8

Por Name.

Saturn y Cesaro no solo tienen en común sus calvas y su infravaloración luchística, sino que también ambos comparten temas horribles que incluyen sirenas. En este caso es aún peor que en el del suizo, ya que aparte del horrible sonido de la sirena tiene un riff muy penca, que se repite una y otra vez durante los más de tres minutos que dura este adefesio. Si hay algo que caracterizaba al bueno de Jim era que sus composiciones eran muy variadas, ya que cuando sonaba uno de sus temas por completo podías oír partes de la canción que nunca llegábamos a escuchar cuando los luchadores hacían su entrada, pero en este caso no es así, escuchando los primeros 20 segundos te haces la idea de cómo suena el resto.

Si me dicen que esto lo compuso CFO$ me lo creo.

5. Ass Man, Mr. Ass.

https://www.youtube.com/watch?v=oLoehwYshPc&t=101s

Por Team.

Una canción que habla de culos y todas las cosas que le gusta hacer con ellos… ¿Hace falta aclarar más?

4. Bad Man, Rikishi.

Por Lone Wolf.

Hombre malo, auto malo, pensamientos malos, duelos malos, barrios malos…

Canción mala, rap malo, impresión mala.  TODO MALO.

Sé que hacer ver al gordito bailarín de Too Cool como un tipo intimidante iba a ser difícil pero con un rap tan simplón (en especial el coro) no me lo puedo tomar ni como ladrón de chicles.  Como si no fuese suficiente castigo que un tipo te ponga su sudorosa raja en la cara, ahora uno tenía que soportar una canción cuya letra parece compuesta por un niño de primaria que apenas está aprendiendo a rimar palabras con un beat de prueba.

El rap como género musical me gusta harto, pero créanme, si Biggie Smalls y Tupac Shakur resucitaran y les pusieras esta canción se dispararían de regreso a sus tumbas.

3. This is a Test, Test.

Por Name.

Este es uno de esos temas que cuando lo escuchas no hace más que provocarte dolor y sufrimiento a ti y quienes te rodean. Entre lo básica de su estructura, su inentendible letra y que los elementos anteriores se repiten múltiples veces a lo largo de la canción lo ubican para mí dentro de los peores temas de la era. Mención especial para las imágenes que acompañan este engendro, ya que el video no hace más que mostrar a Test caminando hacia el ring o corriendo entre las cuerdas, ni una sola vez lo muestra conectando un movimiento o haciendo algo entretenido.

Muy buen trabajo señor Johnston, logró capturar la esencia de Test de manera perfecta.

2. Too Much Mustard!, The Kat.

Por Nacho Meñique.

Lo escucho y pienso en farándula, sexualización y modelaje, pero en el wrestling. Lo que le caía como anillo al dedo a una chica que no pintaba nada en un ring. Esta bazofia refleja el principal rol que tenía la mujer en la Attitude.

1.  Head (Scurry), Al Snow.

Por Carlos Matamoros.

Un hito si es que de calamidades auditivas hablamos. Tema sin pies ni cabeza que mezcla catchphrases insípidas con una composición musical terrible.

Para cortarse los cocos… y las orejas.

Los mejores.

10. Dark Side, The Undertaker.

Por Hit.

Sin lugar a dudas, es mi tema de entrada favorito del “Hombre muerto”. Es una mezcla perfecta entre una melodía sombría y sonidos muy agresivos, logrados gracias a la guitarra y a la batería. Es perfecta para la versión de Undertaker vista en los inicios de la Attitude Era y creo que es su único tema de entrada (además del clásico) que te coloca los pelos de punta como espectador.

9. Blood, The Brood/Gangrel.

Por Name.

Un tema sobre unos tipos que salían de entre el fuego, vestían como vampiros y bañaban en sangre a sus rivales, o sea uno de los temas más Attitude Era que van a escuchar. Instrumentalmente no es una maravilla: no tiene ningún solo de guitarra o una gran letra más allá del “Paul is dead” del inicio, pero a pesar de esto es una canción muy experimental y diferente al resto, además de ser una de las más pegadizas de esta era. A esto hay que sumarle que el tema va perfecto con el gimmick gótico-vampiro del grupo, sin duda un temazo de la Attitude y de la empresa en general.

El único problema de este tema es que pertenece a un wrestler tan mediocre como Gangrel.

8. Medal, Kurt Angle.

Por Team.

Cuando el público canta algo al ritmo de tu canción sabes que el tema es un puto éxito, está en la biblia y la constitución. Es lejos uno de los temas más icónicos no solo de la Attitude, sino de todas las eras de la E.

7. No Chance in Hell, Vince McMahon.

Por Carlos Matamoros.

En todo ámbito de la vida es casi que fundamental el sentir respeto ante la llegada de tu jefe, mucho más si el mismo era una persona bastante poderosa. Este era el caso de Vince McMahon, quien para su llegada, hacía gala de su clásico pavoneo, acompañado de una magistral pieza musical que te anunciaba una sola cosa: “¡Infierno! (Hell!)”. Claramente, para Stone Cold Steve Austin lo anterior no aplica.

Merecido spot de este tema dentro de los diez mejores, pues guste o no, es un ícono de la Attitude Era.

6. Burned, Kane.

https://www.youtube.com/watch?v=bLRUO1LbzEo

Por Nacho Meñique.

todo se pone rojo y comienzas a escuchar ese instrumental que te indica que algo muy malo está llegando. El theme por si solo es tremendo, y cuando Kane baja los brazos y salen las llamas llega a lo sublime.

5. Hell Frozen Over, Stone Cold Steve Austin.

Por Rafael Calderón.

Hablar de los mejores temas de entrada de la era de la actitud sin hablar de este me parecería una falta de respeto, no solo por ser de uno de los más importantes y mejores wrestlers en la historia de la compañía, sino por lo icónico que es el tema en sí.

4. Break the Walls Down, Chris Jericho.

Por Lone Wolf.

Baby, you know you’re Judas and I’m your priest. Baby, what I got is not from the least.  Bring it from the stage in the rage of the beast, Step in the arena and break the walls down….

Si con frases como esta expresadas en un atrapante sonido de rock me quieres vender a una estrella potente, pues lo conseguirás sin dudas. Esta pieza musical en voz de Adam Morenoff te indica que estás ante uno de los mejores, le sumas notable juego de acordes y batería diseñado por el señor Jim Johnston y tienes un tema de entrada electrizante que va de la mano con las sensaciones que produce Chris Jericho en su entrada.

Un tema que rompe los cimientos de la vejez, pues a pesar de los años y de los cambios, se sigue posicionando como uno de los temas más queridos y de los más reconocibles dentro de los fans.

3. Know Your Role, The Rock.

Por Rockstar.

!If you smell what The Rock is cooking¡

Con eso te lo digo todo…  A ver, canciones mejores hay, sin duda, pero este tema está piola y totalmente personalizado para la gran estrella de la época. El “The Rock says” es un claro ejemplo, además de un trash talking muy gracioso que aparece por la parte final de la canción: “The Rock Says He’s Gonna Take Your Little CD, Dust It Off, Turn It Sideways, And Stick It Straight Up Your Candyass”.

Generalmente en la duración de la entrada, solo se alcanza a escuchar el primer solo de guitarra, que calza justo cuando Rocky está levantando su título en el esquinero, pero después hay otro solo agradable, para que hablar del riff que se repite constantemente en la canción. ¿Quién no lo tarareó con sus amigos? Amigos que no necesariamente tienen que haber sido fans de la lucha libre, porque es un tema que traspasó fronteras. Sin duda estamos hablando de una de las canciones más icónicas del entretenimiento deportivo en el siglo 21.

2. Glass Shatters, Stone Cold Steve Austin.

Por Hit.

Hasta hace no mucho, no podía lograr conectar del todo con este tema, considerando a la canción original como muy superior a esta pieza interpretada por Disturbed. Sin embargo, al poder disfrutar mejor su run como heel en el 2001 y colocarle mayor atención al tema de entrada pude llegar a una conclusión: es una puta obra de arte.

Es una canción que no pierde la base de la entrada anterior y más bien viene a desarrollarla. Aparte, está pieza musical está presente en el cierre del más grande main event que se ha presenciado en WrestleMania.

1. My Time, Triple H.

Por Shut.

¿Cómo, su amigo Shut hablando de forma positiva de algo relacionado con Triple H? Es que digamos las cosas por su nombre, “My Time” es un temazo, lo más restacable del ñato en toda su carrera.

Si bien “The Game” me parece un tema más que aceptable, la gracia de esta pieza viene de la mano del mejor momento de trips, su unión con Stephanie y los McMahon;  la gran rivalidad con Mick Foley y The Rock;  más buenos combates con Angle, Y2J y Benoit. El año 2000 de Hunter es muy interesante (su único año decente) y lo acompaña con una canción idónea para el mayor antagonista (heel) de ese momento. Una pieza fundamental de la Attitude que sirve, además, para evocar esos recuerdos de niño viendo WWE en televisión abucheando a este malvado ser que le hacía la vida imposible a nuestros héroes. Mucho mejor que el tema de Motörhead, se dice con total tranquilidad.

All your stupid rules.

A continuación, lo que votó cada uno, el sistema de puntajes empleados y el top final (ojo con algunas listas).

Wrestlemania 35, mal momento para volver

La temporada de Wrestlemania es la más atractiva de WWE por motivos evidentes. Es por ello que el evento tiene la máxima capacidad para atraer al fan casual y/o desencantado, aunque parece que no se ha tenido demasiado en cuenta a la hora de confeccionar la más que posible cartelera del magno evento.

Hace mucho que no sigo WWE al día, aunque sí sus PPV y su actualidad con cierta frecuencia, pero hasta el público de mi perfil puede ver que las justificaciones para la gran mayoría de combates son pobres o insuficientes, dejando entrever carencias en el producto. Si el show de mayor importancia de la empresa tiene semejante apariencia de improvisación y poca calidad, ¿cómo será el producto habitual?

Se rumorea que la cartelera será gigantesca, con un evento que llegaría a las 7 horas de duración incluyendo su kickoff. Esta exagerada duración parece un absoluto sinsentido por el propio carácter de Wrestlemania. WWE sabe que es su mayor expositor de cara a este fan casual ya que no por casualidad aprovecha el magno evento para incluir a famosos y leyendas en el show, por lo que sorprende como es posible que obvien que una mayor duración siempre es contraproducente cuando tu público objetivo se amplia de esta forma.

Los fans más fieles o experimentados podríamos soportar la duración, pero un show tan largo no hace sino favorecer el cambio de actividad del fan casual; aburrido y asustado por el enorme tiempo a invertir en un show que no es tan importante para él. La posibilidad de convencer a tu grupo para ver wrestling entre comida y cerveza se antoja como un plan mucho menos interesante de lo que debería.

“Han pasado 84 segmentos”

Estamos en la era del teléfono inteligente, de Netflix y del aficionado deportivo que tiene a golpe de mando muchísimas ligas internacionales de varios deportes diferentes a elegir. Estamos además en una era en la que el fan internacional  es cada vez más importante. Viendo todo esto, resulta incomprensible como un PPV de día domingo tiene semejante carga horaria, complicando la conciliación familiar y laboral a un enorme abanico de fanáticos y curiosos. Como ejemplo conocido por todos tenemos a los Oscars y otras galas que acortan su duración para hacer un producto más dinámico y digerible. Mientras, WWE alarga la de Wrestlemania. Brillante. Ir a contracorriente no suele salir bien…

También sorprende que WWE mantenga últimamente un rumbo tan desacertado en el manejo de sus leyendas en el evento. El fan del wrestling es, casi por naturaleza, nostálgico. La propia identidad del show nos hace añorar ese mágico e idealizado pasado, al punto de que algunos llegan a perdonar situaciones como las humillantes apariciones de Undertaker en estos años. Y no menciono a Taker por casualidad.

Sus últimas apariciones no han hecho sino restar y degradar a la leyenda al tiempo que resultan nocivas para cierto público. Ya puedes venderle a tus amigos las bondades del wrestling, que como reconozcan a Undertaker arrastrándose, todo se irá por el precipicio. Tener caras reconocibles para una persona de a pie está bien, pero muchas veces estas se arrastran al punto de espantar a los curiosos o de  arruinar sus recuerdos de su pasado como fanáticos, poniendo el último clavo en el ataúd de su afición por el pro-wrestling.

El uso de leyendas debe hacerse con propósitos claros y eficaces. Puedes dar fanservice sin tirar piedras contra tu producto, como se hizo (resultado aparte) en el Sting vs HHH de WM 31, así como también puedes aprovechar para impulsar o presentar a tu talento actual.  El casi inevitable enfrentamiento de Kurt Angle ante Baron Corbin, el cual debería ser fanservice y también  un retiro estelar no cumplirá ninguno de estas premisas. Kurt posiblemente gane en un match horrendo ante un rival que no significa nada.  Esto dejará al talento actual por el suelo mientras que Kurt no podrá irse con una honrosa pero emocional derrota ante un rival de la entidad que merece una leyenda como él.

Ni siquiera parece que haya interés en insertar historias que si podrían hacer cumplir en ambas facetas. Mientras la card se llena con 475 combates irrelevantes, la durante meses rumoreada rivalidad entre Trish Stratus y Alexa Bliss ha quedado en el olvido. Alexa, pieza clave en la división durante los últimos años, ha quedado reducida a un desagradable acto cómico (o eso cree la empresa) y que representa un paso atrás en la madurez y calidad del producto femenino de la WWE. Una lucha como esta la habría reinsertado, le habría dado un papel acorde y habría ocupado una de esas ranuras de fanservice para el fan. La leyenda introduce al casual de cara al producto actual al tiempo que desempeña su rol para el fan nostálgico, generando una sinergia en la que todos ganan, aunque WWE parece haber olvidado el funcionamiento de esta sencilla fórmula ganadora.

En el plano más “serio y competitivo”, donde el producto actual es el protagonista, también parece complicado que el fan casual vaya a tener motivos para conectar con WM. Dos combates que seguramente harían las delicias del curioso, como son el buen tag team wrestling y el título crucero, serán con muchas probabilidades relegados al pre-show.  Estos enfrentamientos, donde suele primar el espectáculo luchístico, se verán opacados dejando menos posibilidades para impresionar a quien desconozca las bondades del trabajo de élite en estas dos modalidades.

Muchos argumentarán que al menos WWE apuesta por su talento actual al incluir un elevadísimo número de combates para el talento a tiempo completo,pero no creo que el premio sea tan elevado ni que consigan el fin último de hacer un mejor show. Se ha hablado de manera más que suficiente de los defectos del main event, del título Universal y del limbo de los títulos mid card. Todo esto en una escena en la que Asuka aún espera un intento mínimamente serio de tener un reinado y en el que todo luce improvisado y poco interesante. Hay mucha cantidad y muy poca calidad en las historias como para justificar el elevado número de combates. Desgraciadamente, no hay cosas demasiado interesantes que contar más allá de algunas excepciones como en el caso del Campeonato de la WWE o del Styles vs Orton. Insuficiente.

En definitiva, parece que WWE se empeña en desafiar las tendencias que funcionan para estos grandes eventos sin que ello repercuta en una mejoría significativa en el resto de cosas que puede ofrecer Wrestlemania. Por mi parte, como un aficionado total al wrestling pero algo desencantado y desconectado del día a día de la empresa más grande del mundo, creo que este año no caeré. Y me atrevo a decir que, como yo, cientos de miles. Quizá en 2020.

Aún no es el momento

La actualidad que vive el talentoso Drew Galloway, más conocido como Drew McIntyre en la WWE, es agitada cuanto menos. Y es que la construcción de la que su personaje está siendo parte, sobre todo por lo visto en las últimas semanas en los distintos programas semanales emitidos los lunes por la noche (Monday Night RAW), deja a muchos con atisbos de esperanza y regocijo por el probable éxito del escocés, pero a su vez, la crítica no se hace esperar por aquellos a los que les disgusta la idea de que Drew obtenga un empuje bastante potente. En lo personal, y siendo alguien que ni me va ni me viene lo que hagan con McIntyre, haré un rápido repaso y análisis por los factores que, a mi juicio, deben ser considerados por todos antes de emitir un criterio, ya sea exageradamente a favor, o terriblemente en contra.

Hay que tener en claro que Drew McIntyre es un producto hecho en WWE. Luego de pasar por FCW, entre 2007 y 2008 tuvo apariciones esporádicas tanto en SmackDown como en RAW, más en dark matches. El debut por todo lo alto es recién en el 2009, año en el cual es mostrado como alguien bastante potente y que se notaba a leguas que venía para refrescar la zona alta del card. Uno de los sobrevivientes en Survivor Series 2009 como parte del Team Miz. Ganador del Intercontinental Championship contra John Morrison, uno de los mejores activos de la WWE en 2009… y nada más. En serio, nada más.

Y uno se preguntará, ¿cuándo empezó a caer?, pues, es fácil. La decadencia de este personaje empezaría en Royal Rumble 2010, en donde duró poco o nada en un combate donde la mayoría de ‘figuras emergentes’ no duró nada. De ahí, mucha del aura que le estaba siendo construida empezó a desvanecerse. De llegar a ser “The Chosen One” empieza a convertirse en uno de tantos proyectos fallidos. Lo triste es que, aunque parecía que Vince McMahon aún le tenía fe, terminó bajándole el pulgar definitivamente. Un prototipo de estrella que finalmente dejó de brillar.

A veces ya resulta común que WWE desperdicie talentos casi que como deporte, pero siempre surge la incógnita de si en realidad es la empresa la culpable, al no ofrecer un producto atractivo donde estos luchadores puedan lucirse de una mejor manera, o si el luchador mismo no es capaz de adaptarse a las historias provistas por los creativos. Y con Drew McIntyre recuerdo que siempre me hice la misma incógnita, y luego de meditar profundamente en cada momento en que el escocés estuvo involucrado, eximo de toda culpa a la compañía. El único responsable de que Drew McIntyre no haya funcionado y no haya rendido lo esperado, es el propio Drew McIntyre, guste o no mis palabras a sus fans.

Pero lo cierto, es que Drew sufre un antes y un después, sobre todo luego de su salida de la compañía de Vince. Sus pasos por Evolve y TNA lo ayudaron a afianzarse más en su faceta de luchador, además que comenzó a lucir un poco más corpulento, siendo parte de aquellos de los que trabajaron mucho en su físico estando fuera. Pero más importante que todo lo demás, Drew McIntyre recuperó la confianza… El creerse capaz de ser el mejor, y debo decir que, en TNA, lo hizo más que bien. Pero asimismo, hay que decir que el nicho de mercado en el que participa TNA tiene diferencias marcadas con el nicho en el que está WWE. Y muchas de esas diferencias están basadas en la esencia de su producto. Mientras TNA busca solidificarse por medio de nuevos talentos y nuevas estipulaciones, WWE cada vez es más comercial, adaptándose mejor a las exigencias que el mercado sugiere. Es por eso que muchas veces hay quejas por el producto como tal, que sin ser terriblemente malo como se lo suele pintar, normalmente no está a la altura, pero así, sin estar a la altura, sigue manejando una tasa altísima de retorno de la inversión. Se aplica la filosofía: “Si el producto me da dinero, entonces es bueno”. Y en eso radica la salida en su momento de Drew de la empresa. McIntyre no se va por ser mal wrestler o por no saber dar una promo decente… Se va porque fue uno de los tantos que no supieron adaptarse al producto WWE, porque no solamente pasaba desapercibido cuando aparecía, sino que además, nunca fue comercial. WWE ni ganaba ni perdía con él, a pesar de haber sido presentado con tremendo cartel, y eso es algo bastante grave.

¿Y ahora que volvió? Pues, con el respeto de sus fans más acérrimos, es el mismo. El mismo tipo que se fue en 2014, pero con un look más llamativo. Buen luchador, con una apariencia intimidante y una actitud bastante acorde a lo que su personaje sugiere, pero siguiendo la línea que maneja antes de marcharse: desapegado al producto. Igual, se puede decir que llegar a convertirte en alguien comercial para la empresa no es fácil. El trabajo en el manejo de un gimmick requiere de mucha constancia, pues va desde detalles generales como ‘entregar un show al público’, dígase aquello por el buen (o al menos decente) manejo de promos, o detalles mucho más específicos, como usar al público en determinados momentos para hacerlos conectar con el mensaje que el personaje quiere llegar a transmitir. En este segundo punto, es algo en lo que Roman Reigns logró destacar antes de su partida, y lo menciono porque es alguien que fue duramente criticado, hasta el cansancio, por mucha gente que ahora solicita a la brevedad el ‘push’ para Drew, cuando éste no ha podido manejar ninguno de los detalles anteriormente mencionados.

Se deja en claro que para llegar a ser alguien comercial se requiere de trabajo previo, ya sea creativo o individual de parte del propio involucrado, y a su vez, es un proceso que no debería ser acelerado, así se lo haya hecho antes. Hablar de ‘draws’ o de ‘caras de la empresa’ son palabras mayores. Palabras que muchos han adquirido con el paso del tiempo y luego de una aceptación por parte del público, y no hablo de la aceptación mediática o el simple vitoreo, sino de la aceptación comercial, que es la que finalmente WWE espera de cada talento. El trabajo de Drew recién está comenzando, y al paso que va, tendrá que requerir de muchísimo esfuerzo y constancia si quiere lograr llevar, con firmeza, el adjetivo de “cara”, porque ahora mismo, no debe serlo… No es el momento.

 

Wrestling y cultura popular V: la importancia del drama

Para la quinta parte de este proyecto, se ha elegido el fragmento del texto de Dalbir Sehmby en que se refiere al drama como parte fundamental del wrestling. Para efectos de referencia, el título original es “Wrestling and Popular Culture”, de la revista “CLCWeb: Comparative Literature and Culture” y fue publicado el 2002. El artículo original es posible encontrarlo a la vez en el sitio http://docs.lib.purdue.edu/clcweb/vol4/iss1/.

El drama sobre el drama en el wrestling

El wrestling también es liminal y produce ansiedad debido a su estado lúdico entre la realidad y la ficción. Por lo general, los espectadores occidentales están en sintonía con un estado de audiencia privilegiado. El espectador está en una posición de conocimiento seguro; es decir, observamos cómo se desarrollan los personajes y cómo se desarrollan los acontecimientos dentro de un mundo ficticio de historias claramente demarcado. La lucha cambia la posición del espectador a una posición menos privilegiada, distorsionando así los límites ficticios tradicionales.

Al igual que los espectadores de deportes, los espectadores de lucha ven como la acción se desarrolla en vivo, donde los errores y otros marcadores de la televisión en vivo se revelan. Al mismo tiempo, siguen una narrativa ficticia con guiones y convenciones conocidas. Por lo tanto, el espectador del wrestling ocupa un espacio marginal, entre la no ficción y los modos de observación ficticios, ya que la lucha ocupa un espacio marginal, entre la no ficción y los modos de ficción narrativos.

Tal marginalidad coloca el wrestling como metadrama. Como argumenta Richard Hornby en su “Drama, Metadrama y Perception” (1986), el metadrama es “drama sobre el drama: ocurre cada vez que el tema de una obra resulta ser, en cierto sentido, el propio drama, con variedades de metadrama abierto como el juego dentro de la obra, la ceremonia con la obra, el juego de rol dentro del rol, la referencia literaria y de la vida real, y la autorreferencia. Siguiendo esta línea de pensamiento, en la lucha libre profesional todo tipo de metadrama abierto existe rutinariamente.

Además, al describir una obra dentro de una obra de teatro, Hornby señala que, para ser metadramático por completo, la obra exterior debe tener personajes y una trama y que estos elementos “deben reconocer la existencia de la obra interna, y que lo reconocen como una actuación. En otras palabras, debe haber dos niveles de actuación claramente distinguibles. En la lucha, cuando se produce una forma de juego dentro de una obra, por lo general no se revela como metadrama hasta más tarde en la narración (como un giro sorprendente) o si se revela como una premisa, entonces es una jugada dentro de una obra de teatro parodia.

Por ejemplo, en un programa de World Championship Wrestling (WCW) Nitro, Bret Hart pasa por una revelación sincera de que debe luchar por los fanáticos una vez más y hacer frente al entonces villano Hollywood Hulk Hogan. Finalmente, en el momento culminante del combate, Hart y Hogan luchan enérgicamente, atrayendo a otro héroe, Sting, al cuadrilátero para ayudar a Hart contra Hogan. Sin embargo, en ese punto, Hogan y Hart unen fuerzas y atacan a Sting, colapsando toda la narración y revelando que su encuentro es “falso”. En otras palabras, dentro de la narrativa, Hogan y Hart estaban luchando un combate “falso” para atraer y herir a Sting.

La jugada dentro de la obra también es evidente en la parodia del wrestling. Por ejemplo, en la WCW a fines de la década de 1990, el New World Order (NWO) llegó para hacerse cargo de la organización. El NWO interrumpiría un programa WCW para transmitir encuentros de lucha del NWO; sin embargo, sus encuentros fueron claras parodias de combates de lucha libre. Su transmisión parodiaba la entrada al ring de los luchadores, el papel del árbitro que no hace cumplir las reglas y los locutores que acumulan entusiasmo por la acción.

El wrestling como un “trabajo”

Básicamente, la jugada dentro de una obra es fundamental para el wrestling, porque la lucha libre se presenta a sí misma como un “trabajo”. Un “trabajo” es un término antiguo que todavía usan los fanáticos y promotores para quienes un “trabajo” se refiere a la capacidad de los luchadores en un encuentro para convencer al espectador de que crea su realidad. Por lo tanto, cada show de wrestling es un “trabajo” exitoso si la audiencia se ve atrapada en el programa y cree que la emoción y la lucha son reales. Sin embargo, esta credibilidad no está solo en la suspensión dramática del sentido de incredulidad; más bien, el “trabajo” finalmente exitoso hace que el espectador realmente crea o dude de lo que es real y lo que no es real.

Aumentando el placer interpretativo de los espectadores, la noción legendaria “shoot” es central en el lenguaje del wrestling. Un “shoot” es una pelea de lucha real en la que los luchadores se enfrentan en una competencia deportiva. Teóricamente, dado que cualquier competencia puede ser un “trabajo” o un “shoot”, una pelea coreografiada puede convertirse, por accidente o por un conflicto real entre los actores, en un “shoot”. Por lo tanto, dentro del dominio ficticio, la obra dentro de una obra de teatro existe como un giro narrativo culminante o como una premisa para la parodia.

Deslizándose fuera del dominio ficticio, un enfrentamiento puede tener momentos de violencia accidental o deliberada. En cualquier caso, el wrestling construye una posición espectadora de marginalidad, a lo largo de un eje de desconocimiento. Opuesto a la posición de espectador tradicional de conocimiento privilegiado, el espectador de la lucha libre adquiere un papel incómodo, tambaleándose a lo largo de los márgenes del conocimiento ficticio y la incertidumbre no ficcional.

La ceremonia en el wrestling profesional

A continuación, Hornby dice que la ceremonia con la obra “implica una actuación formal de algún tipo que se establece a partir de la acción circundante. Sin embargo, al jugar dentro de las jugadas, se produce cierta confusión cuando se trata de categorizar ceremonias dentro de las jugadas“. Al igual que el drama, los espectáculos de wrestling tienen una calidad ceremonial propia, sin que necesariamente sean ceremonias completas. Y así, una ceremonia dentro de un programa de lucha desenfoca la distinción entre el ritual espectacular de wrestling y la ceremonia ritual dentro de la narración.

Por ejemplo, cuando los héroes se coronan campeones, puede haber una ceremonia improvisada que refleje las lluvias victoriosas de champaña y el jolgorio en equipo característico de los eventos deportivos legítimos. El vestuario se vacía y el nuevo campeón es llevado por los hombros de los otros luchadores, mientras que el héroe se ata en su cinturón, dramáticamente. Y sobre el rol de un personaje, Hornby sugiere que “cuando un dramaturgo representa a un personaje que está desempeñando un papel, a menudo se sugiere que, irónicamente, el papel está más cerca del verdadero ser del personaje que su cotidiano, real personalidad “.

En la lucha, el mejor ejemplo de juego de roles dentro de un rol se puede ver en la World Wrestling Federation (WWF) con el cambio de personalidad de Vince McMahon antes y después de un incidente infame con Bret Hart. Antes de la traición real de McMahon a Hart, McMahon era un promotor generalmente amistoso, trayendo entretenimiento a las casas de las personas. Después de que la traición detrás de escena es documentada y lanzada por el documental de la “National Film Board (NFB) Wrestling with Shadows” (1998), el personaje de McMahon se convirtió en un promotor malvado, con la intención de controlar las carreras de su talento.

Entre la referencia literaria y la vida real

En cuanto a la referencia literaria y de la vida real dentro de una obra, Hornby explica que “el grado de distanciamiento metadramático generado es proporcional al grado en que el público reconoce la alusión literaria como tal“: en términos de referencias de wrestling, las más obvias son referencias a otros medios populares, especialmente personajes de cómics / televisión, eventos de noticias y películas.

Por ejemplo, al igual que su homólogo del cómic, The Incredible Hulk, Hulk Hogan retrató a un tipo agradable que, cuando se lo provoca, se convierte en una fuerza de lucha imparable, alimentada por la ira y luchando por la justicia o la retribución. El famoso Stone Cold Steve Austin toma prestado el nombre Steve Austin de la serie de televisión The Six Million Dollar Man. La personalidad de Dwayne Johnson de The Rock se hace eco del valor cultural del Rocky de Stallone; esto es especialmente evidente cuando la multitud canta “Rocky” y The Rock se define a sí mismo como “El Campeón del Pueblo”.

Las referencias reales a la vida personal de los luchadores también ocurren con frecuencia. La infame traición a Bret Hart de Vince McMahon provocó algunas de las narrativas más exitosas de traición de un jefe malvado en la historia de WWF. A veces, los luchadores incluso despojan a su persona mientras aún están en el cuadrilátero y se comunican con los fans como ellos mismos, solo para volver a poner su personaje, usando sus situaciones de la vida real para construir narrativas ficticias.

También se produce la autorreferencialidad paródica, cuando, por ejemplo, los luchadores enanos hacen una presentación de payasadas, o cuando los luchadores humorísticos se burlan del drama de los combates de wrestling. Por ejemplo, Screamin ‘Norman Smiley es un luchador tonto que gana encuentros sin siquiera saberlo, a través de bufonadas tontas y accidentes. Mientras aconseja seriamente a los niños sobre los peligros de la lucha profesional en el patio trasero y les instruye sobre las habilidades disciplinadas de la lucha libre amateur, Smiley derrota al campeón de doce años y se escapa con el cinturón de aluminio. En esencia, todas las principales variedades de metadrama explícito de Hornby existen regularmente en el wrestling, incluida la obra dentro de la obra, la ceremonia con la obra, los roles dentro del rol, la referencia literaria y de la vida real, y la autorreferencia.

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Recuerdos de la época más prolifera de la WWE indudablemente llegan a nuestros corazones cuando hablamos de este evento. Pero ahora, mirando en retrospectiva, ¿qué tan bueno es?

Acá lo desmenuzamos:

Chris Jericho (c) vs William Regal, Intercontinental Championship

Por Rockstar

Un match bastante disfrutable, con limbwork incluido en apenas 7 minutos, se nota que salieron hacer lo que más les gustaba y a pesar del poco tiempo que les dieron lo aprovecharon. Tengo un reparo con el final, hubiese sido mejor que el Lionsault viniera directamente luego del bulldog, de todas maneras el encuentro tiene puntos positivos que siempre son importantes como el selling de Y2J, y la buena caracterización de los personajes. A simple vista puedes distinguir los roles del face y heel. Nada más que agregar, Jericho y Regal son tipos confiables que hasta en 30 segundos te darían algo que valiera la pena.

Valoración: 3 jumbitos.

Tazz & APA vs Right to Censor (Val Venis, Bull Buchanan, The Goodfather)

Por Hit

Típica lucha básica que es relleno en un evento grande. No da para mayor análisis, aunque haya tenido unas secuencias interesantes en el final. Lo que puedo destacar es la Clothesline de Bradshaw y lo penca es que Tazz. Ni siquiera destaca un poquito en un match que redondea los 4 minutos.

Valoración: Medio jumbito.

Raven (c) vs Kane vs Big Show, Hardcore Championship

Por Cristóbal Meléndez Martin (Shut)

DIVERSIÓN PURA. No esperen otra cosa.

Esto es genial, ideal para alegrarte cualquier mal rato. Ver a Kane manejando un carrito de golf es oro puro. Es un mezcla de bizarrismo, estupidez, con compases majestuosos, en serio. Además tiene unas de las mejores caras puestas por el Big Show ever.

Es cortita, sin grandes pretenciones, y con el simple fin de deleitar un rato al público, que efectivamente gozó de lo lindo con esta locura hardcore. Y gana Kane, algo aún mejor.

Valoración: 3 jumbitos.

Test (c) vs Eddie Guerrero (con Perry Saturn), European Championship.

Por Cristóbal Meléndez Martin (Shut)

Combate que, lo siento por Eddie, era con suerte para Raw o SD. Y mira que Test llegó con algo de apoyo y el “Latino Heat” sabe como ser heel. No obstante acá tuvieron muy pocos minutos para contar algo profundo, sumado a que muy pronto en el match ocurre un botch cuando una de las piernas de Test queda atrapada entre las cuerdas.

Este punto sirvió para que Eddie buscana una profundización mayor, pero no se logró. Los comeback poco naturales del campeón, más las interferencias, y un momento WTF cuando Malenko evita que Test gane sacándolo del ring en medio de un conteo (¿eso no es descalificación?), hacen que todo sea bastante meh.

Valoración: 2 jumbitos. 

Kurt Angle vs Chris Benoit

Por Rockstar

Una de las razones del por qué este evento es tan bueno, es por su variada cartelera, tienes un brawl monstruoso, un spotfest divertidísimo, y a los más pulcros le puedes ofrecer este Angle vs Benoit que es un derroche de técnica y habilidad.

El inicio del match tiene  una de las mejores demostraciones del a ras de lona que se han visto en la historia de la empresa, sin ir más lejos, desde hace muchos años que no vemos siquiera un nivel de competitividad en este apartado que le llegue a los talones a estos dos grandes.

El desarrollo es lo más flojo, no hay comparación con su lucha en Unforgiven y Royal Rumble, creo que aquí en el Reliant Astrodome carecieron las ideas, y como resultado nos dieron un desarrollo muy básico y algo desordenado, ojo, igual el match es corto, así que me imagino que tuvieron que adecuarse a los pocos más de 10 minutos de combate que dispusieron.

Me gustó el intercambio de llaves y la coherencia con la historia, básicamente luchaban por demostrar ser el mejor luchador técnico del mundo y gran parte del planteamiento de la lucha tiene que ver con esa consigna.

Valoración: 3 jumbitos 1/4.

Ivory (c) vs Chyna, Wrestlemania X-Seven.

Por Rockstar

Chyna consiguió su primer título femenino en este WrestleMania X-Seven.

Esto es hermoso, el poder ver a la legendaria Chyna levantar el campeonato femenino en un Wrestlemania es un regalo muy preciado para todos los fans que disfrutamos con el wrestling.

Bastante coherente el desarrollo, una Ivory cobarde y oportunista que es sin duda una de las grandes intérpretes en la historia de la división femenina, contra una Chyna que apenas tiene la oportunidad, despedaza a la campeona. El pero de la lucha sería que la Novena Maravilla del Mundo hiciera el pin después de un levantamiento militar cuando tenía moves mucho más devastadoras para haber derrotado a la miembro del Righ To Censor, pero bueno, un detallito.

Valoración: 2 jumbitos 1/4.

Vince McMahon vs Shane McMahon, Street Fight Match

Por Hit

Luego de una rivalidad muy bien armada, era hora de que “Shane O Mac” y el “Chairman” se vieran las caras. Era la hora del “McMahon vs McMahon”.

El encuentro, sin ser una maravilla o una obra maestra, es bastante entretenido. Son 15 minutos que pasan muy rápidos. La gente lo disfruta un montón y esto genera un buen ambiente. La estipulación la aprovecharon dentro de los limites “luchísticos” que tienen Shane y Vince. Hay spots muy buenos, como la Coast to Coast de Shane y el salto (por parte del actual comisionado de SmackDown Live) desde el esquinero hasta la mesa de comentarios. Sin embargo, lo que realmente marca este match son los momentos: Trish demostrando su rencor con Steph, Vince mostrando nada de respeto por su primogénito o por el comisionado Mick Foley y el momentazo de Linda levantándose de la silla y vengándose de Vince, hace que sea una lucha destacada dentro de este WrestleMania.

Valoración: 3 jumbitos.


Edge & Christian (c) vs The Hardy Boyz vs The Dudley Boyz, TLC, WWE Tag Team Championships.

Por Ignacio Salvo (Nacho Meñique)

Un combate puede ser excelente sin convertirse en un clásico, tal como también hay clásicos que no son excelentes matches. Este encuentro corresponde a la segunda categoría. Del amplio espectro de tag teams de la época, hubo tres que sobresalieron y que coincidían en elementos de lucha hardcore y con armas características. Los Hardys saltaban desde escaleras, los Dudleys rompían mesas y los rubios canadienses hacían el Con-chair-to con sus sillas. Estos tres equipos le dieron forma al concepto de Tables, Ladders and Chairs (TLC) y chocaron una vez más en este show para definir a los reyes de la división.

El match tiene dos fases marcadas. Un primer momento en que cada equipo hace sus movimientos de firma y comienzan las primeras interacciones con los objetos. Es muy interesante al respecto, cuando los Dudleys van a buscar las mesas de un rincón y tiran a un lado las sillas y la escalera como si se tratase de un montón de basura. Aquí también se comienzan a ver esas incoherencias en el actuar de los luchadores, previas a la preparación de un spot. Como cuando Edge y Christian están solos en el ring, y en vez de subir por los títulos desperdician el tiempo armando tres escaleras solo porque si.

La segunda fase está marcada por las intervenciones y los spots. Cuando las tres parejas han tenido su desgaste llegan Spike ayudando a los Dudleys, Rhyno a los canadienses y Lita a los Hardys (llora de felicidad con ese recuerdo Alex). Y con los spots, me refiero a locuras tan grandes que nunca se repitieron. De hecho el Spear desde la escalera de Edge a Jeff, es de los Wrestlemania moments más recordados de la historia. El final con Rhyno (un agente externo) teniendo que definir el combate cargando a Christian en sus hombros, representa la destrucción que ha dejado a todos los participantes desmayados o heridos.

Pero ya lo dije. A pesar de ser un clásico no puedo forrar de jumbitos el combate porque tiene incoherencias en el actuar de los sus participantes y hay claros errores de timming. Aún así, una evaluación no funciona para medir el impacto emocional que tuvo esta lucha para los fanáticos, como a la generación de luchadores que inspiró.

Valoración: 3 jumbitos y medio.

Gimmick Battle Royal

Por Hit.

Otro match de relleno, con el que se pretende bajar el ambiente para el siguiente match (luego de la legendaria TLC). Lo único realmente destacable son las entradas y que se ven a las “leyendas” (aunque algunas son muy penca) en este tipo de luchas y no en puestos relevantes de la cartelera.

PD: Brother Love es un gran personaje.

Valoración: DUD.

The Undertaker vs Triple H

Por Shut

Cuando me hablan de WM 17, mis recuerdos viajan a La Red, la tele con alicate, la lucha por el título hardcore, My Way, el main event y este enfrentamiento. En su momento me gustó, cuando me vi el PPV de nuevo con el paso del tiempo también, y ahora, en pleno 2018, me ha vuelto a gustar. ¡Sí, leyó bien!

Dejando de lado que como rivalidad es muy improvisada, más que nada los emparejaron porque no podían dejar sin spotlight a dos figuras de renombre en ese momento, el enfrentamiento es bastante agradable. Es un planteamiento muy Attitude Era, de esos que odias o amas con locura. Intento, con el paso del tiempo, mantener un equilibrio.  Lo hago y aún así me divierte. Hay buena química, el público está muy prendido y se nota una linda intensidad.

Hablaba del sello Attitude y acá queda muy latente cuando Mike Chioda queda inconsciente gran parte del match (Taker lo vapulea ofuscado porque HHH se sale de una cuenta de tres, antes había sido golpeado por accidente). Es demasiado inverosímil la situación, demasiado. Pero bueno, esto ha pasado muchas veces y para alguien que nació viendo la WWE en esa época, lo deja pasar. Probablemente un primerizo o alguien más exigente, no.

El referí caído permite un gran secuencia en un tarima ubicada entre el público, donde Taker y HHH se dan violentamente ante el éxtasis de la gente. Al regresar al ring ocurre un momento notable, y es cuando Taker le va a hacer el Last Ride al “Juego” pero este lo sorprende con el  sledgehammer. Cuenta de dos y medio. ¿Te imaginai hubiera ganado trips?

Finalmente no lo hace y cae ante un Last Ride reforzado desde la segunda cuerda, la primera vez que el “American Badass” terminaba un combate así, en un spot creativo y diferente.

Me sorprendió y me divertí harto con la lucha, debo admitirlo. Y sobre verdades, me atrevo a decir que es la mejor lucha de toda su saga (incluyendo sus dos matches posteriores en WM).

Valoración: 3 jumbitos y medio.

The Rock (c) vs Stone Cold Steve Austin, No DQ Match, WWE Championship

Por Hit.

Austin y The Rock. Ambos eran los dos rostros más importantes del momento. Ambos volverían a verse las caras y nada menos que en el evento principal de WrestleMania. Las expectativas eran altas y lo mejor de esto, es que cumplieron a cabalidad, ofreciéndonos una de las mejores luchas que se ha visto en el ring de WWE.

Ambos llegaban luego de terminar feudos intensos, pero con suerte dispar. Esto marcaría un poco la tónica durante el enfrentamiento. El build up es simple, pero a veces, lo simple se transforma en hermoso (mucho influye el tema de fondo).

Antes de iniciar el match, Howard Finkel anunció que sería una lucha sin descalificaciones, generando mayor incertidumbre.

Sobre el encuentro, se puede describir en una palabra: brutal. La acción es intensa e instantánea. No hay frenos en ningún lapso. Austin demuestra las ganas de recuperar la corona desde el primer segundo, pero no sabe que está enfrentando a un The Rock más maduro, por lo que busca otras maniobras para derrotarlo, como por ejemplo, utilizando objetos u otro tipos de movimientos, como el “Million Dollar Dream” (movimiento que no ocupaba hace años) , el “Sharpshooter” (con este movimiento, hay un guiño del match entre Austin vs Bret de WM 13), el “Rock Bottom” o golpes bajos. The Rock tampoco la tiene fácil: Austin es uno de los rivales más difíciles que ha tenido. Por eso mismo, también recurre al “Sharpshooter” o a la “Stunner”.

El punto de inflexión es la intervención de Vince McMahon, ya que nadie del público tenía muy claro su objetivo. Durante ese lapso, intervino contra The Rock, dejándole camino libre a Austin para que el “Hombre frío como la piedra” pudiera recuperar el título luego de meses. Sin embargo, a The Rock aún le quedaba gasolina en el estanque y pudo resistir a una Stunner y a un silletazo a la cara. Stone Cold y Vince no lo podían creer. Luego de esto, Austin tuvo que propinar 16 silletazos para poder vencer a Rocky y lograr nuevamente, el título máximo de WWE.

Terminada la lucha, Stone Cold estrecha su mano con Vince McMahon, su enemigo número 1. No era mentira la afirmación de que haría todo lo posible para obtener nuevamente el campeonato.

Es un tremendo brawl, lleno de emociones, con un ambiente grandioso, con el storytelling cumpliendo al 100 y con un final muy inesperado. Estos aspectos, convierten en esta lucha en el mejor main event de WrestleMania y en uno de los combates más legendarios de los que se tenga recuerdo.

Valoracion: 5 jumbitos.

Por Rockstar.

Que puedo decir, me bajo los pantalones y me entrego a esta lucha para que haga lo que quiera conmigo, que me haga suyo en cualquier lugar y momento.  

Son los dos más grandes y populares iconos de su generación enfrentados en el magno evento por el titulo mundial, una lucha que los dos deben ganar y que ninguno puede perder, por esta misma razón para mí es una de las luchas más tensas que ha habido en la historia de la empresa. Stone Cold debe ganar para demostrar que sigue siendo el puto amo y que aún no ha terminado su hora como la máxima atracción, mientras que The Rock debe ganar para demostrar que es el nuevo amo de esta industria, y que dejó de ser el “hijo” de Steve Austin. Vince debe haber sudado y sudado pensando en a quien darle la victoria, es por eso lo inteligente del booking de este clásico, es un bookeo 50/50 pero muy significativo, decide darle la victoria a uno, pero claramente le pasa la antorcha al perdedor como el face definitivo que liderará la empresa de aquí en más.

Es un brawl apoteósico, que más coherente que de inmediato irte a los golpes si en el ultimo show en SmackDown prácticamente tuvo que separarte todo el roster, ¡muy bien! Esto ya es storytelling, la lucha sigue con golpes por todo el ringside, intensidad a mil. En los últimos shows ya había quedado claro que esta rivalidad era personal, y al agregarle la estipulación de NO DQ, era obvio que no iban a ver restricciones. En este momento es cuando  “El hombre frío como la piedra” consigue tomar ventaja al darle un campanazo que le abre una herida en la frente a Rocky, y Stone Cold no te perdona, se ensañó con la zona y la siguió castigando hasta que la sangre se desparramara por toda la cara de “El campeón del pueblo”. The Rock consigue nivelar cuando golpea contra el anillo metalico a Austin, provocándole un daño similar, al que él también se lanzaría como piraña, el selling del calvo es soberano, el primer Lesnar, su selling es idéntico al de Brock en Wrestlemania 31, selling que solo los grandes poseen.

Luego viene el momento de los Sharpshooter, que no son más que unos flashback muy bien utilizados a la icónica lucha entre Bret y Austin. Tras ninguno rendirse debido a sus tremendos staminas, llegamos al momento en que The Rock consigue tomar la ventaja definitiva que da a entender que podría ganar el match, que es cuando le aplica el spinebuster a Stone Cold, tener ya a tu rival dispuesto para aplicarle tu finisher es una ventaja que en un duelo tan cerrado no se puede perdonar, al menos para mí, desde el momento en que Rocky conectó el Peoples Elbow lo doy como ganador moral del combate. Lo que viene después no es nada más y nada menos que la justificación a su derrota, y Vince también lo entendió así, es por eso que después de esta movida nos aclara sus planes e interviene salvándole el pellejo a la “Serpiente Cascabel”.

Con la gente shockeada, empieza la masacre, Rock Bottom para Rocky, kickout, selling genial de ambos, dolor y cansancio respectivamente, en este momento empieza una cadena hermosa, lo siguiente es silletazo de Vince, selling genial del campeón, y expresiones faciales asombrosas de Austin. Luego pseudo comeback de The Rock con Rock Bottom incluido, intervención de Vince y Stunner, ¿qué sigue? Selling genial de Rocky, frustración de Austin, vamos con silletazo del retador, kickout del campeón, expresión asombrosa del Texano ya no solo frustrado, sino enojado por no poder superar a su rival, por ultimo ya viene la serie de silletazos del cual ni con una semilla del ermitaño te recuperas y Dwayne termina sucumbiendo.

Las últimas secuencias con la resistencia a full de The Rock no solo se deben a su status de main eventer o “superman” como algunos ignorantes dirían, sino que el mismo en una entrevista que se puede ver en la promo del combate, dice que si Stone Cold quería arrebatarle el título iba a tener que matarlo, psicología e storytelling de principio a fin.

Esta maravilla sin duda es mi candidato número 1 a ser el mejor main event de Wrestlemania en su historia, todo es perfecto, absolutamente todo.

Valoración: 5 jumbitos.

Otros WrestleMania:

14

Los cinco mejores y peores Royal Rumble Match

Y bueno, hoy es Royal Rumble, mi PPV favorito de WWE. A pesar del miedo existente a que WWE la vuelva a cagar, siempre es grato verse estos combates. Es un ejercicio hasta obligatorio, porque estamos en presencia de la estipulación más atractiva de la empresa.

Obviamente, con algunos puedes sufrir. Por eso, acá hacemos nuestro último especial antes del evento con los mejores y peores Royal Rumble Match de la historia.

Los mejores

5. Royal Rumble Match 1997.

Grata sorpresa. Siempre trato de esquivar los Rumble noventeros, me generan más rechazo que  sensaciones positivas. Pero acá me pasó todo lo contrario y creo es justo que se meta en mi ranking personal. La construcción de Austin acá es brutal. Entra en quinto lugar y en sus 45 minutos dentro de la batalla  va eliminando de forma genial a gran parte de los participantes, como a Owen Hart o Marc Mero. Llega un momento que queda solo y entran Savio Vega (rivalidad interesante del 96) y luego tras ser eliminado el puertoriqueño lo hace Jesse James, también para la casa. Y ahí entra Bret, en esos momentos que me encantan del Rumble. Los careo uno a uno entre grandes luchadores o de aquellos que vengan con una historia detrás.

El final también es atractivo, con figuras como Mankind, Vader y Undertaker llegando a los compases finales. Tras ser eliminado por Bret, Austin se percata que los árbitros no vieron su eliminación así que aprovecha de entrar para despachar a los que quedaban, en especial a Hart, quien creía tener la victoria en su bolsillo. Extraordinario desenlace.

Valoración: 3 jumbitos y medio.

4. Royal Rumble Match 2005.

Vince debería ver esta lucha, juntar a sus bookers, y entender que este es el camino para potenciar a tus prospectos. Fuera de esos momentos típicos “Made WWE” como la humillación a Daniel Puder o que tanto wrestlers de Raw y SD se unan para machacar a Mohamed Hassan por el simple hecho de ser árabe; este Rumble pasará a la historia por la genial forma en cómo potenciaron a Cena y Batista, dos figuras que serían relevante en el futuro de la compañía.

Valoración: 3 jumbitos y medio.

3. Royal Rumble Match 2007.

¿Tiene este Rumble el mejor final que se ha visto? A mi entender, sí. El desenlace entre HBK y Taker es maravilloso, evocando nostalgia pero también soñando con el horizonte. El hombre muerto comienza a encontrar su mejor versión como wrestler, y Michaels retoma ese peak que alguna vez lo hizo brillar.

A ese escenario se suma que hace muchos años que ninguno era campeón mundial y no tenían la chance de luchar por el título en Wrestlemania. Entonces, sin dudas lo que ocurre en San Antonio es mágico.

Además de la conclusión del match, el desarrollo también es interesante, con el factor WWE/ECW haciendo su debut como marca, o con Edge y Orton en una muy buena performance heel.

Valoración: 3 jumbitos 3/4.

2. Royal Rumble Match 2004.

Este match es casi perfecto, una de las mejores construcciones que he visto. No deja nada al azar y se hace demasiado entretenido. Está repleto de grandes momentos, cosa que siempre debe estar en este tipo de estipulación. El ¡gong! del Undertaker para amedrentar a Kane, Foley ingresando para eliminar a Orton, y Lesnar cagándose a Goldberg son situaciones impresionantes.

La forma en cómo gana Benoit también es excelente, y si bien es cierto que cuesta resaltar su figura por todo lo que ya sabemos, su actuación es buenísima. Lindos tiempos cuando ganaba quién salía de los primeros. Y hermoso recuerdo también ver al Big Show cerca de la gloria, una vez más…

Valoración: 4 jumbitos 1/4+.

1. Royal Rumble Match 2001.

El mejor, no hay duda de aquello. Si me lo quiere discutir, prepárese, que yo y mi furgón iremos por ti. Más en serio, es el mejor Rumble match que he visto.

Como muchos saben, soy un gran seguidor/defensor de Kane, así que estoy enamorado de la performance que se saca acá. A eso le sumas que la parte “violenta” del Rumble es bastante divertida y distinta a lo que se venía entregando. “The Big Red Monster Machine” se los despacha a todos, incluido a la mentira de Tazz. Cuando queda solo en el cuadrilátero aparece The Rock. ¡Estos son los momentos que hay que hacer, carajo! Es como que Bálor limpie la casa, quede solo, y aparezca Nakamura. Esa la es forma de crear situaciones que impacten a la gente.

La unión de “Los Hermanos de la Destrucción” más la llegada de Stone Cold dejan compases maravillosos. Buen aporte también el ataque de HHH a Austin, situación que le entregó más dramatismo al final, que es muy bueno e intenso.

Gran Rumble, ¡sí señor!

Valoración: 4 jumbitos y medio.

Los peores

5. Royal Rumble Match 1998.

https://www.youtube.com/watch?v=D2uDr9pR9ic

Me costó elegir la quinta posición, más aún cuando esta lucha la recordaba para bien. No obstante, vista de nuevo, se hace merecedora de entrar. Es demasiada insulsa y poco atractiva, perdiendo esa buena construcción que tuvo la del 97. Acá Austin no brilla tanto y su victoria se hace tan evidente que se pierde ese factor sorpresa siempre necesario para estos espectáculos. Ni Foley entrando con sus tres personajes la salvan.

Valoración: 2 jumbitos 3/4.

4. Royal Rumble Match 2012.

https://www.youtube.com/watch?v=EC8n2mLWmro

Así bien en frío, menos mal que Chris Jericho no ganó este Rumble, porque puta que es ahí no más pues. Ya viendo que participan gente como Justin Gabriel, Primo y Épico, uno de los Usos cuando aún no era nadie y Ricardo Rodríguez, uno ya sabe lo que viene. El duelo de la cobra versus Mr. Socko es divertido pero no es para un combate de estas características, seriedad ante todo. Michael Cole po wn, impresionante.

Sin embargo, y por lo cual no aparece más arriba dentro de lo peor, es el duelo final entre Y2J y Sheamus, el cual es muy entretenido.

Valoración: 2 jumbitos y medio.

3. Royal Rumble Match 2011.

A muchos nos llamó la atención la idea de un Rumble de 40 hombres. Que equivocados estábamos…

New Nexus dominando gran parte del combate para que aparezca Cena y se los despache de forma muy simple es lamentable, pero más aún cuando aparece  Hornswoggle y junto al ace de la compañía empiezan a eliminar a varios wrestlers. Nefasto.

Salvo la aparición de Booker T y la de Diesel (aunque cualquier ser humano sensato no se alegraría por ver a ese paquete), carece de sorpresa y dinamismo. ¡Y eso que eran 40 plazas! El final si bien resulta gracioso, no deja de ser muy inferior a muchos Rumble matches. Además la victoria de Del Río no tuvo ninguna importancia, retando al WHC en el opener de WM. Citando a Rockstar: “Una punguería”.

Valoración: 2 jumbitos.

2. Royal Rumble Match 1999

El año 99, cuando WWE empieza a dejar a atrás a WCW y se consolida como un muy exitoso producto, debe ser el peor en materia in-ring y también en creatividad. Y este Rumble no se escapa.

Bien malo es, sinceridad ante todo. Gira exclusivamente en torno a la rivalidad Austin/Vince por lo que el resto de luchadores participantes son meros rellenos. Ritmo soporífero, nulo momento impactante y poca acción llamativa es lo que dejó este cornetazo ideal para dormir.

Valoración: 1 jumbito, con cuea. 

1. Royal Rumble Match 2015

https://www.youtube.com/watch?v=y6F27MP61Xc

La peor huea de la historia. Infumable. Un disparate. Una reverenda mierda.

Todo está mal con este Rumble. De partida, lo que le hacen a Daniel Bryan. Es como en que en el 2001 hubieran eliminado a Austin de la nada en medio del combate. Nuestro barbudo favorito estaba demasiado over y las expectativas con una gran actuación o su triunfo eran muy altas. Redimirse después de tener que abandonar el campeonato mundial repercutió fuerte en la grada, y porque la propia WWE te creó esas esperanzas. ¿Y me lo eliminas así de forma tan corneta? Horrible.

Pero eso no es todo, porque la participación de otros luchadores que tenían la simpatía del público fue un asco. Ambrose y Ziggler llegaban con mucha reacción para finalmente ser eliminados por los talentos jóvenes Big Show y Kane. Incluso Wyatt, que llevaba una gran actuación, fue eliminado como un vil saco de papas.

Reigns termina pagando los platos de un bookeo terrible, de ese que corona a la edición 2015 como el peor Rumble de la historia.

Valoración: MENOS CINCO JUMBITOS. 

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