NJPW: lo mejor del G1 Climax 11 (2001)

Tal como ya lo hice con las ediciones 2126, me he aventurado en otra de las celebraciones del gran torneo de NJPW, el G1 Climax. Este certamen de hace más de 20 años es muy distinto a lo que se ve en un G1 actual. Eran dos bloques de seis luchadores cada uno, de los cuáles clasificaban dos y pasaban tanto a semifinales como una final.

Con muchos menos participantes que en años más recientes, el G1 Climax 2001 tuvo 33 luchas en total. Muy distinto a las 91 que había cuando el torneo de NJPW tenía dos bloques de 10 luchadores y aún menos que las 119 luchas del reciente G1 2023. Consecuencia de ello, todo el torneo se resolvió en “tan solo” siete días.

También vale señalar que ninguno de los 12 luchadores llegó a participar en el G1 Climax 2023, ni siquiera Hiroshi Tanahashi, que apenas se estaba comenzando a hacer un nombre en NJPW. Eso sí, hubo varios nombres que hoy en día son grandes leyendas. A continuación, los resultados del torneo con los luchadores participantes:

Bloque ABloque B
Yuji Nagata (7 puntos)Keiji Mutoh (8 puntos)
Tadao Yasuda (6 puntos)Masahiro Chono (6 puntos)
Manabu Nakanishi (6 puntos)Hiroyoshi Tenzan (6 puntos)
Kazunari Murakami (5 puntos)Satoshi Kojima (4 puntos)
Tatsumi Fujinami (4 puntos)Jushin Thunder Liger (3 puntos)
Minoru Tanaka (2 puntos)Osamu Nishimura (3 puntos)
SemifinalesFinal
Yuji Nagata (A) venció a Masahiro Chono (B)Yuji Nagata venció a Keiji Mutoh
Keiji Mutoh (B) venció a Tadao Yasuda (A)

Cómo podemos ver, Keiji Mutoh casi se lo llevó, pero el trofeo terminó en manos de Yuji Nagata. Fue una decisión algo polémica de hecho, ya que debido a su comentada irrupción en AJPW, Mutoh era el luchador más over de NJPW y de Japón en general.

La situación de Mutoh es que tenía problemas con el Inokismo, esa criticada e insolvente época de NJPW en la que el presidente Antonio Inoki comenzó a impulsar a luchadores que se aventurasen en las MMA. Y en retrospectiva, quizás la directiva tenía un punto: Mutoh abandonó a NJPW por AJPW al año siguiente. Desde esa perspectiva, Nagata, una apuesta estelar nueva, era una inversión más segura.

Tadao Yasuda fue sin dudas la sorpresa del torneo al llegar a semifinales, una decisión muy condicionada para el contexto de la época. En los 90s había llegado a NJPW tras ser un ex peleador de sumo, pero siempre entre los límites del midcard y lowcard. Y para ese 2001 ya tenía casi 40 años. El salto de su carrera fue precisamente por el Inokismo, ya que era un proyecto de Inoki, quien lo envió a entrenar MMA a USA incluso.

La primera recompensa de Yasuda fue esta buena participación en el G1 y para el año siguiente, recibió nada menos que el IWGP Heavyweight Championship. Sin embargo, el push murió tan pronto como Yasuda comenzó a acumular derrotas en las MMA (tras un buen inicio en estas) al tiempo que caía el Inokismo en NJPW. Lo que en cambio lo persiguió siempre fue su mala fama con los fans, entre el push que se sintió injusto y su mal comportamiento en backstage.

Interesantes, fueron las participaciones especiales de los pesos juniors Jushin Thunder Liger (y con atuendo muy muy distinto a lo normal) y Minoru Tanaka. Apenas ganaron luchas, pero fueron garantía de calidad, especialmente Liger, luchador que ya era toda una institución en Japón.

También no faltó Masahiro Chono dando juego, el veterano que ya tenía el récord de victorias desde que el torneo se llamaba G1 Climax. Otros nombres interesantes de la NJPW del 2001 fueron Osamu Nishimura, Satoshi Kojima, Hiroyoshi Tenzan y el también veterano Tatsumi Fujinami.

Pese a la baja cantidad de luchas, hubo calidad, lo suficiente como para hacer un recuento de lo más interesante de este torneo.

Osamu Nishimura vs Satoshi Kojima, bloque B, día 2

Hablemos de Nishimura, uno de los nombres poco conocidos del torneo y quién a día de hoy, me parece uno de los infravalorados de la historia de NJPW. Tenía un estilo bastante basado en el old school de NJPW más cercano al strong style y agarraba influencias de Antonio Inoki y Dory Funk Jr. entre otros luchadores.

Nishimura nunca recibió un gran push, debido a que se hablaba de lo poco carismático que era. Lo que contrastaba con el gran apoyo que recibió en este torneo. Contra Kojima, Osamu estuvo muy over y por eso el público estalla cuando sorpresivamente, esquiva el Lariat y envuelve a Satoshi con el Ground Cobra Twist para robar la única cuenta de 3 que logró en todo el torneo.

El desarrollo del combate es tremendo, con esa constante sensación de que Nishimura podría conseguirlo tal vez, pero dónde el rival es demasiado fuerte. Osamu dominó con propiedad en el limbwork a la pierna de Kojima, hasta que falló un rodillazo desde la tercera cuerda y Satoshi aprovechó de devolverle la mano.

Los minutos finales son frenéticos con Nishimura utilizando el Sleeper Hold o el Abdominal Stretch para revertir cada intentó de Lariat, hasta que Kojima consigue conectar uno. Pero para ese momento la pierna resentida no lo deja cubrir rápido. En el Lariat que Satoshi intenta a toda velocidad en el momento siguiente, es cuando Osamu logra ese pin milagroso. De las mejores luchas del torneo.

Valoración: 4 jumbitos y medio.

Keiji Mutoh vs Jushin Thunder Liger, bloque B, día 2

La estrategia de Mutoh siempre era el limbwork a la pierna, algo que aquí intentó incansablemente pero falló. Y es que Liger se lo comió absolutamente en su propio juego. Desde los primeros minutos, una y otra vez Jushin castigó con brutalidad la extremidad, al tiempo que bloqueaba los intentos de Keiji de seguir su estrategia.

En tres ocasiones distintas, Mutoh intentó el Figure Four y desde abajo Liger lo bloqueó de alguna manera. Me encanta en especial el tercer intento, cuando el enmascarado le largó una sorpresiva y contundente bofetada al alter ego del Great Muta, antes de transformar el intento de Figure Four en un Leg Lock.

El combate estaba siendo casi un 10/10, hasta qué tras una sorpresiva reversal, Mutoh sacó el Shinnig Wizard y ganó. En una lucha idónea eso debió marcar el inicio del comeback para la gran victoria de Mutoh, pero acá la fase final llegó de golpe. Una lastima, daba para un final mucho más alto.

Valoración: 4 jumbitos.

Masahiro Chono vs Jushin Thunder Liger, bloque B, día 3

Para mí gusto, la mejor lucha del torneo. Liger tiene una caja de herramientas gigantesca y pasa todo el combate revirtiendo la ofensiva de Chono. Pero en contraste, Masahiro era muy astuto, el principal argumento en kayfabe para entender como es que ganó tantos G1.

Desde el principio, Chono sufre con Liger y su capacidad de no perder el control de la lucha. No basta con meterle un Piledriver sobre el ringside en fases tempranas de la lucha, se necesita más que eso para aplastar al enmascarado. Me encanta el momento en que, tras un reñido forcejeo en las cuerdas, Liger cae en media plancha sobre Masahiro, Chono lo atrapa y revierte para un pin, y de repente comienza a gritar de dolor: Liger le atrapó el brazo para sacar un Kimura Lock.

El combate cambia de matiz cuando Chono logra llevar al suelo a Liger para el STF un total de tres ocasiones distintas. Lo mejor ahí cuando al ver que no lograba rendirlo, le mete los antebrazos más cizañeros posibles. Pero ni siquiera eso era suficiente para aplacar al peso junior, quien se siguió levantando aún vivo después de cada sumisión.

Al final sería una reversal de Liger lo que le dió la victoria a Chono. El enmascarado armó La Casita, pero en la posición resultante, Masahiro logró inclinar la espalda del enmascarado para que él recibiera la cuenta de 3. Una vez más, ganó la astucia de Chono.

Valoración: 4 jumbitos y medio.

Jushin Thunder Liger vs Satoshi Kojima, bloque B, día 4

Épica batalla. Kojima partió dominando con sus sumisiones al veloz Liger, pero pronto la furia del enmascarado con todo el público apoyándolo hizo sonar la arena. Satoshi necesitaba ganar para pasar de ronda, pero al eliminado Liger aún le quedaba su honor y no tener ninguna victoria le habían pasado la cuenta.

Kojima hizo una lucha intensa, incluyendo un Cutter desde la tercera cuerda. Pero ni eso ni los Lariats bastaron para detener a un Liger encendido. Pese a que el Brainbuster o el Ligerbomb habían sido inútiles, el enmascarado igual logró llevar al piso a Kojima con el feroz palmazo que era el Shotei antes de una rápida cobertura. En un momento épico había conseguido su primera victoria en el torneo.

Valoración: 4 jumbitos.

Yuji Nagata vs Tadao Yasuda, bloque A, día 4

Cómo mencioné antes, a Yasuda se le tiene resentimiento por poco profesional y porque tuvo un push injustificado en medio del Inokismo. Pero eso hace sobredimensionar su aparentemente baja calidad como luchador. Al menos, no es el “3” que van a ver en las evaluaciones de Cagematch. Pese a que no funcionaba en combates largos, Yasuda era muy imponente y tenía una ofensiva que lucía muy dominante.

Esta lucha no dura ni 10 minutos y es muy notable, básicamente porque se siente como una pelea real, aunque bien condicionada al wrestling. Y es que el temible Yasuda tenía ante si al aún más temible Nagata, quien es capaz de golpear y retorcer a un tipo bastante más grande que él. De hecho, es notable todo lo que le cuesta a Tadao responder.

Ambos se mueven a una velocidad frenética y buscan lanzarse puños con todo. Me encanta especialmente la fase final, con puños y manotazos veloces antes del desenlace, con Nagata comiéndose a rodillazos a Yasuda antes de rendirlo con el Crossface. A veces no se necesita media hora para una gran lucha y a veces, ni siquiera 10 minutos.

Valoración: 4 jumbitos 1/4.

Keiji Mutoh vs Hiroyoshi Tenzan, bloque B, día 4

Lucha manejada a cabalidad con un Mutoh que no se soltaba de la pierna de un Tenzan que cada momento perdía más y más terreno. Hasta que Keiji se lanzó con el Shinnig Wizard, su perdición. Hiroyoshi atajó el impacto con los antebrazos levantados y la resentida rodilla de Mutoh estalló.

Lo siguiente fue un match de aprovechamiento, Tenzan adecuó su ofensiva a moves no habituales a él como el Kneebar. Parecía tener la lucha cerrada, hasta que sorprendentemente su cabeza comenzó a dar problemas. Un Buthead le dejó resentida la zona y eso sumado al cansancio de Hiroyoshi, le dió la oportunidad a Mutoh de meter un rodillazo justo cuando iba a recibir el Tenzan Tombstone Driver. Acto seguido, se llevó la lucha con el Shinnig Wizard.

Valoración: 4 jumbitos 1/4.

Jushin Thunder Liger vs Osamu Nishimura, bloque B, día 5

Antes que nada, debo decir que a diferencia de otras luchas del torneo, apenas pude acceder al último tercio de este combate de 30 minutos que terminó en empate por Time Limit.

Es una pena, ya que en lo poco que pude ver se mataron y hay una constante tensión sobre si Nishimura logrará ese pin robado o derrotar directamente a Liger, mientras que este una vez más echa mano a su impresionante caja de recursos. Todo eso y además una excelente venta en el cansancio de los dos luchadores. No pude ver suficiente como para dar una calificación, pero al ojo quizás le habría dado algo en el rango de los 4 jumbitos y medio.

Yuji Nagata vs Tatsumi Fujinami, bloque A, día 5

Con casi 50 años, Fujinami seguía aún era bastante consistente en esta época, lo suficiente al menos como para sacarle un reñido combate técnico a otro adelantado en la materia como Nagata, e incluso, hasta pelearle la clasificación a semis.

Fujinami logró sortear la dura ofensiva de Nagata a su brazo yendo a la pierna y en última instancia, sacando varios intentos de pins con Roll-ups. Pero Nagata fue más duro y tras romper el último intento de espaldas planas, desnucó a Tatsumi con las Enzuigiri antes de hacer la cuenta de 3 con el Bridging Back Suplex.

Aprovecharon muy bien los 11 minutos de combate, para contar algo muy realista, reñido y con una buena storytelling.

Valoración: 4 jumbitos.

Yuji Nagata vs Masahiro Chono, semifinal del torneo, día 6

Cuando Nagata se ponía intenso se ponía muy intenso, y es que no llevaban un minuto de combate cuando estaba en el piso con Chono, repartiéndose rodillazos en el rostro. Chono en tanto, respondió con sus trucos sucios, solo para encontrarse con un Nagata que le devolvía los puños en ringside y las patadas en los testículos. Pese a todo, Masahiro igual consiguió desgastar a Yuji y forzar el STF para insinuar por un momento la posibilidad de que podía llevarse la victoria.

En un gran desenlace, Nagata esquivó el Yakuza Kick y le descargó todo su striking a un Chono que insistía en mantenerse en pie. Finalmente, Yuji lo sometió con el Reverse Figure Four que a veces usaba de finisher. El final me contrarió un poco por la nula ofensiva en la pierna, pero en general muy buena semifinal y mejor que la final misma del torneo.

Valoración: 4 jumbitos 1/4

Yuji Nagata vs Keiji Mutoh, final del torneo, día 7

Llegamos a la mencionada lucha en la que Mutoh llegó como favorito y fue sorprendido por Nagata. La storytelling fue de Yuji controlando a través de sus sumisiones, primero a través del brazo y luego la pierna.

Mutoh lograría renacer con sus habituales patadas a la pierna y el consiguiente limbwork a la extremidad. Pero se quedó corto con el Shinning Wizard: logró encajar uno y falló dos, uno en un momento en que se come el esquinero y otro bloqueado por los propios antebrazos de Nagata. Ahí es donde Yuji cerró la lucha haciendo rendir a Keiji con el Crossface.

Siento que sumando y restando es una final algo decepcionante. Estuvieron buenos los intercambios técnico y el duelo final es notable. Pero aún así y siendo la final del torneo más importante de NJPW y de la lucha libre en general, daba para algo mejor, quizás faltaron minutos.

Valoración: 4 jumbitos.

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This isn´t wrestling: Lucha libre, Yakuza y crimen organizado

La Yakuza y la lucha libre japonesa: una relación histórica

Japón es junto a México y USA, uno de los tres países claves en la lucha libre a nivel mundial. Entre las particularidades del denominado puroresu, desde los albores de su creación hay relaciones con la Yakuza, la mafia japonesa. Por supuesto y como suele pasar con las actividades criminales, mucho de lo que ocurre pasa fuera del radar y no se conoce públicamente. Por tanto, este artículo está centrado más que nada en los incidentes y situaciones conocidas.

¿Qué es la Yakuza?

Antes de desentrañar la relación de la Yakuza con la lucha libre japonesa, lo idóneo sería entender bien cómo funciona la mafia japonesa. Ellos son los herederos espirituales de los samuráis, los guerreros que dominaron Japón por cientos de años y que, divididos en distintos clanes, se lo disputaron en diversas guerras. De acuerdo con algunos historiadores, en Japón se desarrolló un feudalismo similar al de Europa, con los samuráis tomando el mismo rol de los caballeros europeos.

En el siglo XVII, Japón comienza una unificación nacional en torno al poder central del Emperador. Con el fin de las interminables guerras civiles del país, mantener soldados samuráis dejó de tener utilidad y comienzan a ser despedidos de sus funciones. Estos buscarían otros trabajos, primero como mercenarios y luego ya directamente en actividades criminales. En ese caldo de cultivo nacería la Yakuza. Para el siglo XIX los samuráis terminan de perder sus privilegios y mueren como institución, quedando solo la Yakuza.

Como la Yakuza es fundada originalmente por estos samuráis renegados, agarra mucho de sus creencias y estilo de vida, y en general estos se han mantenido, aún con la modernización de Japón: la división en clanes y la ausencia de un gran líder central, el uso de las katanas (espadas japonesas), la jerarquía dentro de la banda, el ultranacionalismo, la fidelidad absoluta al clan y unos códigos de honor bastante brutales.

Desde fines del siglo XIX, la Yakuza ya hacía y deshacía en el crimen organizado a gran escala del país, incluyendo el tráfico de armas o drogas, el contrabando o el lavado de dinero. También comenzaría a extender sus tentáculos a todo tipo de negocios. Empresas a las que les prestaban dinero para luego extorsionarlas. Ahí es donde entrarían en juego empresas de lucha libre. Desde que el negocio comienza a ser más notorio desde en los años 50´s, comenzamos a ver los casos que expondré más en detalle a continuación.

Primeros acercamientos de Rikidozan con la Yakuza

Rikidozan es el padre del puroresu. De origen coreano fue de los mayores exponentes del sumo en Japón, hasta su retiro en 1950. Luego comenzó su carrera como luchador en USA en los años 50’s y como derrotó a grandes estrellas del país como Lou Thesz, su éxito en la lucha libre popularizó por primera vez a este deporte-espectáculo en Japón.

Rikidozan terminó de asentar a la lucha libre en Japón con la fundación de la Japan Wrestling Alliance (JWA), la primera empresa de wrestling en el país. También cabe decir que Antonio Inoki y el Giant Baba estuvieron entre los discípulos de Rikidozan, y tras el fallecimiento del luchador, fundaron respectivamente NJPW y AJPW, las dos empresas de lucha libre más importantes de las siguientes décadas.

Rikidozan vs The Great Antonio.

Se sabe que Rikidozan murió por las heridas provocadas por un yakuza. Pero ciertamente, la pelea que provocó eso no fue la primera interacción que tenía con alguien de ese mundillo. El fundador de la JWA comenzó a invertir las utilidades de la lucha libre en propiedades, como apartamentos, hoteles o clubes nocturnos. Haciendo estos negocios, interactuó con la mafia. Se cree que algunos clanes lo rechazaban pero que también hizo buenas migas con otros.

En 1961, Rikidozan tuvo un combate con The Great Antonio, un no-luchador canadiense conocido por hacer exhibiciones de fuerza bruta. El musculoso tenía que perder en teoría, pero se salió de guion en medio del combate y comenzó a golpear legítimamente al nipón. Rikidozan le respondió con propiedad y mientras ambos eran separados el match se interrumpió con doble descalificación. Se rumorea que más tarde esa noche, un grupo de yakuzas le dio una paliza a Antonio por el bochorno provocado, aunque se ignora si fue previo acuerdo con Rikidozan.

Curiosamente, una década después The Great Antonio protagonizó otro incidente con el discípulo de Rikidozan, Antonio Inoki. En esa ocasión, Inoki perdió el control y casi lo mató a golpes. Puedes revisar ese shoot con más detalles en este artículo.

Otro combate donde jugaría un papel la Yakuza, sería en el que tuvo Rikidozan con el estadounidense Hard Boiled Haggerty. El tipo era tan odiado como heel, que a menudo confundía a los fans sobre su comportamiento. No está claro, si a esas alturas los yakuzas ya sabían que la lucha libre estaba arreglada o si bien solo picaron en el caso de Haggerty. Pero lo cierto es que fueron a amenazar al luchador para que perdiera con Rikidozan, a riesgo de sufrir las consecuencias. Un momento surrealista.

Rikidozan es asesinado (diciembre de 1963)

Rikidozan murió a manos de un yakuza en 1963, pero nunca quedó suficientemente claro si fue accidental o no. Existe el rumor de que la pelea que terminó con su asesinato, en realidad era un aviso por parte del clan Sumiyoshi-kai, el cual quería frenar los negocios del luchador. El otro rumor, es que el ataque fue una represalia de parte de Masahiko Kimura, quien habría tenido vínculos con la Yakuza. Kimura era un luchador que Rikidozan enfrentó en 1954, pero el combate se salió de control y el famoso luchador lastimó legítimamente a su rival.

El incidente ocurrió el 8 de diciembre. Por entonces, Rikidozan estaba en un club nocturno de Tokyo, nada raro en él por lo que se dice, ya que iba a estos incluso después de los combates. Algunas versiones indican que al momento de confrontar con el yakuza estaba en el baño y otras, a que coqueteaba con una mujer en la sala principal. Según la versión de que todo fue accidental, el mafioso de nombre Katsushi Murata habría pisado a Rikidozan y de ahí se originó una discusión.

La situación se puso física en cuanto Murata sacó un cuchillo. El luchador lo derribó y lo golpeó varias veces en el suelo, pero el yakuza lo apuñaló en el abdomen. Luego, ambos habrían escapado de la escena del incidente. Rikidozan de hecho, acudió a un médico amigo para que, al tratarle la herida, no hubiese filtraciones a la prensa. Murata en tanto, recibió días después una gran paliza de la pandilla Tokon Gossai, quienes eran uña y carne con el luchador.

Asistentes al funeral de Rikidozan.

Quizás sería inexacto decir que el yakuza mató a Rikidozan, ya que la herida no fue letal y la operación posterior tuvo éxito. El problema es que apenas le dieron de alta y volvió a su mansión, comenzó a beber, desobedeciendo una indicación esencial que le hicieron. La fallida recuperación provocó la peritonis que mató al luchador el 15 de diciembre, una semana después. Por entonces, solamente tenía 39 años.

Se dice que, entre el apuñalamiento y su muerte, Murata y su jefe fueron a disculparse con Rikidozan y fueron perdonados. Pese a esto, el yakuza estuvo 8 años en la cárcel por homicidio involuntario. Curiosamente, Murata se volvería después un miembro de alto rango en su clan. También, cabe consignar que, hasta su muerte en el 2013, visitó anualmente la tumba de Rikidozan y se disculpó con los hijos de este.

Los vínculos de Tiger Jeet Singh con la Yakuza

Procedente de la India, Tiger Jeet Singh fue un importante gaijin en el Japón de los 70´s y 80´s. No obstante, y paralelamente a esos éxitos, se dice que tenía algún tipo de trabajo con los yakuzas, quienes a menudo lo ayudaban a costear los gastos de viaje. Mick Foley una vez comentó del tema, de la época en que él y Tiger luchaban en los 90’s en la IWA Japan. La leyenda hardcore y el indio estaban cenando con unos yakuzas, y Foley fue testigo de como uno de los mafiosos le pasaba un rollo de dinero a Tiger.

Nunca estuvo claro que tipo de tarea hacía Jeet Singh para la Yakuza. Pero por lo que se sabe, no era trigo limpio. El luchador tenía su residencia en Canadá y ahí, estuvo involucrado en una gran estafa. Junto a otros dos tipos, manejaban una especie de esquema ponzi o estafa piramidal y en 1994 fue arrestado por robarle el dinero a los inversores. No obstante, Tiger firmó un acuerdo para testificar contra sus dos socios y salió libre de los cargos.

Antonio Inoki, Chris Jericho y el miedo a la Yakuza (años 80’s)

Antonio Inoki.

Dynamite Kid comentó sobre una situación que se dio cuando estaba en el roster de NJPW en los 80’s. Resulta que en backstage se metió un sujeto y le dio una bofetada a Antonio Inoki. La estrella japonesa se dio cuenta de que se trataba de un yakuza y en vez de responderle el golpe, le dio gracias por el honor. Tanto era el miedo a los mafiosos, que ni siquiera el hombre más poderoso de la lucha libre japonesa se les enfrentaba.

Ante la posibilidad de ofender a la Yakuza, otros luchadores también han contado situaciones en la que se asustaron con ellos. Chris Jericho por ejemplo. En uno de sus runs en NJPW, rompió accidentalmente una maceta enfrente de un grupo de yakuzas y luego, rápidamente se apresuró a limpiar el desorden. O también hay luchadores que se han negado a interpretar gimmicks asociados a la Yakuza por lo mismo, como pasó con Tajiri, quien no quiso interpretar un personaje de yakuza en la WWE de mediados de los 2000´s.

Chris Jericho en NJPW como Super Liger.

Vale decir que a la par del miedo que les tenían, tanto Inoki como The Giant Baba, sistemáticamente evitaron ser relacionados públicamente con la Yakuza. Si alguna vez llegaron a tener algún negocio, no salió a la luz. Era demasiado riesgoso, ya que verse relacionados con los yakuzas podía implicar que las cadenas de televisión no quisieran acuerdos con NJPW o AJPW, gran parte del negocio de ambas compañías.

La Yakuza arruina a la UWF

Ya hablamos en su momento de UWF (Universal Wrestling Federation), la empresa japonesa que surgió en 1984 debido a un éxodo desde NJPW. Se caracterizó por un estilo in-ring ultra-realista y trató de ser una alternativa seria a esta y a AJPW. También, de cómo Satoru Sayama (ex Tiger Mask en NJPW) llegó tomando una posición de liderazgo, que fue resistido por otros trabajadores de la empresa. Una de las diferencias que tuvo, fue con el gerente comercial de UWF, quien lo hostigaba.

Noboru Urata era el presidente de la empresa en ese momento y decidió tomar medidas contra el gerente comercial, pero de un modo poco ortodoxo. Tenía un amigo yakuza y juntos, comenzaron a hacerle amenazas de muerte al gerente. El caso se filtró a la empresa y arruinó todo. UWF con su buen debut en la zona de Tokyo había tenido una muy buena acogida e incluso, estaban haciendo mejores números de asistencia que NJPW. Pero para ganar dinero seriamente, era clave un contrato televisivo.

Aunque no influyó en el escándalo de Urata, se dice que Akira Maeda también tenía conexiones.

La prensa dejó en claro que la UWF tenía algún grado de relación con la Yakuza y ninguna cadena televisiva quería tener algo que ver con una empresa así. Todo el mundo les cerró la puerta en la cara y esto los liquidó antes de empezar seriamente. El ataque legítimo de Akira Maeda a Sayama en 1985 fue lo que remató a esta primera encarnación de la empresa, pero a esas alturas, ya era difícil que UWF pudiera superar sus otros problemas.

La Yakuza vs Bob Orton Jr. y Chris Adams (marzo de 1983)

Bob Orton Jr, padre de Randy Orton.

En sus primeros años, Bad News Allen (también conocido como Bad News Brown) luchaba en NJPW. Él ha mencionado que, en el ambiente nocturno de las ciudades japonesas, era normal encontrarse con los yakuzas. El problema, era cuando llegaban luchadores estadounidenses de gira a New Japan. Gente propensa a las peleas de bares y que, a diferencia de Allen, no reconocían a los yakuzas para saber evitarlos. Eso habría pasado en una anécdota con Bob Orton Jr y Chris Adams. Los tres estaban en un hotel.

Según Bad News, los dos estadounidenses invitados estaban en el bar, mientras que él se encontraba en su habitación viendo televisión. De hecho, recién cuando comenzó el tumulto bajó y, por tanto, no tuvo intención de intervenir. La otra versión es que estuvo todo el tiempo abajo, con los otros dos. Haya estado o no, resulta que el bar en cuestión estaba infestado de yakuzas. Adams estaba ebrio y comenzó a discutir con otro cliente, que no está claro si era un yakuza o no. Finalmente, la discusión de Adams se puso física y derribó al otro cliente con una llave de judo.

Algunos de los yakuzas se acercaron a parar la pelea y erróneamente, Orton creyó que en realidad se venían a sumar. El padre de Randy Orton pateó en las bolas a uno y de acuerdo a Bad News, era el jefe de los mafiosos en el lugar. Ya fuera porque Allen sacó a los dos luchadores o porque ellos tuvieron un ataque de sentido común, ambos desaparecieron del bar. NJPW fue notificada y cortó las fechas de Orton con ellos, para mandarlo rápidamente de vuelta a USA. De otro modo, los mafiosos se habrían encargado personalmente de Bob.

La Yakuza vs Diane Von Hoffman y el Haiti Kid (1984)

La heel alemana Diane Von Hoffman es conocida por ser la última luchadora entrenada por Fabolous Moolah. En cuanto al Haiti Kid, era un luchador enano procedente de Haití. Ambos tuvieron cierto éxito y sus caminos se cruzaron en Japón, en 1984. Hoffman luchaba para la AJW (All Japan Women´s Pro-Wrestling) y tenía una rivalidad con Rimi Yokota. Justo ese día, acababa de vencer a una de sus chicas.

Cuando Hoffman se alejaba del ring, un fan del público la golpeó. Al instante (y como se suele hacer), Diane le devolvió el golpe. El tipo que además venía acompañado de dos mujeres siguió a Diane fuera de la arena. Ahí es cuando para su horror, ella se enteró de que el hombre trabajaba con la Yakuza. Los tres terminaron interceptando a la luchadora y golpeándola. Ella ha contado que mientras una de las chicas tiraba de su cabello con mucha fuerza, vio como el yakuza tenía una silla lista para golpearla.

En ese momento habría aparecido el Haiti Kid, golpeando al hombre por la espalda. Luego, tanto Hoffman como Kid se escabulleron en un autobús que los llevó lejos del lugar y al poco tiempo ambos salieron del país, por precaución.

Luchadores que se endeudaron con la Yakuza

Aparte de prestarle dinero a promociones de lucha libre, también ha habido casos de la Yakuza prestándole dinero a luchadores. Como manejan las apuestas ilegales, es normal que terminen atrapando a los ludópatas, quienes a menudo son incapaces de saldar las deudas. Tadao Yasuda fue uno de ellos. El antiguo luchador de sumo llegó en los 90´s a NJPW y tenía el favor de la directiva. No obstante, también lo apodaban “el rey del dinero prestado”, con sus respectivos problemas de juego y la presión de la Yakuza reclamando su dinero.

Otro caso fue el de Ashura Hara. El ex luchador de rugby llegó a forjar una gran amistad con Genichiro Tenryu, con quien hicieron equipo en AJPW a lo largo de los 80´s. Hara no era considerado una potencial estrella, a diferencia de su amigo Tenryu, pero, lo veían como un worker confiable e ideal para tener en el roster. No obstante, al mismo tiempo estaba pidiéndole dinero a todo el mundo, incluyendo a la Yakuza.

Para 1988 Hara estaba en un gran momento de su carrera, pero comenzaron a llegar mafiosos a AJPW a cobrarle por los préstamos. Esa situación llegó a los oídos del Giant Baba y él reacio a ver a esa gente en su empresa, lo despidió ese mismo año. Si bien más adelante Tenryu ayudó como pudo a su amigo, Hara nunca volvió a tener el mismo éxito en la lucha libre.

En el caso de Ryuma Go, los problemas de dinero con la Yakuza comenzaron a explotar cuando terminó su carrera de 30 años en el 2002. Para hacer dinero, el luchador tuvo que volver al ring ocasionalmente y salió a relucir su participación en una película de pornográfica de corte gay y hardcore. Lo peor es que estuvo involucrado en hurtos, siendo arrestado cuando trató de robar el bolso de una mujer de 69 años en una estación de tren.

FMW y la tragedia de Shoichi Arai

Shoichi Arai junto a Tommy Dreamer y Paul Heyman.

La Frontier Martial-Arts Wrestling (FMW) fue una empresa con un enfoque hardcore que comenzó a funcionar en 1989. Desde sus inicios, tuvo relaciones con los yakuzas. Y ocasionalmente, los mafiosos se presentaban como asistentes de los shows, entre el público. En 1995, su fundador Atsushi Onita se la vendió a Shoichi Arai. Si bien la empresa nunca jugó en las grandes ligas, hasta ese momento había generado buenos números. Pero bajo el mandato de Arai, vino un estancamiento y FMW comenzó a tener problemas económicos.

En el 2001, Hayabusa tuvo un accidente en el ring y quedó paralítico. Era la principal estrella de FMW y su ausencia agravó enormemente la situación de la empresa, la cual terminó cerrando el 2002. En un esfuerzo por salvarla, Arai se endeudó a un nivel colosal. De ese dinero, le debía un millón de dólares a la Yakuza. El promotor trató de saldar las deudas con los mafiosos con la venta de un libro polémico sobre FMW. Pero las ventas no fueron tan onerosas como para cubrir todo lo que les debía.

Zero1 ha sido otra empresa que desde su fundación en los años 2000´s se cree que está sumamente vinculada a clanes yakuzas.

Desesperado, Arai se alejó de su mujer e hijos. Luego escondido, se suicidó. Hayabusa señaló que el promotor había contratado un seguro de vida para que con su suicidio, su familia pudiera saldar la deuda con la Yakuza.

La Yakuza vs Sabu (años 90’s)

Volvemos a la mencionada FMW, de mediados de los 90’s. Ese día, hubo un show al cual asistió un grupo de unos 50 yakuzas con su jefe incluido, quienes se sentaron en primera fila. Y antes de la celebración del mismo, les advirtieron a los talentos de estos, como es usual cada vez que ocurre algo así en las promociones japonesas. Onita les pidió que en las recurrentes peleas de ringside, no se acercasen a los mafiosos e incluso, les dijo en que sección especifica de la arena estaban distribuidos.

No se sabe contra quien luchaba Sabu esa noche, pero sí que era acompañado en ringside por su compañero de equipo, el ya mencionado Tiger Jeet Singh. En algún momento del combate, el ECW original no le hizo caso al promotor y se metió entre medio de los Yakuza. Los mafiosos reaccionaron confrontándolo y uno de ellos le dio un puñetazo a Tiger, provocando que Sabu atacase a este. Al momento siguiente, varios de los Yakuza se fueron con el estadounidense a pelear detrás del escenario.

Gladiator (Mike Awesome) fue el primero en escuchar la conmoción detrás del escenario y al principio pensó que era parte del show, pero rápidamente entendió lo que estaba pasando. Varios mafiosos golpeaban a Sabu al mismo tiempo y uno de ellos se aprestaba a pegarle con una silla. Awesome lo derribó, sacó de en medio a un par de Yakuzas más y cargó a Sabu a los vestidores dónde se encerró con él.

Awesome dijo que estuvo encerrado en los vestidores con Sabu durante dos horas, mientras que en la versión de Hayabusa (quien estaba en el show), fueron alrededor de cuatro. La puerta estuvo resguardada por los guardias de la empresa, ya que los mafiosos se negaban a irse. Finalmente, Onita consiguió mover los hilos para que se fueran y el incidente no tuviera mayores repercusiones.

La Yakuza en NOAH

Ya hablamos en su momento de lo bien que comenzó Pro Wrestling Noah, al llevarse casi todo el roster de AJPW y el acuerdo televisivo con Nippon TV. No obstante, tras despegar como avión se estancó a los pocos años, como auto al que se le muere el motor.

Las estrellas Mitsuharu Misawa y Kenta Kobashi envejecían, sin dejar detrás herederos capaces de generar el mismo impacto. Bajo un difícil escenario económico, surgió el acercamiento con la Yakuza. No se sabe desde que momento comenzó esta relación criminal, pero se especula que podría haberse prolongado desde el 2003 al 2010. El negocio implicaba que NOAH lavase dinero de la Yakuza y estos en tanto, los ayudaban en la venta de las entradas.

El fallecimiento de Misawa y el retiro de Kenta Kobashi agravaron la crisis de NOAH.

El 2011 se desató el primer incidente público de NOAH con la Yakuza. En ese contexto, la viuda de Misawa (fallecido el año anterior) era la dueña de la empresa. Una mujer relacionada a los Yakuza se acercó a ella para entablar amistad. Luego la habría engañado, para obtener de parte de la viuda, un préstamo de 53 millones de yenes (equivalentes a varios cientos de miles de dólares). Dinero que en su gran mayoría no pudo devolver.

Nunca quedó muy claro si la Yakuza envió a esta mujer para sacarle dinero a la viuda a Misawa o si lo estaba haciendo para beneficio personal. Lo concreto es que fue sometida a un juicio civil, la viuda le quitó sus propiedades y fue condenada a siete años de cárcel. Si nos ceñimos a la versión oficial, la viuda de Misawa no conocía los vínculos de NOAH con la Yakuza y eso podría explicar la estafa. En caso de que, si supiera de antemano, es un caso que se vuelve muy confuso de entender.

El segundo y mayor incidente ocurriría el 2012. Resulta que, en medio de su decadencia, en el 2010 NOAH perdió su contrato televisivo con Nippon TV. Ryu Nakata quien era ahora el presidente, se vio obligado a hacer un gran recorte de personal. Entre otros, echó a Jun Izumida y dos años después, este se vengaría con todo. Izumida escribió un libro denunciando los negocios ilícitos entre NOAH y la Yakuza. Y apuntó concretamente a Nakata como al también directivo Haruka Eigen.

Nakata y Eigen fueron degradados, aunque curiosamente (y sospechosamente), no despedidos. Nadie levantó cargos contra NOAH. Más bien, el castigo llegaría en el ámbito empresarial. Una vez más, vimos como vetaban por doquier a una empresa de lucha libre ensuciada por la Yakuza.

La extraña salida de Vader de NOAH (2003)

NOAH fue el último run de Vader en una empresa relevante.

Tras el éxodo masivo de AJPW a Pro Wrestling Noah, ese mismo 2000 Vader firmó un contrato con Misawa y luchó ahí. No obstante, el 2003 terminó abandonando la empresa. La versión oficial es que fue por sus problemas a la rodilla. El rumor en tanto es que, por ser demasiado brusco en el ring, Misawa se enojó y tuvieron altercado físico. Y que luego, un grupo de yakuzas agredió al gigante en represalia. Lo habrían atacado con un objeto afilado, hiriéndolo en el estómago, brazos y piernas.

Un trato por la vida de Jun Kasai (2005)

Jun Kasai es un veterano de los death matches. Por lo visto, en el 2005 se metió con la mujer de un yakuza y el clan quería vengarse castrando a Kasai. El luchador estaba en esa época en Big Japan Wrestling y su promotor Shinya Kojika, tenía sus propias conexiones con la mafia. Él habría convencido a los yakuzas de que Jun se acostó con la mujer sin saber que ella estaba con uno de los mafiosos. Eso sí, se dice que como parte del trato, Kasai se habría visto obligado a meterse en spots aún más peligrosos que los que solía hacer.

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