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Autor: Kingbilbin
Solo tengo dos cosas claras en la vida: Me gustan las señoras y el Real Madrid. Tetsuya Naito va camino de ser la tercera. En esta cuenta somos muy de Dolph Ziggler.
Sin duda, NJPW ha tenido que capear un año infernal. El negocio de los espectáculos y él deporte ha sido uno de los más castigados por esta pandemia, que ha dejado a la compañía en una situación muy complicada. Con todo, sehanreinventado como tantos otros negocios, para lograr mantener a flote la compañía y el producto en un año complicado.
Vamos a repasar varios de los claroscuros que ha dejado la empresa del león.
Lo bueno
La organización del retorno a la acción
NJPW se puso manos a la obra en cuanto el gobierno nipón organizó la vuelta a los recintos. Con ambiciosos planes que no siempre llegaron a buen puerto por la desconfianza de la población, NJPW inició el retorno con la NJ Cup a puerta cerrada para posteriormente continuar el año con un calendario muy similar al original, pero a un 50% de aforo.
El público no ha podido cantar como antes y la falta de asistencia completa le ha quitado algo de magia a ciertos eventos y momentos, pero no cabe duda que la labor de NJPW en este retorno ha sido encomiable. Además, no ha habido incidentes graves de salud ni en el roster ni en sus eventos, por lo que los protocolos de la compañía han estado a la altura de los del resto país.
La normalidad en los torneos.
Pese al infierno de la pandemia estallando antes de la NJ Cup y al calendario comprimido, hemos logrado tener versiones muy reconocibles de los cuatro grandes torneos de NJPW. Una NJ Cup a puerta vacía pero con grandes combates y bien bookeada, un G1 Climax que sin ser genial fue capaz de solventar la difícil papeleta y una agradable sorpresa de final de año en forma de un tour para el Best of The Super Juniors y la World Tag League. Estos dos últimos tuvieron un roster más reducido, lo cual llegó incluso a beneficiar al tour final y permitió cerrar con un notable set up para Wrestle Kingdom.
Lo feo
Un Wrestle Kingdom forzado
Tener una pandemia obliga a reformular el calendario y los eventos para tratar de reducir las pérdidas. Esto nos ha llevado a un Wrestle Kingdom que ya está decidido y que será, de nuevo, en dos noches. Al no poder apuntar a ese casi seguro “super sold out” por las limitaciones de aforo, NJPW realizará dos shows con aforo al 50% en el Tokyo Dome para intentar alcanzar unos ingresos que se acerquen a los que habrían dado esa mágica noche de 2021 que ya no veremos.
Como consecuencia, tenemos un extrañísimo booking en el arco de los títulos principales con White, Naito y Kota. Un booking contradictorio, anticlimático y que no habríamos visto en un año normal. Y, ojo, que hasta el título junior se ha visto afectado por una situación similar, aunque mucho más justificada, con El Phantasmo e Hiromu, ambos ganadores de torneos de peso ligero, peleando por la oportunidad de ir a la segunda noche y conquistar el título Junior.
El overbooking en los combates
Gedo en su salsa. El enano barbudo calvo terrorista disfruta con el overbooking como si fuera alguien empeñado en sobreexplotar los peores manerismos de la era de los territorios de USA. EVIL, White, Ospreay… da igual. Si hay un auténtico heel de por medio, no dudes de que verás un exceso de intervenciones que no reforzarán al tramposo pero que harán los combates mucho peores y más aburridos. No es el hecho de que existan trampas, sino lo absurdo y mal ejecutado de estas, así como su abrumadora cantidad. Esta tendencia debe ser limitada en NJPW cuanto antes.
El desprecio al Suzuki Gun
Suzuki Gun es un stable lleno de carisma y de gente que, o es una estrella, o podría desempeñar ese rol. Suzuki, Sabre, Taichi, Despy, Kanemaru, el prometedor Douki…
Pese a esta gran calidad y frescura que pueden ofrecer, los papeles que han recibido por parte de NJPW han sido muy discretos. La división tag sentó muy bien a los Tekkers, pero esta ha perdido algo de importancia con el aborto de la rumoreada rivalidad entre Tana y Kota, Sabre tampoco tuvo este año su ansiada coronación en singles y Suzuki ha sido nuevamente desperdiciado. Su sensacional G1 acabó en un avergonzante record que dejó en la nada su reinado NEVER y que no sirvió ni para historias interesantes, ni para reforzarle a él ni para impulsar a nadie más que levemente a Shingo. Despy tuvo mejor suerte, ya que su BOSJ le ha elevado al punto de que el título ligero acabará en sus manos antes o después.
Lo malo
EVIL y el reinado de Naito
Lo que debía ser un reinado histórico y extremadamente importante quedó interrumpido y bloqueado por la pandemia. Lo que parecía difícil de aceptar, se vio dinamitado por completo por una rivalidad excesiva, horrible y que no llegó a aportar casi nada. EVIL traicionó a Los Ingobernables tras ganar la NJ Cup y capturó los títulos sorpresivamente en un horrible combate en Dominion. Sin separar los títulos, Naito los recuperó en Jingu. Todo parecía haber terminado como un excesivo recurso para capear la situación, pero Gedo volvió a la carga dándole a EVIL una victoria sobre Naito en el G1 que ha hecho que todas sus defensas desde febrero y todos los arcos que se han manejado por los cinturones sean el EVIL vs Naito. Una pesadilla llena de mediocridad en la que solo un combate fue verdaderamente bueno y sobre el que jamás hubo auténtico interés.
Los daños de la pandemia
Por obvio que parezca, lo peor de este año en NJPW ha sido la pandemia. Hemos perdido un reinado deseadísimo, varios meses de eventos, luchas que se han quedado cortas por la falta de ambiente… Con todo, lo peor ha sido la situación que han vivido los luchadores y profesionales de New Japan, que han visto cómo sus sueldos se reducían y su puesto de trabajo quedaba en entredicho. Afortunadamente, la vacuna que llegará desde el inicio de 2021 permitirá retomar una situación muy similar a la normal en los recintos e ir aumentando ingresos.
¿Qué ha sido lo bueno, lo feo y lo malo para ti en este 2020 de NJPW? ¿Cómo habrías sacado adelante estas dificultades? ¿Quéesperasdeeste2021? Os esperamos en Disqus para desarrollar estas ideas y recordad que nos vemos en Wrestle Kingdom. A disfrutar, que es wrestling.
Hablando de los torneos de NJPW, puedes revisar lo mejor de la New Japan Cup y también del último G1 Climax.
Para nadie es un misterio que el Bloque B estuvo bien bajo en calidad comparado con el Bloque A. ¿Pero habrán combates que destacar de este segmento del NJPW G1 Climax? Kingbilbin se los cuenta.
Zack Sabre Jr vs EVIL
Esta lucha estaba apuntada en el calendario, y es que EVIL debía lucir como ese heel dominante que ha llevado el campeonato indisputado de la empresa. Lo que no nos esperábamos era esta exhibición de underdog babyface por parte de ZSJ.
EVIL estuvo muy bien en su papel de rudo, logrando dominar de forma tan despiadada como odiosa, lo cual hizo que Zack brillase aún más. El inglés logró escapar una y otra vez del poder del ex campeón mediante su técnica, inteligencia y un lenguaje corporal mucho más expresivo que lo habitual (que no mejor, ya que la frialdad encaja muy bien con su rol más común) para acabar robando una de las victorias más satisfactorias que ha tenido usando un movimiento de pin. Una lucha que marca el rumbo que debe seguir EVIL y en la que Sabre prueba su calidad en un rol diferente. Fresca, entretenida y con mucha calidad.
Valoración: 3 jumbitos 3/4.
Hiroshi Tanahashi vs Tetsuya Naito
No me cansaré de decirlo. La mejor rivalidad en términos de calidad/combates de estos últimos 10 años es Naito vs Tanahashi. Tres años después de una trilogía histórica a todos los niveles y con la sensación de que sin COVID habríamos visto esto en una defensa, Naito y Tana dieron un combate apasionante.
Naito dio una gran performance mostrando su talento y su personalidad, pero el MVP fue un Tanahashi sobre el que ya se me acaban los adjetivos. Una performance valiente, emocional y donde el antiguo ace probó que lo será hasta el fin de sus días. Un choque eléctrico, con alternativas, máxima emoción y un gran gameplan del que solo son pequeñas aristas un selling en la pierna algo inconsistente por parte del Ingobernable y que la vara estaba increíblemente alta. A nada de ser un MOTYC.
Valoración: 4 jumbitos.
Día 6
KENTA vs Zack Sabre Jr
Zack continúa con su camino al alza al dar otra fantástica performance en un rol muy diferente al de heel sobrado y frío. De nuevo enfrentaba a un luchador del Bullet Club con un estilo alejado del suyo y, de nuevo, el resultado fue excelente. KENTA se pareció mucho al que todos deseamos ver, luciendo peligroso, inteligente y “picante” en la mayoría de intervenciones.
Zack buscó refugio en su técnica ante la superioridad de striking de un KENTA que tampoco renunció a usar sus mejores llaves, pero acabó cayendo al encontrarse con un rodillazo clave del nipón, que le sentenció con una devastadora G2S que confirma su buen momento. Con todo, el ejercicio de supervivencia mostrado por ZSJ fue tan bueno a nivel técnico como emocional.
Otro choque en el que la naturalidad fue enorme y en el que todo encajó donde debía, dando lo que esperas de dos talentos como estos.
Valoración: 3 jumbitos 3/4.
Día 8
Hiroshi Tanahashi vs KENTA
Tanahashi continuó su buena racha de wrestling en un combate en el que recontraconfirmó que sigue siendo uno de los mejores babyfaces del siglo, todo acompañado de un KENTA que lució como un gran heel.
KENTA supo jugar con el público mientras destrozaba la pierna de Tanahashi para ganar control y luego fiarlo todo a sus potentes strikes, pero el eterno ace fue capaz de sacar adelante cada reto de KENTA para pasar a dominar con su especialidad, su limbwork basado en dragon screws.
Tras grandes momentos de ambos en los que saltaron chispas, fue la pierna de KENTA la que falló y Tanahashi lo aprovechó superándole con un HFF crossbody para cerrar de manera dominante haciendo rendir a KENTA con su Texas Cloverleaf. Un gran final para un gran combate.
Valoración: 3 jumbitos 3/4.
Día 12
Zack Sabre Jr vs Toru Yano
Con frecuencia, vemos que ciertos analistas se niegan a otorgarle puntuaciones altas a combates cómicos, por buenos que estos sean. No voy a caer en esa trampa, y es que Yano vs ZSJ es un divertidísimo combate que me hizo reírme a carcajadas por varios momentos, al tiempo que ofreció una acción in ring realmente buena y coherente con lo visto.
La personalidad de ambos sobresalió, el desarrollo fue fresco y con trampas muy originales culminó con un final más serio. El conjunto ofreció todo lo que esperas de un buen combate de Yano y de Sabre, quien incluso tuvo un momento de gran tensión al intentar una turnbuckle powerbomb. Por si fuera poco, ZSJ se lo llevó con una kneebar que aprovechó el daño a la pierna en la primera fase del combate.
Uno de los mejores combates del año en la empresa ha sido de comedia.
Valoración: 4 jumbitos.
Juice Robinson vs Tetsuya Naito
A Naito le encanta pelear contra Juice, se le nota demasiado. En un choque con muchísima identidad y tremendamente consistente, Juice tuvo una fantástica performance como babyface en la que tuvo que soportar la crueldad de un Naito muy “bully” y sobrevivir a un wrestler de status superior.
El gimmick cómico de Juice funcionó a la perfección, ya que su seriedad escalaba a medida que lo hacía el contexto del combate, con lo que llegamos a un final con el Juice más “Heart & Honor”. Los últimos minutos son vibrantes y te venden a un Juice ganador, pero Naito logra escapar de milagro para cerrar de manera implacable con el Destino.
Hasta el post match es bueno, no cabe ninguna queja en algo así. Un combate redondo.
Valoración: 3 jumbitos 3/4.
Día 14
Hirooki Goto vs Hiroshi Tanahashi
El G1 de Goto estaba pasando muy desapercibido, y es que el samurái no tenía rumbo alguno y no estaba destacando en sus combates, por suerte, Goto vs Tanahashi es lo que esperas de un combate entre ambos cerca de sus mejores versiones.
Tanahashi dominó buena parte de las fases yendo de cara y mostrando que aún le queda gasolina de babyface dominante, y es que fue capaz de mostrarse muy arriba de Goto gracias a su notable limbwork. Los tiempos del combate fueron adecuados, y es qué de manera muy funcional y orgánica, Goto fue sobreviviendo para dejarnos un final excelente en el que su comeback marcó la diferencia. Aiiis, ojalá el Shouten Kai siguiera marcando diferencias.
Un combate notable, muy entretenido y con la duración requerida. La fórmula de un buen match de torneo.
Valoración: 3 jumbitos 3/4.
Día 16
Toru Yano vs Tetsuya Naito
No es ninguna broma decir que Yano ha sido de lo mejor de este G1 Climax. El “Thief Master” dio otro match de comedia fresco y divertidísimo ante Naito, quien brilla enormemente en estos contextos y que encajó a la perfección en la propuesta de Yano.
Momentos donde la personalidad de ambos llevaba a las risas, emoción ante las oportunidades de cada uno y un uso magnífico del YL Tsuji, hicieron este combate uno de los más interesantes del bloque B. Must watch.
Valoración: 3 jumbitos 3/4.
Día 18
Hiroshi Tanahashi vs Zack Sabre Jr
Pese a haber cruzado sus caminos unas 10 veces en poco más de tres años, Sabre y Tana continúan ofreciendo combates notables y muy disfrutables. La dinámica siempre suele ser similar, con un Tanahashi que cede protagonismo a Sabre, quien ya sea por sumisiones o movimientos de pin logra complicar la vida del japonés.
Hace tiempo que demando a un Tana más dominante en este contexto, y es que el Sabre sufridor es algo genial de ver, pero la receta habitual sigue funcionando. En un choque en el que Tanahashi no llegó a sufrir pero en el que estuvo siempre al ritmo de Zack, sacó casta de campeón para conectar el HFF y presionar a Sabre contra la lona en su desesperado intento de sumisión. Un gran final para un notable combate.
Valoración: 3 jumbitos 3/4.
EVIL vs SANADA
Resulta cómico que el futuro de la empresa apunte a descansar en las manos de unos tipos cuyos respectivos techos deberían ser el mid card y el escalón más bajo de El Circo del Sol.
EVIL cada día parece quedarse más corto en el papel de top heel, mientras que SANADA continúa sin dar demasiados visos de lo que puede ser un luchador clave en una empresa seria. El combate se fue a una duración desproporcionada viendo el pobre desarrollo. Cabía esperar mucho más de dos tipos que ahora mismo deberían odiarse a muerte. Desarrollo convencional, Paradise locks, secuencias que no son todo lo buenas que deberían, final “épico” (developed by NJPW, improved by SANADA) y tenemos nuevo finalista.
Realmente el combate no es taaaaan terrible, pero siendo una final de bloque y teniendo que dar ambos un golpe en la mesa importante, esto se sintió como un claro insuficiente.
Summer Struggle resultó ser un show más que satisfactorio en el que la gran mayoría del contenido fue bueno o notable y que además tuvo unos resultados y duración más que adecuados.
Master Wato vs Yoshinobu Kanemaru
Olvidable opener el que nos brindaron estos dos peso ligero. Había margen para algo superior, dado que Wato estuvo algo más lento y blandito de lo que su gimmick y ofensiva pide y a momentos puntuales donde faltó algo de ritmo y naturalidad.
El combate sucedió por los derroteros esperados y habría salvado la papeleta de haber estado mejor en los puntos citados anteriormente, pero al final resultó ser un opener olvidable y que no parece que vaya a servirle a Wato, al menos de momento, para cambiar su enfoque.
Valoración: 2 jumbitos.
Toru Yano vs SANADA vs Kazuchika Okada vs El Desperado
Era de esperar que no fuese un grandísimo combate, aunque había también posibilidades de sacar algo realmente entretenido y funcional. Sin llegar a tanto, el encuentro cumplió y tuvo momentos divertidos. Yano y Despy intentando lograr pins oportunistas, SANADA buscando seriedad pero acabando con sus Paradise Locks, Okada alternando con Yano… hubo varias dinámicas lógicas y entretenidas aunque ninguna fue especialmente divertida o muy explotada.
En una de estas, Yano logró superar a un Okada que estaba aplicando el Cobra Clutch (porque usar el Rainmaker no le debió parecer buena idea) para ganarle con un low blow + roll up.
Valoración: 2 jumbitos 1/4.
Minoru Suzuki vs Shingo Takagi (c) por el NEVER Openweight Championship
Intensísimo y divertido combate entre dos tipos que tuvieron claro que iba a ser una lucha entre dos “Alpha”, cada uno a su manera. Suzuki no puede permitirse un combate con bumps locos y explosividad constante, así que lograron enfocar de manera genial en un combate que tuvo intensidad, striking y la personalidad de ambos luciendo como merecía. No fue una performance milagrosa por parte de ninguno, pero cuando dos tipos de tanto nivel se mantienen a un nivel notable en un contexto lógico, el choque va a llegar a buen puerto.
Slaps durísimos, Shingo usando la explosividad y fuerza en los momentos que contaban, Suzuki brillando como un sádico y técnico enemigo y “big dick energy” en cada instante. Un duelo muy recomendable y entretenido en el que Suzuki fue capaz de superar la resistencia de Shingo a base de, literalmente, estrangular sus opciones para cerrar con una sentida Gotch Style Piledriver.
Valoración: 3 jumbitos 3/4.
Taiji Ishimori vs Hiromu Takahashi (c) por el IWGP Junior Heavyweight Championship
En un combate con, de nuevo, una acertada duración, los dos junior más importantes de la empresa dieron un enfrentamiento de vértigo y muy entretenido. No tuvimos demasiadas capas de profundidad, pero desde el minuto uno tuvimos un producto con un enfoque muy claro y que resultó la mar de entretenido.
Hiromu es un gustazo de ver, gracias a su capacidad para transmitir al tiempo que acompaña con su caótica ofensiva, lo cual funcionó junto a un Ishimori que es una versión inferior de esto pero que logró no quedarse atrás. Taiji secó los mejores momentos de Hiromu con reversals y unas buenas fases de dominio, así como sus energías con su Crossface, con la cual logró finalmente la victoria.
Valoración: 3 jumbitos 3/4.
Dangerous Tekkers (Taichi y Zack Sabre Jr) (c) vs Golden Ace (Kota Ibushi e Hiroshi Tanahashi)
Dos equipos muy diferentes y con circunstancias muy diferentes pero que han logrado elevar el nivel y el prestigio de la división en este año, lo cual continuó sucediendo con este nuevo capítulo de la rivalidad.
Taichi y Zack funcionan a la perfección ya que forman un dúo oportunista y con recursos increíblemente variados gracias a lo diferente que son sus puntos fuertes, con lo que resultan una pareja ideal para enfrentar a dos babyfaces tan claros y directos como son Tanahashi e Ibushi, a los cuales les faltó conexión en momentos clave y acabaron sucumbiendo ante un fallo de Tanahashi que le dejó vendido ante el Black Mephisto.
Valoración: 3 jumbitos y medio.
EVIL (c) vs Tetsuya Naito por el IWGP Heavyweight Championship y el IWGP Intercontinental Championship
En un combate en el que hubo fallos de ejecución importantes en momentos clave, EVIL y Naito dieron el choque que necesitaba la rivalidad.
Ninguno de los dos dio su mejor versión y estos dos fallos (un horrible bump de Red Shoes y un botcheado Esperanza en la secuencia final) fueron notorios, pero aún con eso el main event alcanzó la expectativa. Siendo un encuentro que pedía a gritos los ánimos del público al ser un combate en el que el favorito del público y el “bueno” de la historia era tan evidente, EVIL y Naito plantearon un camino lógico y con un ritmo y duración acertadísimas, lo cual benefició totalmente a ambos.
Las intervenciones, lejos de molestar, aportaron mucho y resultaron muy satisfactorias. EVIL parecía inalcanzable hasta que al final aparecieron Los Ingobernables para neutralizar las trampas de una forma gradual y progresiva. Lo que solía ensuciar a EVIL acabó siendo muy positivo y el conjunto llegó a picos muy notables y emotivos que solo fueron diluidos por esos dos errores de ejecución.
Con esa igualdad de condiciones, Naito encontró el hueco para cerrar contundentemente con su Destino ante la ahogada felicidad de un público que estalló en aplausos a falta de gritos.
Valoración: 3 jumbitos 1/4.
Esto ha sido todo. Recuerden que queda menos de un mes para el G1 Climax y, como viene siendo habitual, tendrán la mejor cobertura en español gracias a DDSD. No dudes en comentar sus impresiones del show y el hype por el G1. Un saludo y, a disfrutar, que es wrestling.
Con la llegada de este atípico verano, NJPW ha decidido realizar uno de los shows más llamativos posibles aprovechando el desplazamiento de fecha del G1 a septiembre y octubre. Con agosto libre, NJPW (posiblemente) mantuvo la idea de volver a un mítico recinto al aire libre, ideal para estas fechas de verano y COVID: El Jingu Stadium para llevar a cabo Summer Struggle.
NJPW buscará llenar con esa limitación de 1/2 del aforo total, esa mitad de los casi 40000 asientos de un estadio que lleva casi 100 años en pie y que es el hogar de los Tokyo Yakult Swallows y de varios torneos de formación en baseball. El recinto, además, ya ha albergado grandes eventos de pro wrestling en el pasado, así como festivales y otros actos. Con una cartelera como esta, el objetivo de hacer una taquilla de más de un millón de dólares parece algo más cerca.
El tour ha resultado ser de lo más satisfactorio, con un producto refrescante y aprovechando la situación de su roster para dar emparejamientos más variados y novedosos de lo habitual, así como aprovechando el nuevo torneo KOPW, los vacantes campeonatos de tríos y sacándole partido a las rivalidades. Vamos con el análisis de los combates:
Master Wato vs Yoshinobu Kanemaru
El debut de Kawato fue bastante extraño. El joven Young lion regresó tras una fructífera etapa de formación en México y muchos esperábamos a alguien que de inmediato fuese visto como alguien serio, ya fuese en la división heavy o en la junior en la que finalmente ha terminado. Lo que nos llegó fue un gimmick extraño y estereotípico, una estética terrible y una presentación pobre. Sin embargo, esto sirvió para acabar enzarzado contra los peso junior de Suzuki Gun. Tras vencer a DOUKI en Dominion, el “Grand Master” deberá enfrentarse al “Heel Master” Kanemaru.
Master Wato no es una máquina asesina ya que, realmente, luce como una parodia de aquello, pero su ofensiva es interesante y Kawato lleva probando durante varios años que tiene muchas cualidades para llevar a buen puerto un moveset basado en la precisión y contundencia de strikes llamativos. Kanemaru es un perro viejo infravalorado que, pese a estar ya en una etapa más discreta de su carrera, podrá actuar como buen heel para probar la valía como babyface del joven redebutante.
No cabe esperar un combatazo, pero si apuestan por un sprint sencillo tendremos un combate muy entretenido.
Ganador: Master Wato Expectativa: Media-Baja
Shingo Takagi (c) vs Minoru Suzuki por el NEVER Openweight Championship
El nivel de Shingo está siendo excelente. Si bien a nivel argumental su paso por NJPW no está siendo enorme, “The Dragon” se ha hecho un hueco en el upper card de la empresa a base de lucir como una potentísima bestia dentro de Los Ingobernables, siendo capaz de doblegar tanto a heayweights como a juniors en fantásticos combates. Tras retener en un magnífico duelo ante El Desperado, será ahora el líder Suzuki Gun quien intente vengar a su subordinado.
Minoru ha sido muy desaprovechado por NJPW, pero de manera reciente esto se ha hecho aún más palpable pese a su enorme veteranía. Minoru tendrá de nuevo la posibilidad de tocar un título, lo cual le iría de perlas para recuperar su espacio y aprovechar a alguien tan único como él. Sin embargo, Shingo querrá cerrar esta nueva refriega ante Suzuki Gun demostrando su nivel venciendo a su líder para llegar al G1 como uno de los campeones.
Shingo parte como favorito por el momento, pero hay opciones para que el heel refresque su situación, aunque podría formar parte más adelante de la disputa por el nuevo título de King of Pro Wrestling, lo cual le iría de perlas a su gimmick. Solo cabe esperar que MiSu llegue en un buen momento y Shingo pueda aplicar su salvaje ofensiva sin lastimarle realmente. Si lo logran y Suzuki luce como el asesino que es, podemos tener un choque absolutamente genial. Hay riesgo, pero también hype.
Ganador: Shingo Takagi Expectativa: Alta
Hiromu Takahashi (c) vs Taiji Ishimori por el IWGP Junior Heavyweight Championship
La traición de EVIL a los Ingobernables en favor del Bullet Club ha sido el argumento principal de la compañía a la vuelta del confinamiento durante la primera ola del COVID. La rivalidad entre stables llevó a un enrabietado Hiromu a intentar vengar a Naito, consiguiendo llevarse una derrota debido a las trampas del BC y un reto por parte de su principal figura ligera, el “Bone Soldier” Taiji Ishimori.
La pelea tiene buena pinta, y es que este es uno de los emparejamientos más potentes que puede presentar la división y ya han tenido buenos precedentes. Este será sin duda el combate más personal entre ellos, y es que está en juego el título de Hiromu y la dignidad de LIJ.
Cabe esperar una sorpresa, pero dado que a día de hoy no se conoce que vaya a realizarse torneo alguno entre los peso ligero de la empresa (recordemos la forzosa cancelación del Best of the Super Juniors), lo lógico es seguir una línea continuista en la que Hiromu mantenga su cinturón. También cabe esperar una lucha de ritmo altísimo, con varios spots llamativos y en la que si Hiromu es capaz de agregar esa emoción y narrativa en la que tanto destaca, tendremos un gran combate. Si además Ishimori aporta ese toque heel que aproveche la situación, esto saldrá aún mejor.
Ganador: Hiromu Takahashi Expectativa: Alta.
King of Pro Wrestling 4 way match
Como ya sabréis, NJPW anunció un nuevo título en la rueda de prensa de presentación de Summer Struggle. En caso de que necesitéis más info, aquí explicamos el funcionamiento de este nuevo campeonato https://dosdossolodos.com/2020/07/28/njpw-anuncia-un-nuevo-titulo/ (No sé por qué no me admite el hipervínculo, help) xd
En resumen, tras un mini torneo con combates individuales clasificatorios cuya estipulación eligen los fans, los cuatro finalistas se enfrentarán en un combate a varias bandas cuyo ganador deberá intentar mantener hasta final de año el status de “King of Pro Wrestling”.
Los clasificados fueron los esperados, con una razonable variedad de stables y roles. Okada y SANADA como dos participantes “serios”, Desperado como un retorcido underdog y posible pinnman y un Toru Yano que buscará aprovechar el caos para robarse la victoria mientras añade comedia. Los combates en muchas bandas tienen enormes riesgos, más en una compañía no acostumbrada a ellos, pero es posible ser optimista y esperar algo entretenido y con color.
Eso sí, todos sabemos que ya sea aquí o en el momento decisivo, Okada se alzará con el título.
Ganador: Kazuchika Okada Expectativa: Media-Alta
Dangerous Tekkers (Taichi y Zack Sabre Jr) (c) vs Golden Ace (Kota Ibushi e Hiroshi Tanahashi) por el IWGP Tag Team Championship
Tras muchísimo tiempo, los títulos en pareja han recuperado notoriedad en estos últimos meses. La acertadísima decisión de unir a Tana y Kota le dio prestigio a la división y cobró muchísimo sentido a nivel argumental. Tras ser vencidos por los ahora campeones de manera individual en la NJ Cup y conjuntamente en la pelea titular de Dominion, los babyfaces de la NJ Army intentarán recuperar las correas de las manos de los heles de Suzuki Gun.
Taichi y Zack han encontrado oro tras demasiado tiempo sin títulos en esta oportunidad, y esto está dándole más profundidad a la relación entre Kota y Tana, cuyos segmentos en backstage están funcionando. Tana está reclamando más responsabilidad a Kota ya que la veteranía de Tana es un lastre a tener en cuenta, pero esto añade más capas si cabe a una relación en la que es obvio que Kota parte como el babyface inferior que aún no ha podido ganar el gran título ante un ace decadente que demanda su reemplazo. Kota y Tana deberán afinarse si quieren superar a dos enemigos cómodos en su situación y con mucha ambición de cara a continuar medrando individualmente.
Los títulos en pareja no deberían ser molestia para ninguno durante el G1 y, de nuevo a falta de confirmar si habrá World Tag League o un torneo similar, la ruptura de Golden Ace podría madurarse más en caso de ser necesario. Los cinturones sí que parecen un mayor inconveniente para Dangerous Tekkers, que están en condiciones de optar a títulos individuales post G1. De cualquier manera, cabe esperar un combate intenso en el qué si se logra superar la propuesta de Dominion, estaremos ante uno de los mejores combates por equipos de NJPW en este año.
Ganadores: Dangerous Tekkers Expectativa: Alta
EVIL (c) vs Tetsuya Naito por el IWGP Heavyweight Championship y el IWGP Intercontinental Championship
Venganza y todo o nada. El leitmotiv de la revancha entre Naito y EVIL no puede estar más claro. EVIL se alzó con la NJ Cup con trampas, juego sucio y agresividad incluso ante su compañero SANADA, probando que estaba dispuesto a todo para alcanzar la cima. Con esta premisa, traicionó a LIJ y venció a Naito e Hiromu ya como miembro del Bullet Club y deberá defender en lo que parece el choque decisivo ante Naito.
No sé hasta qué punto EVIL seguirá en el BC y si LIJ cambiarán algo su enfoque con esto, pero la realidad es que un Naito serio y que ya solo tiene en mente recuperar sus cinturones será el oponente del actual campeón. Naito reclamó su revancha con autoridad y argumentos al tiempo que plantó la semilla de la duda en EVIL, y es que Naito logró su primer entorchado vía NJ Cup con trampas para acabar cediéndole en su revancha y segunda defensa ante Okada. ¿Se repetirá la historia con Naito teniendo la posición en la cima que parecía tener reservada el Destino o será EVIL el que se cimente como uno de los mayores heels del negocio?
El primer combate resultó muy decepcionante, y es que los choques entre Ingobernables, especialmente los que incluyen a Naito, habían sido siempre buenos o excelentes, lo cual dejó un sabor muy malo debido al inconsistente selling de Naito, al overbooking y a un EVIL que no fue todo lo convincente que debió. En esta lucha cabe esperar que superen con creces su precedente, ya que tienen las herramientas y un mayor desarrollo en lo sucedido.
Un Naito más centrado y una mayor opción de neutralizar las intervenciones del Bullet Club es algo que debe estar presente en el combate, así como un EVIL que debería mostrar una mayor profundidad y manejarse en un contexto diferente, ya que seguramente en el tramo final pierda esa red de seguridad en forma de intervenciones. Sea como sea, es difícil que un combate con tanto en juego y con estos ingredientes naufrague. Y, creo, que en esta ocasión se abrirá de nuevo el camino lógico y se planten las semillas para un G1 en el que su ganador tenga la misión de enfrentarse a una brillante estrella en el Tokyo Dome.
Ganador: Tetsuya Naito Expectativa: Alta
Horarios:
Summer Struggle in Jingu se celebrará en el Jingu Stadium de Tokyo el sábado 29 de agosto. Los horarios internacionales son los siguientes:
Japón: 17:00
España: 10:00
Ecuador, México Perú y Colombia: 03:00
Venezuela y Bolivia: 04:00
Argentina, Chile y Uruguay: 05:00
Esto ha sido todo. ¿Tienes alguna duda sobre el evento? ¿Quieres comentar tus predicciones o impresiones? Únete al debate en la caja de comentarios y comparte tus pensamientos con la comunidad. Los esperamos con la review del evento.
NJPW realizó hoy una rueda de prensa con la intención de presentar Summer Struggle, el gran evento que la empresa del león celebrará en el mítico y enorme Jingu Stadium de Tokyo en el mes de agosto. La gran sorpresa fue un anuncio protagonizado Kazuchika Okada, quien presentó su proyecto KOPW (presumiblemente King of Pro Wrestling).
El día 26 de agosto, 3 días antes de Summer Struggle, 8 wrestlers se enfrentarán en 4 singles matches de estipulación variable, y es que cada luchador propondrá una estipulación diferente para su combate y los fans serán quienes elijan cual será la estipulación definitiva. Los ganadores se enfrentarán en un Fatal Four Way match en el Jingu Stadium, siendo el ganador el KOPW 2020 de forma provisional.
A partir de entonces, esta condición será defendida hasta final de año de igual forma que los combates individuales citados anteriormente, siendo el ganador final el luchador que logre acabar el año como KOPW. Está previsto que este proyecto se reinicie de nuevo en 2021.
Aún quedan ciertas dudas, especialmente sobre las fechas en las que se desarrollará en un futuro y sobre si este proyecto implicará el uso de algún distintivo para el campeón provisional. Lo que sí parece claro, es que NJPW busca agitar de forma muy original la habitualmente sosa temporada post G1 Climax.
¿Qué te parece a ti este cambio? El debate está abierto, y es que muchos opinan que abusar de combates con estipulación acabará con la esencia de NJPW. Mientras que otros, consideran que esta mayor variedad claramente apartada en este proyecto puede darle nuevos aires a la compañía. ¿Eres de los que creen que hay demasiados títulos y torneos o crees que uno bien insertado puede aportar mucho? Cuéntanos tu opinión en Disqus y únete al debate.
Mientras tanto, prometemos próximamente un artículo reflexionando con respecto al tema.
Tras una larga espera debido a la pandemia global, NJ vuelve a la acción retomando la New Japan Cup. Con el país nipón habiendo dado pasos importantes en el control de la situación, NJPW echa a andar con un tour que culminará en Dominion, celebrado en el Osaka Jo-Hall ante 1/3 del aforo total del recinto.
Han sido unos difíciles meses de parón en los que nos hemos perdido mucho, pero al igual que casi todas las empresas y familias del planeta, la vuelta a una relativa normalidad también llega para New Japan, que celebrará el torneo a puerta cerrada durante los primeros shows y que tendrá que hacer frente a la ausencia de luchadores no residentes en Japón como KENTA, Will Ospreay o Juice Robinson.
Para ello, varios luchadores junior heavyweight (El Desperado, Hiromu Takahashi, BUSHI…) tendrán la oportunidad de quitarse el mal sabor de boca ocasionado por la cancelación de su torneo, el Best of The Super Juniors. Asimismo, unos pocos young lions (Yota Tsuji, Gabriel Kidd y Yuya Uemura) podrán enfrentar a sus senpais. El resultado es una NJ Cup tremendamente refrescante e ideal para apagar esa sed de puroresu que nos ha dejado el Coronavirus.
¿Qué es y como funciona la NJ Cup?
La New Japan Cup es un torneo de eliminación directa en el que los emparejamientos se forman en torno a un bracket predeterminado. Para esta edición, que contará con 32 participantes, el luchador que logre cinco victorias consecutivas se alzará con el trofeo y con el verdadero premio: Una oportunidad por los dos campeonatos de Tetsuya Naito.
La New Japan Cup comenzó a celebrarse en 2005 y en casi todas sus ediciones el premio siempre ha sido el mismo: Una oportunidad titular por el campeonato que el ganador elija. Sin embargo, la extraordinaria situación del momento ha hecho variar el premio para esta edición.
El torneo cuenta con ganadores como Shinsuke Nakamura, Kazuchika Okada o Kota Ibushi, pero es Hirooki Goto el que cuenta con el mayor número de victorias al haber levantado el trofeo en tres ocasiones. Por supuesto, desperdició estas tres oportunidades junto a las otras seis.
Participantes destacados
Favoritos:
Sus opciones de victoria son las más altas o, al menos, lo suficientemente altas como para considerarles apuestas firmes y lógicas.
SANADA: El eslabón débil de Los Ingobernables de Japón lo tenía todo de cara para seguir robando en primavera. Era el único del stable sin título, por algún motivo se avecinaba un push hasta la luna y una lucha en Sakura Genesis en los primeros meses de Naito como campeón parecía inocua e interesante por ser compañeros de stable. Con esto, la situación ha cambiado. La empresa sigue confiando en este horrible worker sin personalidad, pero es guapete y hace cosas flashy, así que no es descartable que Gedo cometa otro acto de terrorismo y le de la victoria.
Kota Ibushi: La “Golden Star” salió muy derrotada de Wrestle Kingdom. No solo no pudo vencer a Okada, sino que además perdió en ese combate residual ante Jay White. Kota debe mantenerse en posiciones prominentes y su rivalidad con Naito es sobradamente conocida, por lo que no sería descabellado darle de nuevo impulso con esta NJ Cup para construir una futura gran victoria en un plazo no tan largo. Eso sí, está en un cuadro muy duro.
Alternativas:
Tienen muy complicado ganar, pero hay argumentos de peso como para pensar que una victoria es posible.
Taichi: Sí, parece una locura, pero Taichi está en esta posición por méritos propios. Nuestro “Holy Lord” no es tan joven como para pensar que una victoria aquí le consolidaría como un activo decisivo, pero a Taichi aún le quedan unos cuantos años de cuerda y es casi un recién llegado a la división heavyweight. Desde su llegada ha cerrado muchas bocas, ha probado ser una estrella capaz de generar reacción y ha funcionado como heel. Está en un cuadro complicado, pero está en condiciones de lograr un par de upsets y soñar con una victoria que me parecería un acierto a nivel de booking.
Minoru Suzuki: El veteranísimo líder de Suzuki Gun puede parecer un ganador bastante ilógico, pero el cuadro que tiene por delante hace pensar que tiene ciertas opciones de llegar a la final. Suzuki ha tenido varios episodios de nulo aprovechamiento por parte de la empresa y ahora en la recta final de su carrera deberían aprovecharle como creíble antagonista. No parece descabellado verle vencer a Okada para sacarle del torneo y alzarse con una victoria que sería muy funcional y permitiría cerrar la rivalidad entre él y Naito.
Kazuchika Okada: Sí, sería bastante redundante y esta revancha llegaría de forma muy anticlimática pero NJPW es una empresa donde dirige Gedo. Las opciones del Rainmaker de repetir triunfo son casi nulas, pero es un riesgo que siempre va a existir cuando Okada está en un torneo.
Hiroshi Tanahashi: Es muy complicado y no tendría demasiada construcción pero, ver a Tanahashi ganando una última NJ Cup para retar a alguien con quien tiene tantísima historia como es Naito, sería algo muy jugoso. Eleterno ace tiene un cuadro infernal que hace pensar que sería demasiado bestia verle pasar siquiera las dos primeras rondas pero, de conseguirlo, pasaría casi automáticamente a ser el gran favorito. Poquitas opciones.
Hiromu Takahashi: La decisión emocional, bonita y de pajabookeo. Hiromu ganando la NJ Cup significaría muchas cosas positivas. No habría mejor retorno al camino que volviendo donde lo dejamos, con un ilusionante combate entre los hermanos Ingobernables Naito y Takahashi. Una fiesta entre dos hermanos que tuvieron que remar muchísimo para tener ese combate soñado. Por otro lado, significaría también tirar aún más el muro de los junior y certificaría que, como ya debió ser KUSHIDA y como se está haciendo con Ospreay, hay ciertos talentos junior que merecen el reconocimiento de sus homólogos heavyweight.
Creo que no se dará este upset porque implicaría ciertas victorias ante rivales poderosos que NJPW no suele hacer con un wrestler junior, pero de hacerlo sería un bombazo. No pun intended.
Bajo radar:
Pese a que ninguno de estos nombres tiene opciones reales de ganar, serán ingredientes clave del torneo ya que le aportarán variedad, color y algún upset.
Los young lions no suelen participar en este tipo de torneos ya que aún son wrestlers en formación y cuyo papel va totalmente separado de la competencia principal. Por eso, verles en un escenario así permitirá tener una visión privilegiada de su desarrollo, al competir individualmente ante miembros del main roster.
En el caso de los junior heavyweight no es tan extraordinario verles en competencias como esta, especialmente en los últimos años, pero sigue siendo algo complicado de ver, especialmente en años algo más lejanos. Tener a luchadores como SHO o BUSHI con opciones de pasar varias rondas ante sus compañeros de superior clase de peso va a aportar mucha variedad al torneo.
En el último escalón cabe destacar a Tomohiro Ishii, el cual cuenta con unas opciones casi residuales de victoria pero que será un auténtico hueso para quienes le enfrenten.
Luchas y posibles emparejamientos a seguir
Primera ronda (confirmadas):
Hiroshi Tanahashi vs Taichi: Jugoso combate entre dos tipos que tienen ciertas opciones de llevarse el torneo. Tanahashi es Tanahashi, por lo que es el favorito para el choque, pero dado el perfil de la NJ Cup y que en caso de pasar le tocaría otra vez ante Sabre o Kota me hace inclinarme por Taichi dando la sorpresa. Sea como sea, es un gran babyface contra un gran heel. Debe funcionar.
Minoru Suzuki vs Yuji Nagata: Dos veteranísimos y dos leyendas vivas del puroresu, ambos ademas con un carisma especial y excelentes y legítimas ofensivas. Esta rivalidad tiene mucha historia y es que se han cruzado ya varias veces a lo largo de los años, pero este posible último capítulo pinta realmente bien. Un cruce muy muy atractivo en el que Minoru parte como favorito.
Shingo Takagi vs SHO: NJPW parece decidida a convertir este duelo en un pequeño clásico para impulsar a SHO como heavyweight desde su posición inicial como junior. Tras hacer saltar chispas en sus enfrentamientos previos desde que ambos coincidieron por primera vez en 2019, todo apuntaba a que el de RPG3K iba a lograr una oportunidad por el cinturón NEVER de Shingo. ¿Será aquí cuando la certifique?
El Desperado vs Tomohiro Ishii: El Desperado es uno de los peso ligero más infravalorados del planeta e Ishii es uno de los mejores workers HW del mundo. Dos estilos muy diferentes, dos personalidades contrapuestas y un choque entre diferentes clases de peso. ¿De verdad necesito dar más datos para justificar que este sea uno de los combates con más miga del torneo?
Zack Sabre Jr vs Kota Ibushi: La rivalidad huele un poco a chamusquina y es que está bastante quemada, pero NJPW hizo bien en apostar por este choque las primeras veces tras los formidables encuentros que estos dos produjeron. Ahora se encuentran en una zona tremendamente complicada del cuadro. La victoria parece apuntar más a Ibushi que a Sabre, y es que salvo por la victoria con los títulos tag, Kota necesita urgentemente algo de impulso individual. Ya se abrirán otros caminos para el británico.
Posibles enfrentamientos a seguir:
Kazuchika Okada vs Minoru Suzuki: Este muy probable enfrentamiento de octavos de final ha tenido ya muchos episodios, siendo la mayoría notables o incluso sobresalientes. Suzuki tiene un récord claramente negativo ante Okada y esta podría ser una buenísima oportunidad para nivelar la balanza y conseguir una victoria de prestigio. Por otro lado, el sprint que va a ser esta Cup unida a la edad de Suzuki y al favoritismo de Okada hacen que el resultado sea una incógnita total. Eso sí, merecerá la pena verlo y creo que es un duelo que puede funcionar incluso a puerta cerrada.
Taichi vs Kota Ibushi: En mi opinión, la combinación más acertada para el sector Noreste del cuadro. Sería un duelo entre dos workers de nivel y, como ante Tanahashi, Taichi enfrentaría a otro notable babyface. Kota es de los que disfrutan pegando con intensidad, lo cual casaría muy bien con Taichi. ¿Podrían las tretas y el striking de Taichi contener el fuego de Ibushi?
Tomohiro Ishii vs Hiromu Takahashi: Las posibilidades de que esta locura se llegue a dar en cuartos de final son bastante elevadas, lo cual me hace lamentar que sea sin público, pero no queda más que celebrar que exista la oportunidad. Si el enfrentamiento de Ishii contra Despy ya pintaba bien, esto promete ser un estallido de wrestling, ritmo y emociones. La contundencia y sobriedad de Ishii ante el caos puro que es un Hiromu en evidente deventaja física resulta una propuesta extremadamente atractiva. Señores de NJPW, esto en un estadio lleno y por el NEVER y les doy todo mi dinero.
Kazuchika Okada vs Hiromu Takahashi: Un combate casi imposible de ver ya que implicaría un elevado número de sorpresas pero que, de darse, apuntaría a genialidad. Ver a Hiromu enfrentando a un wrestler de la entidad de Okada ya es sugerente de por si en caso de que veamos la versión más correcta del Rainmaker, pero si le añadimos que el premio sería acudir a la final, el valor de un casi imposible upset aumentaría aún más la tensión de un choque en el que Hiromu sería más underdog que nunca.
Kazuchika Okada vs Tomohiro Ishii: Una de las semifinales más probables del torneo y con dos precedentes impresionantes. Los dos Ishii vs Okada han sido combates casi insuperables dentro de lo que puede ofrecer la empresa nipona, siendo dos auténticos must watch para cualquier fan del wrestling. Una tercera entrega que rompa el 1-1 que tienen los compañeros de Chaos generaría un justificadísimo torrente de hype.
Hacer previsiones sobre cual será la final es ya casi imposible. Lo normal es que no se junten dos luchadores de gran perfil pero, viendo la extraordinaria situación en la que nos encontramos, NJPW podría hacer una excepción este año. Sin duda, la opción que más me convence tendría a Hiromu Takahashi enfrentando a Taichi. El ganador sería algo fresco, sorprendente y un rival de entidad para Naito aunque con un perfil muy diferente según quien fuera el ganador. Taicho y Naito es una rivalidad consolidada y de calidad, mientras que con Hiromu ganando tendríamos esa fiesta ingobernable que estaba programada para el Aniversario y que el COVID nos robó.
Con todo, la final más probable parece ser la reedición del atentado terrorista contra el pro-wrestling que perpetraron Okada y SANADA el año pasado. La artificiosa saga parece ser del agrado de cierta parte del público nipón y Gedo confía en SANADA, un tipo que como ya se ha dicho resulta llamativo y tiene una buena imagen. Además, esto podría suponer una evolución para el personaje de SANADA, al retar al líder de su stable.
Horarios
Te dejamos con los horarios detallados de la jornada inicial de la NJ Cup. Puedes consultar el resto en la web oficial de NJPW.
Jornada inaugural, día 16 de junio.
Japón: 19:00
España: 12:00
Ecuador, México, Perú y Colombia: 05:00
Venezuela y Bolivia: 06:00
Argentina, Chile y Uruguay: 07:00
Os recordamos que la final de la copa se celebrará en el Osaka Jo-Hall durante la primera velada de Dominion, que se celebrará el 11 de julio.
Para finalizar, os dejamos con mi tradicional predicción (usando corazón además de la cabeza) del desarrollo de la copa. Supongo que será tan errónea como en los últimos 5 años en los que he realizado guías o previas del torneo. Para muestra, un botón.
Esto ha sido todo. Siempre es un placer volver a escribir sobre la empresa del león. Espero que el confinamiento haya sido lo más llevadero posible y que todos podamos disfrutar de este retorno a la acción. Estad atentos, porque se vienen muchas cosas sobre puro y el retorno de NJPW. Además, tendréis la habitual previa de Dominion, una review de lo más destacado de la NJ Cup y otra review centrada en los dos días de Dominion una vez concluya el tour.
Desde que AEW anunció su lanzamiento como programa de TV y WWE respondió a este acto con la reformulación de NXT como marca, se han sucedido los artículos, análisis y opiniones sobre el supuesto nacimiento de una rivalidad que podría marcar los tiempos de la actualidad del pro-wrestling en Occidente. ¿Hasta que punto es esto cierto?
Por delante de todo hay que ponderar las enormes diferencias entre las concepciones de ambos productos. Por supuesto, AEW partía de una teórica nada. No existía marca alguna y, obviamente, un gran número de sus luchadores eran gente desconocida para el gran público. NXT era un producto que ya venía de varios años de relevancia y programación semanal, con lo que se planteó una suerte de narrativa “David contra Goliat” que, francamente, no es demasiado cierta.
AEW desembarcó ya con cierta imagen gracias a The Elite y a que todos los portales y medios dedicados al wrestling recibieron con entusiasmo una competencia televisiva seria para WWE, lo que se tradujo en una enorme expectación por parte del primer target de audiencia de la nueva empresa. Con luchadores de tanto renombre entre estos fans como Kenny Omega, Cody y talento internacional como Pentagón, unido al trabajo con compañías de todo el mundo (AAA, OWE y futuras alianzas) y a estrellas reconocidas por fanáticos casuales (Jericho, Moxley…) parece evidente que AEW contaba con una base mucho más elevada de lo que algunos se empeñaron en vender.
Por supuesto que AEW es un producto que tenía que partir de un punto más bajo, pero no podemos olvidar que la compañía cuenta con el importante apoyo de los dueños de la misma, la poderorísima familia Khan, y de la inmensa plataforma de TV TNT. La diferencia sigue siendo importante, pero hay que recalcar que esto está mucho más cerca de ser un Madrid vs Atlético que un duelo entre el gigante blanco y un recién ascendido a La Liga.
¿Está siendo capaz AEW de superar de verdad al gigante en números? No, es evidente, pero el mero hecho de haber generado una reacción directa de WWE ya es una victoria. Con frecuencia, es fácil leer en internet noticias y tweets con mensajes como “17-3” o comparativas casi absurdas señalando la superioridad de números del producto de AEW en comparación a NXT, siendo estas bastante moderadas. WWE está utilizando su C-Show para limitar el crecimiento de sus vecinos en los miércoles. Un show con uno bajísimos valores de producción y que evidentemente está lejos de poseer los mejores activos de la empresa está siendo capaz de arañar un buen número de espectadores y asegurarse de que AEW no supere la barrera del millón de espectadores y vea su desarrollo estancado.
WWE no está compitiendo realmente con NXT, aunque esté intentando vitaminar fuertemente su producto vía victorias en PPV conjuntos, estrellas del main roster visitando el programa o retos como el de Charlotte a Rhea Ripley. Si queremos hacer una lectura de la situación, no hay que irse hacia números de programas que no representan fielmente un duelo de fuerzas, sino a lo que puede suponer a medio plazo el rumbo actual de ambos productos.
El plan de NXT está saliendo a medias, ya que están dando cierta importancia y presencia a sus futuros miembros de SD y RAW mientras contienen el ascenso de AEW, pero hay una realidad evidente y es la superioridad del producto de AEW. De mantenerse la tendencia, será insostenible para WWE limitar la popularidad de su oponente si no mueve ficha.
Incluso para mí, que soy un aficionado casual que simplemente ve los segmentos y combates más destacados y que sigue la actualidad de los programas vía noticias, Twitter y la recomendable sección de esta página dedicada a la noche de los miércoles, resulta evidente la mayor regularidad y acierto en el rumbo de AEW. La joven empresa está lejos de ofrecer un producto perfecto y arrastra defectos evidentes (división femenina, recursos limitados en ciertas áreas de su roster masculino, retransmisiones…), pero la gran mayoría de sus historias, personajes, vignettes y enfoques están diferenciados y ofrecen variedad, color, frescura y consistencia.
Esto contrasta enormemente con NXT TV, el cual mantiene los errores de siempre y exhibe aún mas carencias con este formato. Muchas piezas del roster no llegan a lo necesario para ofrecer calidad de manera recurrente y se han convertido en un cosplay sin identidad que, lejos de la frescura de los primeros años de la marca amarilla, ha pasado a imitar y replicar varias de las tendencias más peligrosas de la industria mientras son las mujeres y los tag teams los que intentan sacar adelante un producto que hace aguas por todas partes. Y todo esto, sin apenas fabricar talento masculino propio del que pueda atraer al mainstream. Sí, Velveteen será una superestrella y gente como Keith Lee es genial, pero ahora mismo NXT es un compilado de talento desperdiciado, sin rumbo y sin sabor. Mención especial para lo durísimo que resulta ver a gente como WALTER y KUSHIDA desperdiciada en sus papeles actuales.
Esto deja muy claro que el paraguas de la marca WWE sigue siendo muy importante y que NXT tiene una fanbase fiel así como a un buen número de espectadores indecisos que no dudarán en cambiar de TNT a USA si el contenido del filial de WWE lo amerita pero, con el paso del tiempo sostener esto con un mal producto será el mismo suicidio que en RAW o SD.
Como las opiniones son “subjetivas”, los aficionados buscan agarrarse al frío número para intentar mostrar su superioridad e intentar crear un sentimiento de pertenencia a una comunidad, pero esto es lo de menos ahora mismo. Quizá en no mucho tiempo AEW logre forzar a WWE a competir, con su tercera marca, de un modo más directo y del que podremos extraer conclusiones más jugosas. De momento, habrá que esforzarse en ver la “big picture” para entender que aún le queda mucho a AEW para ser la fuerza que muchos pretenden vender que ya es. Mientras tanto, disfruten con su wrestling, porque está siguiendo el camino correcto.
En una hora indeterminada de la tarde, miro el móvil y veo que Goldberg vs The Fiend está a punto de empezar. Accedo a mi página de links no muy legales de confianza y, apenas unos minutos después, internet estalla entre lloros mayoritarios y picantes memes de quienes no ven esta decisión como algo necesariamente malo.
Que el tiempo de Goldberg ya pasó es algo más que evidente. Tras ese último run de 2017 que ya parecía muy tardío (aunque acabó siendo más que correcto), sus actuaciones en estos ridículos shows de Arabia Saudí evidenciaron su ya total falta de forma. No había justificación real para su inclusión pero, dado el surrealista mundo paralelo en el que se desarrollan estos eventos donde Mansoor equivale a Michael Jordan en playoffs de la NBA, los fans no prestaron demasiada atención más allá de las bromas. Es ahora, con una victoria por un campeonato mundial ante una “estrella emergente” como The Fiend cuando las redes han ardido. Que esto sucediese en vísperas de WrestleMania ha elevado la tensión a niveles insospechados.
¿Es esta situación tan crítica? Parece razonable que, de primeras, apostar por un wrestler tan de vuelta como Goldberg resulte casi ridículo. Que la victoria sea ante alguien de (en teoría) presente y futuro, en una empresa que tiene una enorme carestía de estrellas jóvenes, ha hecho que cambio de campeón se vea como un suicidio a ojos de la mayoría. Sin embargo, creo que conviene alejar un poco el foco de los árboles para tener una mejor imagen general del bosque.
En condiciones normales y conociendo a WWE la decisión podría ser calamitosa, pero WM es un contexto muy particular donde la atención de los grandes medios y de lo viral importa. WWE venderá sí o sí los tickets para el magno evento y el número de suscriptores a la Network no bajará drásticamente por una decisión como esta, pero WWE asegurará ponerse de nuevo en el ojo del huracán gracias a la polémica generada y a la fama de Goldberg. De cara a los titulares, hay mucho más dinero en Reigns vs Goldberg que en Reigns vs The Fiend.
A esto hay que añadir algo que es más subjetivo, pero que igualmente se está haciendo notar. The Fiend fue un proyecto muy interesante con unas “vignettes” fantásticas, pero su utilización ha sido nefasta. De esto no es solo culpable el booking, sino un personaje terriblemente difícil de manejar en un ecosistema como es el del pro-wrestling. Mantener a The Fiend en lo más alto era insostenible para el roster y para el producto, y esto sucedía al tiempo que el propio Bray Wyatt era incapaz de sostener en el ring lo que The Fiend proponía. Quitarle el título y rebajar su poder era algo urgente para WWE.
Para muchos, estos argumentos serán insuficientes o incluso inválidos. Wyatt tiene sus fans y muchos argumentan que WWE con esto perderá definitivamente al fan habitual, harto de que viejos arrastrándose y sin motivaciones barran a los luchadores actuales pero… ¿van a abandonar los fans a WWE justo antes de WrestleMania? Lo dudo mucho, ya que la inmensa mayoría de los que ahora están enfadados decidirán que WM es la última oportunidad (que en su mayoría todos han concedido y concederán en múltiples ocasiones) que le dan a la compañía. Viendo todos estos indicadores cabe preguntarse… ¿y si esto es el plan de WWE?
WrestleMania se asoma en el horizonte y los dos cinturones principales serán defendidos por perfiles relativamente similares. Dos estrellas veteranas y part-timers enfrentando a dos luchadores aún jóvenes y sobre los que la compañía planea cimentar su producto en los próximos años. Hay un hilo común evidente.
Reigns vs Goldberg puede completar la narrativa de un WrestleMania que gire en torno a este necesario relevo generacional. Drew vs Lesnar ya es el más que presumible main event donde WWE parece apuntar la necesaria consolidación del escocés. A Drew le urge un arco de personaje y una victoria tan colosal como esta puede ser un formidable pistoletazo de salida que muestre que, al fin, WWE está dispuesta a lanzar nuevo talento.
Los campeones mundiales de WWE habrán superado a una generación de hace varias décadas para, ahora sí, iniciar una nueva temporada donde ellos serán los protagonistas. ¿Por qué no querer un intenso y sencillo sprint entre Reigns y Goldberg donde Reigns emergirá como necesario y deseado ganador como preámbulo de Drew cerrando Wrestlemania como la nueva gran estrella de la empresa?
Parece que WWE nos dará también un AJ Styles vs Undertaker y, quizá, un Cena vs The Fiend. Si los resultados favorecen al talento a tiempo completo, no habrá ya dudas de que WWE habrá planteado WrestleMania como un choque generacional(el propio Reigns ya ha dado pistas sobre esto) capaz de atraer al fan nostálgico y casual, y mostrarle que hay talento para el presente y el futuro. Un simple 3-1 para contentar también a ese segmento atraído por leyendas sería igualmente funcional para este propósito.
Creo que el fan habitual de WWE sufre por un producto malo, sinsentido y conformista, por lo que entiendo la frustración que pueden producir situaciones como estas. Parece que peco de optimista pero creo importante señalar que, hasta que WrestleMania no finalice, será pronto para emitir juicios sobre el rumbo real de la empresa a corto y medio plazo. La madre de todas las batallas se llevará a cabo en Tampa y, cuando los generales ya hayan revelado sus movimientos y todo termine, podremos decir quien ha sido el ganador.
La situación actual de WWE no es ningún secreto. El gigante del “entretenimiento deportivo” atraviesa un difícil momento en su producto y exhibe indicadores dispares en lo económico. Firmar un nuevo contrato televisivo con Fox catapultó los ingresos por TV de una empresa que, sin embargo, ve como los ratings televisivos, la asistencia a eventos y la bolsa castigan su imagen con fuerza mediante fríos números en claro descenso. Incluso hemos visto como se ha producido la primera contracción en el número de suscriptores de la importantísima plataforma WWE Network.
Ni mucho menos pretendemos poner en entredicho la viabilidad de WWE como uno de los gigantes en el mundillo del entretenimiento, pero todos estos números parecen venir de un mismo origen en el que coinciden aficionados, analistas, luchadores y hasta los propios directivos de la empresa durante los shows: a WWE le faltan estrellas y un buen producto.
Es fácil ser una persona crítica con el bookeo de WWE, y es que salta a la vista que es una empresa que comete errores evidentes en cuanto al manejo de su producto, pero no conviene caer en el tópico de internet que nos dice que WWE hace todo mal por no darle el campeonato mundial al primer calvo suizo que hace un combate bombástico con Cena. El bookeo en la compañía resulta especialmente complejo debido a que, pese a vivir en una era digital donde el entretenimiento va a demanda del usuario, WWE debe rellenar incontables horas de televisión y PPV desarrollando historias cada vez más difíciles de construir en la TV actual. Cortoplacismo para poder mantener a duras penas el infernal calendario que maneja la empresa de McMahon.
Es por eso que, independientemente del obvio margen de mejora que tiene WWE en este aspecto, es conveniente poner el punto de vista en otro problema muy serio del producto que es en la falta de verdaderas estrellas capaces de atraer y seducir al espectador casual y hacer que el hardcore se deje la cartera en ellas. Y es que la maduración y consolidación de estos proyectos requiere no sólo de las capacidades del propio luchador, sino de una consistencia a largo plazo que la empresa no está siendo capaz de ofrecer ni aún teniéndola delante de las narices. Legitimar el arco de las estrellas generando la devoción del hardcore y la curiosidad del casual resulta fundamental en un modelo como el de WWE.
Sin entrar en casos de luchadores que bien pudieron tener una relevancia mucho mayor en caso de haber apretado el gatillo en el momento idóneo (Ziggler, Zayn o los ahora reconducidos Kingston y McIntyre), WWE ha tirado por la borda o no ha sido capaz de rentabilizar historias de meses o años de duración en las que ya se había hecho lo más difícil: lograr el interés casi total del público.
WWE es una empresa que, al estar tan centrada en la inmediatez, devalúa el desarrollo que necesita la práctica totalidad de historias sean del medio que sean. Esto genera una falta de interés en el espectador, ya que únicamente se sienten incentivados por la empresa en base al presente de cada historia. No existen apenas arcos de personaje que permitan una cierta guía y una luz en el horizonte que haga que merezca la pena tragarse los eventos que se encuentran en esa tierra de nadie entre SummerSlam o WrestleMania.
El elevado número de bandazos hace que, además, esta flexibilidad se sienta orgánica o bien recibida (problema del que adolece, por ejemplo, la para muchos excesivamente aclamada NJPW). Ni siquiera es un problema tan arraigado en WWE, ya que incluso en épocas de caos pasadas la empresa no perdía el foco principal de sus estrellas a medio y largo plazo de forma tan evidente. Sí, las empresas buscan seguridad (Hogan, Misawa, Cena, Flair…) pero WWE luce más escasa que nunca en cuanto a variedad de estrellas se refiere.
Sin embargo, en contra de lo que muchos piensan, recientemente WWE comparte un importante defecto con la empresa del león: apretar el gatillo tarde y mal, o incluso no apretarlo . Los ejemplos son muy evidentes, y es que los casos de Roman Reigns y Braun Strowman siguen calientes.
En el caso del “Big Dog”, Reigns ha vivido una pesadilla total en cuanto al bookeo que ha recibido casi desde el minuto uno. Sin embargo, resulta absurdo ver como WWE no fue capaz de darle el título ante Lesnar en WM 34, con un Reigns que llegaba en una situación muy diferente a la de Wrestlemania 31. WWE malinterpretó porque ese match fue tan bueno y ni siquiera fue capaz de darle un evidente resultado favorable a Reigns en lo que, al fin, debía ser su momento.
Con BraunStrowman ni siquiera tuvimos ese momento, y es que el gigantón que ahora nadie parece echar de menos, fue hace no tantos meses un hombre increíblemente creíble y over que pudo al menos tener una victoria limpia ante Lesnar u otro luchador que ostentase un título máximo. Un gigante que podría haber sido un icono reconocible para el mainstream y que ha acabado cogiendo polvo en medio de la nada.
Con WM aproximándose y ciertas storylines ya encaminadas, parece que WWE va a volver a tener ciertos problemas con una división, la femenina, que ha estado protagonizando buena parte de los puntos positivos de la compañía en los años recientes. La deseadísima historia de Becky Lynch y Ronda Rousey, cristalizó de horrible manera en cuanto los plazos se alargaron por la incompetencia de WWE, y en vista de la incógnita sobre la situación personal de Rousey, Shayna Baszler será quien la enfrente en WM. En manos de WWE está hacer un papel sólido y hacer ver esto como parte de un plan con Becky, aún sin un pronto retorno de la ex campeona de UFC. Todo sea por sentar unas bases de cara a aportar profundidad a la mayor estrella femenina de la empresa.
WWE necesita dotar a sus piezas relevantes de esa entidad y personalidad que muchos les llevamos pidiendo tiempo. Sabemos que ni siquiera han estado a la altura a la hora de ocupar el espacio entre inicio y clímax, con el caso Lynch y el más que probable choque entre Bayley y Sasha Banks para WM como exponentes principales, pero al menos debe ser capaz de hacer que lo sucedido en el “momento B” tenga cierta consonancia con la idea presentada en el “momento A”. Si lo de las dos protagonistas de aquel mítico Takeover Brooklyn queda en una chapucera improvisación a la altura de su manejo habitual, WWE habrá puesto otro clavo en el aún difícil de cerrar ataúd de su producto. De momento, la discontinuidad y ángulos ridículos que han protagonizado en un mal intento por cuadrar fechas y la situación de ambas, hace pensar que la storyline no llegue a buen puerto.
Echar la vista atrás y lamentarse no sirve de nada, pero WWE aún maneja un roster amplio y con potencial que ha de aprovechar. Identificar estos errores y actuar en consonancia no arreglará nada inmediatamente, pero dará al espectador más motivos para sintonizar el show, acercarse a la visita de WWE a su país y renovar el Network. No existe historia sin protagonistas ni construcción, por lo que en esta temporada de WM, la empresa de Vince debe cuidar cada storyline relevante ahora que los ojos del mundo del wrestling estarán puestos en ellos.
Pese a quedarse corto en el combate más importante de la velada, TNB in Osaka fue un show notable en el que, además, pasaron muchas cosas interesantes de cara al presente más inmediato de la compañía del león.
Roppongi 3K (SHO y YOH) (c) vs Suzuki Gun (El Desperado y Yoshinobu Kanemaru) por el IWGP Junior Tag Team Championship.
No fallan nunca. La división anda escasa de variedad y efectivos, pero los que tiene siempre cumplen con nota. RPG 3K dio otra buena muestra de lo bien que funcionan y lo enérgicos que son ante un equipo heel que realizó el guión que el combate pedía.
Poco a poco YOH se va soltando y dejando ver cada vez más cualidades y energía, mientras que SHO progresa como un worker increíblemente sólido y completo. RPG3K está ganando identidad y en combates ante dos heels tan cumplidores e inteligentes como Despy y Kanemaru esto brilla con aún más fuerza.
La retención ha venido en un encuentro que no pasará a la historia, pero es otro notable en la carrera de estos dos. Súper satisfactoria la autoridad mostrada por los campeones en los momentos decisivos. Claramente recomendable.
Valoración: 3 jumbitos y medio.
En el post match, Taguchi ofreció a Rocky hacer equipo con el para retar a sus pupilos en un notable segmento. Parece que en breves tendremos un enfrentamiento muy interesante y refrescante, donde al fin podamos ver a estos dos jóvenes conseguir retener más de una vez sus cinturones.
SANADA vs Jay White.
A Jay le pedimos cosas complicadísimas, porque es muy muy bueno. Conseguir sacarle algo bueno a SANADA era una de ellas y , realmente, había ciertos motivos para ser optimistas. Jay podía aplicar su juego de reversals y su dominio para aportar sentido a las secuencias de SANADA, pero sólo logró su objetivo en parte. Buena performance, pero insuficiente como para levantar este conjunto a cotas verdaderamente notables.
La sensación de “esto ha sido muy blandito” o “esto no va a ningún lado” se hizo bastante presente, y se vio especialmente expuesta por la innecesaria y excesiva duración del choque, que rebasó claramente los 20 minutos.
Con todo, hubo buenos momentos donde Jay llevó la batuta e incluso momentos donde la energía utilizada en vano de SANADA se sintió bastante bien. El final fue uno de estos momentos, donde los intentos de SANADA solo acabaron en el punto que White deseaba, por lo que pudo conectar sus set ups y sentenciar con el Blade Runner.
Una pena que se haya ido tan largo, porque podría haber sido algo bastante recomendable.
Valoración: 2 jumbitos 3/4.
Ryu Lee vs Hiromu Takahashi (c) por el IWGP Junior Heavyweight Championship.
Locura, diversión e intensidad en uno de los intercambios de bombas más divertidos que ha producido NJPW en mucho tiempo. Lee e Hiromu se tenían muchísimas ganas y lo demostraron en el que fue el mejor combate de la velada.
Los Lee vs Hiromu suelen ser bombásticos y muy excesivos, pero creo que en este combate encontraron una de las mejores versiones de su fórmula. Un intenso y larguísimo intercambio inicial de palm strikes para acabar desatando un huracán de moves, counters y diferentes formas de arrasar a su oponente, pero casi siempre con mucho sentido dentro de su propuesta.
En esta ocasión, cuidaron mucho mejor la construcción y las transiciones, creando un match redondo y orgnánico sin fases marcadas pero que poco a poco maduraba. Cada conjunto de minutos derivaba en un momento clave en el que uno de ambos lograba obtener ventajas importantes y tener opciones de cerrar. El tease del Phoenix Plex, reversals de locura, el “Patada en el Pecho”… todo tenía su camino y el climax era una enorme recompensa para luchador y público.
Creo que solo tropezaron en algún reversal demasiado obvio (ese primer Canadian Destroyer fue clave y debió sentirse más inesperado) y en que, por poder, pudieron ofrecer alguna ejecución o profundidad de calidad superior en momentos puntuales. Cuando esto es todo lo que tienes que decir, está claro que el combate ha sido magnífico.
Hiromu logró imponerse en esta guerra de “el más difícil todavía” al lograr encadenar dos Canadian Destroyer para poder pasar a conectar su juego de “Time Bomb” y llevarse a “Belt-san” a casa. Eso si, Dragon Lee puede irse contento con su actuación y con uno de los mejores “TOPE SUISIDAAAAAAAAA” que he visto nunca.
Valoración: 4 jumbitos.
Minoru Suzuki vs Jon Moxley (c) por el IWGP USA Championship.
En la línea de lo esperado, Mox y Suzuki no la sacaron del parque con algo redondo, pero nos dieron un enfrentamiento divertidísimo y con varios momentos geniales.
La primera mitad aprovechó totalmente la estipulación, siendo un puro brawl con objetos en el que ambos se dieron con todo y hubo spots brutales como en el que MiSu acabó en la mesa tras una powerbomb previo con-chair-to de Suzuki a la mano de Moxley. Si, hubo cosas en el brawl que no convencieron pero esta fase fue bastante notable, aunque se fueron (otra vez el síndrome NJPW) algo de tiempo.
Ya soltando todo en el ring, podemos decir que ambos no dieron su máxima versión, pero si se mostraron reconocibles y a un nivel notable, con unos intercambios geniales donde, de nuevo, emergió la enorme personalidad de ambos. Un poco más de fuerza en algún intercambio, especialmente en una running knee de Mox, es la mayor pega de esta segunda mitad.
La resolución, con Mox conectando sus movimientos más brutales en los momentos clave para doblegar el puro mal genio de un mermado Suzuki, resultó un final muy bueno para un muy buen combate.
Valoración: 3 jumbitos 3/4.
En el post match, ZSJ apareció para vengar a su líder y retar a Mox por el título USA, combate que muy probablemente se celebre en el aniversario de NJPW.
Tetsuya Naito (c) vs KENTA por el IWGP Heavyweight Championship y el IWGP Intercontinental Championship.
El main event de la velada fue algo decepcionante por un cúmulo de factores que convirtieron una buena propuesta en algo que, francamente, se hizo aburrido por momentos. Es una lástima, ya que la idea era realmente interesante y durante el choque hubo picos muy altos.
El inicio fue excelente, construyendo el fantasma del Bullet Club como fuerza (muy en la línea de 2013-15) antes del combate, y un KENTA que provocó de forma excelente al público en los primeros 5 minutos.
En el eterno nudo del match, el cual se alargó más de 25 minutos, tuvimos cosas interesantes pero otras que sobraron. Fue bastante genial ver como buena parte lo empleado tuvo mucho sentido, pero la necesidad de alargar esta fase llevó a transiciones demasiado evidentes y a intercambios rutinarios que se sentían ajenos a lo que trataban de contar.
A esto hay que añadirle una mediocre performance de Naito durante esta fase. El Ingobernable no estuvo mal, en absoluto, pero la situación demandaba mucho más fuego y personalidad ante un KENTA que estaba claramente cortando su momentum y llevaba haciéndole un enorme daño personal desde el 5 de Enero. Esa rabia y energía habría hecho lucir mucho mejor el combate pero, claro, cuando te vas a 40 minutos y has de alargar todo esto se vuelve mucho más compliado. KENTA cumplió con nota, pero de nuevo se volvió a mostrar incómodo dentro de esta estructura que minimiza sus virtudes y hace resaltar sus defectos. Tampoco puedo culparle demasiado.
Los cinco minutos finales resultaron realmente buenos, pero por desgracia el buen desempeño en estos no generó demasiada reacción en los primeros momentos del desenlace debido a ese eterno nudo que se quedó tan en tierra de nadie. El mejor ejemplo, lo poco importante que se sintió esa G2S en Destino. Eso si, la recta final a partir de la brecha de Naito fue muy genial.
En conclusión, es un combate demasiado largo y aburrido por momentos para recomendarlo, y es que tiene demasiados altibajos y una desproporcionadísima duración que complica mucho disfrutar de su propuesta. Es una lástima, porque claramente intentaron y lograron contar cosas durante ese nudo, pero esa acumulación de factores convierte lo que pudo ser una joya diferente y brillante, en una propuesta defectuosa aunque con muchas cosas positivas.
Valoración: 2 jumbitos 3/4.
En el post.match, Hiromu apareció para aceptar el reto de Naito. De nuevo, tendremos el ya tradicional enfrentamiento entre los campeones máximos de las dos divisiones individuales de NJPW para el Anniversary Show de febrero.
Esto ha sido todo. ¿Qué te ha parecido el evento? ¿Qué esperas del futuro inmediato en la compañía nipona? Únete al debate en la caja de comentarios y comparte lo que piensas. Os esperamos en la previa del Aniversario de NJPW. Un saludo y, a disfrutar, que es wrestling.